lunes, 19 de mayo de 2014

Deadly - Capítulo 23 - No Estás en la Lista


Traducido por: Daniela
Corregido por: Brayan y Pilar. Raúl S.

            Ese mismo viernes, Emily estaba de pie en el recibidor del Hospital Memorial de Rosewood. Doctores iban y venían, luciendo ocupados e importantes. Emily se dirigió hacia el directorio en la pared y encontró la unidad cardiaca, donde su madre estaba recuperándose luego de una cirugía de emergencia al corazón. No es como si su padre o su hermana le hubieran informado de su progreso diario—apenas habían estado en casa. Emily había tenido que enterarse a través de una nebulosa red de doctores y enfermeras, quienes parecían impactados por el hecho de que no pudiera simplemente obtener la información de su familia. Técnicamente, se suponía que no podía dejar la casa, pero, ¿qué podía decirle la policía si la atrapaba aquí? ¿Qué no se le permitía ver a su madre enferma?
            Emily estaba tratando de ponerle buena cara al mal tiempo. Apestaba que su fianza costara tanto dinero que tenían que vivir sin autos—y unas cuantas otras cosas, las cuales varios tipos de apariencia ruda habían sacado de su casa durante las últimas dos semanas, incluyendo un coche de bebé antiguo de la abuela de Emily y un bebé Jesús que Emily había ayudado a su madre a recuperar de un grupo de vándalos el año pasado. Pero es que, ¡por el amor de Dios, Emily seguía siendo parte de la familia! Además, finalmente había logrado ubicar al Sr. Goddard esa mañana, y él le había dicho que luego del juicio, sin importar el veredicto, el dinero de la fianza sería devuelto a sus padres. Tendrían de vuelta su auto. Todos podrían volver a la universidad. Estarían bien.
            Su corazón latía fuertemente mientras abordaba el ascensor y subía al tercer piso. Tan pronto como puso un pie en la sala de espera, vio a su papá y a Carolyn desmoronados en unas sillas, dormidos. Había una revista abierta de Sports Illustrated en el regazo de su padre. El abrigo de Carolyn estaba a medio poner, y a medio salir. Emily sonrió sutilmente hacia ellos, notando lo dulce y amigables que lucían dormidos. Quizás, solo quizás, todo saldría bien.
            Un noticiario estaba pasando por la TV del techo. Lectura de cargos en una semana, decía un titular. La foto escolar de Emily apareció en la pantalla, seguida por una de Spencer, de Aria y de Hanna. Luego el padre de Tabitha, con quien Emily había estado en persona algunas veces en los pasados meses, se vio por la pantalla. - Estoy profundamente entristecido por cómo resultó esta investigación, - el hombre dijo, bajando los ojos. - Quiero justicia para estas chicas, pero aun así eso no me devolverá a mi hija.
            Emily se estremeció. El pobre Sr. Clark. Se lo imaginó recostado en su cama por la noche, solo en esa gran casa, pensando en ese horrible video en la playa una y otra vez. Ali no solo estaba hiriéndolas a ellas cuatro al exponer ese video. Tantas vidas arruinadas. Iris apareció en la mente de Emily otra vez. ¿Sería ella otra víctima? Y si lo era, ¿Emily sería culpada de algún modo por ello? Después de todo, había sido culpada por todo lo demás.
            Las noticias pasaron a un comercial sobre una camioneta Ford. Emily ojeó a su padre y a su hermana, no se habían ni movido. Dando vuelta, se dirigió a la estación de las enfermeras, una mujer de apariencia agotada que llevaba una bata quirúrgica con diseño de globos bebía café de una taza de poli estireno. - ¿Me puede decir en qué habitación está Pamela Fields? - Emily preguntó. - Soy su hija.
            La enfermera examinó a Emily cuidadosamente. - ¿Su hija Beth?
            Emily parpadeó. - No. Su hija Emily.
            Los ojos de la enfermera se expandieron. - No estás en la lista de la Sra. Fields. No puedes visitarla.
            - Pero soy su hija.
            La enfermera levantó un teléfono del escritorio. - Lo siento mucho. Pero me dijeron que si venías… - llevó el receptor a su oído. - Seguridad.
            Emily se alejó del escritorio. ¿Seguridad? Por medio segundo, no pudo comprender… y luego lo entendió. Su familia había pedido que la mantuvieran alejada.
            Se dio vuelta, repentinamente adormecida. - Me iré, - dijo, justo cuando una silueta apareció en el umbral de la sala de espera. El Sr. Fields estaba de pie ahora, su escaso pelo grisáceo estaba parado en puntas en su cabeza, sus ojos adormecidos. Parecía haber oído toda la conversación. Emily lo miró lastimeramente, rogando silenciosamente que corrigiera a la enfermera.
            El Sr. Fields miró a la enfermera, luego de vuelta a Emily. Su mirada era fría y muerta pero también firme y llena de propósito. Entonces se volteó y volvió a la sala de espera.
            Muy bien. Tragándose un sollozo, Emily pasó junto a él de camino hacia el elevador. Apenas recordó haber bajado, y corrió cabizbaja hasta su bicicleta.
            Mientras le sacaba el seguro a su bicicleta, su teléfono sonó. Lo sacó y vio el nombre de Jordan. Una noticia había aparecido en CNN: La Ladrona Preppy Arrestada en el Caribe.
De repente, Emily no podía respirar. Tocó el link. Había una foto de Jordan, bronceada y linda, pero también sorprendida y molesta, siendo guiada, esposada, a través de un estacionamiento. Katherine DeLong, prófuga de la justicia desde marzo, finalmente atrapada en una pequeña villa pesquera en Bonaire. Actividad en Twitter llevó a su arresto.
            Actividad en Twitter. Emily inspeccionó la foto de Jordan otra vez. Estaba mirando directo a la cámara, directo a los ojos de Emily. Su expresión estaba llena de furia. Sé que tú me hiciste esto, parecía que sus ojos le decían a Emily y sólo a Emily. Esa foto de ti engañándome los guio justo hacia donde mi escondite.
            Emily se dejó caer en el asiento de la bicicleta, sintiendo que todo daba vueltas muy rápido. Repentinamente, su celular sonó otra vez. Había llegado un correo de voz, pero ni siquiera había escuchado el teléfono sonar.
            Marcó el número de acceso al buzón de voz y puso el código. Cuando el primer y único mensaje se reprodujo, el teléfono casi se cayó de los dedos de Emily. Una penetrante risa hacía eco a través del recibidor. Hizo que su corazón se detuviera. Hubiera reconocido esa risa en cualquier lado. Era molesta. Burlona. Atormentadora. La de Ali.
            Miró a su alrededor ansiosamente, considerando dirigirse a la oficina del FBI y hacerle escuchar esto a Fuji. Pero Fuji no lo haría. Creía lo que quería creer. Pensaba que Ali estaba muerta, que las chicas eran las mentirosas.
            Eso explicaba por qué Ali se reía con tantas ganas. Sabía que las tenía derrotadas. Y para ella, era simplemente divertido. Hanna estaba en lo cierto. Solo estaban quedándose sentadas, permitiendo que ocurriera.
Una idea se cristalizó en la mente de Emily. Compuso un mensaje para Spencer, Aria y Hanna. Estoy harta y cansada de que Anderson Cooper lo arruine todo, escribió, usando el nombre código que habían escogido para Ali. Estoy de vuelta en la cacería. ¿Están dentro o fuera?
            Envió el mensaje y esperó, respirando lenta y calmadamente. Todo lo que podía hacer ahora era esperar. Esperaba y rogaba que dijeran que sí.



Capítulo 22 - Capítulo 24

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