miércoles, 31 de octubre de 2012

Ruthless - Capítulo 5: La Sirenita.


Traducción: Daniela
Corrección: Daniela

"No entiendo por qué vamos a ir a la fiesta a medianoche." Emily se apoyó en el taburete acolchado con diseños de gallina en la cocina de los Fields. "¿No dijiste que comenzaba a las nueve?"

Beth puso sombra de ojos en los párpados superiores de Emily. "Nadie va a las fiestas a las nueve. Media noche es la hora de moda."

"¿Y cómo sabes  eso, chica buena?"

"¿'Chica buena'? Beth dijo. "¡Ja!"

"¡No tan alto! Emily susurró.

Eran pocos minutos después de las 11, y los padres de Emily ya se habían retirado luego de la cena familiar de estofado, una partida de Scattergories, y un aburrido programa de TV sobre la historia del ferrocarril. No tenían idea de que Emily y Beth iban a salir en una noche de escuela, mucho menos que a un loft en Philly lleno de chicos universitarios y tragos.

Beth se había pasado la última hora untando abundantemente a Emily con maquillaje, usando un ondulador para  darle sexys ondas saltarinas a su pelo rubio-rojizo, e incluso diciéndole a Emily que use el sujetador push-up de satín negro que estaba en su cómoda, el cual Emily había comprado en Victoria's Secret con Maya St. Germain, una chica con la que había salido el año pasado.

"Verte diferente te sacará de tu depresión," le había dicho Beth. Emily quería decirle que estaba muy segura de que lo único que la sacaría de su depresión sería si resultara que el matar a Tabitha haya sido un sueño, pero apreciaba el esfuerzo de Beth.

"Ya. Tu transformación está completa," dijo Beth ahora, pasando un poco de brillo labial por el labio inferior de Emily. "Échate un vistazo." Y puso un espejo de bolsillo amarillo en las manos de Emily. Emily miró su reflejo y suspiró. Sus párpados se veían ahumados y sensuales, sus pómulos estaban definidos, y sus labios estaban completa y absolutamente besables. Le recordaba el modo en que Ali solía maquillarla durante las pijamadas. Todas sus amigas presionaban a Emily para que use maquillaje en la escuela, pero siempre se sentía avergonzada cuando ella misma se lo ponía, siempre, de algún modo, lo hacía incorrectamente.

Beth le mostró un vestido negro de los años 20 y un cintillo negro con una pluma saliendo de la parte de arriba. "Ahora ponte estos. Entonces estarás lista."

Emily miró de arriba a abajo los pantalones de ejercicio de la buena suerte de Ali que aún estaba usando. Quería preguntarle a Beth si podía dejárselos puestos, pero incluso ella sabía que eso era ir demasiado lejos. "¿No puedo usar jeans?"

Las facciones de Beth formaron una mala cara. "¡Es una fiesta de disfraces! Y los jeans no son fabulosos. Queremos que tú te enrolles con alguien esta noche."

¿Enrollarse? Emily levantó una ceja recientemente depilada. Beth había sorprendido a Emily desde que había llegado a casa. Emily había escuchado música de L'il Kim saliendo del antiguo dormitorio de Beth, y Beth había cantado a todo pulmón todas las letras, incluso las sucias. Y Beth le había mostrado a Emily una foto de Brian, su nuevo novio—quien también era el entrenador del equipo de natación.

"¿Quién eres tú y qué hiciste con mi hermana?" Emily bromeó, tomando el vestido de las manos de Beth.

"¿Por qué? ¿No me recuerdas siendo una persona arriesgada? Beth dijo de vuelta

"Te recuerdo bastante similar a Carolyn." Emily puso una cara arrugada.

Beth se acercó. "¿Pasó algo entre ustedes dos?"

Emily fijó sus ojos al refrigerador. Su madre, organizada de corazón, había puesto el menú de la cena de la próxima semana. El Lunes eran Tacos. Martes Espagueti con albóndigas. Los Martes siempre eran espaguetis con albóndigas.

Beth apoyó su mano sobre su mentón, tipo animadora de show de entrevistas. "Vamos. Suéltalo."

Emily deseaba poder. Carolyn nunca me dejó olvidar lo mala hija que fui, podría decir. Todo lo que quería era que me abrace y me diga que todo iba a estar bien, pero nunca lo hizo. Ni siquiera estuvo en la sala de partos conmigo. Solo se enteró después, cuando todo había terminado, y dijo algo como "Oh."

Pero se encogió de hombros y dio vuelta, el dolor y el secreto eran muy grandes. "No importa, solo cosas estúpidas"

Beth miró a Emily, como si supiera que Emily estaba escondiendo algo. Entonces se dio vuelta y miró la hora en el microondas. "Ok, Srta. Fabulosa. Nos vamos en diez minutos."

La fiesta era en Old City—irónicamente, el vecindario en Philly donde estaba la oficina de la obstetricia de Emily. Luego de encontrar aparcamiento en un garaje al otro lado de la calle, Beth, quien usaba una corona de la Estatua de la Libertad, un largo y verde vestido de estilo griego, y sandalias de gladiador, pasó a través del empedrado irregular hacia un elevador de mercancías en un edificio de apariencia industrial. Un montón de otros chicos, todos en disfraces elaborados, subieron con ellos, e instantáneamente el pequeño lugar se llenó de fuerte olor a desodorante y tragos. Una pareja de chicos en trajes de rayas estilo gangster y sombreros porkpie miraron a Emily apreciativamente. Beth le dio un codazo emocionadamente, pero Emily solo ajustó su cintillo de plumas y miró la tarjeta de seguridad del elevador en la pared, preguntándose cuándo había sido la última vez que habían revisado esta cosa. Si no se echa a perder cuando estamos aquí, me quedaré por una hora, se apostó.

La música retumbaba a través de las paredes mientras el ascensor subía tres pisos. Las puertas se abrieron en un loft oscuro, atiborrado con velas votivas, enormes tapices y pinturas, y toneladas de personas en disfraces. Cher se contorsionaba con Frankenstein en una pista de baile improvisada. La malvada reina de Blanca Nieves bailaba el swing con Barney el dinosaurio. Un Zombie serpenteaba sobre una mesa, y dos aliens saludaban a los autos que pasaban a través de la escalera de incendios

"¿De quién dijiste que era esta fiesta?" Emily gritó a Beth

Su hermana levantó las palmas al cielo. "No tengo idea. Me invitaron por Twitter. Se llama 'Locura de los Monstruos Marchantes"

Un ventanal daba vista hacia los terrenos de Penn y el río Delaware. Emily estiró su cuello e inmediatamente encontró Poseidón, el restaurant de comida marina donde había trabajado el verano pasado. Era el único trabajo que ofrecía seguro de salud—Emily ya se imaginaba consulta médica prenatal apareciendo en la cuenta de seguros de sus padres— y cada día, trabajó hasta que sus tobillos dolían, su voz estaba desafinada de decir Yo Ho Ho! en un áspero tono de pirata, y su estómago se revolvía. Siempre volvía a la habitación en Temple con olor a mariscos fritos.

En el bar, Beth ordenó cuatro tragos. "¡Al centro y pa' dentro!" dijo pasándole dos de los vasos a Emily.

Emily examinó el líquido oscuro en el vaso. Olía como las malísimas pastillas mentoladas de Fisherman's Friend que su padre insistía que chupe cuando tenía la garganta irritada, pero Emily se la tragaba de una vez.  Entonces, alguien empujó el hombro de Emily. Una chica con una peluca verde y un largo vestido de sirena completado con una cola de pescado prácticamente se calló encima de ella.

"¡Lo siento!" gritó la chica. Luego miró a Emily de arriba a abajo y comenzó a sonreír. "¡Asesina!"

Emily dio un paso atrás, sus extremidades se petrificaron. "¿Perdón?"

"Tu disfraz." La chica sintió la tela del vestido de Emily entre sus dedos. "¡Es matador!"

"Oh. Gr-gracias." El corazón de Emily se calmó. Por supuesto que no había dicho que Emily era una asesina.

“Es mi vestido." Beth se metió entre ellas y puso su brazo por alrededor de los hombros de Emily. "Pero ¿No se ve impresionante ella en él? Estoy tratando de sacarla de su concha y que sea una pequeña picarona esta noche—bailar sobre una mesa, enrollarse con un extraño, que se muestre ante la Avenida principal..."

Los ojos de la sirena se iluminaron. Recordaban a Emily una versión más sexy, de cabello verde, de Ariel de La Sirenita. "Ooh, me gusta. Una lista de quehaceres de chica mala."

Beth chocó esos cinco con la chica. "¿Con qué quieres comenzar, Em?"

"¿Qué tal besar a un extraño?" Sugirió la sirena.

"O robar la ropa interior de alguien," dijo Beth

"¡Ew!" Emily arrugó su nariz.

Beth puso sus manos en sus labios "Esta bien. Di una mejor opción."

Emily se alejó de su hermana y sondeó la multitud, no le gustaba la idea de la lista de quehaceres de chica mala. La música era algo rápida e incitadora, nada como el trillado DJ que siempre tocaba en los bailes de Rosewood Day. Dos chicas vestidas como hippies estaban tomadas de la mano en la esquina. Una pareja en uniformes de Stormtrooper de Star Wars se daban tragos entre sí en el sillón junto a la ventana.

Luego la sirena tomó la mano de Emily, se le acercó, y la besó en la boca. Emily se congeló. No había besado a nadie después de la verdadera Ali el año pasado, y los labios de esta chica se sentían suaves y tibios.

Luego la sirena se alejó, sonriendo. "Listo, Ahora puedes tachar un ítem en tu lista de quehaceres. Besaste a un extraño."

"¡Eso solo contó a la mitad!" dijo Beth. "¡Ella te besó! ¡Ahora tú tienes que besar a alguien!"

"¡Sí, elije a alguien!" La sirena aplaudió. "¡O incluso mejor, cierra los ojos, date vuelta y apunta!"

Emily trató de recuperar el aliento, sus labios aun hormigueaban. Ese beso había sido impresionante y había presionado un interruptor en su interior. De repente quería mostrarle a la chica nueva que ella era descarada y valiente—que valía la pena volver a besarla. Se dio vuelta y apuntó. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba apuntando a una alta y bella chica con lentes de marco oscuro y un traje de superman, y una capa.

"¡Supergirl!" Beth empujó a Emily. "¡Ve por ella!"

Llena de Adrenalina, Emily se bebió el segundo trago y marchó, esperando que la sirena esté mirando. Supergirl estaba hablando con un grupo de chicos. Emily tomó su mano y dijo, "¿Disculpa?" Cuando Supergirl se dio vuelta con cara de duda, Emily se paró en la punta de sus pies y le plantó un gran beso en los labios. Al comienzo, la chica parecía shockeada, sus labios fijos, pero luego de un momento, se suavizó y la besó de vuelta. Tenía gusto a brillo labial de arándanos.

Emily se alejó, le guiñó el ojo, y volvió a donde su hermana. "¿Y bien?" Beth preguntó. "¿Cómo fue?"

"¡Divertido!" Emily admitió, sintiéndose ruborizada y estimulada. Buscó a su alrededor a la sirena, pero había desaparecido. Trató de no sentirse decepcionada.

"Bien," Beth dijo. Tomó las manos de Emily y las balanceó de adelante hacia atrás. "¿Qué quieres hacer ahora?"

Emily se dio una vuelta mirando la habitación, luego apuntó al sillón. "¿Saltar en los cojines?"

"¡Hazlo!"

Beth la empujó, y Emily nerviosamente se subió al sillón y saltó ligeramente. Estaba a punto de bajarse, pero un chico cercano vestido con un sombrero y una camisa floreada Mexicana le sonreía. ¡Hazlo! articuló, levantándole el dedo pulgar. Entonces Emily saltó más fuerte y sonrió, de repente se sentía como si estuviera  en su living, saltando en el sofá cuando su mamá no estaba mirando. Con cada salto, se sentía un poco más libre y más liviana. Cuando Beth la ayudó a bajar, incluso estaba riéndose.

Los próximos atrevimientos vinieron rápidos y furiosos. Le pidió un cigarrillo a un gran Asiático con una badana estilo pirata en su cabeza. Corrió por la pista de baile pellizcando los traseros de las chicas. Beth le dijo que se pare frente al ventanal y le muestre el trasero a la Avenida Principal, y Emily casi lo hizo, pero recordó que Beth podría ver su cicatriz de la cesárea si se levantaba el vestido. En vez de eso, bailó locamente frente a la ventana, dándole un show a los autos. Luego de satisfacer todos y cada uno de sus impulsos, se sentía más y más liviana, dejando su, normalmente, asustado-yo en un montón de desechos arrugado y apilado en el piso.

Luego de acosar al DJ para que le enseñe como girar discos, Emily envolvió efusivamente a Beth en un abrazo. "Esto es impresionante. Muchas gracias."

"Te dije que necesitabas salir," molestó Beth. "¿Qué tal una Señorita Diosa del Mar?" Apuntó a la sirena, que estaba girando en la pista de bailes "Está muy enganchada contigo. Deberías ir por ella."

"No está enganchada conmigo." Emily la golpeó. De todos modos, le echó un vistazo a la sirena. Su brillante vestido verde la abrazaba en cada curva. Cuando notó a Emily mirándola, le sopló un beso.

Cuando Emily y Beth se pararon en línea junto al bar para pedir más tragos, la sirena se les acercó bailando. Emily se le acercó. "¿Sabes de quien es esta fiesta?"

La chica se tocó la peluca verde. "No estoy segura de sí es de alguien. Un rumor dice que es el loft de un gran ejecutivo de grabaciones. Lo encontré en internet."

Una pareja de chicas pasó en una nube de humo de marihuana. Emily se movió de su camino. "¿Eres de por aquí?"

"Los suburbios." La chica hizo una cara arrugada. "Aburrido."

"Yo también. Rosewood." Tan pronto como Emily lo dijo, ella se encogió, segura de que la chica miraría cuidadosamente a Emily y se daría cuenta de que era una de las chicas de Pequeña Linda Asesina

Pero la chica solo se encogió. "Yo voy a una escuela privada cerca de ahí. Estoy casi afuera, gracias a dios."

"¿Sabes a que Universidad iras?" Emily miró el llavero de la Universidad de Pennsylvania balanceándose en la cartera dorada de apariencia costosa. "¿Penn?"

Una expresión indefinida pasó por las facciones de la chica. "No creo que ninguna universidad quiera a alguien como yo." Luego tomó el brazo de Emily, su cara iluminada otra vez. "Te tengo un atrevimiento, rebelde." Apuntó a una chica al otro lado de la habitación quien usaba un entero con flequillos estilo Pocahontas y un gran tocado nativo americano. "Róbaselo. Póntelo. Apuesto a que te verás sexy en él."

El estómago de Emily bajó en picada. Quizás Beth tenía razón sobre el capricho de esta chica. "Vas en camino."
       
Riéndose, atravesó la habitación hasta que estaba a unos cuantos pies de Pocahontas. Luego, con un rápido, valiente aventón, tomó el tocado de la cabeza de la chica. Los brazos de Emily de repente estaban llenos de plumas. Las manos de Pocahontas estaban en el aire. Se dio vuelta a tiempo para ver a Emily poniéndose el tocado en su cabeza y corriendo alocadamente por el loft.

"¡Eres lo máximo!" la sirena gritó cuando Emily volvió. "¿Cuándo podemos juntarnos nuevamente? Me moriré si no nos volvemos amigas."

Emily casi mencionó que esperaba que fueran más que amigas. "Dame tu información," dijo en vez de decir eso, sacando su celular. "Dios. Acabo de darme cuenta. Ni siquiera sé tu nombre."

"¿Dónde están mis modales?" La chica lentamente pasó su mano sobre la etiqueta de su cartera de mano. "Soy Kay."

"Yo soy Emily." Le dio una gran sonrisa a la chica y le dio su número de teléfono. Se había comprometido a no dárselo a nadie además de familiares y amigos muy cercanos, pero de repente, eso se sentía como algo que la antigua asustadiza Emily haría.

Y esta noche, había dejado a la vieja Emily atrás.






2 comentarios:

  1. Muchisisisisimas gracias por esta labor que estas haciendo,me volví adicta a estos libros, me leí los primeros nueve en un mes y llevo mucho tiempo buscando este libro.

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    1. un mes!!! jajajaja y yo pensaba que yo los lei rapido :( (desde junio hasta agosto-septiembre)

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