Traducido por: Analia:)
Corregido por: Julieta, Raúl S, Andrea F.
Para el jueves, Hanna empezó a notar que el juez que presidía el juicio, el honorable Juez Pierrot, secretamente se picaba su nariz cuando creía que nadie lo estaba mirando. Y que el alguacil jugaba Candy Crush Saga durante los descansos, y que el jurado #4, una mujer mayor que usaba unos lentes negros cuadrados, y parecía completamente ajena a los acontecimientos actuales—lo que probablemente era el porqué la habían elegido— tamborileaba sus dedos al ritmo de “¡Ding, Dong! La Bruja Está Muerta”. Hanna empezó a hacer un pequeño juego supersticioso de eso: si el juez Pierrot escarbaba su nariz cinco veces antes del almuerzo, ella obtenía diez puntos. Si el jurado #10 volteaba su anillo de compromiso alrededor de su dedo diez veces en el día, ella obtenía veinte. Era más fácil enfocarse en esas cosas que en lo que en realidad estaba pasando durante el juicio.
La declaración de esta mañana fue todo sobre diferentes testigos que habían visto a Hanna y las otras merodeando alrededor de Ashland antes de la presunta muerte de Ali. Al parecer ellas habían sido mucho menos escurridizas de lo que pensaron, porque la fiscalía había encontrado a siete personas que se habían presentado ante la policía. La mayoría de ellos sólo eran ciudadanos al azar que no tenían mucho que decir, pero la última mujer, que usaba traje y tacos azul marino, era alguien que Hanna recordaba. Era la señora que Emily había arrimado cerca de la propiedad de los Maxwells. A decir verdad, Emily había estado tan alterada que ellas prácticamente habían tenido que arrancarla de la mujer para calmarla.
Lo cual, por supuesto, fue lo que la mujer les dijo.
- La chica que trágicamente se quitó la vida, parecía muy afligida, - dijo en tono dramático - en verdad temí por mi seguridad.
Hanna arrugó su nariz. No había sido tan malo.
El fiscal de distrito llamó a otro testigo, una mujer bien vestida con labial rojo brillante. Cuando ella declaró su nombre para la corte, lo dijo con voz clara.
- Sharon Ridge.
Hanna jadeó. Era la mujer que organizó el Evento del Mitin en Rosewood en el Club de Campo Rosewood, ¿qué estaba haciendo ella allí, testificando contra ellas?
- Cuéntenos sobre el evento del Mitin en Rosewood. - dijo el fiscal de distrito.
Sharon Ridge rodó sus hombros hacia atrás, luego describió el evento como una gala en el club de campo para apoyar a los jóvenes con inconvenientes de la zona de Rosewood.
- Fue una noche muy especial - ella dijo. - Un montón de personas de la comunidad se acercaron, y recaudamos un montón de dinero.
- Y usted tuvo invitados distinguidos, ¿correcto? - el fiscal de distrito preguntó.
Ridge miró hacia la corte.
- Sí, la Srta. Marin - señaló a Hanna - y la Srta. Hastings. Como también a la Srta. Fields y la Srta. Montgomery, que no están aquí.
- ¿Y esas chicas se vieron agradecidas por estar allí?
Ella ajustó su collar.
- Bueno, no exactamente. Parecían bastante distraídas toda la noche. Quise presentarlas a las personas, pero todas ellas sólo me ignoraron. Y quisimos tener una pequeña ceremonia para las chicas, habían pasado por tanto. O eso habíamos pensado. Excepto que cuando las llamamos para el escenario, no estaban allí.
- ¿Ni una sola?
La mujer sacudió su cabeza.
- Las cámaras de la entrada principal las mostraban abandonando la premisa alrededor de las 9PM.
- Y cuando usted dice que las chicas se veían distraídas, ¿a qué se refiere?
Ridge alejó un cabello suelto de su rostro.
- Bueno, noté que Aria Montgomery huyó hacia la sala de damas, la Srta. Fields estaba sumamente catatónica, como también lo estaba Hanna Marin. Y Spencer Hastings, bueno… - dejó de hablar, luciendo incómoda.
- ¿Qué? - el fiscal de distrito incitó.
- No estoy segura de si esto tiene algo que ver con nada, pero un par de personas dijeron que la Srta. Hastings tuvo una pelea muy furiosa con un chico que ella llevó como su cita. Escucharon que el nombre Alison fue mencionado.
El fiscal de distrito puso sus manos en sus caderas.
- ¿Usted tiene el nombre de este chico, verdad?
Ella asintió.
- Es Greg Messner.
Él miró al jurado.
- Puedo mencionar que Greg Messner terminó muerto más tarde esa noche - todos resoplaron. - Lo encontraron en el lecho de un arroyo en Ashland, Pennsylvania. ¿Y saben quién más estaba en Ashland esa noche? Spencer Hastings. Y sus tres amigas.
Rubens se paró.
- Este no es un juicio por la muerte del Sr. Messner. Y la Srta. Hastings no tiene nada que ver con ello.
- Denegado. - el juez dijo.
Spencer le dio un toque a Rubens mientras se sentaba.
- Greg era un Ali Cat, - ella susurró - él se dirigió a mí a través de mi sitio anti-bullying. Habia estado trabajando con Ali, ella le había instruido para que se acerque a mi y consiga información, ¿no puedes decirles eso?
- Realmente deberías decirles eso. - Hanna manifestó, tratando de ser útil. Pero Spencer sólo le disparó otra mirada de no-necesito-tu-ayuda. Hanna se volvió a desplomar en su asiento. Hasta aquí había llegado su intento de ser civilizada.
Rubens miró a las chicas preocupadamente.
- Vamos a omitir eso, ¿está bien? Nos concentraremos en nuestros propios testigos. Eso empieza esta tarde.
Hanna hundió más su labio inferior. Parecía que cada ruta que ellas tomaban las guiaba hacia un callejón sin salida. ¿ Y en verdad sus testigos iban a salvar el día?
Pasó sus manos a lo largo de su rostro, su corazón latiendo con fuerza. Se sentía como si estuviese atrapada dentro de un vestido que era diez talles más chico para su cuerpo. No podía mover sus brazos o su torso. Apenas podía respirar.
Después de los procesos judiciales del día, se dirigió, de alguna manera, hacia el pasillo, donde pudo juntar sus pensamientos. Miró su teléfono por primera vez en horas. Tenía cuarenta y dos nuevos mensajes, y todos eran respuestas de invitaciones de su boda.
Su boda. Bueno, al menos eso era algo.
Se desplazó a través de cada si, asombrada de que tantas personas quisieran ir. Ramona había enviado un correo que decía que el grupo hip-hop/breakdance que Hanna quería que actuara durante la hora de cóctel en la recepción había dicho que si. También mencionaba que debido a que muchas celebridades estaban asistiendo—no sólo algunos del elenco de Burn It Down, sino que un par de conductores de noticieros locales y jóvenes de alta sociedad también— estaba pensando en tener algo de alfombra roja antes de la recepción. Us Weekly realmente parece interesado.
¿Us Weekly? A pesar del circo de la corte, Hanna sintió una delgada y emocionante agitación. Sabía que su boda era gran cosa—todo entorno a sus vidas lo era en estos días. El juicio era informado obsesivamente en la mayoría de los canales de noticias todas las noches, habían actualizaciones constantes sobre el paradero de Aria en Europa—lo último fue que ella se estaba escondiendo en algún lugar de Suecia— y un par de personas le habían enviado menciones de su boda en tabloides en todo el mundo por Instagram. Pero Us era legítimo—y no sonaba como que estuvieran cubriendo la boda sólo para ser mordaces.
Marcó el número de Ramona y llevó su teléfono a su oreja.
- Es Hanna. La alfombra roja es un hecho, creo que es realmente divertido.
- Perfecto. - Ramona graznó - Todo se está armando, Hanna. Creo que va a ser fantástico.
-Yo también. - Hanna dijo, su voz creciendo - Y, ¿sabes qué? Tengamos fuegos artificiales en la recepción también.
- ¿Fuegos artificiales? - Ramona se detuvo para considerarlo - Tengo algunas personas a las que puedo llamar.
Hanna colgó y deslizó su teléfono de vuelta en su bolsillo, sintiéndose bien sobre la última decisión. Fuegos artificiales parecían totalmente apropiados para la recepción de su boda. Probablemente, este sería su último momento de felicidad—y podría aprovechar para salir con una explosión.
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