jueves, 24 de abril de 2014

Deadly - Capítulo 7 - Sin Respeto por los Muertos

            Traducido por: Analía:)
            Corregido por: Pilar y Brayan. 

            Hanna nunca había estado en la iglesia St. Bonaventure en Old City, Philadelphia, pero esto le recordaba fuertemente a la abadía de Rosewood, donde había tenido lugar el memorial de Ali. El aire también olía a incienso, flores secas y a mohosas y húmedas biblias. Los mismos íconos de caras puntiagudas le lanzaban miradas desde sus altas ventanas. Un órgano estaba en el frente de la iglesia, tubos fálicos sobresalían en la pared trasera, y ahí estaban los mismos libros de canciones en las pequeñas ranuras detrás de los bancos. El ataúd cerrado de Graham estaba al frente de la habitación. Hanna mordió su labio y evitó mirarlo.
            Innumerables asistentes al funeral entraban sin hablar a través de las imponentes puertas y por los pasillos. Hanna se asomó a la ventana otra vez, observando a los oficiales de policía, reporteros, y mirando a los peatones que obstruían la calle muy transitada de la ciudad. Más allá de ellos, la multitud de hombres y mujeres de mediana edad marchaban por el frente de la acera, sosteniendo letreros. Hanna entrecerró los ojos antes de pisar el recibidor. ¿Esos eran…protestantes? Sus carteles tenían fotos del crucero y de bombas.
            -¿Señor Clark? ¿Señor Clark?-
            Hanna se giró. Una morena de cabello largo que sostenía un micrófono perseguía a un hombre en el recibidor. Cuando lo atrapó, él levantó su cara, y Hanna casi gritó.
            Era el señor Clark, el padre de Tabitha y el marido de Gayle Riggs. Había bolsas debajo de sus ojos. Su papada era pronunciada y flácida, y su cabello gris estaba desordenado. Era lógico el por qué estaba aquí: Graham y Tabitha habían salido una vez.
            Hanna hundió su estómago, queriendo fundirse con las paredes. Instantáneamente imágenes de Aria empujando a Tabitha del techo del hotel de Jamaica aparecieron en su mente. Ellas tal vez no la habían asesinado, pero aun así la habían lastimado gravemente.
            - Señor Clark, ¿puede hacer algún comentario sobre el caso del asesinato de su hija? - preguntó la morena, empujando el micrófono hacia él.
            El señor Clark sacudió su cabeza.- No hay ningún caso por ahora. No hay pistas.
            - Las autoridades están comprobando con otros hoteles cercano imágenes de esa noche, ¿verdad?- lo presionó la reportera.- ¿En verdad no han encontrado nada?
            El señor Clark sacudió su cabeza.
            -¿Y qué hay de la muerte del señor Pratt?- preguntó la mujer.- ¿Tiene algún comentario sobre eso?
            El señor Clark se encogió de hombros.- Es un caso claro de mala práctica médica. Encontraron exceso de Roxanol en el sistema de Graham. Fin de la historia.
            - Pero…- La reportera balbuceó con su micrófono justo cuando dos chicos musculosos de traje aparecieron de la nada, la agarraron, y la alejaron lentamente fuera del vestíbulo. Ella todavía gritaba preguntas mientras se iba. El señor Clark limpió su frente, luciendo como que iba a romper a llorar.
            ¿Roxanol? Hanna sacó su teléfono e hizo una rápida búsqueda en Google. Aparentemente Roxanol era otro nombre para la Morfina. Habría sido fácil para Ali aumentar su dosis y hacerlo parecer una mala práctica.
            Ella sintió una mano en su brazo.- Hey.
            Emily estaba vestida con un arrugado pantalón de lana negro y un suéter de cuello en V, y su pelo rojizo dorado estaba apartado de su cara libre de maquillaje, haciéndola lucir impecable y joven. Ella miró alrededor del vestíbulo.- ¿Dónde están Aria y Spencer?
            -No lo sé.- Hanna deslizó su celular devuelta en su bolsillo.- No he oído de ellas.
            La música del órgano empezó a sonar, y dos clérigos encendieron velas en el frente. Hanna y Emily se encogieron de hombros una hacia la otra, y caminaron hacia la iglesia y se deslizaron en asientos a mitad del pasillo. Después de que se sacó la chaqueta, Emily se volvió hacia Hanna.- ¿Has oído de A?
            Hanna sacudió su cabeza.- Pero le conté a Mike.
            Emily ensanchó sus ojos.- ¿Qué? ¿Por qué?
            Una anciana en frente de ellas se dio la vuelta y les lanzó una mirada afilada.- Porque él lo sospechaba, ¿está bien?- Hanna susurró.- Y honestamente, creo que eso de hacer nada es ridículo.
            -¿Lo piensas tú o Mike?
            -Bueno, ambos lo hacemos. Hablamos de eso un montón.- Lo cual no era exactamente cierto— Hanna y Mike habían hablado muy poco el día que él había sospechado de A. Hanna se permitió un momento para saborear el delicioso recuerdo.
            Luego se volvió hacia Emily.- Podríamos también poner blancos en nuestras espaldas para hacerles incluso más fácil para Ali y el ayudante de A asesinarnos. Desearía que pudiéramos investigar esto.
            Emily cruzó sus brazos sobre su pecho.- Sé cuidadosa con lo que deseas.
            -¿Qué es lo que eso significa?
            Los asistentes del funeral murmuraron una oración grupal. Emily se deslizó más cerca de Hanna.- Fui a La Reserva ayer.
            Los ojos de Hanna se iluminaron.- ¿Preguntaste por N?
            - Lo intenté, pero no me iban a decir nada. También traté de ver a Iris, pero desapareció.
            Hanna frunció el ceño.- ¿Se escapó?
            Emily se encogió de hombros.- No sonaba así. Estoy preocupada de que Ali haya descubierto que Iris nos ayudó y le haya hecho algo. Especialmente después de que recibí esto.
            Ella le pasó el teléfono. Hanna leyó el mensaje: A todos a quienes involucres en esto serán lastimados. Incluyéndote A TI.

            - Mierda.- Susurró Hanna.
            - Tenemos que parar de investigar.- dijo Emily.- No hacer más preguntas. — En serio.
            -¿Y si es muy tarde? Ali sabe cuánto sabemos. Tenemos la lista de sospechosos. Y tuve que entregar la nota de Kyla a los policías.- Hanna lo había hecho ayer. Aunque dudaba que conectaran eso con Ali.
            - Bien, no diremos nada más. Nos rendiremos.
            Hanna cerró su mandíbula.- ¡No quiero vivir con miedo el resto de mi vida! ¡No podemos dejar que Ali nos controle por siempre!
            Emily cerró su puño.- ¿No viste el mensaje? ¡Ali vendrá por nosotras después!
            -¡Chicas!- La anciana se volvió y las enfrentó. Sus ojos eran de un azul acuoso y usaba un deslumbrante prendedor de gato en la solapa de su vestido negro.- ¡Tengan un poco de respeto!
            Hanna agachó su cabeza y rodó los ojos.
            El organista empezó a tocar sonoramente ‘Ave María’ y Emily miró a Hanna otra vez.- En realidad no creo que debiéramos estar hablando de esto ahora.- Miró alrededor nerviosamente.- ¿Y si Ali está aquí?
            Cuando una mano tocó su hombro, Hanna saltó. Un familiar oficial de policía estaba encima de ella. Era Gates, el oficial a quien ella le había entregado la nota de Kyla. Por un momento pensó que estaba allí como un doliente, pero la estaba mirando muy intensamente.- Hanna.- Dijo él como una declaración, no como una pregunta.
            - ¿S-Si?- Hanna susurró.
            Gates le ofreció su brazo.- Necesitas venir conmigo.
            Al exactamente mismo tiempo, un delgado hombre de pelo negro en una chaqueta del FBI apareció detrás de él. Estaba mirando a Emily.- Y usted, Señorita Fields.
            Personas arriba y abajo de los pasillos miraron. Emily le dio un codazo a Hanna, y ella se puso de pie tambaleándose. Susurros se arremolinaron mientras ella y Emily caminaban hacia el auto. Pequeñas lindas mentirosas. Noel Kahn. Alison DiLaurentis. Pacto suicida.
            Una vez que las puertas de la iglesia se cerraron, Hanna miró a Gates.- ¿Qué está pasando? ¿Tiene esto que ver con la nota sobre Noel?
            Gates guio a Hanna hacia la puerta.- No, Hanna. Esto no es sobre eso.- Sonaba  casi triste.
            Ellos salieron a la acera. Los autos de la calle Market aminoraron a paso de tortuga. Los reporteros lucían sorprendidos, luego corrieron  a toda velocidad hacia las chicas.- ¿Qué está pasando?- Gritaron.- ¿Esto es por la muerte de Graham? ¿Son ustedes las asesinas seriales?- Oficial, ¿qué hicieron estas chicas?
            -Sin comentarios,- gruñó Gates, sosteniendo apretadamente el brazo de Hanna.
            Pararon en un sedán negro aparcado en la acera. Tenía una sirena extraíble en el frente, y las luces azules estaban girando. El auto policial de Rosewood estaba aparcado más lejos por la acera, el motor encendido todavía.
            El agente de FBI abrió la puerta para Emily y la empujó dentro. Gates estaba por hacer lo mismo cuando se dio cuenta de que una camioneta le había bloqueado la entrada.- Mierda,- maldijo, buscando alrededor al conductor. Nadie se presentó.
            - Ven con nosotros.- El agente del FBI caminó apurado hacia el asiento delantero del sedán.- Vamos al mismo lugar de todos modos.
            Gates asintió, haciéndole gestos a Hanna para que entrara detrás con Emily. Se deslizó en el asiento de cuero. Gates se desplomó en el asiento del copiloto y cerró de golpe la puerta mientras el auto desembocaba en Broad. Los reporteros los siguieron por casi una cuadra, lanzado preguntas. Hanna miró hacia adelante, temiendo que posiblemente rompiera en llanto.
            Beep.
            Hanna buscó a tientas su bolso. Sacó su teléfono y miró la pantalla. Un nuevo mail.
           
            Toma eso, ¡perra! — A

            Un archivo adjunto contenía una serie de imágenes. La primera foto era de un BMW estrellado contra un árbol. Aunque estaba borrosa por la lluvia, Hanna fácilmente pudo distinguir su rostro en el asiento del conductor. La segunda imagen era de la misma noche, solo que Hanna estaba hablando por teléfono. En la tercera imagen, Hanna estaba moviendo el cuerpo de Madison Zeigler al asiento del conductor donde ella acababa de estar. De alguna manera, las otras chicas no estaban en la foto— parecía como si Hanna lo estuviera haciendo sola. Y, por supuesto, la foto no mostraba el auto que había girado bruscamente a su carril, empujándola fuera de la ruta.         
            Hanna colocó la mano en su boca.
            A su lado, Emily jadeó en voz baja. Estaba mirando hacia algo en el teléfono también. Hanna miró por encima de ella, y enarcó una ceja.
            Emily le mostró a Hanna la pantalla. En ésta había una foto de Emily y una linda chica de cabello negro besándose en la cubierta de un crucero.
            -¿Jordan?- Susurró Hanna. Emily asintió miserablemente.
            El agente del FBI la miro por el espejo retrovisor.- Sabemos que has estado en contacto con Katherine Delong. Encubrimiento y complicidad es un crimen.
            -¡Pero no hice nada!- Emily lloró.
            Sus teléfonos sonaron una vez más. Hanna miró hacia abajo, a las pantallas, ambos parpadeando animadamente UN NUEVO MENSAJE DE TEXTO.
            Ambas abrieron el mensaje al mismo tiempo. Emily dejó salir un pequeño gemido. Hanna lo leyó e hizo un gesto de dolor.
           
            Hora de pagar por sus pecados. —A

Capítulo 6 - Capítulo 8

3 comentarios:

  1. Te faltó poner hipervinculo en este capítulo! Jajajaja crei que no habías puesto capítulos y veo que ya vas en el 20!

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  2. que jordan no era rubia?? en el capitulo donde emily la conoce en el crucero,dice que era rubia...

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