Traducción: Daniela
Corrección:
Daniela
"No
entiendo por qué vamos a ir a la fiesta a medianoche." Emily se apoyó en
el taburete acolchado con diseños de gallina en la cocina de los Fields.
"¿No dijiste que comenzaba a las nueve?"
Beth puso
sombra de ojos en los párpados superiores de Emily. "Nadie va a las
fiestas a las nueve. Media noche es la hora de moda."
"¿Y
cómo sabes tú eso, chica buena?"
"¿'Chica
buena'? Beth dijo. "¡Ja!"
"¡No
tan alto! Emily susurró.
Eran pocos
minutos después de las 11, y los padres de Emily ya se habían retirado luego de
la cena familiar de estofado, una partida de Scattergories, y un aburrido
programa de TV sobre la historia del ferrocarril. No tenían idea de que Emily y
Beth iban a salir en una noche de escuela, mucho menos que a un loft en Philly
lleno de chicos universitarios y tragos.
Beth se
había pasado la última hora untando abundantemente a Emily con maquillaje,
usando un ondulador para darle sexys ondas saltarinas a su pelo
rubio-rojizo, e incluso diciéndole a Emily que use el sujetador push-up de
satín negro que estaba en su cómoda, el cual Emily había comprado en Victoria's
Secret con Maya St. Germain, una chica con la que había salido el año pasado.
"Verte
diferente te sacará de tu depresión," le había dicho Beth. Emily quería
decirle que estaba muy segura de que lo único que la sacaría de su depresión
sería si resultara que el matar a Tabitha haya sido un sueño, pero apreciaba el
esfuerzo de Beth.
"Ya. Tu
transformación está completa," dijo Beth ahora, pasando un poco de brillo
labial por el labio inferior de Emily. "Échate un vistazo." Y puso un
espejo de bolsillo amarillo en las manos de Emily. Emily miró su reflejo y
suspiró. Sus párpados se veían ahumados y sensuales, sus pómulos estaban
definidos, y sus labios estaban completa y absolutamente besables. Le recordaba
el modo en que Ali solía maquillarla durante las pijamadas. Todas sus amigas
presionaban a Emily para que use maquillaje en la escuela, pero siempre se
sentía avergonzada cuando ella misma se lo ponía, siempre, de algún modo, lo
hacía incorrectamente.
Beth le
mostró un vestido negro de los años 20 y un cintillo negro con una pluma
saliendo de la parte de arriba. "Ahora ponte estos. Entonces estarás lista."
Emily miró
de arriba a abajo los pantalones de ejercicio de la buena suerte de Ali que aún
estaba usando. Quería preguntarle a Beth si podía dejárselos puestos, pero
incluso ella sabía que eso era ir demasiado lejos. "¿No puedo usar jeans?"
Las facciones
de Beth formaron una mala cara. "¡Es una fiesta de disfraces! Y los jeans no son fabulosos. Queremos que tú te
enrolles con alguien esta noche."
¿Enrollarse?
Emily levantó una ceja recientemente depilada. Beth había sorprendido a Emily
desde que había llegado a casa. Emily había escuchado música de L'il Kim
saliendo del antiguo dormitorio de Beth, y Beth había cantado a todo pulmón
todas las letras, incluso las sucias. Y Beth le había mostrado a Emily una foto
de Brian, su nuevo novio—quien también era el entrenador del equipo de natación.
"¿Quién
eres tú y qué hiciste con mi hermana?" Emily bromeó, tomando el vestido de
las manos de Beth.
"¿Por
qué? ¿No me recuerdas siendo una persona arriesgada? Beth dijo de vuelta
"Te
recuerdo bastante similar a Carolyn." Emily puso una cara arrugada.
Beth se
acercó. "¿Pasó algo entre ustedes dos?"
Emily fijó
sus ojos al refrigerador. Su madre, organizada de corazón, había puesto el menú
de la cena de la próxima semana. El Lunes eran Tacos. Martes Espagueti con
albóndigas. Los Martes siempre eran espaguetis con albóndigas.
Beth apoyó
su mano sobre su mentón, tipo animadora de show de entrevistas. "Vamos.
Suéltalo."
Emily
deseaba poder. Carolyn nunca
me dejó olvidar lo mala hija que fui, podría decir. Todo lo que quería era que me
abrace y me diga que todo iba a estar bien, pero nunca lo hizo. Ni siquiera
estuvo en la sala de partos conmigo. Solo se enteró después, cuando todo había
terminado, y dijo algo como "Oh."
Pero se
encogió de hombros y dio vuelta, el dolor y el secreto eran muy grandes.
"No importa, solo cosas estúpidas"
Beth miró a
Emily, como si supiera que Emily estaba escondiendo algo. Entonces se dio
vuelta y miró la hora en el microondas. "Ok, Srta. Fabulosa. Nos vamos en
diez minutos."
La fiesta
era en Old City—irónicamente, el vecindario en Philly donde estaba la oficina
de la obstetricia de Emily. Luego de encontrar aparcamiento en un garaje al
otro lado de la calle, Beth, quien usaba una corona de la Estatua de la
Libertad, un largo y verde vestido de estilo griego, y sandalias de gladiador,
pasó a través del empedrado irregular hacia un elevador de mercancías en un
edificio de apariencia industrial. Un montón de otros chicos, todos en
disfraces elaborados, subieron con ellos, e instantáneamente el pequeño lugar
se llenó de fuerte olor a desodorante y tragos. Una pareja de chicos en trajes
de rayas estilo gangster y sombreros porkpie miraron a Emily apreciativamente. Beth
le dio un codazo emocionadamente, pero Emily solo ajustó su cintillo de plumas
y miró la tarjeta de seguridad del elevador en la pared, preguntándose cuándo
había sido la última vez que habían revisado esta cosa. Si no se echa a perder cuando
estamos aquí, me quedaré por una hora, se apostó.
La música
retumbaba a través de las paredes mientras el ascensor subía tres pisos. Las
puertas se abrieron en un loft oscuro, atiborrado con velas votivas, enormes
tapices y pinturas, y toneladas de personas en disfraces. Cher se contorsionaba
con Frankenstein en una pista de baile improvisada. La malvada reina de Blanca Nieves bailaba el swing con Barney el
dinosaurio. Un Zombie serpenteaba sobre una mesa, y dos aliens saludaban a los
autos que pasaban a través de la escalera de incendios
"¿De
quién dijiste que era esta fiesta?" Emily gritó a Beth
Su hermana
levantó las palmas al cielo. "No tengo idea. Me invitaron por Twitter. Se
llama 'Locura de los Monstruos Marchantes"
Un ventanal
daba vista hacia los terrenos de Penn y el río Delaware. Emily estiró su cuello
e inmediatamente encontró Poseidón, el restaurant de comida marina donde había
trabajado el verano pasado. Era el único trabajo que ofrecía seguro de
salud—Emily ya se imaginaba consulta
médica prenatal apareciendo
en la cuenta de seguros de sus padres— y cada día, trabajó hasta que sus
tobillos dolían, su voz estaba desafinada de decir Yo Ho Ho! en un áspero tono de pirata, y su
estómago se revolvía. Siempre volvía a la habitación en Temple con olor a
mariscos fritos.
En el bar,
Beth ordenó cuatro tragos. "¡Al centro y pa' dentro!" dijo pasándole
dos de los vasos a Emily.
Emily
examinó el líquido oscuro en el vaso. Olía como las malísimas pastillas
mentoladas de Fisherman's Friend que su padre insistía que chupe cuando tenía
la garganta irritada, pero Emily se la tragaba de una vez. Entonces,
alguien empujó el hombro de Emily. Una chica con una peluca verde y un largo
vestido de sirena completado con una cola de pescado prácticamente se calló
encima de ella.
"¡Lo
siento!" gritó la chica. Luego miró a Emily de arriba a abajo y comenzó a
sonreír. "¡Asesina!"
Emily dio un
paso atrás, sus extremidades se petrificaron. "¿Perdón?"
"Tu
disfraz." La chica sintió la tela del vestido de Emily entre sus dedos.
"¡Es matador!"
"Oh.
Gr-gracias." El corazón de Emily se calmó. Por supuesto que no había dicho que Emily era una
asesina.
“Es mi
vestido." Beth se metió entre ellas y puso su brazo por alrededor de los
hombros de Emily. "Pero ¿No se ve impresionante ella en él? Estoy tratando
de sacarla de su concha y que sea una pequeña picarona esta noche—bailar sobre
una mesa, enrollarse con un extraño, que se muestre ante la Avenida
principal..."
Los ojos de
la sirena se iluminaron. Recordaban a Emily una versión más sexy, de cabello
verde, de Ariel de La Sirenita.
"Ooh, me gusta. Una lista de quehaceres de chica mala."
Beth chocó
esos cinco con la chica. "¿Con qué quieres comenzar, Em?"
"¿Qué
tal besar a un extraño?" Sugirió la sirena.
"O
robar la ropa interior de alguien," dijo Beth
"¡Ew!"
Emily arrugó su nariz.
Beth puso
sus manos en sus labios "Esta bien. Di una mejor opción."
Emily se
alejó de su hermana y sondeó la multitud, no le gustaba la idea de la lista de
quehaceres de chica mala. La música era algo rápida e incitadora, nada como el
trillado DJ que siempre tocaba en los bailes de Rosewood Day. Dos chicas
vestidas como hippies estaban tomadas de la mano en la esquina. Una pareja en
uniformes de Stormtrooper de Star
Wars se daban tragos entre sí
en el sillón junto a la ventana.
Luego la
sirena tomó la mano de Emily, se le acercó, y la besó en la boca. Emily se
congeló. No había besado a nadie después de la verdadera Ali el año pasado, y
los labios de esta chica se sentían suaves y tibios.
Luego la
sirena se alejó, sonriendo. "Listo, Ahora puedes tachar un ítem en tu
lista de quehaceres. Besaste a un extraño."
"¡Eso
solo contó a la mitad!" dijo Beth. "¡Ella te besó! ¡Ahora tú tienes
que besar a alguien!"
"¡Sí,
elije a alguien!" La sirena aplaudió. "¡O incluso mejor, cierra los
ojos, date vuelta y apunta!"
Emily trató
de recuperar el aliento, sus labios aun hormigueaban. Ese beso había sido impresionante y había
presionado un interruptor en su interior. De repente quería mostrarle a la
chica nueva que ella era descarada y valiente—que valía la pena volver a
besarla. Se dio vuelta y apuntó. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba
apuntando a una alta y bella chica con lentes de marco oscuro y un traje de
superman, y una capa.
"¡Supergirl!"
Beth empujó a Emily. "¡Ve por ella!"
Llena de
Adrenalina, Emily se bebió el segundo trago y marchó, esperando que la sirena
esté mirando. Supergirl estaba hablando con un grupo de chicos. Emily tomó su
mano y dijo, "¿Disculpa?" Cuando Supergirl se dio vuelta con cara de
duda, Emily se paró en la punta de sus pies y le plantó un gran beso en los
labios. Al comienzo, la chica parecía shockeada, sus labios fijos, pero luego
de un momento, se suavizó y la besó de vuelta. Tenía gusto a brillo labial de
arándanos.
Emily se
alejó, le guiñó el ojo, y volvió a donde su hermana. "¿Y bien?" Beth
preguntó. "¿Cómo fue?"
"¡Divertido!"
Emily admitió, sintiéndose ruborizada y estimulada. Buscó a su alrededor a la
sirena, pero había desaparecido. Trató de no sentirse decepcionada.
"Bien,"
Beth dijo. Tomó las manos de Emily y las balanceó de adelante hacia atrás.
"¿Qué quieres hacer ahora?"
Emily se dio
una vuelta mirando la habitación, luego apuntó al sillón. "¿Saltar en los
cojines?"
"¡Hazlo!"
Beth la
empujó, y Emily nerviosamente se subió al sillón y saltó ligeramente. Estaba a
punto de bajarse, pero un chico cercano vestido con un sombrero y una camisa
floreada Mexicana le sonreía. ¡Hazlo! articuló, levantándole el dedo pulgar.
Entonces Emily saltó más fuerte y sonrió, de repente se sentía como si
estuviera en su living, saltando en el sofá cuando su mamá no estaba
mirando. Con cada salto, se sentía un poco más libre y más liviana. Cuando Beth
la ayudó a bajar, incluso estaba riéndose.
Los próximos
atrevimientos vinieron rápidos y furiosos. Le pidió un cigarrillo a un gran
Asiático con una badana estilo pirata en su cabeza. Corrió por la pista de
baile pellizcando los traseros de las chicas. Beth le dijo que se pare frente
al ventanal y le muestre el trasero a la Avenida Principal, y Emily casi lo hizo, pero recordó que Beth podría
ver su cicatriz de la cesárea si se levantaba el vestido. En vez de eso, bailó
locamente frente a la ventana, dándole un show a los autos. Luego de satisfacer
todos y cada uno de sus impulsos, se sentía más y más liviana, dejando su,
normalmente, asustado-yo en un montón de desechos arrugado y apilado en el piso.
Luego de
acosar al DJ para que le enseñe como girar discos, Emily envolvió efusivamente
a Beth en un abrazo. "Esto es impresionante. Muchas gracias."
"Te
dije que necesitabas salir," molestó Beth. "¿Qué tal una Señorita
Diosa del Mar?" Apuntó a la sirena, que estaba girando en la pista de
bailes "Está muy enganchada contigo. Deberías ir por ella."
"No
está enganchada conmigo." Emily la golpeó. De
todos modos, le echó un vistazo a la sirena. Su brillante vestido verde la
abrazaba en cada curva. Cuando notó a Emily mirándola, le sopló un beso.
Cuando Emily
y Beth se pararon en línea junto al bar para pedir más tragos, la sirena se les
acercó bailando. Emily se le acercó. "¿Sabes de quien es esta fiesta?"
La chica se
tocó la peluca verde. "No estoy segura de sí es de alguien. Un rumor dice que es
el loft de un gran ejecutivo de grabaciones. Lo encontré en internet."
Una pareja
de chicas pasó en una nube de humo de marihuana. Emily se movió de su camino.
"¿Eres de por aquí?"
"Los
suburbios." La chica hizo una cara arrugada. "Aburrido."
"Yo
también. Rosewood." Tan pronto como Emily lo dijo, ella se encogió, segura
de que la chica miraría cuidadosamente a Emily y se daría cuenta de que era una
de las chicas de Pequeña Linda
Asesina
Pero la
chica solo se encogió. "Yo voy a una escuela privada cerca de ahí. Estoy
casi afuera, gracias a dios."
"¿Sabes
a que Universidad iras?" Emily miró el llavero de la Universidad de
Pennsylvania balanceándose en la cartera dorada de apariencia costosa.
"¿Penn?"
Una
expresión indefinida pasó por las facciones de la chica. "No creo que
ninguna universidad quiera a alguien como yo." Luego tomó el brazo de
Emily, su cara iluminada otra vez. "Te tengo un atrevimiento,
rebelde." Apuntó a una chica al otro lado de la habitación quien usaba un
entero con flequillos estilo Pocahontas y un gran tocado nativo americano.
"Róbaselo. Póntelo. Apuesto a que te verás sexy en él."
El estómago
de Emily bajó en picada. Quizás Beth tenía razón sobre el capricho de esta
chica. "Vas en camino."
Riéndose,
atravesó la habitación hasta que estaba a unos cuantos pies de Pocahontas.
Luego, con un rápido, valiente aventón, tomó el tocado de la cabeza de la
chica. Los brazos de Emily de repente estaban llenos de plumas. Las manos de
Pocahontas estaban en el aire. Se dio vuelta a tiempo para ver a Emily
poniéndose el tocado en su cabeza y corriendo alocadamente por el loft.
"¡Eres
lo máximo!" la sirena
gritó cuando Emily volvió. "¿Cuándo podemos juntarnos nuevamente? Me
moriré si no nos volvemos amigas."
Emily casi
mencionó que esperaba que fueran más que amigas. "Dame tu
información," dijo en vez de decir eso, sacando su celular. "Dios.
Acabo de darme cuenta. Ni siquiera sé tu nombre."
"¿Dónde
están mis modales?" La chica lentamente pasó su mano sobre la etiqueta de
su cartera de mano. "Soy Kay."
"Yo soy
Emily." Le dio una gran sonrisa a la chica y le dio su número de teléfono.
Se había comprometido a no dárselo a nadie además de familiares y amigos muy
cercanos, pero de repente, eso se sentía como algo que la antigua asustadiza
Emily haría.
Y esta
noche, había dejado a la vieja Emily atrás.
Muchisisisisimas gracias por esta labor que estas haciendo,me volví adicta a estos libros, me leí los primeros nueve en un mes y llevo mucho tiempo buscando este libro.
ResponderBorrarun mes!!! jajajaja y yo pensaba que yo los lei rapido :( (desde junio hasta agosto-septiembre)
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