lunes, 5 de noviembre de 2012

Ruthless - Capítulo 6: Una estrella Caída


            Traducción: Daniela
Corrección: Daniela

A la mañana siguiente, Spencer se sentó al borde de una silla de terciopelo verde en el auditorio de Rosewood Day. En sus manos había una copia andrajosa de Macbeth de William Shakespeare con todas las líneas de Lady Macbeth, el personaje que ella interpretaba en la producción del club de teatro Honores, destacadas con marcador rosado. Cuando hojeó nerviosamente la primera escena, Pierre Castle, el nuevo profesor y director del club de teatro Honores, chasqueó los dedos.

"¡Bien! ¡Lady M, arriba del escenario!" Pierre, quien insistía en que los alumnos lo llamen por su primer nombre, se oponía a pronunciar el nombre Macbeth, con miedo a una maldición de siglos de antigüedad—aparentemente, aquellos que se atrevieron a decirlo en voz alta, habían sucumbido a fiebres mortales, sufrido severas quemaduras, soportado punzadas, y sido asaltados. Hoy era la primera aparición de Pierre como director, y había comenzado llamando la producción "La obra Escocesa" y llamando a Macbeth y a Lady Macbeth por sus iniciales, lo cual confundía a la mayoría de los principiantes. Pierre había sido llamado para reemplazar cuando Christophe, el venerable antiguo profesor-director de la escuela se mudó a Italia con su novio. De todos modos, todos decían que Pierre había sido un acierto. Había sido dramaturgo de una producción de Cymbeline en Philly, y de unas cuantas Shakespeares en las temporadas de parque en Nueva York.

Poniendo el libreto bajo su mano, Spencer subió por las escaleras, sus rodillas tambaleándose. La noche anterior, había dado vueltas en la cama y girado hasta altas horas de la madrugada, tratando de entender como la horrible mezcla de admisiones a Princeton había ocurrido. A las 2 A.M. se quitó las frazadas y miró la carta nuevamente, con la esperanza de que no fuera real. Pero cuando buscó a Bettina Bloom en el sitio web de Princeton, allí estaba, Presidenta del comité de admisiones, se veía petulante en su foto.

Era absurdo que hubiera otro Spencer Hastings de grandes logros en el mundo. Spencer también había acechado por Google a Spencer F., como había comenzado a llamarlo. Aparentemente, Spencer Francis Hastings había postulado para alcalde en Darien, Connecticut, a los 16 años y casi ganó. En su perfil de Facebook presumía sobre navegar alrededor del mundo con su papá el verano pasado y había sido un corredor por el premio a la ciencia de Westinghouse en décimo grado. Rodas las fotos de su página mostraban a un tipo bello quien parecía ser extremadamente educado con las señoras, pero que tenía seis novias en todo momento. Cuando Spencer F. recibió la misma carta de Princeton que Spencer había recibido, probablemente se había encogido de hombros y contactado a algún dignatario extranjero o algún director de Hollywood que era su mejor amigo y les había pedido que hagan una llamada con palabras contundentes a la mesa de admisión.

Esto no era justo. Spencer había trabajado mucho, muy duramente para entrar a Princeton. También había hecho cosas horribles para asegurar su lugar, incluyendo arruinar el futuro de Kelsey el verano pasado. Tenía que ser la Spencer que sería admitida.

Pero mientras Spencer quizás no había postulado para alcalde, sí que había actuado. Había aparecido como la protagonista en cada obra que la escuela ponía, comenzando con su papel en La Pequeña Gallina Roja en primer grado. Desde ahí, venció a Ali—verdaderamente Courtney—en el papel de Laura en la producción de séptimo grado de La Colección de Animales de Vidrio, impresionando incluso a los de décimo grado por su madurez y fragilidad. En octavo grado, luego de que Ali desapareció o mejor dicho, luego de que la Verdadera Ali la mató— actuó de Mary en El viaje del Largo Día hacia la Noche, recibiendo ovaciones de pie. Hamlet del año pasado era la única producción en la que no había aparecido, y era porque había sido expulsada de todas las actividades de la escuela por haber plagiado el ensayo de la Orquídea de Oro de su hermana. Era en realidad un regalo divino que Rosewood Day haya puesto Macbeth este año y que Spencer sea Lady Macbeth—era un papel desafiante, uno con el cual la mesa de admisiones de Princeton estaría muy impresionada. Podría ser suficiente para darle un final a Spencer F.

Las tablas del piso en el escenario crujieron bajo las zapatillas de ballet color gris militar de J. Crew de Spencer. Pierre, quien estaba vestido con un atuendo completamente negro y usaba algo que parecía sospechosamente delineador para hombres, golpeó un lápiz dorado de Mont Blanc contra sus labios. "Vamos a practicar tu escena de sonámbula, Lady M. ¿Pasaste por eso con Christophe?"

"Por supuesto," Spencer mintió. De hecho, Christophe había estado tan ocupado con sus planes de mudanza que había asumido que Spencer sabía sus líneas y no necesitaba practicar

La mirada de Pierre se dirigió al libreto en las manos de Spencer. "¿Aun usas eso? ¡La presentación es en menos de dos semanas!

"Ya casi me sé todas mis líneas," Spencer protestó, a pesar de que no era exactamente la verdad.

Oyó una risilla a la izquierda. "Definitivamente entraría al club de teatro de Yale," alguien dijo en voz baja.

Spencer se dio vuelta. La voz pertenecía a Beau Braswell, otro estudiante de trasplante en Rosewood Day y el coprotagonista de Spencer, Macbeth. "¿Pardon?" Spencer demandó.

Beau cerró los labios. "Nada."

Ugh. Spencer volvió a darse vuelta y se arremangó el blazer de Rosewood Day. Beau se había mudado aquí desde Los Ángeles, y con sus grandes pómulos, cabello largo y oscuro, apariencia intencionalmente de chico malo, y con su apaleada motocicleta de India, rápidamente se convirtió en EL chico del club de teatro Honores. Para toda chica excepto Spencer, eso era. El mes pasado, cuando todas las admisiones adelantadas de las universidades fueron publicadas, el casualmente mencionó que había entrado al programa de teatro de Yale. Si "casualmente mencionar" se refiere a hablar ostentosamente sobre eso Cada. Día. La referencia a Yale picaba especialmente hoy, ahora que el futuro de Spencer era tan precario.

"Muy bien," Pierre golpeó su lápiz contra el libreto, y Spencer sobresaltó. "Comencemos desde el comienzo de la escena. ¿Doctor? ¿Dama?" Miró a Mike Montgomery y a Colleen Lowry, quienes estaban en la escena también. "Están observando el dilema de Lady M desde el costado. Y... ¡acción!"

Mike, actuando como el doctor de Lady Macbeth, miró a Collen, la sirvienta de Lady Macbeth, y le preguntó cuánto había pasado desde la primera vez que Lady Macbeth fue sonámbula por primera vez. Colleen respondió que aparentemente Lady Macbeth se levantó en medio de la noche, escribió algo en un trozo de papel, y luego sellaba los secretos fuertemente.

Luego Pierre se acercó a Spencer, y ella entró en la escena y comenzó a rascarse las manos febrilmente. "Aquí hay una mancha," dijo pasionalmente, tratando de sonar como una mujer loca quien estaba arruinada por la culpa de haber matado al rey.

"¡Atención! ¡Habla!" recitó Mike

"¡Fuera maldita mancha! ¡Fuera te dije!" Spencer dijo. Miró el libreto y dijo unas cuantas líneas más. Cuando llegó a la parte sobre cómo aun podía sentir el olor de la sangre del rey en su piel, Pierre soltó un suspiro"

"¡Corte!" gritó. "Necesito más emoción de ti, Spencer. Más culpa. Todos tus malos actos te están atormentando, provocándote pesadillas y ver sangre en tus manos. Trata de imaginarte lo que realmente se siente el asesinar a alguien."

No sabes ni la mitad de eso, Spencer pensó con un escalofrío, pensando instantáneamente en Tabitha. ¿Y si el comité de admisiones de Princeton de algún modo se enteraba? ¿Y si A les decía? hizo un gesto de dolor y cerró los ojos mientras la escena continuaba.

"¿Spencer?" Pierre irrumpió.

Spencer saltó. Unas cuantas líneas habían pasado y ella no lo había notado, y ahora el director la estaba mirando fijamente. "Um, lo siento, ¿Dónde estábamos?"

Pierre parecía molesto. "Mike, ¿puedes repetir tu línea?"
             
"Este mal está más allá de mi práctica, pero sé de algunos que caminaron en sus sueños y murieron sagradamente en sus camas," Mike dijo.

Spencer miró el libreto. "Lava tus manos, ponte tu camisola de dormir..."

Pero mientras decía esas palabras, sus pensamientos se desviaron otra vez. ¿Y si Princeton se enteraba de algún modo lo que pasó con Kelsey el verano pasado? La policía dijo que no pondrían el arresto en su expediente permanente, pero quizás Princeton se había enterado de otro modo.

Esa noche de verano de Junio cuando conoció a Kelsey pasó por su mente. Había sido en un bar llamado McGillicuddy's en el campus de la Universidad de Pennsylvania. El piso estaba pegajoso con cerveza, había un partido de los Phillies en la TV de pantalla plana, y los barman estaban ordenando tragos de colores neón en la barra. La habitación estaba llena de alumnos de verano, la mayoría menores de edad. Spencer estaba de pie junto a un chico llamado Phineas O'Connell, quien se sentaba tras ella en Química avanzada III

"¿Estas tomando cuatro Avanzados en seis semanas?" Phineas le preguntó  por sobre una caña de Guinness. Él era lindo de cierto modo, con su estilo de cabello en capas, usando remeras vintage, y su estilo Justin-Bieber-se-vuelve-emo. "¿Estás loca?"

Spencer se encogió de hombros despreocupadamente, pretendiendo que ella no estaba asustada con la sobrecarga brutal de cursos. Cuando recibió sus notas de final de año en Rosewood Day, había obtenido tres Bs en el año—y bajado a la 27 en el ranking de la clase. Eso simplemente no podía ser. Tomar—y sacar Ases en—cuatro Avanzados era lo único que podría salvar su promedio de notas y llevarla a una universidad prestigiosa.

"Yo estoy tomando cuatro Avanzados también," dijo una voz. 

Tras ellos estaba una chica de talla pequeña con cabello color canela-rojiza y brillantes ojos verdes que Spencer había visto por ahí en las residencias de Penn. Usaba una remera desteñida de St. Agnes, una arrogante escuela privada cerca de Rosewood, y un par de sandalias espadrille color avena de Marc Jacobs que acababan de llegar a las tiendas. Spencer estaba usando exactamente los mismos zapatos, solo que en azul.

Spencer sonrió en conmiseración. "Es bueno conocer a alguien tan loco como yo."

"Yo creo que necesito clonarme a mí misma para hacer todo el trabajo." La chica rio. "Y asesinar a la chica que vive junto a mí. Escucha canciones de Glee sin parar—y las canta." Puso su dedo en su sien e hizo un sonido de pow, simulando una pistola.

"No necesitas clonarte—o cambiar de habitación." Phineas giraba un anillo de graduación color verde en su dedo. "Si ustedes chicas están hablando en serio sobre sacar A en cuatro Avanzados, conozco algo que las ayudará."

Spencer puso sus manos en sus caderas. "Yo hablo en serio. Haré lo que sea necesario."

Phineas miró a la otra chica. "Hablo en serio también," dijo luego de una pausa.

"Bien, entonces, vengan."

Phineas tomó los brazos de Spencer y de la otra chica y las guio a la parte trasera del bar. Mientras caminaban, la chica miró a Spencer. "¿Te conozco? Me pareces muy familiar."

Spencer rechinó sus dientes. Probablemente era porque había estado en todas las noticias y en la revista People como una de las chicas que habían sido atormentadas por su vieja, presuntamente muerta mejor amiga. "Spencer Hastings," dijo en una voz entrecortada.

La chica se detuvo, luego asintió rápidamente. "Soy Kelsey, por cierto, amo tus zapatos. ¿Estás en la lista secreta de compradores de Saks también?"

"Por supuesto," dijo Spencer.

Kelsey chocó la cadera de Spencer. Y eso fue todo lo que dijo. Spencer quería besarla por no sacar el tema de Alison DiLaurentis, intercambio de gemelas, o cierto mensajero llamado A.

"¿Lady M?" una voz aguda dijo. Pierre parecía como que su cabeza estaba a punto de explotar.

"Uh..."Spencer miró a su alrededor. Mike y Colleen habían salido del escenario. ¿Ya había terminado la escena?

Pierre echó a Spencer hacia los asientos. "¿Brujas? ¡Ustedes vienen!"

Las brujas, quienes eran actuadas por la hermanastra de Hanna, Kate Randall, Naomi Zeigler, y Riley Wolfe, salieron de una sesión de manicura improvisada en la parte trasera del Auditorio

"Hey, Beau," Riley dijo mientras subían al escenario, pestañeando sus pálidas, cortas, y gruesas pestañas hacia él.

"Hey," Beau dijo, dándole a cada una de las chicas una mirada ganadora. "¿Listas para reír y lanzar hechizos mágicos, brujas?"

"Por supuesto," Naomi rio, poniendo un mechón de rubio cabello detrás de su oreja.

"Desearía poder realmente lanzar hechizos mágicos," Riley dijo. "Haría que Pierre me ponga en el papel de tu esposa y saque a Spencer."

Las tres le lanzaron una mirada asesina a Spencer. Spencer no interactuaba con Naomi o Riley muy seguido, pero siempre fue cautelosa hacia ellas. Alguna vez fueron las mejores amigas de la verdadera Ali. Luego, cuando el cambio ocurrió, su Ali—Courtney—las botó abruptamente, y dejaron de ser populares. Y desde ese momento que detestan a Spencer y a sus viejas amigas.

Spencer se dio vuelta hacia Pierre, quien estaba anotando cosas con gran tesón en su libreto, probablemente sobre qué tan pobre había sido su presentación.

"Lo siento mucho por mi escena," dijo "Estaba distraída. Lo recompondré mañana."

Pierre juntó sus delgados labios. "Espero que mis actrices den un ciento diez por ciento cada día. ¿Eso fue tu ciento diez por ciento?"

"Por supuesto que no," Spencer respondió. "¡Pero seré mejor! ¡Lo prometo!

Pierre no parecía convencido. "Si tu no empiezas a tomarte este papel más seriamente, tendré que darle el papel de Lady M a Phi."

Hizo un gesto hacia la suplente de Spencer, Phi Templeton, quien estaba sentada en el medio del pasillo, su nariz enterrada en un texto de Macbeth. Sus piernas, las cuales estaban vestidas con un par de medias a rayas blancas y negras, se extendían en el pasillo como las de la bruja malvada de la casa aplastada de El Mago de Oz. Un pedazo de papel higiénico estaba pegado en su zapato de Doc Marten.

"¡Por favor no!" Spencer suplicó. "Necesito una buena nota en esta clase."

"Entonces mete tu cabeza a esta obra y enfócate." Pierre cerró su libreto. Un marca páginas de terciopelo rojo cubierto de besos salió volando, pero no tuvo ni la intención de recogerlo. "Si te concentras en tu papel, te daré una A por el año. Pero si no..." miró en otra dirección y levantó sus cejas en tono alarmante.

Alguien tosió a la izquierda. Naomi, Riley, y Kate reían desde el caldero de las brujas. Todos las miraron desde la audiencia.

"Lo tengo bajo control," Spencer dijo, alejándose del escenario y al pasillo tan confiadamente como podía, pisando enfáticamente en el tirante de la mochila de Phi.

Abrió la puerta doble del auditorio, y emergió al vestíbulo aventanado, el cual estaba lleno de posters de Macbeth y olía a chicle de menta. De repente, un tenue susurro daba vueltas en su oído.

Asesina

Spencer levantó la vista y miró a su alrededor. El vestíbulo estaba vacío. Caminó rápidamente hacia el hueco de la escalera, pero allí no había nadie tampoco.

Un crujido sonó, y Spencer volvió a resaltar. Cuando giró, Beau estaba de pie tras ella.

"Te puedo ayudar a practicar si quieres," dijo.

Spencer se fortaleció. "No necesito tu ayuda, muchas gracias."

Beau llevó atrás un mechón de sedoso cabello café que estaba en su cara. "De hecho, yo creo que sí. Si tú te ves mal, yo me veo mal, y Yale quiere grabaciones de todas mis actuaciones. Impactará en qué clases podré entrar en el Otoño"

Spencer soltó un chillido indignante. Estaba a punto de irse, pero la carta de Princeton pasó por su mente. Beau sí había entrado a Teatro en Yale. Idiota pretencioso o no, probablemente sabía una o dos cosas sobre actuar. Ella necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener.

"Está bien," dijo fríamente. "Si realmente quieres, podemos ensayar juntos." "Genial."

Beau empujó la puerta del auditorio. "Domingo. En mi casa."

"¡Espera!" llamó. "¿Cómo se supone que yo sepa dónde vives?" 

Beau le dio una mirada extrañada. "Mi dirección está en la lista de llamadas del club de teatro, tal como la de todos los demás. Puedes encontrarla allí."


Giró hacia el auditorio y camino erguidamente por las filas de asientos. Naomi, Riley, Kate, y todas las otras fans del club de teatro se golpearon con el codo entre sí, mirándolo boquiabiertamente de manera apreciativa. A pesar de que Spencer podría haber muerto si Beau la pillaba, tampoco pudo evitar comerse su bello trasero con la mirada mientras pasaba por el pasillo.






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