viernes, 8 de febrero de 2013

Stunning - Capítulo 4: Un paseo por la tierra de los recuerdos




            La siguiente tarde, la madre de Emily Fields movió el manubrio del Volvo de su familia y salió de la Universidad de Lyndhurst, donde Emily acababa de competir en el encuentro de finales de natación del año. Las ventanas del auto estaban empañadas, y la mezcla de aromas a cloro, shampoo UltraSwim, y el latte de vainilla de la Sra. Fields flotaban en el aire.

            “Tu estilo mariposa se ve muy bien,” la Sra. Fields dijo efusivamente, palmeando la mano de Emily. “El equipo de la UNC estará emocionado de tenerte.”

            “Mm-hmm.” Emily corrió sus dedos por el interior afelpado de su chaqueta de natación. Ella sabía que debería estar emocionada por su beca de natación para la Universidad de North Carolina el próximo año, pero únicamente estaba aliviada de que esta temporada de natación se haya acabado. Estaba exhausta.

            Sacó su celular y chequeó la pantalla por la onceava vez ese día. No hay nuevos mensajes. Apagó su celular luego lo prendió otra vez, pero el buzón seguía en blanco. Hizo click en la aplicación para el horóscopo diario y leyó Tauro, su signo. Hoy brillarás en el trabajo, decía. Prepárate para las sorpresas que se vienen.

            Sorpresas… ¿Cómo buenas sorpresas o malas sorpresas? Toda una semana había pasado sin siquiera una nota del Nuevo A. Y no había habido amenazas, nada de burlas de lo que Emily y las otras habían hecho en Jamaica, nada de “tsk tsk” por creer que Kelsey Pierce, una chica que a Emily le había gustado, fuera la persona tras ellas. Pero la ausencia de A era incluso más espeluznante que una lluvia de mensajes sobre sus más oscuros secretos. Emily no podía evitar el imaginarse a A esperando y planeando un nuevo asalto, algo peligroso y devastador. Le temía a lo que podría ser.

            La madre de Emily se detuvo en un disco pare en un pequeño plan de viviendas. Modestas casas estaban enmarcadas por viejos robles, y había un aro de basquetbol al final de un pasaje sin salida. “Esta no es la ruta usual que usamos para ir a casa,” murmuró. Miró el GPS. “Me pregunto por qué esta cosa me envía a estos caminos.” Se encogió de hombros y siguió conduciendo. “Como sea, ¿has estado en contacto con alguna de las chicas del equipo de UNC? Sería bueno comenzar a conocerlas.”

            Emily corrió sus manos por su húmedo cabello rubio-rojizo. “Oh, sí. Debería hacerlo.”

            “Algunas de ellas viven en residencias ‘limpias’—tu sabes, donde fumar, el uso del alcohol, y la actividad sexual son mal vistos? Deberías solicitar una de sus habitaciones. No querrías perder tu beca de natación por pasar mucho en fiestas.”

            Emily evitó quejarse. Por supuesto que su súper-conservativa madre querría que ella viva como una monja en la universidad. A comienzos de esa semana, cuando se enteró de que Kelsey, la chica con la que ella se había estado juntando, tenía problemas con las drogas, interrogó a Emily imaginándose que Emily también usaba drogas. Emily estaba sorprendida de que su mamá no le haya pedido que orine en un frasco para un test de drogas.

            Mientras la Sra. Fields parloteaba sobre las residencias limpias, Emily cogió su celular otra vez y bajó por los mensajes anteriores que había recibido de A, terminando en el último:

            Busquen todo lo que quieran, perras. Pero NUNCA me encontrarán.

            Hundió su estómago. De cierta forma, ella casi deseaba que A simplemente exponga todo sobre ellas y acabe con esto—la culpa y mentiras eran muy horribles para soportarlas. También deseaba que A se revele como la persona que ella sabía que era—la Verdadera Ali. Sus amigas podrían no creerlo, pero Emily sabía en el fondo de sus huesos que Ali había sobrevivido al incendio en la casa en Poconos. Después de todo, Emily le había dejado un camino para escaparse a Ali, abriendo la puerta para ella antes de que la casa explote.

            Las piezas estaban comenzando a encajar. Ali y Tabitha estuvieron en la Reserva al mismo tiempo, y quizás eso era el por qué de que Tabitha actuado tan similar a Ali en Jamaica. Quizás las dos habían trabajado juntas de algún modo—quizás Ali se había puesto en contacto con Tabitha luego de escapar del incendio en Poconos. Quizás Ali incluso envió a Tabitha a Jamaica para arruinar la mente de las chicas y volverlas locas.

            Todo el asunto rompía el corazón de Emily. Ella sabía, lógicamente, que su atormentadora no era Su Ali, la chica que ella había adorado por años, con la que paso un montón de tiempo, y a quien besó en la casa del árbol de los DiLaurentis al final de séptimo grado. Pero no podía evitar afligirse por ese momento el año pasado cuando la Verdadera Ali volvió, se hizo pasar por Su Ali, y besó a Emily con tanta pasión. Parecía tan…genuina, no como una loca desalmada.

            “Sabes, podrías apuntarte para un lugar en la residencia limpia ahora,” la Sra. Fields decía mientras subía una cuesta junto a un gran patio de una escuela. Muchos adolescentes estaban sentados en los columpios, fumando cigarrillos. “Me encantaría tener esto terminado antes de que tu padre y yo vayamos fuera de la ciudad el Miércoles.” El Sr. y la Sra. Fields iban de viaje a Texas por el sexagésimo quinto aniversario de bodas de los abuelos de Emily, dejando a Emily sola en la casa por primera vez en su vida. “¿Quieres que llame a la oficina de vivienda estudiantil mañana y pregunte?”

            Emily se quejó. “Mamá, no sé si quiero—“

            Se desconcentró, de repente notando dónde estaban. SHIP LANE, decía un letrero verde de la calle. Adelante había un familiar rancho blanco pequeño con persianas verdes y un gran pórtico frontal. Era en ese mismo pórtico que ella y sus amigas habían dejado cierto asiento para bebé meses atrás.

            “Detente,” dijo.

            La Sra. Fields apretó el freno. “¿Qué ocurre?”

            El corazón de Emily latía tan rápido que estaba segura de que su mamá podía escuchar cada válvula abriéndose y cerrándose. Esta casa había aparecido en los sueños de Emily casi cada noche, pero se había prometido nunca volver a conducir por aquí otra vez. Parecía extra-raro que el GPS las haya guiado por aquí, casi como si el computador supiera que esta casa guardaba dolorosos recuerdos. O quizás, pensó temblorosamente, era alguien más quien sabía, alguien que de algún modo había programado el GPS.

            A.

            De todos modos, ahora que estaba aquí, no pudo alejar su mirada. El plato de perro que decía BIENVENIDOS GOLDEN RETRIEVERS        ya no estaba en el pórtico, pero la mecedora seguía allí. Los arbustos en el patio delantero se veían un poco demasiado crecidos, como que no habían sido podados en un tiempo. Las ventanas estaban oscuras, y había un montón de periódicos atados en el piso, una señal segura de que la familia estaba de vacaciones.

            Todo tipo de recuerdos volvieron a Emily, espontáneamente. Se vio a ella misma tambaleándose abajo del avión desde Jamaica, con nauseas y mareada y exhausta. Se había imaginado que solo era por algo que había comido en el resort, pero con el pasar del tiempo, los síntomas empeoraron. Apenas podía mantenerse despierta en clases. No podía retener la comida. Ciertas cosas, como el café, queso, y flores, olían horrible.

            Luego, una semana después, estaba cambiando de canal y pilló el final de un episodio de True Life en MTV sobre chicas que habían estado embarazadas en la secundaria. Una chica se había sentido mal por meses pero pensó que era mononucleosis; para cuando se hizo un test de embarazo, ya tenía cuatro meses. Mirándolo, una luz se prendió en el cerebro de Emily. Al día siguiente, condujo a una farmacia a unos cuantos pueblos de distancia de Rosewood y compró un test de embarazo. Asustada de que su madre pudiera encontrar la evidencia, se hizo el test en un frío, húmedo y oscuro baño en un parque local.

            Dio positivo.

            Se pasó los siguientes días con un aturdimiento horroroso, sintiéndose confundida y perdida. El padre tenía que ser Isaac, su solo y único novio de ese año. Pero ellos solo habían tenido sexo una vez. Ni siquiera estaba segura de que le gustaran los chicos. Y ¿qué rayos iba a decirles a sus padres sobre esto? Ellos nunca, jamás la perdonarían.

            Cuando su mente se aclaró, comenzó a hacer planes: Se escaparía a Philly ese verano y se quedaría con su hermana Carolyn, quien estaba haciendo un programa de verano en la Universidad de Temple. Usaría blazers y poleras anchas para ocultar que había ganado peso hasta que la escuela se termine. Vería a un doctor en la ciudad y le pagaría en efectivo para que sus citas no aparezcan en la cuenta de seguros de sus padres. Contactaría una agencia de adopciones y haría arreglos. E hizo todas esas cosas, así fue como conoció a los Bakers, quienes vivían en esa misma casa.

            Luego de que Emily llamó a Rebecca, la coordinadora de adopciones, y le dijo que había tomado la decisión, tomó el SEPTA hacia New Jersey para visitar a Derrick, su amigo de Poseidon’s, el restaurant de pescado en Philly donde ella trabajaba como mesera. Derrick era el único amigo en quien había confiado todo el verano, sus suaves ojos y sencillos modales la calmaban. Él fue su sabio consejero, su roca, y ella le contó casi todo sobre ella misma, desde su sufrimiento con A hasta su capricho con Maya St. Germain. A veces, Emily lamentaba que ella era la única que le contaba cosas—ella no sabía mucho sobre él—pero Derrick simplemente se encogía de hombros y decía que su vida era aburrida en comparación a la de ella.

            Derrick trabajaba como jardinero en una gran casa en Cherry Hill los fines de semana y le dijo a Emily que lo encuentre allí. Era el tipo de mansión con portón metálico, una casa para invitados en la parte de atrás, y una entrada de autos larga y serpenteante hecha de empedrado azul en vez de asfalto. Derrick dijo que los dueños no se molestarían si hablaban en el gazebo, y allí fue donde Emily le contó las noticias. Él escuchó pacientemente y la abrazó cuando terminó, lo cual la hizo llorar. Derrick era un enviado del señor—había aparecido justo cuando ella lo necesitaba, escuchando todos sus problemas.

            Mientras hablaban, la puerta trasera de la mansión, la cual miraba a un espléndido jardín con una grande y rectangular piscina, se abrió, y una alta mujer con corto cabello rubio y una larga y empinada nariz salió. Notó a Emily inmediatamente y la miró de los pies a la cabeza, desde su cabello con frizz hasta sus grandes senos y su enorme estómago. Un pequeño y atormentado chillido salió de su boca. Atravesó el patio y se acercó a Emily, mirándola con una expresión tan triste que hizo que el corazón de Emily se parta.

            “¿Cuánto tienes?” preguntó suavemente.

            Emily se encogió de miedo. Ya que era una adolescente, la mayoría de las personas desviaban sus ojos de su embarazo como si fuera un gran tumor. Era extraño escuchar que alguien suene tan realmente interesado. “Um, como siete meses y medio.”

            La mujer tenía lágrimas en sus ojos. “Eso es precioso. ¿Te sientes bien?”

            “Supongo.” Emily miró cautelosamente a Derrick, pero él solo se mordió su labio inferior.

            La mujer extendió su mano. “Soy Gayle. Esta es mi casa.”

            “Yo soy, eh, Heather,” Emily respondió. Era el nombre falso que le había dado a todos ese verano, excepto a Derrick. Heather incluso estaba en su chapa con nombre en el restaurant. La delgada, pre-embarazada Emily estaba por todo el internet, conectada a la historia de Alison DiLaurentis, y Emily ya se imaginaba un ítem sobre su embarazo ilícito en un blog de chismes local, seguido por una horrorificada llamada de sus padres.

            “Eres tan afortunada, Gayle murmuró, mirando amorosamente al estómago de Emily. Casi se veía como que quería acercarse y tocarlo. Luego, la sonrisa de Gayle se transformó en un ceño fruncido, y las lágrimas bajaron por sus mejillas. “Oh, dios,” dijo, luego se dio vuelta y corrió retorcidamente al interior de la casa, cerrando fuertemente la puerta.

            Emily y Derrick estuvieron en silencio por un momento, escuchando el sonido de una cortadora de pasto en la casa de al lado. “¿Hice algo para ponerla triste?” Emily preguntó preocupada. La mujer parecía tan frágil.

            Derrick rodó sus ojos. “Como sea. No te preocupes.”

            Así que Emily no se preocupó. Poco sabía de que unas pocas semanas después le estaría prometiendo su bebé a Gayle… y luego retractándose.

            Los furiosos mensajes que Gayle dejó el día que Emily puso al bebé en la entrada de los Bakers pasaron por su mente. Voy a encontrarte. Voy perseguirte. Afortunadamente, nunca lo hizo.

            “Emily, cariño, ¿estás bien?” La Sra. Fields preguntó, alejando los pensamientos de Emily.

            Emily se mordió fuertemente el interior de su mejilla. “Eh, conozco a la chica que vive aquí,” incómoda, sintiendo cómo sus mejillas aumentaban de temperatura. “Creí haberla visto en la ventana, pero supongo que no. Ya podemos irnos.”

            La Sra. Fields echó un vistazo al terreno. “Oh Dios, el pasto se ve horrible,” murmuró. “Nunca venderán esta casa con tanta maleza.”

            Emily entrecerró los ojos. “¿A qué te refieres con vender la casa?”

            “Está en venta. ¿Ves?”

            Apuntó a un letrero en el patio delantero. EN VENTA, decía, con una foto del agente inmobiliario y un número de teléfono. Un globo de exclamación en la parte superior derecha decía ¡ENTRÉGA RAPIDA! Y ¡DUEÑOS REUBICADOS! Y ¡COMPRELA AHORA! También había un anuncio de que harían un puertas abiertas el próximo sábado desde medio día hasta las cuatro.

            Un sentimiento de enfermedad pasó rápidamente por el cuerpo de Emily. Con solo saber que esa casa estaba ahí, que su bebé estaba cerca, la hacía sentir reconfortada y aliviada—podía cerrar sus ojos e imaginarse dónde estaba su bebé todo el tiempo. Pero los Bakers no estaban de vacaciones—se habían mudado.

            Su bebé se había ido.


Capítulo 3 | Capítulo 5

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios pasan por moderación así que no aparecen de inmediato :) (Para evitar spam y/o spoilers)

Recuerda suscribirte a tu comentario para recibir una notificación cuando alguien responde :)