martes, 15 de enero de 2013

Ruthless - Capítulo 31: Emily sigue su corazón.


“¿Kelsey?” Emily pasó entre la multitud, la cual se había puesto aun mas grande ya que la fiesta había comenzado una hora atrás. Cuando dio la vuelta en un rincón en uno de los comedores más pequeños, todos estaban amontonados en un denso grupo, murmurando y mirando como si algo acabara de ocurrir. Naomi, Riley, Kate y Klaudia susurraban calurosamente. Un bello chico de cabello oscuro estaba con ellas, y Emily tuvo que mirar dos veces. ¿Era ese el Sr. Fitz, el antiguo profesor de inglés?

Emily había perdido de vista a Kelsey tan pronto como salió del baño, y no había podido encontrarla desde entonces. ¿Estaría Kelsey enojada con Emily por saber lo que Spencer lo había hecho y no habérselo dicho?

Emily se apresuró pasando junto a un gran poster de los retratos de Beau y Spencer como Macbeth y Lady Macbeth, y una punzada de remordimiento dio vueltas por sus entrañas. Spencer. En algún momento, Emily había sido fieramente leal a sus amigas—por eso era que Su Ali solía llamarla “Asesina.” Spencer le había dicho cosas terribles, pero, ¿eso de verdad justificaba que Emily haya contado su secreto a su enemiga? De repente, un recuerdo volvió a su mente: Una noche el verano pasado, luego de salir del trabajo en Poseidón, se había bajado del tren subterráneo y vio a Spencer en la esquina de la calle, hablando con un chico que usaba una boina negra.

“Phineas, tienes que conseguirme más,” Spencer rogaba.

El chico, Phineas, solo se encogió de hombros. Emily había tratado de mirarlo muy bien—Spencer lo había mencionado incontables veces—pero él estaba de pie en las sombras, sus hombros encogidos. Dijo algo que Emily no pudo oír.

“Desearía que no me hubieras metido en esto, en primer lugar,” Spencer dijo. “Me ha arruinado.”

Phineas levantó sus manos, sin nada que hacer. Cuando los hombros de Spencer comenzaron a temblar, él no la reconfortó.

Emily pasó por la esquina atónita. Spencer parecía tan…débil. Abrumada. En problemas. Emily sabia que debería hacer algo, hacer que Spencer sepa que ella estaba allí, abrazar a Spencer y ayudarla, pero todo lo que pudo pensar era en su escandaloso estómago de embarazada. No quería que Spencer la viera. Era demasiado horripilante.

Ahora, esa reacción se sentía ridícula. Spencer al final se enteró de la condición de Emily—ella, junto a sus otros amigos, la ayudaron cuando más los necesito. Si Emily hubiera ido a Spencer en ese momento, ¿Habría sido arrestada? ¿Habría ido Kelsey al centro de detención juvenil? ¿Podría Emily haber prevenido la horrible trayectoria?

De repente, la cara de Aria apareció a su vista, sacando a Emily de sus pensamientos. “Te he estado buscando. ¿Dónde has estado?”

Emily hizo un gesto vago. “por ahí. Escucha, ¿has visto a…” estaba a punto de decir Kelsey pero se detuvo. “…Spencer?”

Una mirada extraña se formó en la cara de Aria. “¿No viste lo que ocurrió?”

Emily miró a la multitud alterada otra vez. “No…”

“Yo vi el final de lo que paso.” Los ojos de Aria estaban muy abiertos. “Pero Spencer se volvió loca. Atacó a alguien. Creo que era la chica de la que está convencida que es A—Kelsey. Ella está aquí.”

“Oh dios mío.” Era por lo que Emily dijo sobre Spencer—Emily lo sabía. “¿Hay alguien herido?”

Aria negó con la cabeza. “Pero necesitamos encontrar a Spencer. Quizás tenía una buena razón para tirarse en su contra de esa manera.”

Emily miró a su alrededor otra vez. De repente, vio una chica pelirroja cerca de la puerta, recibiendo su chaqueta de la chica de la custodia. Kelsey.

Tocó el brazo de Aria. “Vuelvo enseguida.”

Aria frunció el ceño. “¿A dónde vas?”

“Será solo un segundo.” Emily maniobró extrañamente entre la multitud de chicos. Para cuando llegó a Kelsey, la mano de Kelsey estaba en la puerta frontal. “¿Te vas?” Emily dijo sin aliento.

Kelsey se dio vuelta y dio a Emily una mirada exhausta, casi perpleja, como si no pudiera saber exactamente quién era Emily. Sus labios estaban partidos y sus ojos saltones de manera extraña. “Uh, si. Supongo que las fiestas de elenco no son lo mío.”

“¿Ocurrió algo?” La voz de Emily subió de tono. “¿Hablaste con Spencer? ¿No estás enojada conmigo, o si? ¿Por saber? ¿Por no decirte nada? No sabía cómo decírtelo, pero debí haberlo hecho.”

Los labios de Kelsey se separaron. Un músculo en su mejilla tiritó violentamente. A pesar de que hacía frio en el área de la custodia, gotas de sudor se habían formado en su frente. Sin más palabras, se dio vuelta y salió por la puerta hacia el estacionamiento.

“¿A dónde vas?” Emily la siguió.

“A ningún lugar excepto aquí” Kelsey se detuvo junto a su auto y le quitó el pestillo con dos agudos sonidos. Apuntó al lado del copiloto. “Si quieres venir, entra.”

Emily dejó salir un largo, y aliviado suspiro. Miro de vuelta al restaurant, preguntándose si debería decirle a Aria a donde iba. Pero Aria estaba buscando a Spencer, y Emily dudaba que Spencer quisiera verla ahora mismo. Emily no estaba segura de que ella estuviera lista para ver a Spencer tampoco.

“Voy,” Emily dijo. Abrió la puerta y se deslizó sobre el asiento.

Kelsey le hizo a Emily una rápida y temblorosa sonrisa. “Bien,” susurró, y luego partió el auto en la oscura noche.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios pasan por moderación así que no aparecen de inmediato :) (Para evitar spam y/o spoilers)

Recuerda suscribirte a tu comentario para recibir una notificación cuando alguien responde :)