lunes, 23 de febrero de 2015

Vicious - Capítulo 32: Una Teja Limpia

<<Capítulo 31

Traducido por: Brayan.
Corregido por: Andrea F, Daniela.


El olor de algo salado y delicioso despertó a Aria de su sueño profundo. Abrió sus ojos, esperando sentir los dolores y esfuerzos de dormir en un duro colchón de la prisión, pero en lugar de eso, estaba acostada en su vieja y familiar cama, rodeada por un millón de almohadas. Sus posters de arte colgados en las paredes y su cerdita títere, Pigtunia, se asomaban desde el pie de la cama. Su recientemente devuelto celular parpadeaba alegremente en su escritorio.
Ella se disparó como un nuevo comienzo, recordó todo rápidamente. Un milagro había sucedido. Ella estaba en casa. Y Ali estaba en la cárcel.
Aria saltó fuera de la cama y agarró su teléfono. Había un montón de alertas de Google de Ali, todas ellas mencionando su captura. Aria bajó hasta el fondo, buscando. Pero no había mención alguna de Ali escapando de la cárcel esta mañana. Sin ataques en la prisión, sin desapariciones misteriosas. Ali estaba tras las rejas, de verdad.
Pero Aria aún se sentía inquieta. Anoche, antes de irse a dormir, había revisado cada ventana y puerta para asegurarse de que estén cerradas. Cuando llamó a sus amigas, ellas parecían igual de paranoicas. Tomaría un poco de tiempo para ellas sacudirse el miedo de Ali. Aria solo esperaba que eventualmente se fuera.
Se puso su bata favorita, metió su teléfono en su bolsillo y bajó por la escalera.
Su mamá estaba en la estufa, revolviendo huevos. Ella miró a Aria y sonrió. - Buenos días. – dijo, empujando el cabello fuera de la mirada de Aria. - ¿Cómo dormiste?
- Bastante bien. - Aria dijo en una voz ronca, aun sintiéndose un poco desconcertada. – Supongo que una noche de insomnio en la prisión hace eso.
Su mamá dejo de hacer los huevos y envolvió sus brazos alrededor de Aria. - Lamento tanto que hayas que tenido que pasar por eso. - Dijo suavemente.
Aria se encogió de hombros. - Lamento haber huido a Europa sin contártelo. - Se asomó hacia Ella. - ¿Estas muy enojada? - preguntó en voz baja.
Su mamá suspiró. – Solo no hagas eso otra vez, ¿bien? - sacudió la espátula hacia ella. - Lo digo en serio. No tienes nada que esconder ahora. Todos te creen acerca de Alison.
Su mirada se desvió hacia la TV en la esquina. Sin ser sorprendentemente, la cara de Ali apareció en la pantalla. El reporte era un repaso de los eventos de ayer—Ali llegando al juzgado, el fallo anulado, las chicas quedando en libertad, y Ali siendo encerrada. Las últimas noticias eran que Ali había sido puesta en el manicomio de la prisión, y que había cambiado su historia repentinamente, confesando haber inculpado a las chicas, falsificado el diario, y construido una elaborada escena de asesinato.
El psiquiatra de la prisión apareció en la TV. - La señorita DiLaurentis no para de llamarse a sí misma A, - Le dijo al reportero. – Ella ha dicho en repetidas ocasiones, Yo soy A. Yo lo hice. Fui yo todo el tiempo.
           - Whoa, - Aria susurró. ¿Ali, confesando ser A? Eso era nuevo.
           Ella dejo salir un tsk. – Supongo que está intentando declarar demencia. De otra manera, ¿por qué admitiría todo eso?
           Aria hizo un gesto de dolor. – ¿Eso significa que ella podría salir antes?
           Ella sacudió su cabeza. – Dudosamente. En prisión, cumples tu sentencia y luego puedes irte. En el manicomio, ellos pueden extender tu estadía indefinidamente.
           Aria rodó su mandíbula. Tal vez era así, pero Ali era inteligente. Ella no se habría internado en el manicomio a propósito si no pensara que allí había algo para ella. Probablemente pensaba que podría encontrar la manera de como escapar de allí.
           Entonces, Emily apareció en la pantalla, dando un breve resumen de cómo había localizado a Ali en Florida. Aria sonrió con orgullo. Emily les había contado toda la loca historia ayer, incluida la parte sobre la Sra. DiLaurentis escondiendo a Ali, y Emily confrontándola, y Ali apareciendo con el arma. También había explicado cómo había llamado al 911 dejando el teléfono en su bolsillo, apostando a que la llamada fuera grabada y que la policía se diera cuenta  de que algo terrible estaba pasando. Había sido un riesgo, Emily dijo, pero había valido la pena, ya que los policías llegaron justo a tiempo para salvar a Emily de la ira de Ali. Aria no podía creer toda la buena suerte. Se sintió como si el destino hubiera intervenido, como si el universo se hubiera dado cuenta de que Ali no podía salirse con la suya otra vez.
Luego las noticias mostraron una foto de la Sra. DiLaurentis. La cabeza de la mamá de Ali estaba baja, sus manos estaban esposadas y dos oficiales de policía estaban llevándola a lo que lucía como una cárcel. - Jessica DiLaurentis tiene cargos por encubrir a un criminal conocido, - dijo estrepitosamente el reportero. - Su juicio está acordado para empezar la próxima semana.
Después el padre de Ali, luciendo desconcertado y exhausto apareció en cámara. - Yo no tenía idea de que mi esposa estaba escondiendo a nuestra hija, - él dijo, las esquinas de su boca estaban decaídas. - No tengo nada más que decir sobre el asunto. - Por algún motivo, Aria le creía.
           - Así que eso es, - Ella dijo suavemente mientras sacaba los huevos del sartén a un plato. Ella le pasó una ración a Aria y dejó otra para ella, y las dos se sentaron a comer. Después de picotear mohosa comida de prisión, los huevos eran lo más delicioso que Aria jamás había probado.
- Así que eso es. – Aria repitió, mirando abajo.
Ella ladeó su cabeza. - No pareces tan emocionada.
- Lo estoy… - Aria dijo apagándose. –Es solo que es…raro, ¿sabes? Estábamos tan acostumbradas a que nadie nos creyera. Incluso recibí una llamada de Jasmine Fuji ayer, disculpándose. – Eso había sido una gran sorpesa. Ciertamente se sentía bien escuchar a Fuji decir que lo sentía. - Pero de hecho es difícil dejarlo atrás, – Aria añadió. – Sigo pensando que Ali sigue allí afuera, planeando su próximo movimiento contra nosotras.
Ella masticó pensativamente. – ¿Estas preocupada de los Ali Cats?
Aria jugueteó con la servilleta en su regazo -Tal vez, -  admitió. – ¿Y si ella se pone en contacto con ellos en prisión? ¿Y si les pide que nos hieran, de alguna manera?
           Ella sacudió su cabeza. - No la dejaran tener visitas y no la dejaran usar internet. – ella le dio una palmadita a la mano de Aria. – No puedes seguir estando asustada de ella. Tienes que vivir tu vida. De otra manera, ella realmente ha ganado. – Entonces Ella se iluminó y empujó su celular a través de la mesa. – Y de hecho, tengo algunas noticias para ti. Durante la semana pasada, la demanda por tus obras de arte ha subido tremendamente. Todos quieren una pieza de Aria Montgomery ahora. Lo que significa que , mi querida, tienes que ponerte a pintar.
Aria miró al email en la pantalla de Ella. Era de Patricia, su agente en New York, declarando que seis personas habían hecho ofertas en los trabajos todavía-a-ser-pintados de Aria. – Wow, - suspiró.
- ¿Cierto? – Los ojos de Ella brillaban. – Vas a vivir la vida que quisiste después de todo, cariño. Y no deberías dejar que nadie te aparte de ser feliz.
Aria trató de sonreír, pero de repente sintió otra punzada. Ella si se sentía feliz. Pero faltaba una cosa: Noel. Otra alerta de Google había dicho que Noel podría recibir dos años en prisión porque había seguido a Aria a Ámsterdam, pero entre el altercado de Ali, Aria no había escuchado nada más. Ella lo había llamado en el momento que su teléfono había sido devuelto, pero su teléfono iba a correo de voz cada vez. ¿Ya estaría él en la cárcel? ¿Qué pensaría él de todo esto?
Ella miró a su mamá, repentinamente determinada. – Tengo que ir a hacer algo. - dijo y se levantó de la mesa. Ella miró a Aria curiosamente, pero no hizo ninguna pregunta cuando Aria, aun usando sus pijamas y bata, tomó las llaves del auto y salió por la puerta.
La puerta de la casa de la familia de Noel estaba abierta, pero Aria igual se estacionó en la calle, sintiéndose ansiosa por aparecer sin avisar. Mientras ella caminaba por la entrada, evocó todas las veces que ella y Noel habían estado acostados en el jardín del frente, mirando las estrellas, teniendo un picnic, o haciendo un hombre de nieve. Era extraño regresar aquí con la situación tan cambiada. El césped lucía igual, estaban las mismas flores, pero ella era tan diferente… y Noel también. Tal vez muy diferente.
Tragando saliva, ella tocó la campana, rezando para que la madre de Noel no abriera la puerta—Aria no había visto mucho a la Sra. Khan después de que ellos habían vuelto, pero la madre de Noel no había sido su fan después de que Noel fue atacado en el baile, y probablemente culpaba a Aria por arrastrar a Noel a Europa. Tres campanadas sonaron y Aria tocó la punta de su pie nerviosamente. Después de un momento, escuchó pasos. Entonces la puerta se abrió. Noel estaba del otro lado.
Él usaba una chaqueta sobre una camisa desteñida, sus zapatillas estaban sin atar. Lo primero que Aria hizo fue buscar por un brazalete de rastreo en su tobillo saliendo debajo de sus jeans. Ella no vio uno.
- Hola. - Dijo tímidamente, sin estar segura de qué decir repentinamente.
- Hola. - Noel respondió.
Hubo una larga y extraña pausa. - ¿Estas bien? ¿Vas a ir a prisión? - ella espetó antes de que él pudiera cerrar de golpe la puerta en su cara.
Noel negó con cabeza. - Retiraron la acusasión. Mi papá contrató un buen abogado, y después de todo lo de Ali… - Movió las manos. - recibí una amonestación menor, tuve que pagar algunas multas y esa clase de cosas—y, digo, mi familia está bastante molesta. - Hizo una cara. - Pero soy libre. Y parece que tú también. - Su boca hizo una casi-sonrisa.
- Sí, - Aria dijo, sus ojos estaban llenos de lágrimas. De repente se sintió superada con… buen, no estaba segura de qué. Vergüenza, tal vez. Y también gratitud. Y simple agotamiento. - En serio lo lamento, Noel. - dijo.
Él levantó su mano. - Yo soy el que lo siente. Ustedes estaban pasando por mucho, y tú estabas tan paranoica, y estabas en lo correcto al sentirte de esa manera ¿Has leído alguna de las confesiones de Ali? Ella está loca. No solo habla de ese diario, también habla de armar un ejército de Ali Cats y después matar algunos de ellos cuando  no tuviera más uso para ellos. ¿Todo de lo que ustedes estaban preocupadas, todo de lo que estaban escapando, todos esos locos miedos que nadie creía? Todo era cierto.
Aria asintió temblorosa. Ella sabía que era verdad. Ella lo había vivido.
Noel tomó sus manos y las apretó. - Y sobre lo que dijiste en Holanda—mira, tienes que saber que ya no me interesa Ali. No la amo. No pienso en ella. Nada. Todo lo que pienso eres tú.
El corazón de Aria dio un pequeño giro. - Okay, - ella dijo con la cabeza abajo.
- Hemos pasado por demasiados ciclos de enojarnos el uno con el otro por Ali y reconciliarnos. Nuestra discusión en Holanda lo prueba. No quiero pasar por eso otra vez.
- Tampoco yo, - dijo Aria rápidamente.
- Así que supongo que necesito saber. - Noel tomó un respiro profundo. – ¿Me perdonas por Ali? ¿En tú corazón, de verdad? - Él miró a las nubes. - Porque lo lamento, Aria, Lamento haberte mentido, lamento no haberte dicho todo lo que debí. Lamento siquiera haber estado involucrado con ella. Si no me perdonas, está bien. Pero no sé si podemos estar juntos, ¿sabes? No se sentiría… bien. Tú siempre estarías enojada conmigo, desde lo profundo. Sólo me pregunto si podemos… empezar de nuevo. Como si nada hubiera pasado.
Aria se hundió en el banco de piedra al lado del estanque de peces. La pelea que ellos habían tenido justo antes de haber sido arrestados daba vueltas en su mente. Para Aria era algo difícil de olvidar—el hecho de que él había simpatizado con Ali durante tanto tiempo, haberlo ocultado a Aria.
Pero eso era exactamente lo que Ali quería: permanecer en sus conciencias, ser un obstáculo entre ella y Noel incluso detrás de las rejas. Era una perfecta estrategia de A, de hecho: manipulación y juegos mentales desde lejos, con Aria saboteándose a sí misma dirigiéndose a su caída.
Aria puso sus hombros cuadrados. - Sí. - dijo. - Empecemos de nuevo. Estoy cansada de dejar que Ali me quite las cosas—y personas—que más me importan.
Noel sonrió. - Te amo, Aria Montgomery, - él dijo y la besó suavemente.
Eventualmente inclinaron sus frentes juntándolas, mirándose a los ojos del otro. Aria miró la camisa que él estaba usando. De repente, se dio cuenta de que era su remera Nike de la Universidad de Pennsylvania de la suerte, que había tenido por años. Era la misma camisa que él había tenido el día que se lo había vuelto a conocer en Rosewood cuando su familia regresó de Islandia.
Ella se detuvo para considerar ese día. Noel había intentado comenzar una conversación con Aria, pero ella lo mandó a volar, pensando que no había manera de que él pudiera haber tenido una atracción hacia ella. Se había sentido tan… por encima de él, supuso, asumiendo que era un chico Típico de Rosewood que carecía de cultura y estilo. No era su tipo totalmente.
Hombre, estaba equivocada. ¿Quién sabría que estarían aquí en algunos años?
Entonces Aria recordó la búsqueda que ella había hecho en el auto, justo antes de venir. - Tengo algo para ti.
           - ¿Para mí? - Noel lucía confuso.
           Aria abrió el email en su teléfono y se lo mostró en la pantalla, el cual tenía el logo de Japan Airlines. Su próximo itinerario, decía. Noel frunció el ceño, pero bajó. El email era una confirmación para dos asientos en un vuelo a Tokio, partiendo la próxima semana.
           Él la miró. - ¿En serio?
           Aria asintió emocionadamente. - Mis cuentas fueron descongeladas, y he vendido unas cuantas pinturas más. Pensé que tú y yo podríamos tomar ese viaje a Tokio del que estábamos hablando. -Le dio una ojeada tímidamente. - Si todavía quieres…
           - ¡Por supuesto que iré! – Noel dijo, poniendo sus brazos alrededor de ella una vez más. – Haremos todo lo que hablamos, ¿cierto? Visitar las pagodas, comer sushi, esquiar...
           - Pero sin incidentes internacionales. – Aria aconsejó. – Sin esconderse en hoteles.
           - Sin bajarse a escondidas de los trenes. – Noel añadió.
           - Sin hombres extraños arrestándonos en callejones oscuros.
Aria se rio tontamente. Mirando a Noel otra vez, ella sintió una estampida de amor. De repente, las cosas realmente estaban bien. – Es una cita, - ella dijo, y lo besó otra vez.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios pasan por moderación así que no aparecen de inmediato :) (Para evitar spam y/o spoilers)

Recuerda suscribirte a tu comentario para recibir una notificación cuando alguien responde :)