martes, 19 de abril de 2016

Seven Minutes in Heaven - Capítulo 10 - Quédate junto a tu hombre (Y vice versa)



            La última parte de la luz de la tarde iluminaba la madera trizada de los escalones frontales de la casa de Ethan cuando Emma se estacionó afuera de su casa pocas horas después. Ethan estaba sentado en el crujiente columpio del pórtico, con una lata de cerveza de raíz en una mano y su computador sobre un enorme carrete de madera usado de mesa. Cuando la vio, se paró y caminó rápidamente hacia ella, su cara desapareció en las sombras cuando se alejó de la luz cálida del pórtico.
            - ¿Qué sucede? – preguntó, antes de que ella pudiera decir nada. – Charlotte y Madeline dijeron que te habían sacado de clases, y no podían encontrarte. ¿Por qué no respondiste mis mensajes?
            Se dejó caer en los brazos de Ethan. – La encontraron, - susurró, enterrando su cara en su remera. – El cuerpo de Sutton. En el cañón Sabino.
            Sintió cómo su cuerpo se tensó, y luego lo puso protectoramente alrededor de ella. – Eso lo explica. – Lo miró rápidamente. Apuntó su cabeza hacia el cañón en respuesta. – Estuve sentado aquí viendo los policías llegar al estacionamiento toda la tarde. El lugar también estaba repleto de reporteros.
            Un gemido se escapó de sus pulmones. – Va a haber una conferencia de prensa, Ethan, - dijo. – Todo va a salir a la luz. Y mira.
            Le entregó la bola de papel arrugado que le habían dejado en el parabrisas esa tarde. Él sacó sus brazos de alrededor de ella para estirar el papel contra su pierna, luego lo puso a la luz. Un sollozo sonó de ella mientras él miraba silenciosamente a la nota.
            - ¡El asesino ahora está amenazando a mi familia y amigos! – exclamó. – Ethan, esta persona me está observando todo el tiempo para asegurarse de que no me equivoque. Estoy poniendo a los Mercer en peligro. ¡Te estoy poniendo a ti en peligro! – Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. – He sido tan egoísta. ¡Nunca debí haberte dicho la verdad! Nunca debí haberte dejado ayudarme con el caso. Y ahora no tenemos que preocuparnos solamente del asesino. – Se soltó del agarre de Ethan, dando unos pasos atrás. – Los policías. La prensa. Van a averiguarlo. No quiero arrastrarte a esto conmigo. No podría aguantarlo si algo te ocurriera. – Miró rápidamente a su alrededor, de repente con miedo de que el asesino estuviera aquí, observándola ahora mismo. La calle ahora estaba tranquila, pero cualquiera podría estar allí en la oscuridad.
            Ethan cerró la distancia entre ellos y la atrajo contra su pecho. Ella luchó por un momento en pánico, y luego se dejó llevar por su abrazo.
            - No te voy a dejar pasar por esto sola, - dijo ferozmente. – No me importa lo que piense nadie. Estoy aquí para ti, Emma, sin importar qué. Contigo. No puedes dejarme.
            - Si se enteran de quién soy yo, van a creer que yo la maté. Y tú vas a lucir como mi cómplice. – Presionó su cara contra su hombro.
            - No me importa, - dijo, su voz sofocada por tener su cara enterrada en el cabello de ella.
            Sus lágrimas humedecieron el algodón de la polera de Ethan. – Ethan, no quiero que lo que le pasó a Nisha te pase a ti también.
            Tomó a Emma de los hombros y la sostuvo un poco alejada de él, forzándola a que lo mire a los ojos. La mitad de su cara estaba en la sombra, pero sus ojos brillaban con determinación. – No voy a permitir que eso ocurra.
            Ella quería desesperadamente creerle. La idea de pasar por la investigación sin él se sentía como pasar su corazón por una trituradora.
            - Ethan, - susurró. – Creo que Garrett podría ser el asesino.
            Sus ojos se abrieron. - ¿Encontraste pruebas? – preguntó.
            Le contó haber visto a Garrett en el salón, la forma en que la observaba desdoblando la nota. – Él sólo estaba sentado allí, sonriéndome. Como si estuviera pasándolo genial observándome avergonzada.
            La mandíbula de Ethan se tensó. Con otra mirada hacia el cañón, le tomó la mano y la llevó hacia el pórtico poco iluminado. El telescopio de Ethan estaba cerca de la baranda, apuntando hacia el cielo. Al lado, la casa de Nisha estaba oscura y en silencio. Emma se pasó los dedos por el pelo, nerviosa. Ahora toda la calle le parecía embrujada.
            El computador de Ethan estaba abierto, el cursor parpadeaba plácidamente sobre un documento abierto. Crimen y Castigo de Dostoyevsky estaba en el asiento junto a este, con el lomo hacia arriba. – oh, lo siento. ¿Estabas haciendo tareas? – preguntó, con otra punzada de culpa atravesándola. Se preguntó cuánta tarea de Ethan había interrumpido desde que había llegado a Tucson.
            Él se sentó en el pórtico, levantando el computador y colocándolo en su regazo. – Tiene fecha para fin de mes. Estaba intentando adelantarlo. – Al hablar, cerró el documento y abrió Facebook. Emma amaba la forma en que sus  manos volaban sobre el teclado, haciéndolo todo con los atajos que había programado, sin usar nunca el mousepad. A pesar de que su computador era viejo y abollado, Ethan había armado meticulosamente la máquina del interior.
            - ¿Qué haces? – preguntó, sentándose junto a él en el columpio. Había dejado de llorar, pero ahora la sal de sus lágrimas se estaba secando en su cara y hacia que su piel se sienta tiesa. Rascándose las mejillas, se acurrucó contra el hombro de Ethan mientras él abría el perfil de Garrett.
            - Quiero saber qué hacía Garrett la noche del asesinato de Sutton, - dijo. Le pasó la lata de cerveza de raíz y ella tomó un trago. Las burbujas ardieron en su estómago revuelto.
            - Qué bueno que su perfil sea público, - dijo Emma, doblando su cuello para ver. – Definitivamente ya no somos amigos. – La pantalla se llenó con cientos de fotos de Garrett—anotando un gol, sin remera y con aceite en el cuerpo en una playa en algún lado, levantando una copa hacia la cámara en algún restaurant elegante. En algunas estaba de pie junto a su hermana, con un brazo alrededor de ella de forma protectora.
            La actualización más reciente decía: QEPD Nisha B. Se te extrañará, pequeña. Pero antes de eso, la mayoría de sus estados eran bastante banales, cosas como  ¿Alguien ve The Voice esta noche? CeeLo llevó a su loro!!! O  Sólo cinco meses más antes de no tener que hacer nunca más una demostración de trigonometría. A veces ponía links a noticias de futbol o videos de Saturday Night Live. Parecía que publicaba cosas varias veces por día.
            - Ve a la noche del treinta y uno, - dijo Emma, su mano en el hombro de Ethan. Él retrocedió por los meses, bajando más lento cuando llegó a Septiembre. Emma sintió dolor cuando vio la frase Garrett pasó de estar “En una relación” a estar “Soltero”, actualizado en la fecha de su cumpleaños.
            - Nada interesante, - dijo Ethan. Ella se inclinó y miró el monitor. Luego sus ojos cayeron en el último post de Garrett antes del asesinato de Sutton, al final de la tarde del treinta.
            ¿No se cansan alguna vez de todas las mentiras que dice la gente?
            Emma e Ethan intercambiaron miradas. – Eso podría ser sobre Sutton y Thayer, - dijo Emma tranquilamente. Ethan asintió. Luego vieron algunas actualizaciones de estado del primero de septiembre, y ella tembló. Había una a las 2:38 A.M.
            Eventualmente, la gente siempre recibe su merecido.
            Yo miraba la pantalla, mi mente agitada, deseando que las palabras traigan mi recuerdo a la vida, que me lleven de vuelta a esa noche para finalmente poder ver cómo lo había hecho. Pero no pude recordar más allá de ese punto cuando me tomó el hombro y dijo mi nombre. Sutton. Lo había dicho como si fuera la palabra más sucia y más insultante que alguna vez hubiera escuchado.
            - Garrett probablemente habría sabido sobre el video de secuestro, - dio Emma suavemente, re-leyendo la actualización del primero de septiembre. – No habría sido difícil robarlo del computador de Laurel alguna vez cuando estuvo en la casa.
            En algún sitio a la distancia, sonaba una sirena de ambulancia. Los perros a ambos lados de la calle se pusieron a aullar en respuesta. Emma miró al cañón, asomándose como una sombra oscura, como un secreto.
            - No lo entiendo, - dijo Ethan. – Robarlo y esperar que tú lo veas… Eso parece muy complicado. ¿Por qué no simplemente agregarte desde la cuenta de Sutton?
            - Yo no usaba mucho Facebook cuando era Emma. No es como si hubiera tenido muchos amigos. Mi perfil estaba oculto. – Suspiró. – Y Garrett necesitaba que yo venga a Tucson y me haga cargo de la vida de Sutton, rápido. Si averiguaba un poco sobre mí, habría sabido de Travis. ¿Qué mejor forma de etiquetar ese video que Sutton en AZ, y mandárselo a mi baboso hermano adoptivo? Obviamente yo buscaría a una chica que luzca tal como yo. Y luego cuando lo hice, me respondió como Sutton.
            Ethan la observó. – Emma, eso lo hace sonar premeditado. Como si él hubiera planeado todo el tiempo usarte para cubrir el asesinato. Lo cual significa que él de algún modo ya sabía que estabas allí.
            Esa idea mandó un escalofrío por su columna vertebral. ¿Cómo habría sabido Garrett sobre Emma, cuando ni siquiera los Mercer sabían que existía? Pero todo encajaría con saber sobre Travis.
            Emma miró hacia la casa de Nisha, la cual estaba completamente oscura. Se preguntó si el Dr. Banerjee había ido a quedarse con amigos o familia. Quizás estaba en el hospital, enterrando su luto en su trabajo como lo hizo cuando su esposa murió. Podía divisar las cortinas cortas de organza en el dormitorio de Nisha, ahora sin movimiento.
            - ¿Pero cómo vamos a probar que lo hizo? – preguntó, apoyando su cabeza contra la pared de la casa. Ethan miró la pantalla del computador pensativamente.
            - Si tuviéramos acceso a los mensajes o email de Garrett, podríamos ver si él envió el link, - dijo. – Incluso si borró los mensajes. Esas cosas quedan registradas para siempre. Sólo tienes que saber cómo hacerlo.
            - Voy a vigilarlo, - dijo. – Quizás puedo averiguar cómo poner mis manos sobre su teléfono.
            - Ten cuidado. – Ethan lucía preocupado. – Él es peligroso, Emma. Especialmente ahora. Probablemente se está desesperando.
            - Bueno, yo también, - dijo Emma, sonando más ruda de lo que se sentía.
            Y yo también. Nunca me había sentido tan impotente, tan desesperanzada. Finalmente sabía quién me había matado—y no podía decirle a nadie.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Los comentarios pasan por moderación así que no aparecen de inmediato :) (Para evitar spam y/o spoilers)

Recuerda suscribirte a tu comentario para recibir una notificación cuando alguien responde :)