Traducido por: Daniela
Corregido por:Gabriela y Brayan.
Spencer miró por la ventana panorámica
de la casa piloto en Crestview Propiedades. Una McMansion de piedra se
inclinaba por sobre los árboles al otro lado de la calle. Un pato caminó en
dirección del agua. Un auto pasó por la calle, pero no se detuvo en la casa.
No había querido venir aquí otra vez—ya
era suficientemente perturbador el haber robado las llaves extra del Sr.
Pennythistle una vez. Además, tenía un gran trabajo de historia que escribir,
tarea de cálculo que descifrar, y potenciales citas para el baile que llamar y
poner a prueba—estaba Jeff Grove del anuario, aunque no se sentía muy
emocionada respecto a él, y, por supuesto, Andrew, pero ya se podía imaginar el
tono de su voz de sabía-que-me-querrías-de-vuelta cuando le preguntara, a pesar
de que él había sido el que terminó con ella. Pero Aria había llamado los
celulares prepago de las chicas esta mañana y dijo No es. Así que era de
vuelta a la habitación de pánico a donde iban.
Las otras aún no habían llegado, así
que se acomodó en el sofá tan-nuevo-que-aún-huele-a-cuero-de-fábrica en el
living decorado de forma genérica y miró su antiguo celular, el cual había
sacado del plan de datos y con el que usaba el WiFi de la casa. Tomando aire,
escribió TEORÍAS DE CONSPIRACIÓN ALISON DILAURENTIS en el buscador.
Se detuvo antes de presionar el botón
de búsqueda. Odiaba buscar información de Ali en internet, pero no le quedaban
alternativas. Había pasado por la casa abandonada en Yarmouth donde los
DiLaurentis vivían cuando “Courtney” volvió. Caminó por todo el camino rodeando
la propiedad. La terraza estaba completamente limpia. Había un único tarro de
basura en el garaje, pero Spencer no pudo entrar para ver lo que contenía.
Presionó la lupa. Aparecieron los
resultados de Google. CONSPIRACIONES SIN RESOLVER DE FILADELFIA era el título
del primer sitio, junto con la descripción UNA FUENTE REGULAR DEL CENTINELA DE
FILADELFIA, EL BOLETÍN DE ROSEWOOD, Y EL YARDARM DE YARMOUTH. Spencer hizo
click en el link, y un blog se cargó lentamente. La página principal tenía una
foto de la estatua de Rocky en el frontis del Museo de Artes de Filadelfia.
¿ESTÁ ROCKY REALMENTE MALDITO?, decían las letras. SIGA LEYENDO PARA ESTA Y
OTRAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS RELACIONADAS CON FILADELFIA.
Hizo click en el link. Habían posts
sobre el Experimento de Filadelfia, una historia sobre cómo, en 1943, una
embarcación de guerra anclada en Filadelfia misteriosamente desapareció—la
gente estaba segura de que era un plan del gobierno para volver invisibles los
barcos de guerra. Bajo esos habían posts sobre Ben Franklin siendo un polígamo
y sus devaneos homosexuales, Betsy Ross hacía de madame a medio tiempo cuando
no estaba cociendo banderas Americanas, y sobre la Campana de la Libertad
llevando inscripciones secretas de aliens. Más abajo de todo eso había
teorías de conspiración más recientes, incluyendo un secuestro de la hija de un
hombre millonario en los setenta, el cual incluía un montón de links a reportes
policiales e incluso un mensaje de un biógrafo quien había escrito un libro
sobre el crimen. Finalmente, al fondo, estaba la retorcida historia de Alison
DiLaurentis y su gemela idéntica, Courtney.
Con los dedos temblando, Spencer hizo
click en el link final. POR QUÉ ALISON DILAURENTIS PODRÍA NO ESTAR MUERTA,
decía una entrada de un blog. Tenía fecha de Abril del año pasado, no mucho
después del incendio en Poconos. El post incluía un informe policial sobre el
incendio, incluyendo una evaluación forense de que no se habían encontrado huesos
en los escombros. También había información sobre el Radley, donde Su Ali había
estado, y La Reserva, incluyendo documentos médicos y archivos policiales a los
que la mayoría de la gente no tendría acceso. Incluso había algunos chismes
sobre las vidas de los DiLaurentis antes de mudarse a Rosewood; no se
llamaban DiLaurentis en ese entonces sino que Day-DiLaurentis. Quizás
sacaron la primera parte de su apellido en un intento de escapar de su pasado.
Cuando Spencer terminó de hacer click
en todas las imágenes y link, su cabeza daba vueltas. Quien sea que fuera este
blogger, era legítimo. El haber trabajado en algunos de esos otros casos debe
haber abierto algunas puertas para el blogger, haberle ganado contactos. Se
preguntó qué más sabía.
El blog no tenía ninguna evidencia
concluyente sobre por qué Ali no estaba muerta o a dónde había ido, pero el
post era de hace un tiempo atrás. Spencer bajó para ver si había posts
más recientes, pero no habían. Aunque el blog seguía allí y funcionando; la
última entrada era sobre un rumor de que todas las tiendas Wawa en el área del
triestado eran dirigidas por los Caballeros Templarios. Hizo click en la
pestaña de SOBRE MI al final. Decía que el blog era dirigido por un ávido
investigador llamado Chase M., pero en vez de una foto, había un video de un
gato dándole una cachetada a otro gato. Había un ruidoso y falso sonido de ¡kapum!
Cuando la pata de un gato golpeaba la mejilla del otro. Okey.
Crack. Spencer levantó la vista.
¿Y si A estaba aquí? Miró a la calle vacía hasta que su visión se nubló.
Luego hizo click en el link de
CONTÁCTANOS y compuso un e-mail en un formulario genérico. Estoy conectada
al caso de Alison DiLaurentis. No puedo decirte mi nombre ahora mismo, pero lo
haré si hablamos. Deseo saber si tienes más información sobre ella.
Lo firmó como Preocupada en Rosewood.
En el espacio donde el formulario le pedía el e-mail, usó una dirección que
había creado esa mañana, su contraseña era tan sin sentido e imposible de adivinar
que casi la olvidó en cuanto la creó.
- ¿Spencer?
La cara de Aria se asomó al otro lado
de la ventana. Spencer salió por la puerta y la dejó entrar. Un taxi se
estacionó segundos después, y Hanna salió de él. Emily llegó casi al mismo
tiempo en auto. Spencer las guió por el pasillo y abrió la pesada puerta a la
habitación de pánico. Los monitores de video parpadeaban. La habitación aún
olía sutilmente a las palomitas de maíz de microondas que habían hecho la
última vez que estuvieron aquí. Spencer levantó la lista de potenciales
ayudantes de Ali y la pegó en la parte de atrás de la puerta. Los sospechosos
restantes la miraban. Iris. Darren Wilden. Melissa. Jason. Graham. Noel.
- Mejor que esto sea bueno – Emily
gruñó cuando se sacó la chaqueta – Tuve que dejar a Iris en mi casa para esto.
¿Quién sabe qué tipo de locas cosas irá a decirle a mi familia?
- ¿Iris está en tu casa? – Hanna
repitió, mirándola.
Emily asintió, luego explicó cómo Iris
solo le daría información sobre Ali si Emily la sacaba de allí por un tiempo. –
Le dije a mis padres que es una estudiante de bajos ingresos del interior de
Filadelfia que está pasando por momentos difíciles en casa en este momento, y
lo estoy haciendo pasar como un programa de compromiso a la comunidad en
Rosewood Day. Increíblemente, lo compraron.
Spencer miró a Aria. – ¿Entonces qué
ocurre?
Aria sacó dos cosas de su bolso de
lana. Una se veía como un artículo de periódico. La segunda era una nota
escrita a mano. Spencer reconoció el garabato inmediatamente.
Aria le mostró el artículo a Hanna. –
¿reconoces a este chico?
Hanna negó con la cabeza, pero luego su
cara se empalideció. – Espera. ¿Es ese…O-Olaf? – tartamudeó. Sus ojos
escanearon el artículo. - ¿Está perdido?
Aria asintió. – Esto ocurrió en Enero.
- ¿Quién es Olaf? – Emily preguntó,
abrazando sus rodillas.
- Un chico que conocí en Islandia –
Aria tragó saliva.
Hanna bajó su mentón. – No lo conociste
solamente.
- Está bien, como que me enrollé con
él. – Aria murmuró. – Estaba muy borracha.
Las cejas de Spencer saltaron. Aria
parecía tan feliz con Noel—Spencer nunca habría imaginado que Aria lo había
engañado.
Un cuervo aterrizó cerca de una de las
cámaras de video, su cuerpo se veía enorme en el monitor. Spencer miró el
garabato en el pequeño trozo de papel que Aria había encontrado. ¿No es
realmente liberador ver buen arte? - ¿Qué significa eso?
Aria miraba de un lugar a otro
nerviosamente. – Bueno, Olaf y yo hicimos más que besarnos. Como que…robamos
una pintura juntos.
Spencer parpadeó. - ¿Ustedes qué?
- ¿Qué tipo de pintura? – Emily
suspiró, con las manos en su boca.
Spencer trató de escuchar cómo Aria
explicaba lo que había ocurrido, pero su cerebro se atascó en cuando escuchó el
nombre Van Gogh. - ¿Cómo no supe esto? – Suspiró. Luego miró a Hanna
quien tenía expresión de culpa. - ¿Tú sabías?
- No es como que yo haya querido
saber – Hanna dijo, cruzando sus brazos sobre su pecho. – Me llamó en pánico
cuando vino la policía—yo la fui a recoger. Pero decidimos mantenerlo en
secreto.
- Me imaginé que mientras menos gente
supiera, mejor – Aria dijo suavemente, tocándose el borde de su sweater. – Y
por un tiempo, estuvo bien—la policía nunca encontró a Olaf, la pintura nunca
fue encontrada, y nadie nunca lo conectó conmigo. Pero cuando vine a casa de la
escuela ayer, ese artículo estaba en mi cama y la pintura en mi armario. Estoy
segura de que A la puso allí.
El corazón de Spencer se detuvo. - ¿Hay
un Van Gogh de valor incalculable en tu armario?
Los ojos de Aria se llenaron de
lágrimas. – El artículo dice que las autoridades no pudieron encontrar la
pintura cuando buscaron en la casa de Olaf. Ali debe haber ido allí,
descuartizado a Olaf—el artículo dice que había sangre por todo el piso—movido su
cuerpo a algún lugar, saqueado su casa, y robado la pintura. Y luego la trajo
de vuelta.
Hanna frunció el ceño. – No estoy
segura de que Ali pudiera haber hecho todo eso. ¿Cómo habría obtenido un
pasaporte? Y Olaf era de más de seis pies de alto. Es como lo de Ian—Ali no
podría haber sido suficientemente fuerte para estrangularlo sola.
Aria se encogió de hombros. – Quizás su
ayudante lo hizo entonces. No cambia el hecho de que el Equipo A mató a Olaf
para obtener la pintura. Y ahora, una llamada bien-ubicada de A, y tendré un
equipo de SWAT en mi patio.
- Wow – Emily susurró.
- Quizás deberías entregar la pintura
de forma anónima – Hanna sugirió, enrollando un mechón de cabello en su dedo
nerviosamente.
Los ojos de Spencer se expandieron. –
El robo de arte es, como, un crimen mayor. Podrías estar en algún video de
vigilancia. Podrías meterte en serios problemas.
- Y ahora ustedes podrían meterse en
problemas también – Aria gritó – Todas ustedes saben lo que hice. Saben dónde
está una pintura robada. – Se formaron lágrimas en sus ojos. – Pueden
entregarme si quieren. Lo entiendo.
Emily tocó su brazo – No vamos a hacer
eso.
- Averiguaremos un modo de salir de
esto sin que ninguna de nosotras se meta en problemas, ¿está bien? – Spencer
añadió. – Simplemente no entiendo cómo A supo lo que hiciste.
- Supongo que A nos siguió a Islandia –
Hanna concluyó.
- ¿Y me siguió al castillo? – Aria
levantó sus palmas al aire. – No había ningún otro auto ni siquiera en el camino
hasta que la policía llegó. Supongo que A podría haber venido a pie, pero—
- ¿Y si A escuchó nuestra llamada desde
mi teléfono? – Hanna interrumpió.
Aria se sacó un mechón de cabello de la
cara. - ¿Crees que A se estaba quedando en nuestra hospedería?
Spencer se apoyó en la silla y cerró
sus ojos. Su cabeza dolía, y sentía el mismo pánico creciendo que la había
atacado tantas veces antes. ¿Cómo podía A estar en tantos lugares a la vez?
¿Cómo podía A saberlo todo?
Entonces abrió sus ojos. – Aria, quizás
A se estaba quedando en tú habitación.
Debe haber tenido un tono muy
contundente, porque la boca de Aria se enderezó. – A no es Noel.
- ¿Estás segura? – Spencer
levantó sus manos. – Aria, Noel ha estado en todos lados donde nos han
pasado cosas malas. Jamaica. El crucero. Ahora Islandia. ¿Realmente crees que
solo es una coincidencia?
- Noel estaba borracho a morir esa
noche – Aria protesto, su voz elevándose de tono.
Spencer paseó de un lugar a otro en la
pequeña habitación. – Quizás solo fue un acto. Hanna, ¿Recuerdas dónde estaba
Noel cuando hablaste con Aria?
Hanna se metió sus manos a sus
bolsillos, la luz del reloj digital en la pared iluminaba su cara de rojo. –
Bueno, no estaba en cama cuando me desperté, y no lo vi en el pasillo, el cual
es donde yo estuve la mayor parte de la conversación. Pero él entró desde la
parte de atrás cuando llegamos a casa. Él dijo que estaba fumando marihuana,
pero no olía a hierba para nada.
Los ojos de Aria ardían. - ¿Ahora tú
también estás en contra mía?
- ¡Por supuesto que no estoy en contra
tuya! – Hanna dijo – Pero, Aria, sí es raro.
Spencer se acomodó en la silla. -
¿Recuerdan lo extraño que actuó Noel cuando ‘Courtney’ vino a Rosewood? –
Preguntó – Él estaba en un grupo de apoyo con ella. Él insistió en que ustedes
se hagan amigos. Y tú los pillaste besándose en el baile de San Valentín…
Aria golpeó sus brazos a sus costados.
- ¡Ali lo emboscó! Noel no quería besarla. Ella solo hizo que parezca
como que sí.
- ¿Estás segura? – Spencer preguntó. –
Fue ese beso el que te hizo subirte al auto para ir con nosotras a Poconos. ¿Y
si Noel estaba en eso?
Aria quedó boquiabierta. – No puedo
creerte.
Uno de los monitores de las cámaras de
seguridad se puso negro. Las miradas de todas fueron de golpe a él. Hubo
movimiento, pero luego la imagen reapareció. El patio estaba vacío. Unas
cuantas hojas pasaron por la cámara, y eso fue todo.
Spencer negó con la cabeza. – Lo
siento, Aria. No quiero que sea Noel tampoco. Solo quiero que podamos descartar
a Noel para siempre. El artículo dice que Olaf fue asesinado al inicio de
Enero. ¿Sabes dónde estaba Noel en ese momento?
Aria pasó su lengua por sus dientes. –
Suiza. Su familia estaba esquiando. Me invitó, pero quise quedarme en casa y
pasar tiempo con Lola.
- ¿Estás segura de que fueron a
esquiar? Suiza no está tan lejos de Islandia.
Aria hundió un puño en el sofá. –
¡Subió un montón de fotos a Facebook! ¿Honestamente tú crees que Noel voló a
Islandia, mató a un chico, y volvió a casa el día siguiente como si nada
hubiera ocurrido? ¿Crees que él es tan buen mentiroso?
- Solo ve si puedes encontrar un ticket
de telesilla o algo del cuatro de Enero, ¿está bien? Y Pregúntale dónde estaba
ayer cuando alguien metió esa pintura en tu casa. Debe haber sido cuando
estábamos en la escuela. ¿Cierto? Así que, básicamente, Noel te dirá que estaba
en el octavo periodo o algo así, y montones de personas podrán responder por
él.
Una mirada de preocupación atravesó la
cara de Aria, pero luego negó con la cabeza. – No voy a interrogar a mi novio.
Si él se entera de por qué le hago esas preguntas, me pateará.
- Nadie quiere que ustedes terminen –
Emily dijo rápidamente.
- Mira, el resto de nosotras verá qué
podemos descubrir, - Spencer dijo, apoyándose contra el muro. – hasta entonces,
no hagas nada con la pintura, ¿está bien, Aria?
La boca de Aria formó una O. - ¿Se
supone que debo mantenerla en mi armario?
- Solo escondela – Spencer miró a
Hanna. - ¿Qué ocurre con la cínica de quemaduras?
Hanna suspiró. – De verdad
no quiero hacer de voluntaria allí. Pero mañana hablaré con el papá de Sean al
respecto.
- ¿Y sobre Iris? – Spencer le preguntó
a Emily.
Emily se mordió el labio inferior. – No
he averiguado nada sobre Ali aún. Pero Iris ha estado en la Reserva por cuatro
años sin descanso, así que no hay modo de que ella pueda ser la ayudante de
Ali.
- Bien – Spencer se levantó, destapó el
marcador que había traído, y tachó el nombre de Iris de la lista. – Con suerte
te dirá quién es.
Aria puso sus manos en sus caderas. -
¿Y cómo está tú investigación, Spence? – preguntó, con un tono amargado
en la voz. – ¿Por qué no has buscado a Ali aún?
Spencer se erizó. – Um, estoy
trabajando en ello. – Podía sentir la mirada de Aria en ella, pero no sabía qué
más decir.
Apagaron las luces en la habitación de
pánico. Ya que Spencer había conducido, se ofreció a llevar a las chicas que
habían venido en taxi de vuelta a sus casas. Cuando salieron por la puerta de
la habitación del pánico, Spencer miró directo a Aria, y se preguntó qué estaba
pasando por su mente. Se sentía como…traicionada. Después de todo lo ocurrido,
después de que A las había atormentado con tantas cosas, ¿cómo es que Aria se
había mantenido en silencio sobre la pintura? Y ahora Olaf, quien sea que
fuera, estaba perdido y quizás incluso muerto. Aria estaba en lo cierto: Todas podían
ir a la cárcel por saber dónde estaba escondida una pintura robada y no
entregar la información.
Ping.
Era el antiguo teléfono de Spencer, aún
conectado al WiFi. Cautelosamente miró la pantalla. Era un e-mail de su cuenta
recientemente creada. El nombre del emisor era TEORÍAS DE CONSPIRACIÓN DE
FILADELFIA.
Miró a sus amigas. Hanna estaba mirando
por la ventana. Aria estaba mirando el aire, perdida en su propio mundo. Emily
estaba mirando su propio celular con mirada vidriosa. Cabizbaja, Spencer abrió
ABRIR y leyó las dos oraciones. Definitivamente deberíamos hablar. Hay mucho
que debes saber.
Presionó RESPONDER. Estoy
disponible cuando sea, escribió de vuelta. Mientras antes, mejor.
Este libro viene súper interesante, gracias por traducirlo.
ResponderBorrarasí es, se sale de lo de siempre :)
BorrarSaludos
Oh! Por favor que no sea Noel! Es el más sospechoso, pero siempre se equivocan! Ojala no sea él...
ResponderBorrarSaludos :)
Por lo mismo que siempre se equivocan, dudo que sea él :P aunque si que parece muy sospechoso :O
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