sábado, 15 de noviembre de 2014

PLS - Hanna - Capítulo 13: ¡Te Pillé!

<<<Capítulo 12


Traducido por: Analía :)
Corregido por: Raúl S y Brayan.

    - Hanna, ¿Hanna?
    Hanna abrió un ojo y vio a su padre parado en la entrada. Ella se puso tensa. Había un sabor a calcetín sucio en su boca, y su cabeza se sentía como si pesara un millón de libras. Ella también tenía la sensación de que apestaba a alcohol— No podía recordar si se habia bañado después de que volvió de Snooker’s, anoche.
    - Tu alarma ha sonado por media hora.- El Sr. Marín señaló al teléfono de Hanna en la mesita de noche, el cual se prendía y se apagaba.- Algunos de nosotros estamos tratando de conseguir un poco de sueño extra.
    Hanna miró atontada hacia su teléfono, luego presionó el botón para apagar el ruido de la alarma.- Lo siento. - Ella murmuró. Su padre refunfuñó algo más y luego cerró la puerta.
    Ella miró al reloj. Eran las 5:30 Am, momento de levantarse para la sesión matutina de gimnasia. Hanna gimió y rodó fuera de la cama, arrepintiéndose de los tragos de tequila que ella había tomado con Dinah anoche, cuando celebraron que Vince era un perdedor. El trago había acortado la noche— Después de terminarlo, la cara de Dinah se había vuelto verde, y había corrido al baño. Cuando ella volvió dijo que debería irse a casa. Después de eso, la única cosa que Hanna recordaba era que había metido el dinero suficiente en el medidor de Hollis para poder dejar su Prius aparcado allí toda la noche, llamar un taxi, y tropezar a ciegas dentro de la casa. Afortunadamente, Isabel, su padre, y Kate habían hecho algún tipo de actividad de Doce Días de Navidad, así que ninguno la atrapó.
    Se las arregló para tirar del equipo de ejercicio, deslizar sus pies dentro de sus zapatillas, llamar un taxi para ir a rescatar su auto en Hollis, y manejar hasta el gimnasio. Mientras ella caminaba hacia el frente de la entrada de Body Tonic, ella sacó su teléfono y escribió un mensaje para Dinah. ¿Estás aquí hoy?¿Te sintientes tan mierda como yo? Si sólo tuviese un poco de AnimoSpa— Ha, ha.
    Ella dió en Enviar, esperando que Dinah le escribiera de vuelta inmediatamente, pero ella no obtuvo ninguna respuesta. Tal vez Dinah había abandonado al campamento y todavía estaba dormida.
    El interior de Body Tonic olía como a aceite de masajes y flores frescas, las cuales hacían que el estomago de Hanna diera vueltas. La animada chica del frente del escritorio le dio un saludo con la mano, y Hanna caminó hasta el probador sin devolverle el saludo. Ella revisó su teléfono una vez más antes de arrojarlo a su casillero, pero Dinah todavía no había contestado. Encogiéndose de hombros, ella se dirigió a la habitación donde los del campamento siempre se encontraban. Cuando ella se empujó a través de las puertas y vió a Dinah parada contra el espejo, con su cabeza echada hacia atrás en un risa, Hanna se detuvo en seco.
    Dinah lucía fresca y saludable como si ella no hubiera bebido una gota de alcohol anoche. Ella estaba parada al lado de Vince, con una botella de AminoSpa en su mano, sonriéndole como si fuese el Mesías, Vince, también, le estaba sonriendo.
    - Tu interpretación de “Allá en un pesebre” fue asombrosa,- Dinah murmuró con admiración.- Tan sincero.
    - Si, bueno, todos estaban muy metidos en el modo que pusiste todo junto esa improvisada reproducción de Natividad en el jardín del Sr. Larsers,- Vince respondió.- ¿Qué te hizo pensar en hacer algo como eso?
    - Oh, no lo sé.- Dinah bajó sus pestañas.- He estado cantando villancicos desde mi primera comunión. Realmente sé cómo meter a las personas en el espíritu.
    Ella tomó la mano de Vince. Vince envolvió sus dedos con los de ella y apretó. Ellos se miraron en los ojos uno del otro como si fueran almas gemelas, y luego se movieron más cerca y se besaron.
    La boca de Hanna cayó abierta. Ella quería correr fuera de la habitación, pero las bases de sus zapatillas se sentían como pegadas al piso. ¿Dinah se había ido… a cantar villancicos? ¿Como en los villancicos de los que Hanna le había hablado? La conversación de la noche anterior pasó a toda prisa por su mente. Cómo Dinah había dicho que Vince era un perdedor. Cómo Dinah había dicho que ellas estaban mejor sin él. Cómo ella la había abandonado apenas después de que Hanna le contara la misión de cantar villancicos secreta de Vince, y el reclamo del tequila que le había hecho enfermar.
    ¿Fue todo eso una trampa?
    Un torturado chillido se escapó de sus labios, y Dinah y Vince se dieron vuelta. Tan pronto como Dinah divisó a Hanna, las esquinas de sus labios en forma de arco se curvaron en una sonrisa malvada. Vince le dió un tímido saludo. Hanna agarró el brazo de Dinah.- Necesitamos hablar.
    Ella arrastró a Dinah al pasillo, parando al lado de una pila de Pilates Magic Circles.- ¿Qué demonios?
    Dinah se meció hacia delante y hacia atrás en sus tacones.- ¿Qué demonios qué?- Su voz no sonaba como la asombrosa, amigable, cómplice chica que se había sentado al lado de Hanna en Snooker’s la noche anterior.
    - ¡Pensé que llamamos a una tregua! ¡Pensé que ambas decidimos que era un perdedor!
    Dinah se empezó a reír.- Te dije que él me eligiría. Todo es justo en el amor y la guerra.
    La cabeza de Hanna dió vueltas, dejándola fuera de balance.- No te puedo creer,- Ella susurró, sintiendo su garganta ponerse carraspera y lágrimas corriendo a sus ojos. Más imágenes de la noche anterior se proyectaron en su mente. Cómo Dinah había dicho, a la ligera, que ella amaría que Hanna fuera a Larchmont Academy— ella podría necesitar a alguien genial como Hanna allí. Cómo Dinah había prometido presentar a Hanna su tío editor de Bazaar cuando visite en navidad. Cómo Dinah le había dado un gran abrazo cuando salieron, diciéndole que la vería mañana.
    - Pensé que éramos amigas,- Hanna escupió.
    - Oh, por favor.- Dinah rodó sus ojos.- Sólo estás molesta porque te engañé, como si no me hubieras hecho lo mismo.
    - No lo habría hecho. No lo hice.- Hanna chilló, su voz sonando mucho más patética y vulnerable de lo que a ella le hubiera gustado. Y entonces, antes de que sus lágrimas se derramaran por sus mejillas, ella se dió la vuelta y se dirigió al vestuario. Sus dedos temblaban mientras ella trabajaba la combinación de su casillero. Ella agarró su bolso y marchó fuera del gimnasio sin ni siquiera ponerse su abrigo.
    Tan pronto como ella  salió al frío aire, ella soltó un sollozo reprimido. Las lágrimas derramándose calientes y rápidas por su cara. Se tambaleó hasta su auto, y se inclinó sobre el capó, sintiéndose como si un gran globo de agua dentro de ella hubiera sido reventado. Ella lloró por la muerte de Ali. El horror de Mona. Por la pesadilla que era su nueva familia. Porque ella no había escuchado de Lucas en lo absoluto. Porque ella había perseguido a Vince en lo absoluto, cuando lo que ella realmente quería era a Lucas. Todo simplemente se sentía tan… incorrecto.
    -Aw, ¿alguien está enamorada?
    Hanna miró a lo largo del estacionamiento a través de las borrosas lágrimas. Una figura estaba del otro lado de su auto, con una engañosa sonrisa en su cara. Por una momento, Hanna tuvo miedo de que fuera Ali. Pero luego su visión se aclaró. La chica tenía el cabello de color castaño, no rubio. Era Kate parada contra la puerta de su Honda Civic, mirando a Hanna en su peor momento.

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