miércoles, 28 de agosto de 2013

Burned - Capítulo 15: Una Imagen vale más que mil palabras

Traducción: Daniela
Corrección: Frío, Ade Rubiah


        La mañana del viernes, Aria y Noel estaban de pie en la cocina del barco en diferentes puestos de trabajo. En un intento por hacer algo juntos, se apuntaron para ser voluntarios en la cocina todo-natural, todo-orgánico. Claro que no sabían que serían asignados al turno de desayuno a las 6 A.M.

        Aria miró al bowl de Noel y frunció el ceño. - Creo que pusiste mucha harina en la masa - susurró, mirando a escondidas a Bette, la alta mujer que estaba a cargo de la cocina.

        La ceja de Noel se arrugó, y miró la receta laminada junto a él. - Decía doce tazas para este tamaño de tanda. Creo que eso es lo que hice.

        Aria movió la masa con un tenedor - Creo que se supone que debe ser más espesa. Está muy grumosa.

        Noel se rio - Tú eres grumosa.

        Hizo cosquillas a Aria, y ella lo abofeteó con un mitón del horno. Tenía que admitir que esto del desayuno de la madrugada era divertido: Eran los únicos chicos en la cocina, y había una estación romántica de guitarra clásica en la radio, y el aire se sentía fresco y limpio, sin ser tropicalmente húmedo. Cierto, Aria no se había dado cuenta que la mayoría de sus quehaceres de cocina incluirían manipular carne: retirar miles de tiras tocino de pavo de campo del freezer, freír grumosas salchichas de res alimentado con pasto, incluso lidiar con algo llamado  “Scrapple”, lo cual ella estaba convencida de que incluía hocicos de cerdo—no obstante hocicos de cerdo orgánicos. Pero incluso eso era un bajo costo que pagar a cambio de tiempo de calidad con Noel.

        Noel puso más leche en la masa - Hey, ya que estamos levantados temprano, deberíamos ir a dar un paseo por la playa. Podría mostrarte el rap que Mike y yo haremos en el show de talentos el Domingo - le dio un codazo.

        - ¡Eso sería genial! - Aria dijo, pero luego se mordió el labio, recordando. - Pero no puedo hoy. Prometí que jugaría en el mini golf con Graham esta mañana.

        - Oh - Noel miró su bowl - Está bien.

        Aria puso otra bandeja de tocino en la plancha. Chisporroteó fuertemente. - Lo lamento mucho. Si me hubieras invitado más temprano, podría haber reorganizado las cosas. - Habían cenado con un gran grupo de chicos la noche anterior. Aria y Noel apenas habían conversado.

        - Dije que está bien - Noel dijo rígidamente - Pero estás pasando mucho tiempo con ese tal Graham.

        Aria arrugó su nariz. ¿Ese tal Graham? Eso era algo que su mamá diría. - No es como si me gustara. Él es uno de esos chicos que se viste de armadura y va a justas.

        - Pero ¿ le gustas?

        Ella se rio. - Definitivamente no. Estoy tratando de hacer que le hable a la chica que le gusta, de hecho. Su anterior novia falleció, y es muy tímido para hablarle por sí mismo.

        Noel levantó la mirada, sorprendido. - ¿Cómo murió?

        Aria se mordió con fuerza el interior de su mejilla. - Um, no estoy segura.

        En realidad, tampoco debería haberle contado a sus amigas sobre Graham—no podían sacar de sus cabezas que Graham podría ser A. La tarde de ayer antes de la cena, cuando se juntaron para repasar su rutina de hula, Emily le había dicho que había visto a Graham merodeando por uno de los pasillos. Y Hanna, quien se había juntado con ellas a pesar de que ahora iba a hacer un acto con Naomi, remarcó que le parecía que Graham no tenía amigos en el crucero—él siempre se sienta solo en las comidas. - ¿Y si abordó por otras razones—como acecharnos?

        - Él no es A - Aria insistió. - Ni siquiera es como si su relación con Tabitha haya sido reciente.

        - Si, pero tu dijiste que le gustaba más de lo que a él le gustaba a ella - Hanna le recordó - Quizás pensó que ella era el amor de su vida o algo. Quizás él es uno de esos chicos locos que se muere por tomar venganza.

        - Ni siquiera lo conocen - Aria dijo defensivamente.

        - Sí, pero tú tampoco. - Hanna replicó.

        Ahora, se aclaró la garganta y miró a Noel - Solo siento que necesito ayudar al chico. Es divertido jugar al casamentero.

        Noel tomó un trago del mug de café que estaba junto a él - Siempre y cuando no juegues al casamentero y lo emparejes contigo. Podrías estar dándole falsas esperanzas sin siquiera saberlo.

        El tocino crepitó con fuerza - ¿No confías en mí? - Aria preguntó.

        - Por supuesto que sí - Noel dijo rápidamente. - Es solo...Pensé que el crucero sería diferente. No pensé que esta Eco Búsqueda tuya te tomaría tanto tiempo.

        Aria le apuntó con la espátula. - Tú eres  el que no quiso hacer la Eco Búsqueda conmigo. Tú eres el que insistió en surfear. Tú sabías que yo no podía hacer eso contigo. Tú sabes que no puedo nadar muy bien. Pero lo hiciste de todos modos.

        - ¡Tú dijiste que podía!

        - Y lo dije en serio - Aria dijo - Creo que es genial que estés divirtiéndote. Pero no me culpes a mí porque yo me esté divirtiendo.

        Los ojos de Noel se abrieron por completo. - Bueno. No diré nada. No te molestaré para nada.

        - Bueno. - Aria respondió, subiendo de nivel.

        Se volvió de vuelta al tocino. Noel revolvió su mezcla. Sus movimientos se volvieron tan forzados y vehementes que el exceso de harina se elevó en una nube y cubrió su cara con una delgada neblina blanca. Parpadeó con fuerza, pareciendo un mimo.

        Aria no pudo evitar reír. Luego de un momento, Noel se rio también. Negó con la cabeza y cuidadosamente la golpeó en el hombro. - Lo siento. Estoy siendo un idiota.

        - No, yo lo siento. - Aria dijo, agarrando una toalla de papel y limpiando la harina de su cara. - No quiero pelear. Quiero que nos divirtamos. Pero no deberías estar celoso por Graham, ¿está bien? Te amo a ti.

        Noel escupió harina de entre sus labios. - Sin embargo, ustedes dos son realmente artísticos. Probablemente tienen mucho en común.

        La boca de Aria se abrió de golpe. ¿En serio? Habían habido muchas veces en que ella se había sentido inferior estando cerca de Noel—él era tan rico, bello, y popular que a veces ella se sentía como la excéntrica Aria de sexto grado, la estúpida secuaz de Ali. Pero esta era la primera vez que él le había dicho que él no se sentía suficientemente bueno para ella.

        - Noel... - tocó su brazo. - Estás siendo ridículo. Lo prometo.

        - Está bien, - Noel dijo luego de un momento. - Es solo que realmente quería pasear hoy para poder darte esto.

        Se sacudió la harina de las manos y sacó un collar de oro de su bolsillo. Un pendiente giró lentamente en una cadena. Estaba deslustrado y un poco magullado, quizás antiguo, con un complejo y enroscado diseño en el frente.

        El medallón se veía vagamente familiar. - ¿Lo sacaste de una de esas caras joyerías en Old San Juan? - preguntó.

        Noel negó con la cabeza. - De hecho lo encontré en la playa en nuestro sitio de surf en Puerto Rico ayer. Casi lo pisé. Es como si estuviera destinado que fuera mío—o tuyo.

        - Es como un tesoro hundido - Aria susurró, dejando que Noel se lo ponga en su cuello. Lo miró. Tenía una inicial en el frente— ¿una I? ¿Una J? Era imposible de saber, ya que la letra casi se había desvanecido. El collar había tenido toda una vida antes que ella, toda una historia de la que nunca se enteraría.

        - Lo usaré siempre. - Le dijo a Noel, y puso sus brazos alrededor de él, sin importarle que estaba llenándose de harina a ella misma. Y luego, así de fácil, todo se sintió perfecto otra vez.


        Una hora después, Aria y Graham estaban de pie en la cancha verde de mini golf del barco. Técnicamente, se suponía que deberían estar discutiendo la próxima pista para la Eco Búsqueda del Tesoro—involucraba averiguar qué parte del barco estaba construida con el mayor porcentaje de materiales reciclados—pero sus miradas estaban en una chica doblada sobre un tee en el hoyo 5. Era Tori. Usaba una larga falda de campesina, una blusa azul acanalada, sandalias que tenían pequeñas joyas en cada tira, y una tobillera plateada, lo cual le daba una impresión a Aria tanto de bohemia como de Shakesperiana. Tori balanceó su palo de golf y cuidadosamente tocó la pelota azul de golf hacia la boca abierta del payaso, pero golpeó el riel y se devolvió a la rampa.

        - Así que he preguntado por ahí, y averigüé que Tori no tiene novio - Aria susurró en el oído de Graham - Estás totalmente listo.

        Las mejillas de Graham se enrojecieron - ¿Preguntaste sobre ella?

        - ¿De qué otro modo íbamos a averiguar lo que sea? - Aria tomó un palo de golf del rack - Ahora vamos. Vayamos al hoyo que está justo más atrás que ella. Luego quiero que halagues sus habilidades de jugar golf.

        - ¿Hablas en serio? - Graham se rio - Se ha pasado de meter la bola por la boca del payaso como seis veces.

        Aria lo miró. - ¿No sabes nada? Cuando es sobre coquetear, ¡mientes! ¡Dices lo que sea que te tome para hacer que las chicas se sientan geniales y especiales! - giró sus ojos en tono amistoso - ¡No tienes esperanza!

        - Apuesto que te preguntas cómo alguna vez tuve una novia, ¿huh? - Graham bromeó.

        Aria hizo un gesto con su mano, no queriendo hablar sobre Tabitha. - Lo hiciste genial con ella ayer en la playa - Graham había hablado con Tori por casi diez minutos antes de asustarse y volver a Aria, diciendo que tenía miedo de que se iban a quedar sin tema de conversación. - Parecía que le gustabas. Ahora solo tienes que sellar el pacto.

        Caminó hacia el hoyo junto al que Tori estaba jugando. Un pequeño molino giraba destartaladamente. La meta era meter la bola por un pequeño agujero al fondo. Cuando le pasó el palo de golf a Graham, él le sonrió agradecidamente. - Es realmente dulce de tu parte que hagas esto por mí.

        - Estoy agradecida de ayudar - Aria dijo, su confianza estaba renovada. ¿Cómo podían sus amigas pensar que Graham era A? Más allá del hecho de que no tenía sentido para nada, él era demasiado simpático. Esta mañana, ella lo buscó en su dormitorio, el cual estaba justo al final del de Noel, y Graham y su compañero de cuarto, Carson, estaban jugando videojuegos, riendo. Entonces, Graham le dio unas educadas gracias a la mucama que venía a limpiar su habitación. Los acechadores psicópatas no se llevaban bien con sus compañeros de cuarto ni agradecían al staff, ¿o sí?

        Tori finalmente se las arregló para meter la bola por la boca del payaso. Cuando sus amigas celebraron, Aria empujó a Graham hacia ella. - Uh, ¡Buena esa, Tori! - dijo un poco tenso.

        Tori miró, identificó a Graham, y sonrió. - Hey, Graham - Luego miró a su palo de golf. - Pero mientes. Soy un desastre.

        - Eres mejor que yo - Graham dijo tímidamente.

        Tori sonrió, luego caminó al próximo hoyo. Graham giró de vuelta a Aria, se veía desalentado. - ¿Ves? ¡No tengo esperanzas!

        - ¿De qué hablas? - Aria dijo - ¡Lo haces genial! - Ella recogió su palo de golf, el cual había apoyado contra el molino. - Sigámoslas. Quizás nos invitarán a jugar con ellas.

        - ¿No se va a ver muy obvio? - Graham susurró. -¡Ni siquiera jugamos en este hoyo!

        - ¿A quién le importa? - Aria corrió las puntas de sus dedos por la punta de la estructura del payaso cuando caminaron. - No es como si alguien se tomara esto en serio, de todas formas. - Miró a Tori mientras puso su bola en el tee y balanceó su palo de golf. - Ahora tienes que averiguar qué le interesa. Luego pretende que también te interesa eso.

        Le dio otro codazo, y Graham caminó hacia Tori otra vez. Él esperó hasta que ella terminó su lanzamiento—el cual, como siempre, no fue hacia ningún lugar cerca del hoyo—y aclaró su garganta. - ¿Te gustan, um, las Ferias Renacentistas?

        Aria se avergonzó y consideró abortar la operación. No quería que Graham imponga sus intereses en ella. Pero Tori se iluminó. - Solo he ido a una, pero fue genial. ¿Por qué?

        Graham sonrió. - Noté tu tobillera y pensé que la habrías comprado en este festival Renacentista afuera de Philly. Hay un chico allí que hace sus propias joyas de plata. Trabajé en el puesto junto al de él un verano.

        Tori se paró sobre la pequeña división que separaba la parte verde del golf de la cubierta y se acercó a Graham. - ¿Qué haces en el festival?

        - Hago unas cuantas cosas, pero en ese trabajo en particular ayudé a un tipo viejo a construir laúdes.

        - ¿Qué es un laúd?

        - Son pequeñas guitarras acústicas, pero suenan diferente. - Graham explicó. - Traje una a bordo, de hecho. Voy a tocar una canción de Death Cab for Cutie en el show de talentos.

        Tori levantó una ceja. - ¿En serio?

        Graham comenzó a responder, pero de repente el teléfono de Tori sonó. Lo miró y giró sus ojos - Es mi mamá. - dijo, levantándolo hacia su oreja - Me ha llamado, como, cada día desde que partimos.

        Tori caminó hacia la cascada en el hoyo 12. Graham se veía confundido. - ¿Ahora qué hago?

        - Nada - Aria lo guio de vuelta a la caseta de los palos de golf. - Ahora tienes algo para hablar la próxima vez que se vean. Y tu próxima tarea es invitarla a una cita.

        Una sonrisa nerviosa apareció lentamente en la cara de Graham. - Está bien. - golpeó el brazo de Aria. - ¿Qué habría hecho sin ti?

        - Sólo asegúrate de invitarme a la boda - Aria le dio un puñetazo de forma amistosa en el hombro a Graham. Luego, el teléfono de Aria vibró en su bolsillo. Aun sonriendo, lo sacó y miró a la pantalla. Dos nuevos mensajes multimedia.

        Sus dedos comenzaron a hormiguear, y levantó la mirada, sintiendo como si alguien estuviera mirando. Una sombra se escurrió tras el molino. Las puertas de la caseta de los palos de golf se cerraron ruidosamente. Algo se movió tras un enrejado. Pero cuando Aria miró mejor, no notó nada incorrecto.

        Presionó LEER. La primera imagen se cargó en la pantalla. El famoso techo terraza del Resort The Cliffs estaba nítidamente enfocado, cinco cabezas fácilmente visibles sobre la cima. La foto era borrosa, pero Aria pudo divisar sus brazos estirados. Tabitha, en su vestido amarillo, de pie junto a ella, a punto de venirse abajo.

        Cuando Aria presionó la flecha derecha, la siguiente foto apareció. Esta toma había sido tomada medio segundo después, capturando el momento en que Aria había empujado a Tabitha. Su cuerpo sobre el aire. Aria permanecía en la terraza, sus manos en sus caderas. Se veía como una asesina a sangre fría.

        - ¿Aria? - Graham estaba de pie tras ella. - ¿Todo está bien?

        Aria saltó y escondió la pantalla con su mano - Uh, todo está bien - mintió.

        Tocó el teclado para borrar ambas fotos, pero por alguna razón, no desaparecían. Cada vez que hacía click en su galería de fotos otra vez, allí estaban, al centro de la atención. Su corazón latía con fuerza. Solo tenerlas en su celular la hacía sentir como que había una ventana en su cabeza. Tenía que deshacerse de ellas.

        Su celular sonó otra vez. Un nuevo mensaje, decía una nueva alerta. Aria presionó LEER.

    ¿Y si un pequeño “pajarito” le mostrara estas a Graham—y a la policía? Yo puedo—y lo haré. —A



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios pasan por moderación así que no aparecen de inmediato :) (Para evitar spam y/o spoilers)

Recuerda suscribirte a tu comentario para recibir una notificación cuando alguien responde :)