Deadly - Capítulo 29 - Vigilancia

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            Traducido por: Analia:)

            Corregido por: Brayan, Raúl S.

            Más tarde esa misma noche, mientras el reloj digital del banco cruzando la calle marcaba las 8:56 PM, Emily, Aria, Spencer y Hanna estaban detrás de la línea de arbustos de la Biblioteca Pública de Rosewood, un edificio de roca en el mismo complejo que el King James Mall. Un faro iluminaba la acera de la Biblioteca. Otra luz alumbraba la ranura de devoluciones de libros, la cual había sido decorada con un cartel azul y blanco que decía, ¡Felicitaciones graduados de Rosewood! Dentro, el lugar estaba cerrado por la noche. Los pasillos estaban vacíos, los escritorios desocupados, todas las sillas estaban bajo las mesas. Ni un sólo auto estaba en el aparcamiento; Noel había recogido a las chicas en su Escalade y luego lo aparcó  en el centro comercial. Ahora, un par de pasos frente a ellas, Noel se sentaba sobre un banco en las sombras, golpeando su brazo enyesado contra el asiento de madera una y otra vez.

            El estómago de Emily saltaba de solo mirarlo. No podía creer que estuvieran haciendo esto. Pensándolo bien, todo era un poquito increíble en estos días, incluyendo lo que ella casi había hecho en el puente. Ella estaba tan agradecida de que sus amigas habían ido a rescatarla, y se sentía mucho más calmada. Pero el tambaleante peligro hacía eco en ella. ¿Y si Ali caía en la trampa? ¿En verdad podrían capturarla? ¿Y si realmente la atrapaban?

            ¿Y si no?

            - Se ve nervioso,- Hanna susurró, rozando uno de los arbustos. Los arbustos eran un poco espinosos, pero ellas querían estar cerca de Noel por si las necesitara— Si  Ali realmente aparecía.

            - Yo también lo estaría si fuese a estar cara a cara con la persona que me dio por muerto, - Spencer murmuró. Aria tembló. Emily apretó su mano.- ¿Estás bien?

            Aria se encogió de hombros. Ella había estado en silencio todo el tiempo, y Emily notó que ella y Noel se habían disparado uno al otro un par de miradas tímidas. Pero después, luego de cada mirada, Aria parecía alejarse rápidamente, como si se avergonzara.

            Aria les echó un vistazo a las otras.- Así que, repasemos el plan una vez más. En un par de segundos, todas nos separaremos. Cuando Ali aparezca, Noel nos dará la señal de que es ella. Luego la emboscaremos.

            - Aria y yo nos abalanzaremos hacia ella, luego la arrastraremos hasta el auto,- Emily añadió.

            - Hanna y yo estaremos pendientes del ayudante de A,- Spencer dijo.- Y Noel está a cargo de llamar al 911.

            - Si el ayudante de A aparece, echamos a correr,- Aria dijo.

            - Pero no antes de conseguir una foto de Ali con nuestros celulares, - Emily recitó.- Tener pruebas de que ella está viva tiene que ayudarnos.

            - Y si ellos atrapan a una de nosotras, inmediatamente llamamos a la policía,- Spencer dijo.

            Emily miró a Noel otra vez, su corazón golpeando. Ella odiaba la idea de que A o su ayudante  lastimaran a uno de ellos. Aun así era una posibilidad. Tenían que considerar cada ángulo.

            El banco marcaba las 9:00 PM en punto, y las chicas tomaron sus lugares. Las fosas nasales de Emily se crispaban ante el olor de abono fresco y algún tipo de fertilizante. Ella escaneó el área, pero nadie apareció en la entrada de la librería. El tráfico del centro comercial zumbó más allá de ellas. Un tren SEPTA con dirección al este repiqueteó sobre las vías. Noel se movió sobre el banco y chequeó su teléfono. Los minutos pasaban a paso de tortuga. El reloj del banco marcaba las 9:05, luego las 9:06. El temor florecía en el estómago de Aria.

            De pronto, una figura rubia en un pulóver con capucha apareció y camino hacia Noel. Las cuatro chicas se inclinaron. Era una chica.

            Emily sintió cómo un millón de emociones se precipitaron en ella de una vez. Incredulidad. Miedo. Odio. Ella miró a las otras. Hanna puso su mano sobre su boca. Spencer ensanchó sus ojos. Emily miró a Aria. ¿Debemos hacerlo? ella articuló.

            La figura paró frente a Noel; nadie pudo ver su expresión. Tampoco dio la señal: Tres dedos sostenidos detrás de su espalda.

            Aun así. Esa  tenía que ser Ali. ¿Verdad? Vamos, Aria le articuló al grupo, señalando hacia Noel.

            Ellas saltaron desde los arbustos. El corazón de Emily latía más y más rápido mientras se acercaban a la figura, que todavía estaba hablando con Noel. En sólo segundos, voy a estar mirando directamente la cara de Ali, ella pensó.

            De repente, la figura se alejó de Noel y empezó a correr. Emily todavía no pudo ver quién era, sólo una capucha negra sobre su cabeza.- ¡Hey!- Ella gritó, persiguiéndola. Las otras la siguieron. La figura corrió por la calle de dos carriles que conectaba la biblioteca con el centro comercial y se sumergió en una línea de arbustos. Casi la tenemos, Emily pensó emocionada. Haberse metido en esos arbustos la retrasará.

            Ellas cruzaron la calle, y hubo un horrible chillido. Faros delanteros alumbraron sus caras. Emily gritó mientras el auto salía disparado hacia ellas. - ¡Oh dios mío! - Ella gritó, la luz iluminaba el contorno de Hanna frente a ella. Ella la alcanzó y empujó a Hanna fuera del camino. El auto zigzagueó más allá, perdiendo a Emily por meros centímetros. Ella se cayó en el césped, raspando su rodilla en la acera. Spencer se cayó de bruces a su lado, y Aria chocó con una señalización. Hanna se sentaba en la mitad de la calle, luciendo estupefacta.

            - ¿Estás bien?- Emily le preguntó, levantándose y corriendo hacia ella.

            Hanna asintió temblorosamente, mirando las luces traseras del auto en la distancia.- Eso vino directamente a por nosotras. Pudo habernos asesinado.

            Emily la ayudó a ponerse de pie, luego corrió hacia los arbustos en los cuales la figura había desaparecido. Ella ya no estaba allí. Nadie corría a toda velocidad por el estacionamiento tampoco.

            Luego Emily se volvió hacia Noel en el banco de la biblioteca. Él estaba de pie ahora, mirándolas alarmado. Ella siguió a Aria y a las otras.- ¿Esa era ella?- Aria le preguntó.- ¿Qué fue lo que dijo?

            Noel sacudió su cabeza aturdidamente. - No era ella. Sólo una chica rubia cualquiera preguntándome si tenía encendedor. Y luego las vio y se fue. ¿Están bien ustedes?

            Emily y Hanna intercambiaron miradas.- No sé si nada de esto fue al azar,- Hanna dijo temblorosamente.

            Noel asintió, con miedo en sus ojos.- ¿Crees que todo esto fue arreglado?

            Todas se miraron la una a la otra, luego por el camino en que el auto había desaparecido. Nadie había pensado en conseguir el número de la matrícula.

            - Si,- Aria susurró.- Fue Ali.- Tal vez ella le había pagado a una chica rubia para que se acercara a Noel y lo distrajera. Ella probablemente había sentido nuestro plan todo el tiempo.

            Emily miró a Noel, de repente desesperada.- ¿Puedes intentar contactarla otra vez? Tal vez podríamos armar otro encuentro, antes de la lectura de cargos.

            Noel la miró.- Ella ya sabe que esto es una trampa. Ella podría tratar de lastimarlas otra vez.

            - Si, no es una buena idea,- Spencer añadió.

            Aria miró a Noel desafiante.- No, Emily tiene razón. Ya hemos llegado muy lejos. Tenemos que hacer algo. Por favor contáctala de nuevo.

            Los hombros de Noel bajaron. En un tono derrotado, él tecleó algo en su teléfono. Después de un momento, su expresión se marchitó.- Sitio no encontrado.

            Él les mostró la pantalla a las chicas. Aria negó con su cabeza.- Esto tiene que ser un error.

            - Este es el sitio, estoy seguro.

            Emily miró mientras Aria le quitaba el celular y presionaba el botón de buscar una vez más pero los mismos resultados aparecieron. Su labio tembló. El corazón de Emily se hundió.

            - El sitio se ha ido, porque Ali lo dio de baja,- Noel dijo inexpresivamente.- No va a haber otro encuentro. Ella se fue.

            Todas parpadearon con fuerza, absorbiendo la conmoción. La escritura estaba en la pared: Este había sido su última oportunidad, y ellas la habían echado a perder. Se habían quedado sin opciones. Su lectura de cargos era mañana, y ellas iban a ir a Jamaica— a la prisión— sin importar qué.

Capítulo 28 - Capítulo 30

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