Traducido por: Analía:)
Corregido por: Daniela
- ¿Qué estás haciendo? - La Sra. Dilaurentis le gritó a su hija. - ¡Vuelve adentro!
- Oh, ¿Porque tienes esto cubierto? - Ali gritó, ajustando su agarre en los brazos de Emily. Y ahora su voz sonaba completamente familiar, esa hermosa y horrible voz que Emily nunca olvidaría. - Me dijiste que tenías esto bajo control. Pero te ví. ¡Estabas a punto de contarle todo!
La Sra. D se acercó rápidamente para separar a Ali de Emily, pero Ali la alejó de un empujón, enviándola a toda velocidad hacia la mesa forjada de hierro. La Sra. D se recuperó rápidamente y le dió a Ali una dolorida y desesperada mirada. - Sólo ve adentro, ¿Está bien? Por favor. Dijo que llamó a la policía. Sólo ve a ese lugar del que hablamos. Es seguro.
Pero no parecía que Ali oyera a su mamá. Ella tiró de Emily más cerca hasta que su boca estaba contra el oído de Emily. - Cometiste un gran, gran error buscándome, perra. Y ahora lo vas a pagar.
La Sra. D temblaba al otro lado del patio. - Alison, para, - Dijo severamente. - Ve adentro.
Ali señaló a su madre. - Esto es tu culpa, sabes. Deberías haber impedido esto. Yo confié en ti.
La Sra. D palmeó sus brazos a sus lados. - ¡Si sólo vas al lugar del que hablamos, todo estará bien! - Ella señaló a Emily. - La tengo cubierta. Ella es una asesina. Todos estan buscándola. La policía se la llevará.
- O podemos sólo deshacernos de ella ahora, - Ali dijo volviéndose a Emily. Al mismo tiempo, Emily se lanzó lejos de Ali en una rápida vuelta, estiró su mano, y empujó el arma lejos. Ésta repiqueteó a lo largo del patio, llegando a parar en una larga pileta para pájaros de piedra.
- ¡Tú perra! - Ali se movió a trompicones hacia el arma, pero Emily la tacleó y la empujó al suelo. Emily se subió encima de ella, envolviendo sus piernas alrededor del grueso torso de Ali. Su respiración era pesada. Ali se retorcía bajo el peso de Emily, su regordeta cara haciendo muecas, sus dientes rechinando.
Ali escupió en la cara de Emily. - ¿Qué vas a hacerme?
- Podría asesinarte, - Emily susurró.
Ali se rió. - Sí, cierto. Tú no tienes eso en ti.
- ¿No lo tengo? - Emily rugió en una voz completamente distinta a la suya. Estiró los brazos y apretó sus manos alrededor del cuello de Ali. Los ojos de Ali sobresalieron. Podía sentir los músculos y tendones en la garganta de Ali, y ella se obligó a apretar y apretar y apretar. - ¿No lo tengo? - Repitió. Vagamente se dió cuenta de que la Sra. D estaba gritando.
La sonrisa de superioridad furiosa en el rostro de Ali se transformó en algo más miedosa. Emily disfrutó del terror en los ojos de Ali— por una vez, entendió por lo que ellas habían pasado todos estos años. Todo lo que ella quería era deshacerse de esta chica de una vez por todas. Todo lo que ella quería era que Ali pagara.
Pero entonces se dió cuenta: Eso no resolvería nada. Y ella en verdad sería la asesina de Ali. No sería mejor de lo que Ali era.
Ella alejó sus manos. Ali dió vuelta su cara y tosió violentamente. Emily se inclinó cerca de su oído. - No. Tu no mereces morir. Voy a hacer que te pudras en la cárcel por el resto de tu vida.
- No si puedo impedirlo.
Sonó un corto y agudo clic. Emily se volteó. La Sra. D estaba detrás de ellas, sosteniendo el arma. - Levanta tus manos, - susurró.
Emily brincó lejos de Ali. Ali rodó a su lado, todavía gimiendo y tosiendo y agarrándose la garganta.
Las manos de la Sra. D podían estar inestables, pero ella estaba lo suficientemente tranquila como para liberar el seguro del arma. Su mandíbula estaba apretada. Cuerdas sobresalían de su cuello. - No toques a mi hija, - Ella susurró.
Emily asintió debilmente. Ella miró de un lado a otro buscando algo con qué pelear con la Sra. D, pero no había nada cerca. Ella estaba atrapada, la Sra. D la tenía.
- Lo siento, - se oyó a sí misma decir. Así que así sería. Ella iba a morir. Nadie nunca sabría que ella había buscado valientemente a Ali. Y Ali escaparía...otra vez.
Un sonido se elevó por la calle. Emily reavivó sus oídos. Era una sirena— así que la operadora del 911 la había escuchado. - ¡Aquí atrás! - Emily se atrevió a gritar - ¡Ayuda!
Después de eso, todo pasó muy rápido: Escuchó el sonido de pasos y el clang de una puerta. Los oficiales explotaron en el patio, la Sra. D tiró el arma. Los policías corrieron y la recogieron, y luego hubo más gritos y confusión. - ¿Qué está pasando aquí? - Los policías gritaron. - ¡Todo el mundo, las manos donde pueda verlas!
- ¡La chica estaba tratando de irrumpir en mi casa! - La Sra. D señaló a Emily. - ¡Ella es Emily Fields, la chica que se supone está muerta! ¡Es una asesina!
Los policías se dieron la vuelta y miraron a Emily. El alto le agarró su muñeca. El de pelo negro alcanzó su Walkie-talkie - ¡Esperen! - Emily lloró. - ¿La chica que supuestamente maté? ¡Está aquí!
Ella hizo señas hacia donde Ali había caído—y resopló. Ali se había ido.
Hubo un pequeño, sonido metálico al borde de la propiedad. Emily se volteó y captó una vista de una oscura figura escalando una valla metálica. Ali estaba a mitad de camino para entonces. - ¡Es Alison Dilaurentis! - Emily le gritó a los policías, que estaban a su lado. - Ustedes saben quien es ella, ¿Verdad?
El policía alto que todavía sostenía la muñeca de Emily, la miró. - ¿No está muerta?
El otro policía gritó hacia la valla. - ¡Hey, tú! vuelve a bajar. Ahora. - Pero Ali siguió escalando. El policía bajito subió la valla tras ella. Ali soltó un gemido y se apresuró tan rápido como pudo, pero su exceso de peso la ralentizaba. El policía la atrapó por el tobillo y la arrastró de vuelta. Las piernas de Ali patearon, y sus puños volaron. - ¡No me toques! - Chilló. - ¡Me estás lastimando! ¡No puedes hacerme esto!
- Deja de luchar, - El policía dijo, empujando a Ali a la tierra. Su cabello cayó en su cara. Su muy pequeña remera se deslizó poco atractivamente por su estómago. Pero mientras ella se retorcía para escupirle a la cara de los policías, él miró a su compañero, el reconocimiento amaneciendo. El segundo policía se inclinó y miró la cara de Ali, que estaba empujada contra el césped. Ahora fue su turno de lucir perplejo… y un poco asustado. Él sacó su walkie-talkie. - Voy a necesitar refuerzos. ¿Podrías enviar dos blanco-y-negros más al 8901, Camino Jacinto?
La Sra. D tocó el brazo del policía. - No crea una palabra de lo que dice la chica, - Ella advirtió, sus ojos en Emily. - Ella está loca. El nombre de mi hija es Tiffany Day, no Alison Dilaurentis.
- ¿Si?- Emily sintió su cara calentarse. - ¿Tienes identificación?
Ali se dió vuelta y miró a su madre. - Busca mi identificación, mamá.
La Sra. D se quedó muy quieta. Las esquinas de su boca bajaron. - E-ella no tiene identificación.
Las cejas de Ali se dispararon. - Por supuesto que la tengo.
La Sra. D evitó sus ojos. - No la conseguí todavía, - Ella le susurró a su hija. - No hubo suficiente tiempo.
Ali sólo miró. Había una mirada de horror en su cara.
El policía de pelo negro alcanzó un par de esposas y las cerró alrededor de las muñecas de Ali. - Vayamos todos a la comisaría así podremos hablar. Usted también Sra… - Él miró inquisitivamente a la mamá de Ali, luego se encogió de hombros y cerró las esposas en sus muñecas también. La Sra. D lucía estupefacta. - No somos a las que quieren. - Ella asintió hacia Emily. - Es a ella.
- Oh, la llevaremos también, - El policía de pelo negro murmuró. - Pondremos todo esto en orden.
Le tomó toda la fuerza al primer policía para sujetar a Ali lo suficiente para meterla en la patrulla, y la Sra. D chilló todo el camino hacia la acera. Emily, sin embargo, caminó calmada y pacientemente. Ella podía sentir una gran sonrisa extenderse por su rostro. Seguro, los policías la llevarían y le harían preguntas. Pero ella sabía que no estaría en problemas. Una vez que ellos se dieran cuenta quién era Ali— una vez que se dieran cuenta de todo— ella no estaría en problemas en lo absoluto.
Una segunda patrulla se había detenido. y dos oficiales cargaron a la Sra. D y a Ali en el asiento trasero. Justo cuando Ali estaba por subirse, se volteó y le dió a Emily una incriminatoria mirada. Sus rasgos eran pequeños y apretados. Ella estaba tan enojada que su mandíbula estaba temblando.
- Esto no ha terminado, - le siseó a Emily, pequeñas gotas de saliva volaban de su boca. - No estamos ni siquiera cerca de haber terminado.
Pero Emily supo que lo habían hecho. Emily supo, finalmente, que había ganado.
OMG!!! los ultimos siete capitulos estan listos!! gracias Daniela, no puedo esperar terminar de leerlos gracias! gracias!
ResponderBorrarEl mejor capitulo sin duda
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