Corregido por: Brayan, Pilar.
Cuando una patrulla estacionó en la
casa de la madre de Aria, el servicio de cortar césped acababa de terminar. Dos
chicos musculosos de edad universitaria cargaron las cortadoras de césped en el
remolque detrás de su camioneta. Saludaron a Aria como si fuera completamente
normal que saliera de un auto policía un martes a la tarde.
- ¿Quiere que la escoltemos hasta su
puerta, señorita Montgomery?- le preguntó el policía que la había llevado,
mirando hacia la derecha e izquierda cautelosamente.
- Estoy bien,- Aria respondió.
- Bien, cualquier cosa que
necesites, solo avísale a Buzz.- El policía hizo señas hacia una minivan
aparcada en la calle. A pesar de la calcomanía en el parachoques que decía MI
HIJO ES UN ESTUDIANTE DE HONOR DE LA PRIMARIA DE ROSEWOOD y un par de orejas de
Mickey en la antena, un chico musculoso con lentes de sol que lucía como el
doble de La Roca estaba sentado en el asiento del conductor.
- Entendido.- Aria sonrió. Se sintió
casi ligera mientras caminaba por el césped del frente.
- ¿Aria?
Ella estaba en el porche. Estaba
usando una túnica amarilla zigzagueada que tenía desde sus días en la escuela
de arte, y su cabello negro plateado estaba atado en la parte superior de su
cabeza en un rodete. Había una expresión horrorizada en su cara.- ¿Por qué la
policía te trajo?- preguntó mirando al coche de policía que desaparecía por la
calle.
- Oh, eso.- Aria agitó la mano.- No
es nada. No estoy en problemas.
Ella parpadeó fuerte.- Tuviste tu
entrevista hoy, ¿verdad? ¿Pasó algo en la facultad?
- Hey, ¡huele muy bien aquí!- Aria
dijo en voz alta mientras entraba al recibidor, esperando cambiar el tema.-
¿Acabas de hornear algo de pan?
Ella cerró de un empujón la puerta.-
Aria, dime qué está pasando. Ahora.
Aria dejó salir un largo suspiro.- Es una larga
historia, pero no estoy en problemas. De verdad. Y sí, tuve la entrevista… Pero
la arruine.
Ella ladeó su cabeza.- ¿Qué pasó?
Aria se encogió de hombros.- No era
la más adecuada.- se desplomó en el sofá.- En verdad quería ir también.
Ella se sentó a su lado y
recogió a Polo, el gato de la familia, en sus manos.- ¿Por qué
querías ir exactamente?
Aria le dio una mirada de uh duh
a su mamá.- Porque el arte es el campo en el que quiero entrar. Porque podría
conocer a personas asombrosas y ayudarlas a hacer proyectos geniales. Porque…
Ella colocó su mano en la rodilla de
Aria.- Pero, ¿no podrías hacer esas cosas en Nueva York? ¿Philly? ¿Rosewood,
incluso? ¿Por qué tienes que irte hasta Holanda?
Aria estudió los penetrantes ojos
azules de Ella y su expresión interrogante.- ¿Esto tiene algo que ver con Noel?
- Ella continuó.- Mike me contó que ustedes dos rompieron. Que Noel te mintió.
La mandíbula de Aria tembló. Dicho
así, eso sonaba muy… severo. Horrible. Pero tal vez eso era un poco cierto.
Incluso si Noel no había hecho nada con Ali, él todavía le había mentido.
Cerró los ojos, pensando una vez más
en Noel. En algún momento entre que había ido a la estación de policías y que
había sido liberada, él le había enviado un mensaje que decía, ¿Cómo estás? Dudaba
que tuviera alguna idea sobre lo que le había pasado; era sólo una
coincidencia. En el camino a casa, había compuesto un mensaje en respuesta.
Pero no lo había enviado. Necesitaba
superarlo, ¿cierto?
Miró por la habitación hacia la mesa
que sostenía las fotos enmarcadas de la familia. Hacía mucho tiempo que Ella
había quitado las que tenían a Byron en ellas, así que ahora la mayoría eran de
Aria y Mike, con una al azar de la antigua bisabuela de Aria, Hilda.- ¿Cómo te
sentiste cuando descubriste el asunto de papá con Meredith?- preguntó.
Ella gimió y se sentó de nuevo
contra las almohadas.- Horrible. Quise huir también. Pero no lo hice.
- Desde luego que no lo hiciste. Nos
tenías a mí y a Mike.
- Tú también nos tienes a mí
y a Mike.- Ella dijo firmemente.- Y a tu papá y a Lola. Todavía te
necesitamos.- Se aclaró su garganta.- He oído otras cosas también, cariño.-
Ella tomó las manos de Aria.-No estás pensando en… Lastimarte a ti
misma, ¿o sí?
Había lágrimas en sus ojos. Su voz
era muy cariñosa. Aria bajó sus hombros, odiando esos estúpidos rumores
suicidas.- Por supuesto que no.- Dijo suavemente.- Soy más fuerte que eso.
- Eso pensé.- Ella dijo, su voz
temblando un poco.- Sólo quería asegurarme.
Aria se acurrucó en su hombro. La
blusa de gasa de Ella olía a aceite pachuli. Acarició el cabello de Aria, como
cuando ella era pequeña y estaba asustada porque pensaba que una anguila
gigante vivía en su closet.
- Siento lo de Noel, cariño,- su
mamá dijo suavemente.- Sé que no ir a Holanda parece un contratiempo. Pero tú
eres fuerte. Y no necesitas ir a algún país lejano para ser feliz.
Puedes encontrar una asombrosa escena de arte aquí en Rosewood.
Aria aspiro.- Sí, claro.- La
idea de arte vanguardista en Rosewood era pintar manzanas en naturaleza muerta
de rojo ligeramente apagado, las peras en un tono verde
ligeramente antinatural.
- Creo que sé de algo que podría
alegrarte. Hay una vacante para asistente de tiempo parcial en la galería. Si
quieres el trabajo, es tuyo.
Aria resistió la urgencia de reír.
Su madre trabajaba en una galería de arte en Hollis que vendía paisajes
monótonos y poco entusiastas de los viejos graneros de Pennsylvania y
minuciosas pinturas de pájaros locales. A Aria le daba jaqueca cada vez que iba
porque el lugar olía abrumadoramente a la tienda Yankee Candle que estaba al
lado.
- Te hará bien estar alrededor de
personas,- Ella urgió.- Y trae tu portafolio— Tal vez Jim enmarque una de tus
piezas y te dé un mini show.
Quizás Ella tuviera un punto. Un
trabajo le daría algo que hacer por las tardes— tenía muchas horas que llenar
ahora que ella y Noel no estaban juntos. Y aunque Aria odiaba la idea de que
alguien comprara sus pinturas y las pusiera al lado de un falso símbolo
maléfico Amish, sí le gustaba la idea de vender sus pinturas.
- Está bien, creo que puedo hacer
eso,- dijo.
- Genial.- Ella se paró, después se
detuvo y miró a Aria otra vez.- ¿Y estás segura de que no tengo que preocuparme
por el auto policía?
Aria simuló estar interesada en las
espirales psicodélicas del sofá.- Desde luego que no.- murmuró.
- ¡Bien!- Ella fingió limpiar su
frente.- ¡Tengo suficientes cabellos grises a cómo vamos!
Aria logró una risa. Ella había
usado la línea del cabello gris con los chicos desde mucho antes de que Aria
fuera atormentada por A. Pero esta vez, estaba muy segura de que podría
soportar su parte del trato. De ahora en adelante, no habría drama. No habría
problemas. No habría mentiras.
Y tal vez, ahora que A estaba fuera
de sus manos, Ella conseguiría su deseo.
Capítulo 9 - Capítulo 11
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