viernes, 8 de noviembre de 2013

Ali's Pretty Little Lies - Capítulo 5: Esos romances de verano siempre son los mejores...

Traducido por: Guadalupe
Corregido por: Daniela

                     
- ¡Vengan, señoritas! - La entrenadora de hockey sobre hierba de Ali, la Sra. Schultz, llamaba a los dos equipos que trotaban delante del campo. A pesar de que la temporada había acabo hace un tiempo, a la Sra. Schultz le gustaba que las chicas practicaran de vez en cuando para mantenerse en forma para el próximo año. Ali caminó hacia las gradas. El olor de la hierba recién cortada le hacía cosquillas en la nariz, y cuando ella se acercó, vio que la Sra. Schultz servía una gran jarra de Gatorade con sabor a ponche de frutas, su favorito.

- Ustedes niñas hacen una gran defensa. - Dijo la Sra. Schultz cuando Ali y Cassie llegaron a las gradas. - Van a ser una fuerza a tener en cuenta el próximo otoño.

Cassie le dio un codazo a Ali.- Vas a ser una JMV[1], incluso antes de ser estudiante de primer año.   

- ¡Eso es porque soy impresionante! - Ali chirrió, poniendo sus brazos en forma de V.      Pero en el fondo, ni siquiera podía creer que había entrado al equipo. Apenas había recorrido el terreno en Radley, y mucho menos había corrido las prácticas de hockey, pero tan pronto como se enteró de que  el equipo de la secundaria había abierto audiciones para entrar al JV para dos estudiantes destacadas—Ali y Spencer—ella convirtió en su meta el entrar. Cuando su familia más tarde visitó el hospital y “Courtney”  se enteró de que Ali había entrado al equipo, la cara de “Courtney” palideció. ¿Quién es la mejor Alison ahora? Ali quería gritarle.

Ali agarró un vaso de plástico de la pila y se sirvió un poco de Gatorade. Luego se cambió de camisa, tiró su equipo en su bolso, dijo adiós a Cassie y las otras, y se dirigió hacia el estacionamiento auxiliar, donde se suponía que Jason estaría esperándola para llevarla. Sólo un Honda Civic, un autobús escolar al azar, y un Ford de un guardia estaban estacionados allí, los asientos de conductor vacío.

Se sentó en el borde de la fuente para esperar. Dos porristas cuyos nombres Ali no recordaba salieron de la escuela y se dirigieron a sus coches. Una estudiante de octavo grado quien siempre estaba en los anuncios matutinos de video estaba cerca de la asta de bandera, hablando por su teléfono celular. Y de pie junto a las puertas del gimnasio estaban Naomi Zeigler y Riley Wolfe. Levantaron la vista y la miraron fijamente al mismo tiempo, y luego se volvieron rápidamente.

El estómago de Ali se volteó. Había pasado un año y medio desde que había abandonado a Naomi y Riley sin una explicación, pero ella todavía se sentía incómoda en su presencia. Al principio, las dos chicas habían suplicado el perdón de Ali por lo que sea que hayan hecho—sólo querían ser amigas de nuevo. Se ofrecieron a hacer la tarea de Ali durante un año. Cualquier cosa de sus armarios que a ella le gustara, lo podría tener. Mencionaron un lugar llamado la Habitación Púrpura y algo llamado Skippies, lo cual era exactamente por qué Ali las había abandonado—no sabía de lo que estaban hablando. Ellas la habrían descubierto como la Ali Falsa tan rápido que habría vuelto a la Reserva en poco tiempo.

Su teléfono sonó, y ella saltó. Era un texto de Aria: ¿Quieres venir mañana por la noche? Mis padres van a una cita. Gabinete de licores, ¡allá vamos!

¡Sí y sí! Ali respondió.

 Guardo el teléfono en su bolsillo. De pronto, sintió ojos en su espalda de nuevo, y se le puso la piel de gallina. ¿Eran Naomi y Riley? Pero cuando se dio vuelta, era un chico de más o menos su edad, de pie, donde los árboles se juntaban con el estacionamiento. Ella no tenía ni idea de dónde había salido, y él la miraba con tanta intensidad que Ali se preocupaba de que pudiera leer sus pensamientos.

- Eres Alison, ¿no es así? -Gritó mientras se acercaba.

Ali miró. El chico era alto y delgado, marcado como los chicos que nadaban estilo mariposa en el competitivo equipo de año entero de Emily. Llevaba zapatillas de lona sin cordones, una camiseta negra ajustada y pantalones cortos. Su cabello castaño estaba en picos puntiagudos, y sus ojos eran de un tono aún más azul que el de ella. Tenían que ser lentes de contacto.

- ¿Alison? - Repitió cuando estuvo más cerca. Su voz era ronca y profunda.

- Uh, sí. - Dijo lentamente, poniendo un mechón de pelo tras la oreja. - ¿Y tú eres...?

Él miró asombrado. - ¿No me recuerdas?

Ali parpadeó. Había pasado un largo tiempo desde que no había podido responder a una pregunta como su hermana, y la hacía sentir mareada, dispersa, y transparente. - Refrescame la memoria. - Dijo, odiando sus palabras.

- Soy Nick Maxwell. - Él se sentó en el borde de la fuente y colocó sus manos en las rodillas, que estaban bronceadas y tenían poco pelo en ellas. - Del Campamento Ravenswood.

Eso explicaba por qué Ali no tenía idea de quién era. Su hermana había ido a ese campamento el verano después de quinto grado, unos meses antes del cambio. - ¡Por supuesto! - Dijo alegremente, esperando sonar convincente, aunque la sensación de mareo no desapareció. - ¿Cómo estás?

Nick se rió entre dientes.- Me has olvidado. ¿Supongo que escribes cosas sobre chicos en paredes de cabinas todo el tiempo?

- Yo... - Se sentía como si Ali se hubiera dejado caer en un país extranjero sin saber nada de su lengua. Había memorizado palabra por palabra el diario de su hermana, y no había habido ninguna mención de alguien llamado Nick en su diario. Tal vez le había preocupado que sus padres lo leyeran y lo mantuvo en secreto.

Nick agachó la cabeza. - Lo siento—probablemente no sabías que yo vi lo que escribiste. - Él tamborileó los dedos sobre el cemento. - Los consejeros me hicieron limpiarlo. Creo que pensaron que te hice  escribirlo o algo así. - Su mirada se volvió hacia ella, y él sonrió con aprecio. - Tal vez debería haberte prestado más atención en ese entonces. Realmente has crecido.

- Deberías haber prestado más atención. - Dijo Ali repitiendo su frase, las piezas lentamente se iban uniendo. ¿Ali había escrito algo desesperado en una pared sobre un chico hacia quien sentía una atracción no correspondida? ¿Este tipo realmente le dijo que no?

Ella se levantó y se subió la falda de hockey más arriba en sus muslos. De repente, ella realmente, realmente quería gustarle a Nick. Imagínate decirle eso a su hermana en el hospital. Tendría un aneurisma cerebral.

- Entonces, ¿qué pensaste de lo que escribí? - Susurró ella con coquetería.

Los ojos de Nick brillaron. - Bueno, fue muy halagador, obviamente. No todos los días un hombre lee un mensaje acerca de lo buen besador que es—sobre todo cuando una chica que nunca lo había besado lo escribió. Me preguntaba cómo pudiste saberlo.

- Oh, yo siempre he tenido un buen sentido sobre cómo besará la gente solo con mirarlos - Dijo Ali, mirando sus labios. Eran de color rosa y en forma de lazo.

- ¿En serio? - Nick sonrió.

- Síp.

Se quedaron así durante un momento, sonriéndose el uno al otro. Entonces Ali tomó su cámara. - ¿Puedo tomarte una foto?

- Sólo si me das tu número de teléfono a cambio. - Dijo Nick.

Ali le sacó una foto, a continuación, anotó su número de su celular en un trozo de papel arrancado de su cuaderno de matemáticas. Luego Nick se fue, se limitó a decir “Nos vemos luego, lindura.” Mientras él se iba lejos, Ali se sintió inquieta. ¿Por qué él no le había pedido nada? No la quería aún de la forma en que debería. Pensó en cómo había aprendido a hipnotizar a la gente hace poco, un juego que la hermana mayor de Matt le había enseñado una tarde. Contar desde cien hacia abajo, tocar a alguien en la frente, y luego decir que están en tu poder. Ali deseaba haber pódido probarlo ahora y hacer que Nick le pida una cita.

Entonces vio una figura familiar a través del campo de hockey. Era Ian Thomas, vestido con pantalones de color caqui y una remera de polo verde. Parecía una mezcla entre un chico de fraternidad y un jugador de golf, pero un chico ardiente era un chico ardiente. Tal vez había otra manera de poner a Nick en su poder.

Se puso a sí misma en su camino. Y, como buen peón, Ian sonrió cuando la vio. - ¡Hey Ali! - Gritó, agitado la mano.

Ali le lanzó un beso, y él en broma le lanzó otro de vuelta. Ni siquiera tenía que darse vuelta para saber que Nick se había detenido y estaba mirando.

Tal vez era mejor hipnotizadora de lo que pensaba.





[1] Jugadora Más Valiosa

Capítulo 4 | Capítulo 6

2 comentarios:

  1. cuando vas a subir mas? :( todos los dias entro y nada u.u

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    Respuestas
    1. consecuencias de ser estudiante responsable :(

      hago lo que puedo en mi tiempo libre, así que a penas tengo algo listo lo subo

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