Traducido por: Guadalupe
Corregido por: Daniela y Brayan
Dos días más tarde,
mientras Ali salía de su casa, Jason se puso en su camino y le abrió la puerta.
- ¿Vas a alguna parte? - Preguntó.
- ¿Por qué te importa? -
Preguntó Ali, sintiéndose arisca.
Jason se estremeció ante
el tono de voz de Ali. - Sólo pensé que yo podría llevarte. - Él se movió
incómodo. - Pensé que tal vez podríamos... hablar.
Ali envolvió su mano
alrededor de la jamba de la puerta, mirando las zapatillas Vans de su hermano.
¿De qué quería hablar? La última vez que realmente habían hablado, ella expresó
su preocupación de que sus padres se divorciaran. Eso fue incluso antes de que
se enterara de la aventura de su madre. De repente, el deseo de contarle lo de
su madre y ese extraño hombre latía en su interior. La vieja Ali lo
habría hecho. Se habrían sentado en la sala de estar de Radley y diseccionado
hasta la muerte el asunto, tratando de averiguar por qué mamá lo estaba haciendo,
quién podría ser ese hombre, qué iba a ocurrir a continuación. Era difícil
guardárselo para sí misma. Cada día que pasaba, se sentía como si fuera a
estallar.
- ¿Ali? - Jason la
llamó.
Se estremeció y se
sacudió, volviendo a la realidad. Ella no era su viejo yo, y nunca
podría volver a serlo. Alison DiLaurentis no tenía ese tipo de relación con su
hermano—era demasiado temperamental y raro como para preocuparse de él. Ella
bajó del pórtico. - Puedo ir sola. - Dijo por encima del hombro. - Dudo que vayamos
en la misma dirección, de todos modos.
Diez minutos más tarde,
Ali aparcó su bicicleta delante de la Pista de Hielo Orvis Hollis Memorial en
la Universidad Hollis, donde se reuniría con Emily. HOGAR DE LOS PINGÜINOS DE
HOLLIS, decía una pancarta junto a la acera. Niños con patines de hockey sobre
hielo al hombro y palos largos con puntas de boomerang salieron por las puertas
dobles. Incluso desde la calle, Ali podía oler las palomitas de maíz recién
hechas de la pista y los perritos calientes del stand.
- ¿Alison DiLaurentis patina
sobre hielo?
Ali se volvió. Un
Escalade negro se había detenido junto a la acera, y el bronceado y lindo
rostro de Ian Thomas se asomó por la ventana.
Ali se acercó a él. -
¿Me estás siguiendo, acosador? - Bromeó.
- Me atrapaste. - Ian
bajó del coche y se acercó a ella, deteniéndose tan cerca que casi se tocaban.
- Sólo quería que supieras que besé a Spencer, tal como me lo pediste. Así que,
¿cuándo vas a cumplir tu parte del trato?
Ali sacó un tubo de
brillo y se lo pasó por sus labios. Lo último que quería era darle un beso,
pero algo en la forma en que la miraba hacía que se sintiera poderosa como
superhéroe, como si pudiera hacer girar los coches en el cielo o doblar barras
de acero con su mente. Un segundo más tarde, sin embargo, se dio cuenta:
Engañar a Nick con Ian la hacía no mejor que su madre.
Un escalofrío la
recorrió. ¿Podría alguien más realmente ser su verdadero padre? ¿Un
hombre al azar, alguien que no conocía? No tenía ningún sentido. Su padre había
llevado a ella y a su hermana a andar en trineos cuando eran pequeñas. Había
asistido a sus recitales de danza. Él sabía que a ella le gustaba el jugo de
naranja sin pulpa y el café de vainilla francés de Wawa. Lo que había pasado, si
algo había pasado, estaba casi segura de que él no sabía nada de ello.
Y tal vez algo había
pasado. El Sr. DiLaurentis y Jason tenían dedos de los pies idénticos, el
segundo más grande que el primero. Y Ali tenía el pelo rubio y los ojos azul
hielo de su madre. Pero ella no tenía la nariz de ninguno de ellos—ni el
pequeño y fino botón de su madre ni el feo gancho de su padre. Durante mucho
tiempo, había estado agradecida de no haber heredado la nariz de su padre, pero
ahora ella se arrepentía. ¿Y de dónde había sacado los labios con forma de moño
y la sonrisa sarcástica? Ella había mirado a su padre durante tanto tiempo en
la cena de anoche que él le había preguntado dos veces si ocurría algo.
Ian movió su mano hacia
el brazo de Ali, pero Ali se alejó antes de que pudiera rozar su muñeca. -
¿Sabes qué? He cambiado de opinión. Sólo te voy a dar un beso si rompes con tu
novia.
La frente de Ian se
frunció. - ¿Melissa?
Ali soltó una carcajada.
- No, Spencer. Por supuesto que Melissa. No soy el tipo de chica que va
tras chicos que ya están tomados.
Ian cruzó los brazos
sobre el pecho. - Es sólo un beso.
- Mi acuerdo es
definitivo. - Se dio la vuelta y se acercó hacia la entrada de la pista de
hielo.
El interior de la pista
de hielo estaba oscuro y frío. Banderines de equipos y placas de campeonatos
estaban colgados en las paredes, y música de la nueva ola de los ochenta sonaba
por los altavoces. Un Zamboni rugía ida y vuelta en el hielo, limpiando las
rasgaduras del hielo Varios niños pequeños estaban de pie impacientemente
contra las paredes de plexiglás, sus tobillos de tambaleándose.
Ali vio a Emily en el
mostrador de rentas. Cuando Emily se volvió y sonrió, el estómago de Ali se dio
vuelta. Esta era la primera vez que estaría a solas con Emily desde que había
descubierto el corazón en su cuaderno. A pesar de que ella estaba casi segura
de que Emily no tenía idea de que Ali lo sabía, todavía se sentía nerviosa,
como que Emily podría adivinar que ella lo sabía.
Y ¿cómo no iba a
saberlo? Ali se había ido del vestuario tan rápido. Ni siquiera había tratado
de ocultarlo, lo que no era propio de ella en absoluto. Eso la hizo sentirse
paranoica acerca de todos los otros secretos de su vida. ¿Qué pasa si la gente
se enteraba de esos?
- Hey - Dijo Emily en
voz baja mientras se acercaba. Había dos pares de patines de hielo blancos
sobre su muñeca, y ella llevaba un suéter tejido y pantalones vaqueros. Le
entregó Ali un par de patines talla siete y se sentó en el banquillo. - Gracias
por venir. Esto va a ser muy divertido.
- Sólo si te gusta
esquivar niños pequeños. - Dijo Ali, viendo como niñas en uniformes de Scouts y
patines rentados de color marrón salieron del baño. - Y caerte sobre tu
trasero. No he patinado desde que era pequeña.
- No te preocupes. -
Dijo Emily en voz baja. - Yo te ayudaré.
Ali miró a su amiga,
pensando en ese corazón de nuevo. Amo a Ali, decía. Ali también la
amaba, pero no de esa forma. Ella aún no sabía si sentirse halagada o
sólo completamente extrañada.
Ali metió su talón en la
bota del patín y ató los cordones fuertemente. Acababa de terminar de hacerse
un nudo cuando el Zamboni salió de la pista y los guardias abrieron las puertas
de nuevo. Los niños pequeños patinaron hacia el centro. Luces de discoteca
iluminaron el hielo nuevamente brillante. Una canción de Flo Rida comenzó a
sonar.
Los tobillos de Ali se
tambalearon en cuanto pisaron el hielo. Emily extendió su brazo. - Toma mi
brazo. Te tengo.
Ali se aferró a la manga
de Emily. Sus pies zigzagueaban debajo de ella, y ella echó fuera su otro brazo
para conseguir el equilibrio. Cuando un niño con patines de hockey sobre hielo
y un jersey de los Flyers pasó zumbando, casi chocándole el costado, Ali se fue
a la izquierda, pero sus pies giraron a la derecha. De repente, ella estaba
sobre su trasero en el frío hielo.
- ¡Oops! - Dijo Emily,
ayudando a Ali a pararse. Ella las guio a las dos hacia la pared y le dijo a
Ali que se afirme por un momento.- Mueve tus pies así, deslizando. - Explicó,
mostrándolo. Su patín cortó una línea perfecta en el hielo. - Mantén tus
tobillos rígidos. Y no mires tus pies, eso definitivamente te hará caer.
- No voy a caerme más. -
Murmuró Ali. Pero ella dudosamente se apartó de la pared y trató de copiar los
movimientos de Emily. Sus tobillos querían moverse, y sus muslos ardían aún más
que después de haber corrido de ida y vuelta por el campo de hockey sobre
pasto, pero después de dos vueltas alrededor de la pista de hielo, ella comenzó
a conseguir el ritmo. En realidad, era casi divertido.
- ¿Ves? -Dijo Emily. -
Lo amas, ¿verdad?
- No se lo digas a
nadie. - Dijo Ali, guiñando un ojo.
- Lo prometo - Dijo
Emily, dándole a Ali una sonrisa. Ali le devolvió la sonrisa, pero luego se dio
la vuelta bruscamente.
Ellas se movieron en
torno a un grupo de Scouts patinando en grupo y pasaron a unos patinadores
artísticos que estaban haciendo complicados saltos en el centro.
Entonces Emily se aclaró
la garganta. - ¿Estás emocionada por la graduación?
- Definitivamente - Dijo
Ali. La ceremonia se acercaba, y podían usar túnicas y gorros de aspecto
oficial, igual que los de último grado. - De hecho, voy a hacer una pequeña
juntada el fin de semana previo. Probablemente voy a invitar a Cassie y algunas
otras chicas, por lo que será de grados mezclados. Hanna va a invitar a su
amiga Josie también.
- Oh. - La expresión
desconcertada de Emily no se ajustaba exactamente con su tono de voz agudo. -
¿Sigue en pie la fiesta de pijamas de final de séptimo grado?
- Hasta donde sé. - Dijo
Ali. - ¿Por qué?
- Simplemente no estaba
segura. - Dos manchas rosadas aparecieron en las mejillas de Emily- Quiero
decir, no nos hemos visto mucho últimamente. Tú no estuviste, como, enviándome
mensajes de texto. Pensé que estabas enojada conmigo.
Ali se quedó mirando el
reloj grande de Pepsi en la pared. - Sólo he estado muy ocupada.
- Está bien. - La voz de
Emily era temblorosa. - Así que... ¿no estás enojada?
Ali la miró
desafiantemente. - ¿Con qué podría estar enojada?
Por una fracción de
segundo, casi quiso que Emily lo dijera. Sé que viste lo que escribí sobre
ti en mi cuaderno. Tal vez sería mejor que sea un tema abierto.
- ¡Nada! - Dijo Emily
rápidamente. Por un momento, ella estuvo a punto de perder el
equilibrio, sus patines se deslizaron en direcciones opuestas y sus brazos
giraban en círculos.
Ali agarró un lazo de
sus jeans para mantenerla en posición vertical. Por un momento, ella sostuvo la
mirada con Emily, desafiándola a mirar hacia otro lado. De repente, se imaginó
a Emily perdiendo interés en ella, Ali convirtiéndose en sólo una amiga más,
los deslumbrantes cumplidos llegando a su fin. Aunque ella no correspondía el
sentimiento de Emily, había algo en esto que la hacía sentirse tan poderosa
como lo que estaba haciendo con Ian.
Se aclaró la garganta.-
Te ves linda hoy, Em.
Una mirada desconcertada
revoloteó a través de Emily.- ¿En serio?
- Ahá. Tu cabello se ve
bien. Y no me había dado cuenta de qué tan pequeño está tu culo trasero por la
natación.
- Oh, Dios mío, mi culo
es enorme. - Emily parecía que estaba a punto de desmayarse. - Bueno, tú siempre
te ves bien, Ali.
- Bueno, entonces
supongo que las dos somos hermosas, - Dijo Ali, dándole un codazo
juguetonamente.
La boca de Emily se
tembló de emoción. - Definitivamente eres la chica más guapa en esta pista. En Rosewood.
A veces ni siquiera puedo creer que te conozca.
Ali sintió calor en la
cara, las lágrimas formándose en sus ojos—No sabía lo mucho que
había necesitado que le digan ese tipo de cosas. Avergonzada, ella se
dio la vuelta y se lo tragó. - No puedo creer que te conozco tampoco, Em. – Lo
decía en más de un sentido: si ella no se hubiera intercambiado con su hermana,
ella no conocería a Emily.
Las luces de la pista de
repente se atenuaron, y una canción lenta comenzó a sonar. Los niños pequeños
se apresuraron por salir del hielo, y las parejas restantes se deslizaron el
uno hacia el otro para bailar lento en patines.
- Las parejas patinan
solamente. - Dijo la voz de un locutor por el altavoz. - Toma a la persona que
amas.
Una bola disco se
encendió, lanzando fragmentos de luz brillante alrededor de la pista. Ali se
volvió hacia Emily, su corazón latía rápido. - ¿Quieres bailar?
Los labios de Emily se
abrieron, y sus ojos se abrieron como plato. - ¿Contigo? -Dijo ella,
sorprendida.
Ali sonrió
perezosamente, tratando de controlar su corazón saltante. - Claro, conmigo. Las
chicas pueden patinar con chicas, ¿no?
Ella puso sus manos en
la cintura de Emily. Ella trató de ignorar los dedos temblorosos de Emily
mientras los envolvía alrededor del cuello de Ali. Después de un momento, Emily
cerró los ojos. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Se balancearon de un
lado a otro con el ritmo.
- Esto se siente bien,
¿no es así? - Ali susurró al oído de Emily.
Emily asintió
nerviosamente. Cuando la acercó más, Emily dejó escapar un suspiro pequeño. Las
luces disco se reflejaban contra sus rostros. Ali podía sentir los pulmones de Emily
expandirse y contraerse rápidamente.
Bzzzz.
El bolsillo trasero de
Ali vibró. Alargó la mano y sacó su teléfono. Llamada anónima, decía.
La realidad vino de
vuelta, y Ali se apartó. - ¿Hola? - Preguntó demandantemente en el teléfono,
deteniéndose de golpe en el hielo. Una pareja estuvo a punto de chocar con
ella, pero no le importó.
No había respuesta, sólo
respiración. - ¡Di algo! - Ali gritó. - ¡Yo sé quién es!
Su hermana no dijo nada,
sólo dejó escapar una pequeña risita aguda.
- ¿Ali?
Emily le tocó el brazo.
Ali la miró, el teléfono en su mano. Los ojos de Emily se posaron en él. -
¿Quién era? - Le preguntó con preocupación.
Ali negó con la cabeza
rápidamente. - Era Cassie. - Dijo ella, tirando el primer nombre que se le
ocurrió. - Hemos estado haciéndonos bromas entre nosotras durante toda la
semana. No es gran cosa.
Emily juntó sus labios.
- ¿Estás... segura?
- Ajá - Dijo Ali,
metiendo su teléfono de vuelta en el bolsillo. Volvió a vibrar, pero ella lo
ignoró.
Otra canción lenta
empezó, y Emily tomó la mano de Ali una vez más. Pero Ali se alejó, sintiéndose
sudorosa, nerviosa y demasiado, demasiado visible. ¿Y si su hermana estaba
mirando de alguna manera en este momento? ¿Y si ella vio a Ali haciendo esto y
pensaba que ella estaba bailando con Emily de verdad?
- Creo que un baile
lento es suficiente por hoy, ¿No, Em? - Preguntó ella, tratando de que su voz
suene como de broma, a pesar de que estaba exhausta y agotada.
Las mejillas de Emily se
pusieron rosas. - ¡P-por supuesto! ¡Yo no quería bailar! Yo sólo quería comprar
un perrito caliente— ¡y quería ver si querías
uno también!
Pero la devota sonrisa
se quedó en la mente de Ali, y mientras se deslizaban hacia la salida, una
sensación amarga brotó en su estómago. Decirle cosas buenas a Emily golpeaba a
su punto más dulce, más blando, más vulnerable. Y mientras burlarse por la
vulnerabilidad era usualmente la especialidad de Ali, algo en esto la hizo
sentir especialmente culpable.
Tal vez fue porque Emily
era su mejor amiga. O tal vez se debía a que, en el fondo, las cosas que Emily
decía a veces hacían que Ali se sienta blanda y vulnerable también.
Capítulo 18 | Capítulo 20
Hola dani, cuando subis mas capitulos?
ResponderBorrarHola! no en mucho más, aunque no podría darte fecha exacta.
BorrarSaludos :)
cuando vas a seguir con los capitulos??????!!!!! porfaaa aunque sea en ingles si podrias pasarmelos
ResponderBorrarHola! si quieres leerlo en inglés dirígete a la sección descargas de este mismo blog y allí está el libro entero :)
BorrarSaludos