martes, 29 de abril de 2014

Deadly - Capítulo 10 - Un Día Nuevecito

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       Traducido por: Analía :) 
            Corregido por: Brayan, Pilar.
           
            Cuando una patrulla estacionó en la casa de la madre de Aria, el servicio de cortar césped acababa de terminar. Dos chicos musculosos de edad universitaria cargaron las cortadoras de césped en el remolque detrás de su camioneta. Saludaron a Aria como si fuera completamente normal que saliera de un auto policía un martes a la tarde.
            - ¿Quiere que la escoltemos hasta su puerta, señorita Montgomery?- le preguntó el policía que la había llevado, mirando hacia la derecha e izquierda cautelosamente.
            - Estoy bien,- Aria respondió.
            - Bien, cualquier cosa que necesites, solo avísale a Buzz.- El policía hizo señas hacia una minivan aparcada en la calle. A pesar de la calcomanía en el parachoques que decía MI HIJO ES UN ESTUDIANTE DE HONOR DE LA PRIMARIA DE ROSEWOOD y un par de orejas de Mickey en la antena, un chico musculoso con lentes de sol que lucía como el doble de La Roca estaba sentado en el asiento del conductor.
            - Entendido.- Aria sonrió. Se sintió casi ligera mientras caminaba por el césped del frente.
            - ¿Aria?
            Ella estaba en el porche. Estaba usando una túnica amarilla zigzagueada que tenía desde sus días en la escuela de arte, y su cabello negro plateado estaba atado en la parte superior de su cabeza en un rodete. Había una expresión horrorizada en su cara.- ¿Por qué la policía te trajo?- preguntó mirando al coche de policía que desaparecía por la calle.
            - Oh, eso.- Aria agitó la mano.- No es nada. No estoy en problemas.
            Ella parpadeó fuerte.- Tuviste tu entrevista hoy, ¿verdad? ¿Pasó algo en la facultad?
            - Hey, ¡huele muy bien aquí!- Aria dijo en voz alta mientras entraba al recibidor, esperando cambiar el tema.- ¿Acabas de hornear algo de pan?
            Ella cerró de un empujón la puerta.- Aria, dime qué está pasando. Ahora.
            Aria dejó salir un largo suspiro.- Es una larga historia, pero no estoy en problemas. De verdad. Y sí, tuve la entrevista… Pero la arruine.
            Ella ladeó su cabeza.- ¿Qué pasó?
            Aria se encogió de hombros.- No era la más adecuada.- se desplomó en el sofá.- En verdad quería ir también.   
            Ella se sentó a su lado y  recogió a Polo, el gato de la familia, en sus manos.- ¿Por qué querías ir exactamente?
            Aria le dio una mirada de uh duh a su mamá.- Porque el arte es el campo en el que quiero entrar. Porque podría conocer a personas asombrosas y ayudarlas a hacer proyectos geniales. Porque…
            Ella colocó su mano en la rodilla de Aria.- Pero, ¿no podrías hacer esas cosas en Nueva York? ¿Philly? ¿Rosewood, incluso? ¿Por qué tienes que irte hasta Holanda?
            Aria estudió los penetrantes ojos azules de Ella y su expresión interrogante.- ¿Esto tiene algo que ver con Noel? - Ella continuó.- Mike me contó que ustedes dos rompieron. Que Noel te mintió.
            La mandíbula de Aria tembló. Dicho así, eso sonaba muy… severo. Horrible. Pero tal vez eso era un poco cierto. Incluso si Noel no había hecho nada con Ali, él todavía le había mentido.
            Cerró los ojos, pensando una vez más en Noel. En algún momento entre que había ido a la estación de policías y que había sido liberada, él le había enviado un mensaje que decía, ¿Cómo estás? Dudaba que tuviera alguna idea sobre lo que le había pasado; era sólo una coincidencia. En el camino a casa, había compuesto un mensaje en respuesta.
            Pero no lo había enviado. Necesitaba superarlo, ¿cierto?
            Miró por la habitación hacia la mesa que sostenía las fotos enmarcadas de la familia. Hacía mucho tiempo que Ella había quitado las que tenían a Byron en ellas, así que ahora la mayoría eran de Aria y Mike, con una al azar de la antigua bisabuela de Aria, Hilda.- ¿Cómo te sentiste cuando descubriste el asunto de papá con Meredith?- preguntó.
            Ella gimió y se sentó de nuevo contra las almohadas.- Horrible. Quise huir también. Pero no lo hice.
            - Desde luego que no lo hiciste. Nos tenías a mí y a Mike.
            - también nos tienes a mí y a Mike.- Ella dijo firmemente.- Y a tu papá y a Lola. Todavía te necesitamos.- Se aclaró su garganta.- He oído otras cosas también, cariño.- Ella tomó las manos de Aria.-No estás pensando en… Lastimarte a ti misma, ¿o sí?
            Había lágrimas en sus ojos. Su voz era muy cariñosa. Aria bajó sus hombros, odiando esos estúpidos rumores suicidas.- Por supuesto que no.- Dijo suavemente.- Soy más fuerte que eso.
            - Eso pensé.- Ella dijo, su voz temblando un poco.- Sólo quería asegurarme.
            Aria se acurrucó en su hombro. La blusa de gasa de Ella olía a aceite pachuli. Acarició el cabello de Aria, como cuando ella era pequeña y estaba asustada porque pensaba que una anguila gigante vivía en su closet.
            - Siento lo de Noel, cariño,- su mamá dijo suavemente.- Sé que no ir a Holanda parece un contratiempo. Pero tú eres fuerte. Y no necesitas ir a algún país lejano para ser feliz. Puedes encontrar una asombrosa escena de arte aquí en Rosewood.
            Aria aspiro.- Sí, claro.- La idea de arte vanguardista en Rosewood era pintar manzanas en naturaleza muerta de rojo ligeramente apagado, las peras en un tono  verde ligeramente antinatural.
            - Creo que sé de algo que podría alegrarte. Hay una vacante para asistente de tiempo parcial en la galería. Si quieres el trabajo, es tuyo.
            Aria resistió la urgencia de reír. Su madre trabajaba en una galería de arte en Hollis que vendía paisajes monótonos y poco entusiastas de los viejos graneros de Pennsylvania y minuciosas pinturas de pájaros locales. A Aria le daba jaqueca cada vez que iba porque el lugar olía abrumadoramente a la tienda Yankee Candle que estaba al lado.
            - Te hará bien estar alrededor de personas,- Ella urgió.- Y trae tu portafolio— Tal vez Jim enmarque una de tus piezas y te dé un mini show.
            Quizás Ella tuviera un punto. Un trabajo le daría algo que hacer por las tardes— tenía muchas horas que llenar ahora que ella y Noel no estaban juntos. Y aunque Aria odiaba la idea de que alguien comprara sus pinturas y las pusiera al lado de un falso símbolo maléfico Amish, le gustaba la idea de vender sus pinturas.
            - Está bien, creo que puedo hacer eso,- dijo.
            - Genial.- Ella se paró, después se detuvo y miró a Aria otra vez.- ¿Y estás segura de que no tengo que preocuparme por el auto policía?
            Aria simuló estar interesada en las espirales psicodélicas del sofá.- Desde luego que no.- murmuró.
            - ¡Bien!- Ella fingió limpiar su frente.- ¡Tengo suficientes cabellos grises a cómo vamos!
            Aria logró una risa. Ella había usado la línea del cabello gris con los chicos desde mucho antes de que Aria fuera atormentada por A. Pero esta vez, estaba muy segura de que podría soportar su parte del trato. De ahora en adelante, no habría drama. No habría problemas. No habría mentiras.
            Y tal vez, ahora que A estaba fuera de sus manos, Ella conseguiría su deseo.



Capítulo 9 - Capítulo 11

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