Traducido por: Daniela
Corregido por: Brayan
A pesar de que el cementerio Rittenhouse
estaba junto a una sección transitada del Estacionamiento Ben Franklin, había
algo en la forma de que los edificios lo rodeaban que lo hacía parecer como que
Aria y Noel estaban en medio del campo. Retorcidas parras rodeaban el pequeño
lugar. Lápidas de siglos de antigüedad salían de la tierra como dientes
retorcidos. Había neblina rodeando una gran estatua de piedra de un ángel. Una
vieja y oxidada reja rodeaba todo el lugar. Las bisagras emitieron un gran
chirrido cuando Noel y Aria abrieron y cerraron la reja de acero.
Aria miró los nombres en las lápidas, luego
corrió sus dedos por una gran cruz de piedra. Su brazalete brillaba a la tenue
luz. Corrió sus dedos por los eslabones otra vez, y tintinearon.
Noel vino por detrás de ella y corrió sus
brazos a través de los dobleces de sus codos, enlazándolos por el frente de
ella. - ¿Entonces de qué querías hablarme?
- Bueno… - Aria tocó la cima de un ala de
un ángel. Un poco de su confianza se había desvanecido desde que estuvo sentada
en el bar. ¿Era realmente privado este lugar? Ciertamente no era una
habitación del pánico. ¿Y si A estaba escuchando?
Pero luego se dio vuelta y trató de
concentrarse. Esto los uniría. Y podrían luchar contra A como uno solo. -
¿Sabes que te amo, cierto? – comenzó.
Los ojos de Noel se suavizaron. – Espero
que lo hagas. Has estado actuando tan extraña.
- Por supuesto que lo hago, - Aria susurró.
– Pero he estado actuando extraño porque he estado ocultándote cosas. – Dijo en
voz baja, asustada de mirar a Noel a los ojos. – Cosas grandes. Por tu propio
bien. No quería que nada malo te pase.
Noel levantó la barbilla de Aria para que
ella esté mirándolo. - ¿No hemos pasado por esto ya? Puedes decirme lo que sea.
No importa lo malo que sea. No importa si me pone en peligro. – Luego se alejó.
- ¿Tú estás en peligro?
- Yo… - En ese mismo instante, su celular
nuevo sonó. Aria miró dentro de su cartera el mensaje que había aparecido en la
pantalla. ¡Aléjate de Noel! Spencer escribió en mayúsculas. ¡Él era
el novio secreto de Ali! ¡Tenemos pruebas definitivas!
Otro mensaje apareció de Emily: Noel
visitaba a Ali en el hospital. Iris lo sabe por hecho.
Y entonces de Hanna: ¡Graham
acaba de decirme que Noel era quien te estaba observando en el barco!
Aria puso su mano sobre su boca. No.
No era posible. Tenía que haber una explicación.
- ¿Aria?
Cuando levantó la mirada, Noel la estaba
mirando. Su mirada se dirigía a la cartera abierta también. Aria la cerró, el
aire dejó sus pulmones. ¿Había visto los mensajes?
Se hizo para atrás, chocando con una
lápida. Noel se quedó donde estaba, con sus brazos cruzados sobre su pecho, con
una sonrisa rara en la cara. ¿O era por la luz? Cerró sus ojos con fuerza,
tratando de enfocarse. Por mucho que tratara de purgar los mensajes de su
mente, convertirlos en algo inocente—un malentendido—una sirena sonaba en su
cabeza una y otra vez.
Tragó saliva y miró a Noel, quien aún no se
había movido. - ¿Recuerdas esa sesión espiritista a la que fuimos juntos? –
dijo.
Noel sonrió. - ¿Qué crees? Ahí es
donde hice que yo te guste.
Aria parpadeó. No le gustaba esa expresión.
- ¿Recuerdas cuando me quedé atrapada en ese baño? ¿Cuando alguien me apagó las
luces, quizás tratando de asustarme?
Noel asintió. – Supongo.
- Cuando la luz volvió a prenderse, vi un
panfleto de Ali Perdida. Por un tiempo, pensé que ella me había
hecho eso. Pero luego, descubrí que fue alguien más.
Noel analizó su cara. – Si, no lo sé, -
dijo finalmente. – Quizás ese lugar estaba encantado. – Se inclinó y olió un
bouquet de flores que alguien había dejado en una tumba.
- ¿Por qué fuiste a esa sesión espiritista?
– Aria demandó.
Noel se enderezó y la miró con los ojos
entrecerrados. – Te lo dije—por mi hermano.
- ¿Pero por qué a esa sesión
espiritista? ¿Sabías que yo me había apuntado? ¿Me estabas siguiendo?
Noel se encogió de hombros. - ¿Y si fuera
así qué?
Aria lo miró fijamente. Porque importa,
quería decir. Así es como me enamoré de ti. Necesito saber si fue real o no.
Todo lo que veía, en su
mente, eran esos mensajes del teléfono de Noel. Lo que sea que necesites.
Y, Gracias por ayudarme. ¿Y si Ali hizo que Noel siguiera a Aria? ¿Y si
Ali había dicho, Ve ahí, Noel, y coquetéale. Ponla de buenas. Tienes que
hacer lo que diga. Entonces te amaré por siempre? Quizás él se había
rehusado cuando ella le dijo que la encierre en el baño y apague las luces…pero
lo hizo de todos modos.
Noel se apoyó contra una lápida alta. -
¿Qué tiene que ver esto con lo que tenías que decirme? ¿Es esto lo que has
estado ocultándome?
Aria cerró sus ojos. – Algo así.
Cuando Noel tocó sus brazos, ella trató de
no ponerse rígida. – Lo que sea, solo dime. Te amo, Aria. Podré
soportarlo.
Te amo, Aria. Algo en la forma en
que Noel lo dijo justo entonces inició un recuerdo en su mente. Aria recordó
estar recostada en esa pequeña cama en la hospedería Islandesa la noche en que
todo ocurrió. Sintiendo el latido de culpa por besar a Olaf y robar la pintura.
Sintiendo a Noel moviéndose junto a ella, tratando de ponerse cómodo. Había
habido un océano de espacio entre ellos, tanto emocional como físicamente. En
ese momento, sentía que nunca se volverían a conectar.
Pero entonces Noel rodó hacia ella y la
abrazó como si todo estuviera bien entre ellos. – Te amo, A… - murmuró al oído
de Aria. Aria había pensado que quería decir Aria, pero no era así. Él
había querido decir el nombre de alguien más.
Te amo, Ali.
Aria estudió su cara en la tenue luz. De
repente se sintió como si estuviera mirando a un extraño. Te amo, Ali.
Era tan claro en su mente como si hubieran pasado solo unos segundos. Quizás él
había amado a Ali. Su corazón se sentía como si estuviera cayendo en una
larga y oscura tumba. Noel la había traicionado, realmente traicionado. Había
confiado en él, y, bien en el fondo, él la odiaba.
Lentamente, desabrochó el brazalete y lo
dejó caer al suelo. Noel la miró, su ceja arrugándose. - ¿Por qué hiciste eso?
- ¿Amas a Alison DiLaurentis? – Aria
susurró altaneramente.
Noel se congeló. - ¿Qué?
- La visitabas en el hospital luego de que
mató a Courtney, ¿no? La Reserva.
Noel giró bruscamente, poniendo su palma sobre
una lápida. - ¿Por qué importa?
Comenzaron a llover lágrimas por las
mejillas de Aria. - ¿Qué se supone que significa eso? ¡Por supuesto que
importa! ¿Supiste que ella fue quien mató a Courtney? ¿Por cuánto la visitaste?
¿Por cuánto la has amado?
Noel se dio vuelta para mirarla, su boca
era un feo triangulo. – Nadie más lo hacía. Me sentí mal por ella. Ella no
parecía loca en ese momento. Y por supuesto que no sabía que había matado a su
hermana.
Aria estaba tan enojada y asustada que
estaba temblando de verdad. Nunca había escuchado nada tan enfermo en su vida.
Y, repentinamente, se aclaró en su mente: Eso era lo que la nota de Gracias
por creer en mí en la parte de atrás del talón del ticket significaba. Noel
nunca creyó que la Verdadera Ali estuviera loca. Él era el único que pensaba
que ella había sido encerrada injustamente. Él había sido el único de su lado.
Ella levantó un tembloroso dedo hacia él. –
No la visitabas porque te sintieras mal por ella. Tú la visitabas porque la
amabas. Solo admítelo.
Noel le parpadeó, su boca se abrió. Pero no
lo negó.
- ¿Y lo sabes, no? – Aria gimió. –
Sabes que sigue viva. Y conocías a Tabitha Clark mucho antes de que fuéramos a
Jamaica. Por eso es que no querías que me junte con Graham—tenías miedo de que
él me dijera algo, que te conecte con ella. O que tú y Ali estaban juntos
secretamente.
Noel hizo un sonido extraño con la
garganta. – Si, conocía a Tabitha Clark. Pero solo de pasada años atrás. Se me
hizo familiar en Jamaica y en las noticias, pero en realidad no sabía, y—
- Y tú estás trabajando con Ali, -
Aria lo interrumpió. – Todo este tiempo que has estado conmigo, fue solo porque
ella te lo dijo. Ella te hizo ir a esa sesión espiritista. Ella te hizo
asustarme en el baño. Ella te hizo acercarte a mí y luego traicionarme para que
yo vaya a Poconos con ella.
- Wow. – Noel se acercó hacia ella, con los
brazos extendidos.
Ella se alejó. – Tú eres a quién hemos
estado buscando todo este tiempo. Tú eres el que atormentó a Spencer y a Emily
y a Hanna y ahora incluso a mí con lo que hicimos el verano pasado. Y
ahora estás inculpándonos por matar a Tabitha—a pesar de que fue algo que tú
hiciste. Tú nos delataste con la Agente Fuji también. ¿Por Tabitha? ¿Por la
pintura? Quizás por todo— ¡Porque tú eres A!
- ¡Aria! – Noel salió disparado hacia ella.
Aria se salió del camino. Su mirada se dio
una vuelta por el cementerio, pero solo había una salida—la reja cerrada. Fue
por ella, pero se torció el tobillo en el pasto mojado, Noel puso una mano
alrededor de su tobillo y se lanzó sobre ella. Él puso todo su peso sobre ella.
Ella luchaba bajo él, dando patadas y arañando.
- ¡Aria, solo quédate quieta! – Noel pidió.
- ¡Solo escúchame!
Aria se dio vuelta para mirarlo a la cara.
De repente un recuerdo se le vino a la mente. Una vez en la casa de Noel cuando
él se lanzó sobre ella, gritando. “¡Apisonadora!” y ambos se rieron hasta
llorar. Pero él había amado a Ali todo el tiempo.
Cuando acompañó a Aria a todas esas clases
de cocina, obedientemente haciendo salsas y troceando vegetales, él también
había amado a Ali. La primera vez que tuvieron sexo, la cual había sido tan
tierna y dulce e importante que Aria apenas podía imaginársela ahora. Todo el
tiempo, Ali, Ali, Ali.
Él ayudó a casi matarlas.
El cuerpo de Noel se sentía pesado sobre
ella, y Aria jadeaba en busca de aire. - ¿Dónde está esa perra? – gritó. -
¡Dime donde está para poder matarla!
- No sé de lo que estás hablando, - Noel
dijo.
- ¡Lo sabes, y sabes dónde! – Aria chilló,
moviendo sus brazos y piernas. - ¡Solo admite que la amas! ¡Sólo admite que
sabes dónde está!
Noel la dejó solo por un momento,
apoyándose en sus codos. Su cabeza se giró, envuelta en oscuridad. – La amé.
Aria se movió bajo él y lo miró a los ojos.
- ¿Y está viva?
Noel parecía dolido. – Aria…
- ¿Está viva?
Un rápido y enérgico viento hizo que la
reja suene. Autos tocaban la bocina. Arriba en el cielo, unas luces de un jet
parpadeaban. Noel se dio vuelta. – No lo sé, - él lo dijo en un tono tranquilo
que indicaba otra cosa.
Era tan bueno como admitirlo. Furia fluía
por las venas de Aria. Se levantó y se dirigió a la reja, tropezándose con las
desordenadas tumbas, el borde de su vestido estaba sucio por el lodo. Unas
manos fuertes afirmaron su cintura, y se cayó otra vez, luego sintió el peso
del cuerpo de Noel sobre ella. Noel respiraba calientemente en su oído.
Aria gritó y trató de salir de debajo de
él, pero Noel era muy pesado. – Deja de actuar tan loca para que pueda explicar
todo – suplicó.
- Te odio, - Aria resopló, el peso de Noel
apretaba sus pulmones. – Nunca, jamás te escucharé otra vez.
- Maldición, Aria. – Noel dijo,
manteniendo quieta a Aria bajo él. Él se oía fiero y peligroso. Aria lo
abofeteó una vez más, pero sin oxígeno, sus extremidades comenzaron a
hormiguear. Un gemido desesperado se escapó de sus labios. Iba a morir. El
chico que pensó que la amaba iba a ser su asesino.
Whack.
Noel gritó de dolor y
giró bajándose de Aria. Aria se paró torpemente y se puso tras una tumba,
insegura de lo que acababa de ocurrir. Mientras tragaba aire, varias siluetas
estuvieron a la vista. Spencer estaba de pie junto a Noel, con el cetro del
baile elevado más arriba de su cabeza. Emily y Hanna se asomaban tras ella, con
los ojos bien abiertos.
Emily vio a Aria y
corrió hacia ella, abrazándola con fuerza. - ¿Estás bien?
Aria trató de asentir, pero su mirada
seguía fija en Noel. Spencer levantó el cetro para golpearlo otra vez, pero él
se levantó y se movió. - ¡No te atrevas a correr! – ella advirtió.
- ¿Qué rayos? – La voz de Noel se quebró. -
¡Ustedes están locas!
Él corrió entre las tumbas hacia la
entrada. Spencer trató de alcanzarlo, pero su vestido le impidió moverse muy
rápido. Se detuvo unos pasos más allá de una hilera de tumbas y parpadeó en la
oscuridad. Noel se había ido.
Luego Spencer corrió hacia Aria. – Oh dios
mío. ¿Te hirió?
Estaba mirando con terror la mejilla de
Aria. Estaba húmeda—Aria ni siquiera se había dado cuenta. Cuando se sacó la
mano, vio sangre. Corrían lágrimas por su cara. – Lo siento, chicas, - dijo. –
Habían cosas que yo sabía sobre Noel, cosas que no les dije. Debí haberlo
hecho. Y ahora es muy tarde.
Hanna abrazó con fuerza a Aria. – No digas
eso. Está bien.
- ¡Simplemente no quería que fuera él! –
Aria sollozó. – Quería que fuera quien sea menos él.
- Lo sabemos. – Spencer pasó sus manos por
el cabello de Aria. – También queríamos que fuera quien sea menos él.
- Pero al menos estás a salvo ahora, -
Emily susurró. – Al menos no te hirió seriamente.
Aria aspiró y asintió, luego miró a la
oscura distancia donde Noel había desaparecido. No estaba segura de que lo que
dijo Emily fuera tan cierto. Noel sí la había herido seriamente.
Él había roto su corazón en mil pedazos.
Capítulo 29 | Capítulo 31
No lo puedo creer!! :(
ResponderBorrarAqui falta algo!! Que querria decir Noel con "explicar todo"?! Ahh quiero el siguiente capitulo!!!!
Gracias por traducirlos y subirlos diario! :)
Saludos
Por nada! :)
BorrarSaludos y gracias por comentar!