lunes, 12 de noviembre de 2012

Ruthless - Capítulo 12: Alguien te está observando.

Traducción: Daniela

Corrección: Daniela

Por la noche, Emily condujo el Volvo station wagon de su familia hasta el lote de maestros de Rosewood Day y apagó el motor. Eran las ocho un día sábado, el campus estaba vacío, y todas las ventanas arqueadas estilo gótico estaban oscuras. Miró la fachada de piedra de la escuela, una ráfaga de recuerdos fluía por su mente: caminar en filas de a uno para entrar a la escuela en quinto grado, mirando envidiosamente cómo la Verdadera Ali, Naomi Zeigler, y Riley Wolfe estaban paradas en la línea de enfrente; corriendo para entrar a la clase y accidentalmente empujar el hombro de la Verdadera Ali. “¡Fíjate, Oscar el Gruñón!” Ali dijo. La gente solía llamar a Emily de ese modo por el cabello color clorino-verde dañado por la natación, pero le dolía más cuando Ali lo decía.

Y también estaba el día cuando la Verdadera Ali se paró en este mismo pedazo de concreto, presumiendo sobre cómo su hermano, Jason, le había dicho dónde estaba escondido un trozo de la Bandera de la Cápsula del Tiempo. Estaba tan irritantemente confiada ese día, llenando a Emily tanto de anhelo como de frustración. Podría robarle el trozo, Emily había pensado descaradamente. Lo que vino después llevó a los años más maravillosos, bizarros, y tenebrosos de la vida de Emily.

Usualmente, pensar en la Verdadera Ali llenaba a Emily con ambivalencia. ¿Cómo podía ella al mismo tiempo tener miedo y amor por la misma persona? ¿Cómo pudo ella haber dejado a una psicópata en libertad? ¿Y por qué se encontraba a ella misma buscando a la Verdadera Ali por todas partes, desesperada por probar que aún estaba aquí, a pesar de que eso significaría la muerte segura para ella y sus amigas?

Pero hoy, también se sentía aturdida y cansada de vivir con eso por más tiempo. No podía dejar de pensar en Kay. Al final del show la noche anterior, ambas un poco más que entonadas, pusieron una fecha para volver a juntarse la semana que viene. Esta mañana, Kay ya le había enviado un par de ardientes IMs. No puedo esperar a verte otra vez, calentura. Y, ¡Espero que hayas sacado tu lindo trasero de la cama esta mañana! Emily no había recibido mensajes tan provocativos desde Maya. Pero quizás Kay era más coqueta en general.

Ahora, miró su celular nuevamente. Hace una hora atrás, Spencer había enviado un mensaje grupal a Emily, Aria, y Hanna. Necesitamos conversar. Vayan a los columpios. Ocho P.M. Emily respondió, queriendo detalles, pero Spencer no había respondido. Se preguntaba si era sobre A.

Temblando, se bajó del auto y caminó dificultosamente hacia los columpios junto a la escuela elemental, el lugar donde Emily y sus amigas se reunían regularmente a través de los años—Inicialmente para cotillear, pero más recientemente para hablar sobre los escalofriantes mensajes de A. El domo de trepar se avistaba a la distancia, pareciendo una araña gigante de muchas piernas. El gran tiburón vanguardista que un artista local había creado para la escuela se asomaba adelante en el campo, la luz de la luna reflejaba siniestramente sus planos suaves. Spencer estaba sentada en el columpio de al medio, arropada en una parca de lana azul y botas Ugg. Hanna se acercó por el tobogán con los brazos cruzados sobre su estrecho estómago. Y Aria, quien tenía una expresión ida, y somnolienta en su cara, se acurrucaba junto a la infame rueda giratoria que los niños llamaban la rueda arrojadora.

Spencer aclaró su garganta cuando Emily se acercó. “Tengo otro mensaje de A.”

El Estómago de Emily se retorció. Aria tragó saliva audiblemente. Hanna golpeó una bota contra el tobogán, haciendo un sonido hueco.

“¿Alguien más?” Spencer continuó.

“Yo,” Hanna dijo en una voz temblorosa. “El viernes. Pero me encargué de eso.”

Los ojos de Spencer sobresalieron. “¿A qué te refieres, “encargaste de eso”?”

Hanna puso sus brazos alrededor de su cuerpo. “Es personal.”

“¿Tu nota fue sobre Kelsey?” Spencer demandó.

“¿Quién es Kelsey?” Hanna respondió.

Spencer se acomodó en el columpio. “Kelsey, Hanna. La chica tu… sabes… este verano. En Penn. La que tú…”

Hanna se encogió de hombros. “Mi nota no era sobre ella. Era sobre algo más.”

“Bien, mi nota era sobre Kelsey,” Spencer dijo.

Aria frunció el ceño. “Kelsey, ¿tu amiga del programa de verano?”

“Ahá,” Spencer dijo. “A sabe lo que le hice.”

Emily cambió su peso de una pierna a la otra, vagamente recordando a Spencer mencionar a Kelsey. Spencer había llamado a Emily unas cuantas veces el verano pasado, ya que ambas habían estado en la ciudad, pero Emily no se juntó con ella para nada. Y cuando Junio pasó a Julio, había algo…apagado en el tono de voz de Spencer al teléfono. Hablaba tan rápido, como estuviera tratando de romper un record mundial del mayor número de palabras dichas en un minuto. Una vez, Emily estaba sentaba afuera de Poseidón en Penn con su amigo Derrick, quien trabajaba en el restaurant como cocinero. Derrick era la única persona a quien Emily le había contado sus secretos—bueno, como sea, algunos de sus secretos.  Estaba con su corazón puesto en cómo iba a tener el bebé sin que sus padres sepan cuando el nombre de Spencer apareció en la pantalla de su celular. Emily contestó, y Spencer instantáneamente comenzó una historia sobre como su nueva amiga, Kelsey, hizo una imitación muy divertida sobre Snooki de Jersey Shore. Estaba hablando tan rápidamente que sus palabras iban todas juntas.

“¿Estás bien, Spence?” Emily preguntó.

“Por supuesto que estoy bien,” Spencer respondió sin aliento. “Estoy mejor que bien. ¿Por qué no estaría bien?”

“Suenas extraña, es todo. Como si estuvieras en algo.”

Se rio. “Bueno, digo, tomé una cosita, Em. Pero no es la gran cosa.”

“¿Tomaste drogas?” Emily susurró, incómodamente juntando sus piernas. Unos cuantos transeúntes miraron su gigante estómago de 16 & pregnant.

“Relájate,” Spencer respondió. “Son solo estas pastillas llamadas A Fácil.”

“¿Solo? ¿Son seguras?”

“Dios, Emily, no te asustes, ¿Está bien? Es una droga de estudios. Este chico que me las da, Phineas, las tomó por un año sin efectos secundarios. Y le va mejor aquí en Penn que a mí.”

Emily no respondió. Miraba cómo la gente entraba al restaurant Moshulu en el puerto, parecían felices y libres de problemas.

Finalmente, Spencer suspiró. “Estoy bien, Em. Lo prometo. No tienes que preocuparte por mí, Asesina.” Era el sobrenombre que Su Ali le había dado a Emily hace mucho cuando pensaba que Emily era muy protectora. Luego Spencer colgó sin decir adiós.

Emily miró a Derrick, quien estaba sentado tranquilamente en la banca junto a ella. “¿Todo está bien?” preguntó en una voz rompecorazonera-mente dulce.

Todo de una sola vez, Emily sintió como si fuera a llorar. ¿Qué les estaba pasando a sus amigas? Spencer no era el tipo de chica quien usaba drogas. Emily no era el tipo de chica que se embarazaba. “¿Qué sabes sobre una droga llamada A fácil?” le preguntó a Derrick

Frunció el ceño. “No es algo que yo probaría.”

Ahora, Aria puso sus dedos alrededor del palo que soportaba los columpios, y Emily volvió al presente. “¿Qué le hiciste a Kelsey?” Aria preguntó.

La cabeza de Hanna se levantó. “¿No sabes?”

“Ni yo, tampoco,” Emily dijo, mirándolas una por una.

Spencer miraba a los árboles. “Fue esa noche que te llamé desde la estación de policías, Aria. Los policías nos pillaron a mí y a Kelsey con drogas. Nos entrevistaron separadas, y yo estaba segura de que Kelsey estaba culpándome a mí. Eso es lo que el policía me dijo al menos. Así que las llamé a todas. Emily no contestó, y tú…” se perdió de la conversación, mirando el piso.

“Yo no creí que fuera correcto ayudar,” Aria contestó, sonando defensiva.

“Correcto.” La voz de Spencer estaba tensa. “Así que llamé a Hanna. Hice que ponga pastillas en la habitación de Kelsey y luego llame a los policías y diga que ella era una conocida traficante.”

Emily retrocedió, sintiendo sus pies pisando un pedazo de pasto con barro. “¿En serio?”

“¡No sabía qué más hacer!” Spencer levantó sus manos protestando. “Sentía pánico.”

“No olvides la parte en donde te enteraste de que Kelsey no te culpó después de todo,” Hanna dijo nerviosamente, fijando sus ojos alrededor del patio de juegos vacío.

“Solo me enteré después cuando era demasiado tarde,” dijo Spencer.

“¿Así que lo hiciste sin razón?” Aria dijo, su tono era un poco santurrón.

“Miren, no estoy orgullosa de eso,” Spencer dijo, sus mejillas enrojeciendo. “Pero Kelsey se apareció en mi casa hoy para juntarse con mi hermanastra, y ella actuaba muy cerrada y extraña. Al comienzo, yo no estaba segura de sí sabía que yo la envié al centro de detención, pero este mensaje prácticamente lo prueba.” Mostró la pantalla del teléfono. ¿Crees que tu mejor amiguita del verano te perdona por ser tan perra?

Hanna mordió nerviosamente su labio inferior. “¿Cómo podría Kelsey saber que la enviaste al centro de detención juvenil? Tu dijiste que no había modo de que la policía nos rastree.”
                            

“No tengo idea.” Spencer sonaba exasperada. “Quizás Kelsey lo descubrió. Quizás ella es A. ¡Tenía su celular en la mano cuando recibí mi mensaje!”

Aria giró el fierro con la punta de sus dedos. “Pero Kelsey no estaba en Jamaica, ¿o sí?”

“Y no sé por qué Kelsey podría estar tras todas nosotras,” Emily añadió. “Aria y yo no le hicimos nada.”

“Quizás ella cree que todas estábamos en lo que yo le hice,” Spencer dijo.

“Eso tendría sentido.” Hanna empujó ligeramente un columpio vacío. “Piensen en el artículo de People. Decía que éramos mejores amigas. Que nos decíamos todo. Kelsey pudo haber asumido que todas nosotras teníamos planeado una trampa para ella y proteger a Spencer.”

El estómago de Emily giraba. ¿Podría ser posible?

“No estoy segura aun,” Aria dijo. “Quizás A es otro de los amigos de Tabitha. O alguien que conocía a Mona Vanderwaal o a Jenna Cavanaugh.”

“Los amigos de Jenna estarían tras Ali, no nosotras,” Spencer argumentó.

“Quizás A es Ali,” Emily sugirió dudosamente.

Todos giraron hacia Emily y la miraron. “¿Qué?”

Emily levantó sus manos en entrega. “Hace dos semanas, pensamos que Ali había sobrevivido al incendio. ¿Quién puede asegurar que Ali no estaba en Jamaica, alimentando a Tabitha con esas locas líneas sobre todas nosotras? Aún no sabemos cómo Tabitha sabía nuestros secretos o tenía el brazalete de Ali. Quizás Ali nos siguió hasta aquí luego de que Tabitha murió y nos observó todo el verano.”

Spencer golpeó sus brazos en sus costados. “Em, Ali murió en Poconos. No hay modo de que hubiera salido de la casa.”

“¿Por qué la policía nunca encontró su cuerpo?”

“¿No hemos ya hablado de esto?” Spencer dijo entre dientes.

Hanna se apoyó en el tobogán. “Realmente creo que ya se fue, Em.”

Aria asintió. “Cuando corrimos de la casa, la puerta se cerró. Incluso si Ali hubiera llegado hasta la puerta, es poco probable que pueda haberla abierto antes de inhalar todo ese humo. ¿Recuerdas lo pesada que era? Y segundos después, la casa explotó. Incluso el seguro anti incendios de los DiLaurentises se quemó.”

Emily se balanceó de adelante hacia atrás en sus tobillos, pensando en el momento en Poconos cuando dejó la puerta junta para que Ali pudiera escapar. “¿Y si la puerta estaba abierta? Quizás el viento la abrió o algo.”

Hanna puso sus manos en sus caderas. “¿Por qué estás tan segura de que Ali está viva? ¿Sabes algo que nosotras no?”

Los árboles silbaban en la lejanía. Un auto pasó lentamente junto a la escuela. Sus luces altas estaban prendidas. El secreto latía dentro de Emily. Si le decía a sus amigas, nunca volverían a confiar en ella.

“No, ningún motivo,” murmuró.

De repente un snap sonó desde el bosque. Todas las chicas giraron y miraron fijamente a la distancia. Estaba tan oscuro afuera que Emily apenas podía ver los bordes de los árboles.

“Quizás deberíamos ir a la policía,” Emily susurró.

Hanna suspiró. “¿y decir qué? ¿Qué somos asesinas?”

“¡No podemos pasar por esto otra vez!” El aliento de Emily salió en nubes de humo blancas. “Quizás la policía entenderá lo de Tabitha. Quizás ellos…”

De repente, se sintió tan exhausta. Por supuesto que los policías no entenderían lo de Tabitha. Encerrarían a Emily y a sus amigas por el resto de sus vidas.

“Mira,” Spencer dijo luego de una pausa. “No hagamos nada apresuradas, ¿está bien?” Hay mucho de por medio aquí. Necesitamos averiguar quién es A y qué planea hacer antes de que lo haga. —sin ayuda de la policía. Mi apuesta va a Kelsey,” Presionó un botón en su celular. “Ella es la única persona con un motivo real. Trataré de averiguar qué trama la próxima vez que vaya a mi casa. Nunca se sabe, podría estar mirándolas a ustedes también. ¿Recuerdan cómo se ve?”

Aria levantó un hombro. “Vagamente.”

“Ella estaba en la fiesta en la casa de los Kahn,” Hanna murmuró.

“Yo nunca la he visto,” Emily mencionó.

Spencer pasó sus dedos por su celular y lo puso hacia las otras. “Esta es del verano pasado, pero se ve exactamente igual.”

Todas se acercaron y miraron la foto en la pantalla. Una flaca pelirroja usando una remera ajustada de la escuela St. Agnes sonreía hacia ellas. Emily pestañeó fuertemente a la nariz puntiaguda que le parecía familiar, cejas arqueadas, y misteriosa sonrisa, el tipo que dice tengo un secreto y te desafío a que me lo saques. Sus pensamientos se dispersaron en miles de direcciones. Sí conocía a Kelsey después de todo.


Era Kay.


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