Al día siguiente, el timbre sonó en
la clase de Historia del Arte, y todos los veintidós estudiantes se levantaron
en masa. “¡Lean el capítulo ocho para mañana!” La Sra. Kittinger decía tras
ellos.
Aria guardó sus libros en su mochila
y siguió a la multitud por la puerta. Tan pronto como estuvo en el pasillo, miró
su celular, el cual había estado pestañeando por toda la última hora. Nueva Alerta de Google para Tabitha Clark,
decía la pantalla.
Su estómago se revolvió. Había
estado siguiendo las noticias relacionadas con Tabitha, leyendo cuentas de
amigos despojados, parientes en duelo, y padres enojados protestando por los
viajes alcohólicos del receso de verano. Hoy, había otra historia en un
periódico. El encabezado decía PADRE DE ADOLESCENTE MUERTA EN EL RECESO DE
VERANO DEMANDA
AL RESORT JAMAIQUINO QUE LE SIRVIÓ
ALCOHOL A SU HIJA.
Cliqueó en el link. Había una foto
del padre de Tabitha, Kenneth Clark, un alto hombre con gafas, quien era un magnate
de las industrias. Él quería castigar duramente el alcoholismo en adolescentes
y castigar a los bares que servían a los bebedores menores de edad. “Me
gustaría saber cuál era su nivel de alcohol en la sangre cuando falleció,”
dijo. También había una cita de Graham Pratt, quien era el novio de Tabitha
cuando ella murió. “Creo que es muy posible que el resort The Cliffs le haya
servido, a pesar de que estaba notoriamente borracha.”
Wow. ¿Y si la familia y amigos de
Tabitha de algún modo se enteraban de que Tabitha no había muerto por sobredosis de alcohol? La garganta de Aria se
sentía seca, y su corazón comenzó a latir fuertemente. Era suficientemente
difícil pasar un día sin pensar en la chica nocente cayendo a su muerte—ella
apenas dormía por las noches, y no estaba comiendo mucho. Pero si padre de
Tabitha se enteraba, si la policía lo conectaba con ellas, si las vidas de las
amigas de Aria estaban arruinadas por algo que técnicamente ella hizo… Bueno, ella no sabría cómo seguir con su vida.
“¿Aria?”
Aria se dio vuelta y vio a Emily
tras ella. Estaba usando una chaqueta del equipo de natación de Rosewood, jeans
ajustados negros, y su redonda, plácida, y pecosa cara era de curiosidad.
“Um, hola.” Aria guardó su teléfono
en su bolsillo. No tenía sentido mostrarle esto a Emily y preocuparla por algo
que probablemente no era nada. “¿Qué ocurre?”
“Me preguntaba si vas a ir al encuentro
en el ayuntamiento del papá de Hanna el Martes.” Emily se corrió del camino
mientras algunas personas del equipo de natación pasaron. “Ella me preguntó si
yo iría.”
“Sip.” Aria ya le había dicho a
Hanna que ella asistiría a los eventos políticos de su padre. “¿Nos sentamos
juntas?”
“Eso sería bueno.” Emily le sonrió llorosamente
a Aria, y Aria reconoció esa sonrisa inmediatamente. Atrás, cuando eran parte
del grupo de Ali, Aria había apodado la sonrisa de Igor de Emily. La había
visto en la cara de Emily un montón desde que Su Ali desapareció.
“¿Qué pasa, Em?” Aria dijo
suavemente.
Emily miró sus zapatillas New
Balance color gris. Tras ella, un grupo de chicos de segundo año se empujaban
jugueteando. Kirsten Cullen miró la vitrina de los trofeos, arreglándose el
brillo labial. “Pasé junto a esa casa en Ship Lane ayer,” Emily dijo
finalmente.
Aria parpadeó, recordando el
significado de Ship Lane. “¿Cómo fue?”
Emily tragó saliva. “Había un
letrero de SE VENDE en el jardín, y la casa parecía vacía. Se mudaron.” Su mandíbula temblaba como si
fuera a llorar.
“Oh, Em.” Aria puso sus brazos
alrededor de su amiga. Las palabras no podían describir lo shoqueada que se
sintió el verano pasado cuando Emily le dijo que estaba embarazada. Llamó de la
nada a Aria y le rogó que no le diga a las otras. Lo tengo bajo control, dijo.
He escogido una familia para el bebé cuando nazca. Solo tenía que decírselo a
alguien.
“Desearía saber por qué se fueron,”
Emily murmuró.
“Tiene sentido, ¿no crees?” Aria
preguntó. “Quiero decir, ellos de la nada tuvieron un bebé. Probablemente
parecía extraño para los vecinos. Quizás se mudaron para evitar preguntas.”
Emily lo consideró. “¿A dónde crees
que fueron?”
“¿Por qué no tratamos de averiguar?”
Aria sugirió. “Quizás el corredor de propiedades sabe.”
Los ojos de Emily se iluminaron. “El
letrero de SE VENDE decía que había un puertas abiertas este fin de semana.”
“Si quieres compañía, iré contigo.”
Aria se ofreció.
“¿En serio?” Emily parecía aliviada
“Por supuesto.”
“Gracias.” Emily puso sus brazos
alrededor de Aria otra vez y la apretujó fuertemente. Aria también la abrazó,
afortunadamente eran unidas otra vez. Habían pasado tanto tiempo evitándose
entre sí, avergonzadas por los secretos que compartían, pero no les hizo muy
bien. Era mejor luchar contra A juntas. Además, Aria extrañaba tener buenas
amigas.
El celular de Aria sonó, y Emily se
fue, diciendo que tenía que ir a clases. Mientras pasaba por el pasillo, Aria
miró a la pantalla y frunció el ceño. Llamada
de Meredith. Era inusual que la prometida de su padre la llame.
“¿Aria?” Meredith dijo cuando Aria
contestó. “Oh mi dios, estoy tan agradecida de pillarte,” De fondo, la hija de
Meredith y Byron estaba lloriqueando. También había sonidos de frascos chocando
y vidrios destrozándose. “Realmente necesito tu ayuda,” continuó. “Quiero
recrear este plato de pasta tan impresionante que comimos en un restaurant
Italiano en Philly para tu padre esta noche, pero acabo de ir a Fresh Fields, y
no les queda tatsoi. El Fresh Fields de Bryn Mawr tiene, pero no puedo ir
ahora—Lola está súper mimosa y no quiero empeorarlo llevándola en público.
¿Puedes ir por mi después de la escuela?”
Aria se apoyó en la pared y miró
ausentemente a un poster recordándole a los de ultimo año que se inscriban para
al excursiones por la orilla de la playa en el Eco Crucero. “¿No puedes hacerlo
mañana?” Bryn Mawr no quedaba exactamente cerca.
“De verdad lo necesito esta noche.”
“¿Por qué?” Aria preguntó. “¿Byron
tiene visitas de profesores o algo?”
Meredith hizo un sonido de incomodidad.
“Olvídalo. No importa.”
Ahora Aria estaba curiosa. “En
serio. ¿Cuál es la ocasión?”
Otra larga pausa. Meredith suspiró.
“Está bien, es el aniversario de nuestro primer beso.”
Aria sintió nauseas. “Oh,” dijo rencorosamente.
Sus padres aun estaban casados cuando Byron y Meredith se dieron su primer
beso.
“¡Tu preguntaste!” Meredith
protestó. “¡Yo no quería decirte!”
Aria puso su mano desocupada en el
bolsillo de su blazer. Si Meredith realmente quería ocultárselo, entonces ¿por
qué llamó a Aria en primer lugar?
“¿Aria?” La voz de Meredith sonó por
el teléfono. “¿Estás ahí? Mira, lo siento por decírtelo. Pero de verdad necesito tu ayuda. ¿Puedes hacer esto
por mi solo esta vez?”
Lola comenzó a llorar aún más
fuerte, y Aria cerró sus ojos. A pesar de que ella no apoyaba este aniversario,
mientras más estresada estuviera Meredith, mas sufriría Lola. Decirle que no
probablemente iría a Byron también, y jamás vería el final de esto.
“Está bien,” dijo mientras sonaba el
segundo timbre. “Pero tienes que decirme qué es el tatsoi.”
Unas cuantas horas después, Aria
entró al Fresh Fields de Bryn Mawr. La ciudad estaba a unas diez millas de
distancia, tenía una pequeña y liberal universidad de las artes, un teatro de
arte que producía innovadoras obras, y un viejo hostal con un letrero que decía
GEORGE WASHINGTON DURMIÓ AQUÍ. Los autos en el estacionamiento del negocio
estaban tapados de stickers suplicando a la gente para que SALVE A LAS
BALLENAS, VUELVETE VERDE, VIVE EN PAZ, y MATA TU TELEVISOR.
Luego de pasar por las puertas automáticas
del negocio y entre al menos treinta barriles de aceitunas, se dirigió hacia la
sección verde del departamento de producción. Aparentemente, el tatsoi era como
la espinaca. Por qué Meredith no podía simplemente usar espinaca para la estúpida cena de
vamos-a-celebrar-nuestra-aventura estaba más allá de sus conocimientos.
Todo el asunto ponía delicada a
Aria. Ella había sido la que pilló a Byron y a Meredith besándose en un callejón
en séptimo grado. Byron le rogó que no le diga nada a Ella, y a pesar de que
Aria quería decirle, ella pensó que guardando el secreto de su papá, sus padres
seguirían juntos.
Por mucho tiempo, Su Ali fue la
única que sabía sobre los coqueteos de su papá, y Aria deseaba que no lo
supiera. Ali solía molestarla con eso todo el tiempo, preguntándole si Byron
había tenido aventuras con otras chicas también. Cuando Ali desapareció Aria en
parte se sintió aliviada—al menos ya no la podía molestar con el secreto. Pero
eso era guardar el secreto ella sola también. Trató de enterrarlo
profundamente, diciéndose a ella misma que estaba haciendo un sacrificio por su
familia. De todos modos, al final su sacrificio no importó. A reveló la
aventura a Ella, y sus padres se separaron.
Aria pasó una balanza colgando y la
tocó suavemente con sus dedos. Quizás no valía la pena lamentarse por esto. No
era como que Byron y Ella fueran la pareja perfecta tampoco, incluso mucho
antes de Meredith. Ellos no eran para nada como, digamos, los padres de Noel.
Nada como que Aria quería que fueran ella y Noel.
Pasó un montón de protuberantes berenjenas,
moradas oscuras y grandes y fragantes tarros de albahaca Tailandesa y menta de
manzana, y una muestra de acelga salteada Suiza de una mujer con un delantal de
Fresh Fields. Al final del pasillo, había un pequeño tarro lleno de cosas
verdes marcado TATSOI. Aria tomó una bolsa plástica del dispensador y comenzó a
llenarla. Por el rabillo de su ojo, notó a una mujer junto a los tomates reliquia.
Usaba un vestido estilo Pucci con un estampado de remolino, y piel bronceada,
cejas abundantes, y un montón de maquillaje. Había algo en ella que hacía que
Aria recuerde al papá de Noel. Esta mujer podría ser su hermana.
Cuando Aria se acercó, considerando
preguntarle de dónde sacó ese vestido—Ella lo hubiera amado—la mujer de dio
vuelta, revelando más de su cara. Algo de repente se puso agrio al interior de
Aria, y se fue por la esquina. Luego de un momento, miró a escondidas la cara
de la mujer y suspiró de asombro.
La mujer no era la hermana del Sr.
Kahn. Ella era el Sr. Kahn.
geniaa,gracias por subilos...ojala sigas.:D
ResponderBorrarsi seguiré :)
BorrarOH ME LO CREO. EL SEÑOR ES TRAVESTI O QUE O:
ResponderBorrarasi es :O
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