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Capítulo 25 - Capítulo 27
Traducido
por: Daniela
Corregido
por: Brayan.
Ese jueves siguiente, Emily se despertó con
dolor de cabeza y un perfecto cielo azul. Trató de salir de la cama, pero sus
piernas no querían moverse. Tienes que levantarte, se dijo a sí misma.
Solo que ¿Por qué? Su graduación de
Rosewood Day era en una hora, pero no era como si la escuela le permitiera
formar parte de esta. Se le había dado permiso para asistir, pero ¿Por qué
querría mirar? Y más que eso, su madre aún no había vuelto del hospital, más
objetos costosos estaban desapareciendo de su casa, y el FBI aun pensaba
que Ali estaba muerta y las chicas habían matado a Tabitha. La lectura de
cargos de Emily era mañana, y entonces sería enviada a Jamaica. A todo su
alrededor el verano se estaba desenvolviendo: Sus vecinos hacían parrilladas y
jugaban con sus perros e iban a pasear por el vecindario. Pero cuando Emily
siquiera miraba las flores floreciendo o el brillante césped verde, todo lo que
sentía era temor. Todo esto era para que otra gente la disfrute, no ella.
Tomó su teléfono, buscó CNN, y volvió a
mirar el video. Para entonces, once mil ochocientos cuarenta y dos—no, cuarenta
y tres—personas habían comentado que Emily y sus amigas eran el diablo
encarnado. Se dobló del dolor mientras las borrosas chicas golpeaban a Tabitha
hasta morir. Sí que se parecía a ellas cuatro. Además, si la policía
sospechaba que el video fuera falso, ¿No habrían ya apagado todo? ¿Usado toda
su tecnología de punta para demostrarlo? Ali de algún modo había que el video
sea a prueba de tontos.
Entonces averigua quién puede ser N,
le dijo una voz en su interior.
Otra imposibilidad. Como si el staff en La
Reserva fuera a permitir que un supuesto criminal se infiltre en su edificio.
Además, ya se habían negado cuando había preguntado.
Pero marcó el número de La Reserva de igual
modo, con otra cuestión en su mente. Cuando una enfermera respondió, Emily
tosió. - ¿Ha vuelto Iris Taylor? - preguntó temblorosa.
- Déjame revisar. - Hubo tecleo. - No, Iris
Taylor no está aquí. - respondió.
Emily agarró con fuerza el teléfono. - ¿No
la han encontrado?
Hubo bulla al otro lado, una segunda voz
entró a la línea. - ¿Quién es? - demandó un hombre. - ¿Eres otra reportera? - Y
luego, click.
La llamada apareció en el teléfono de
Emily. Puso su teléfono devuelta en el velador y miró en blanco hacia la
ventana. Iris estaba allí afuera en algún lado. ¿Quién sabía si estaba viva o
muerta? Y era todo por culpa de Emily.
Repentinamente, una segunda voz sonó en la
cabeza de Emily, esta en un tono más bajo y tenebrosamente hipnótico. Entonces
ríndete, hizo eco. Solo quédate en cama. Cierra tus ojos. No hay razón
para nada.
Una puerta se cerró afuera, y Emily abrió
sus ojos una vez más. A pesar de que le tomó un gran esfuerzo, se levantó de la
cama y atravesó el pasillo hacia la ventana frontal. Afuera, su padre estaba
ayudando a su mamá a salir de un taxi. Carolyn tomó los bolsos de la Sra.
Fields y la hermana de Emily, Beth y el hermano, Jake, caminaban alrededor,
tratando de ser útiles.
Observó a su mamá cojeando hacia la puerta
frontal. La Sra. Fields se veía gris y vieja, claramente enferma. La puerta crujió
al abrirse, y Emily escuchó voces abajo. - Siéntate allí, - El Sr. Fields dijo
suavemente. - ¿Ves? ¿No se siente bien?
- ¿Puedo buscarte algo, mamá? - Esa era la
voz de Beth.
- ¿Qué tal algo de ginger ale? - Dijo Jake.
- Eso sería encantador, - dijo la Sra.
Fields. Su voz era temblorosa, como la de una abuela.
Hubieron pasos apresurados, el sonido del
refrigerador abriéndose y cerrándose. Emily dudaba arriba de las escaleras, más
nerviosa de lo que se sintió en los bloques antes del campeonato estatal de
natación del año pasado. Luego de unas cuantas inhalaciones agitadas, encuadró
sus hombros y bajó las escaleras.
Beth y Carolyn estaban sentadas en el sofá,
con sus manos en sus regazos, sus sonrisas temblorosas. Jake volvió de la
cocina con un vaso alto de ginger ale. El Sr. Fields estaba agachado junto a la
TV, haciendo algo con la caja del cable, y la mamá de Emily estaba sentada en
la reclinadora, con la cara pálida y arrugada.
Cuando Emily llegó al fondo de las
escaleras, todos se congelaron. Los labios de Carolyn hicieron un puchero. Jake
se puso de pie. Beth miró a otro lado, lo cual hizo que Emily se sienta
especialmente mal.
Emily se acercó a su mamá. - Es tan bueno
verte en casa, - dijo temblorosa. - ¿Cómo te sientes?
La Sra. Fields se miró las manos. A la vez,
su respiración comenzó a apresurarse.
- ¿Cansada? - Emily intentó. - ¿Te
alimentaron bien en el hospital?
La Sra. Fields estaba respirando con
dificultad ahora. Carolyn chilló. - Papá, haz algo.
- Ella no debería estar aquí, - dijo Beth
rápida y bruscamente.
El Sr. Fields se levantó de la TV. Había
desconectado el cable de la televisión. ¿Estaban tan en quiebra que ya ni
podían pagar el cable? - Tienes que volver arriba, - le dijo firmemente a
Emily, con la mirada fría.
- Lo siento, todos, - dio hasta su último
esfuerzo. - Lo siento mucho, mucho.
Luego subió volando las escaleras,
guardándose los sollozos solo hasta estar tranquilamente tras su puerta
cerrada. Su teléfono estaba parpadeando en la cama. ALERTA DE GOOGLE POR
LA LADRONA PREPPY, decía la pantalla. Emily escaneó los titulares. El juicio de
sentencia estaba agendado para la próxima semana. Expertos dicen que su
sentencia será entre veinte y cincuenta años.
Emily lanzó el teléfono contra la pared.
Jordan estaría bien si no fuera por Emily. Ella también había arruinado su
vida.
Todo de una vez, pensó en Derrick, su amigo
del verano pasado. ¿Cuántas veces había él sostenido su mano en el cuarto de
descanso cuando ella abría su corazón sobre lo asustada que estaba por tener un
bebé? ¿Cuántas veces lo había llamado en medio de la noche porque no podía
dormir? Ella no lo había visto hace mucho, cuando A estaba atormentándola sobre
Gayle, así que ella sabía que él seguía por ahí. Quizás él la escucharía.
Quizás él la entendería.
Recogió su teléfono de la alfombra y marcó
su número, pero la llamada pasó a buzón de voz. Emily colgó sin dejar un
mensaje. ¿Y si Derrick vio su número y presionó IGNORAR? Quizás él pensaba que
ella era una asesina, al igual que todos los demás. Quizás el seguía molesto de
que ella le haya costado su trabajo con Gayle, porque ella no le dio su bebé a
Gayle—la última vez que lo vio, él lo mencionó. Ella también había impactado
negativamente la vida de Derrick.
Ella era el opuesto del Rey Midas—todo y a
todos a quienes tocaba se pudrían, y había tan poco que podía arreglar. De
repente, algo se le ocurrió. Mucho de todo esto estaba fuera de su control,
pero había un modo que podía hacer a su familia feliz otra vez, tener su dinero
de vuelta, y curar a su madre. Podía desaparecer completamente.
¿Pero siquiera se atrevía a pensarlo?
Emily apretó con fuerza su cojín. Si no
estuviese aquí ahora mismo, si no fuera un constante factor de stress, su mamá
se recuperaría. Pero cuando pensaba en desaparecer, no se refería a simplemente
irse de la ciudad. Era una decisión más grande, más aterradora, más definitiva
que eso.
Salvaría a su familia ¿Y quién la
extrañaría?
Se sintió una risa abajo. Alguien abrió una
puerta y la cerró otra vez. Emily se levantó de su cama y se puso de pie en
miedo del cuarto, sus dedos tiritaban. A la vez, no podía sacarse ese
pensamiento de su mente. Tenía tanto sentido. No podía vivir así. No podía
dejar que su familia sufra. No podía ir a Jamaica tampoco. Quizás lo rumores no
estaban dando vueltas porque Ali y su ayudante los habían iniciado. Quizás
todos pensaban que era el próximo paso lógicamente.
Emily cerró sus ojos y pensó por un
momento. El puente cubierto de Rosewood se le vino a la mente. La mayor parte
del puente tenía un techo sobre él, las paredes interiores estaban cubiertas
con graffitis, pero había una pequeña pasarela por fuera que estaba abierta al
agua debajo. El arroyo era profundo en esta época del año por toda la nieve
derretida. También sería fría. Adormecedora.
Con el corazón latiendo con fuerza, se puso
jeans y una remera. Entonces, reuniendo coraje, abrió su ventana, subió al
techo, escaló hasta el roble, y se deslizó por el tronco, del modo que siempre
lo hacía cuando se escapaba. Hacia el puente era una caminata de unos veinte
minutos. Para cuando su padre le echara un ojo—si es que siquiera lo hacía—ya
se habría ido hace mucho.
Cuando Emily se le acerca a su madre, en la oración hay un pequeño error, dice "vasa" en vez de "casa" :) Saludos
ResponderBorrarUps! Corregido :)
BorrarMil gracias