Corregido por: Pilar, Brayan.
Al momento en que Emily Fields salió por la
puerta de Rosewood Day luego de recoger sus tareas más tarde ese mismo día, los
abucheos no bienvenidos comenzaron.
- ¡Srta. Fields! ¡Soy Alyssa Gaden del Centinela
de Filadelfia! ¿Tiene un momento?
- ¡Emily! ¡Por aquí!
Flashes se disparaban. Los reporteros le
ponían micrófonos en la cara. Emily trató de escabullirse, pero la siguieron.
- ¿Es cierto que ustedes fueron quienes
encontraron a Noel Kahn en el cobertizo tras la escuela? – la mujer del Centinela
gritó.
- ¿Puedes decirnos qué fue lo que las llevó
hasta allá? – Un hombre gritó.
- ¿Ustedes chicas tienen un pacto suicida?
– Otra voz gritó. - ¿Es por eso que salieron en ese bote salvavidas?
Emily hizo un gesto de dolor. Luego de que
el crucero fuera bombardeado, todos tuvieron que evacuar en botes salvavidas.
Emily y sus amigas habían tomado su propio bote y navegado lejos de la orilla
para enterrar el viejo collar de Tabitha—A se las había arreglado para ponerlo
en manos de Aria, y las chicas no querían estar conectadas a él. Pero el bote
salvavidas se pinchó en el mar, atrapándolas. Un equipo del barco las rescató,
y comenzaron los rumores de que habían navegado solas para morir.
Alguien puso una mano sobre su hombro,
formando una barricada entre Emily y los reporteros. – Sin comentarios, sin
comentarios, sin comentarios.
Era el Director Appleton. Él puso un brazo
alrededor de Emily y la llevó por la colina hasta el estacionamiento de estudiantes.
– Lo siento mucho, querida, - dijo gentilmente.
- Gracias, - Emily dijo agradecida.
Appleton dejó a Emily en su auto con un
movimiento de cabeza y unas cuantas palabras alentadoras para que resistiera.
Emily se metió en el asiento del conductor del Volvo wagon de su familia.
Durante los últimos años, ella y sus amigas habían sido el objetivo del
escrutinio de los medios—incluso habían hecho una película sobre ellas llamada Pequeña
Linda Asesina. Estaba tan, tan, tan cansada de esto.
Si esos cuervos en el poste telefónico
se van en los próximos diez segundos, todo estará bien, Emily pensó,
mirando el cableado junto a los árboles. Los pájaros no se movieron. Más
cuervos se les unieron, encorvados, manchas negras contra el cielo gris.
Suspirando, sacó su celular y chequeó su
email. El único era de Hanna: ¿Chicas, irían al funeral de Graham conmigo
mañana? Necesito apoyo moral.
Aria había aceptado. Emily escribió y dijo
que iría también. Salió de su aplicación de email, luego miró con anhelo el
fondo de pantalla de su pantalla de inicio. Era una toma de ella y de su novia,
Jordan Richards, en la cubierta del crucero mientras salía de San Juan, Puerto
Rico.
Cerró sus ojos, tranquilamente reviviendo
el momento. Ella y Jordan se habían conectado tan rápida e intensamente. Emily
deseaba hablar con Jordan ahora, pero ella estaba escapando del FBI. De hecho,
habían hecho planes para escapar juntas, pero A había delatado a la Preppy[1]
Ladrona a los federales. Ahora Jordan estaba ocultándose en algún sitio en el
Caribe para no ser arrestada. Si tan solo Emily pudiera contactarla y arreglar
un encuentro con ella. ¿Qué tenía aquí, después de todo? Sería el escape
perfecto de A. Pero no había modo de ponerse en contacto con Jordan.
¿O sí lo había?
Tocó la aplicación de Twitter. Necesito
hablar, escribió en un mensaje directo al alias secreto de Twitter de
Jordan. Es importante.
Envió el mensaje y esperó, suponiendo que
Jordan probablemente no respondería—le había respondido a Emily unas pocas
veces, pero decía una y otra vez que era realmente peligroso. Pero para su
sorpresa, hubo un nuevo mensaje privado en su buzón de entrada dentro de un
minuto. ¿Está todo bien? Jordan escribió. Acabo de ver eso en las
noticias sobre ese chico de Rosewood. Él era el novio de tu amiga, ¿cierto?
Emily tragó saliva.
Lo era, escribió. Pero estoy bien, y también mis amigas.
Qué bien, Jordan dijo. Me alegro.
Te extraño, Emily escribió rápido. Estoy
desesperada por irme. Las cosas están súper tenebrosas. ¿Dónde estás?
Un nuevo mensaje llegó luego de un momento.
Desearía poder decirte, pero sabes que no puedo por ahora. Es muy arriesgado.
Emily se acomodó en su asiento, mirando a
través del parabrisas a unos chicos paseando por la colina hasta sus autos. La
posibilidad era muy remota, pero había esperado que Jordan dijera que sí.
Esperaré por ti, prometió.
Bien. Esperaré por ti también.
Jordan firmó el mensaje con un beso. Emily
salió de la aplicación de Twitter y metió su teléfono de vuelta en su mochila. Se sentía igual que cuando probaba los
macarrones con queso de su mamá—nunca podía comer sólo un poco. Si tan sólo
ella y Jordan pudieran hablar por horas en vez de segundos. Si tan sólo supiera
dónde estaba Jordan.
Su teléfono sonó. Era una Alerta de Google
por email de La Reserva de Addison-Stevens, el hospital mental de Ali—Emily
había establecido las alertas hace un tiempo, solo en caso de que apareciera
alguna noticia relacionada sobre algún paciente fugado que pudiera ser el novio
secreto de Ali. Este email era un comunicado de prensa sobre una nueva piscina
de terapia que había sido construida en los terrenos. Se había incluido una
foto. Emily miró fijamente a los pacientes en la piscina, sus caras estaban
borrosas. Ninguno de ellos tenía el cabello rubio-blanco como Iris Taylor, la
chica a quien había sacado de La Reserva la semana pasada, siendo su chofer por
Rosewood y preguntándole sobre Ali, quien había sido la antigua compañera de
cuarto de Iris. Hasta donde Emily sabía, Iris había vuelto a La Reserva después
del baile de graduación. Pero La Reserva no permitía email, mensajes, o llamadas,
así que Emily no sabía cómo le había ido.
Emily se detuvo. Hanna había conocido a
Iris durante un corto periodo en La Reserva, y había parecido increíblemente
espeluznante—quizás incluso del lado de Ali. Pero Emily había visto un lado
diferente de ella— simplemente era una chica triste e insegura quien necesitaba
que alguien le prestara atención. En un mundo donde casi todos a quienes Emily
conocía terminaban no siendo lo que parecían, era lindo que Iris haya terminado
no siendo tan mala. De repente, Emily como que la extrañó.
Un pensamiento se formó en su mente. Quizás
podamos ir a La Reserva, Hanna había sugerido en el hospital. Averiguar
si hubo un paciente hombre cuyo nombre comenzara con N. Quizás Iris sabía
quien era ese. Meterse de vuelta en la investigación asustaba a Emily a muerte,
pero ¿y si había una pista vital justo bajo su nariz?
Salió del estacionamiento, llena de
propósito. En vez de doblar a la derecha, hacia su casa, dobló a la izquierda
que la llevaba por un tortuoso camino lateral , pasando las granjas y el local
de helados, y arriba de la larga colina. Había poco tráfico, y llegó a La
Reserva de Addison-Stevens antes de lo que había estimado. Mientras su auto
subía por la empinada colina hacia el hospital que parecía un fuerte con su
construcción toda de piedra y ladrillos y torrecillas puntiagudas, una
ambulancia pasó en la otra dirección. Emily se estremeció, preguntándose quién
estaba adentro—y por qué.
Estacionó y entró al recibidor, mirando las
macetas familiares y las fuentes. Un hombre de pie en el mesón frontal le
sonrió. – Buenas tardes.
Emily asintió temblorosa. – Estoy aquí para
ver a Iris Taylor. Soy una amiga. Emily Fields.
El hombre miró algo en su pantalla, luego
frunció el ceño. – Iris ya no es paciente aquí.
Emily ladeó su cabeza. - ¿Qué significa
eso? - ¿Los crueles padres de Iris la habían sacado? ¿Había sido transferida a
otro hospital?
El hombre miró de un lugar a otro, luego se
inclinó hacia ella. – Ya que eres una amiga, deberías saber. Ha estado
desaparecida de su cama desde la mañana de ayer.
Emily parpadeó con fuerza. ¿Desaparecida?
Iris había sido miserable aquí—quizás había escapado, tal como se había
escapado con Emily la semana pasada. Pero algo en la cara del hombre parecía
tensa, como si hubiera dejado algo fuera. - ¿E-está bien?
Otra enfermera entró por la puerta justo en
ese momento, y el hombre cerró la boca como una ostra. – Es un asunto privado,
- dijo, mirando sospechosamente a la segunda enfermera. – Lo siento.
Emily se inclinó hacia adelante. - ¿Me
puede decir si hubo un paciente hombre en el ala adolescente hace unos años
cuyo nombre comenzara con N? Él era amigo de, um, Courtney DiLaurentis.
Los labios del hombre temblaron. Miró a
Emily por medio segundo y luego a la enfermera que estaba de pie cerca. – Lo
siento, - susurró.
- ¿No puede sólo dejarme mirar una lista de
pacientes por un segundo? – Emily rogó. – Es importante.
La segunda enfermera aclaró su garganta
ruidosamente. El hombre se encogió de hombros sin poder hacer nada.
Emily se alejó, su mente daba vueltas. Iris
había parecido tan optimista sobre volver a La Reserva para recuperarse para
siempre. ¿Por qué se habría ido tan pronto?
Un pensamiento horrible la atacó. Iris le
había dado a Emily y a las otras información vital sobre Ali. ¿Ali sabía?
Las puertas automáticas se abrieron, y
Emily entró al patio de ladrillos que llevaba hacia el estacionamiento, su
cabeza daba vueltas. Justo cuando pasó la banca que llevaba la placa de EN
MEMORIA DE TABITHA CLARK, su teléfono sonó. Lo sacó de su bolsillo, esperando
que de algún modo fuera Iris, diciéndole que estaba bien. Pero el mensaje era
de un enredo de letras y números. El corazón de Emily se cayó.
¿Terminaste de husmear, Scooby-Doo? A todos
a quienes involucres en esto serán lastimados. Incluyéndote A TI. —A
[1] Preppy: Pijo, fresa, cheto, gomelo, etc.
Capítulo 3 - Capítulo 5
Holaa!! A alguien más le parece que la persona que le responde a Em, como "Jordan" en realidad es Ali? yo creo que la verdadera Jordan murió ese día en el crucero...
ResponderBorrarPD. Muchisimas gracias por decidir traducir este libro!!
:O ¿que se haya muerto dices? No se me habría ocurrido! aunque si he pensado que quizás Emily se está confiando mucho para hablar con Jordan.
BorrarSaludos! :)
Muchas gracias por tu tiempo en traducir el libro! <3 no sabes cuantos faltan para terminar la serie?
ResponderBorrarPor nada :)
BorrarPor ahora solo falta Toxic (que sale en Junio) y me parece haber leido que la autora confirmaba dos más aparte de Toxic, no estoy segura de eso.
Saludos!