Traducido por: Daniela
No había un sonido tan bello, Ali pensó
cuando el vibrante ringtone de nota de guitarra anunciaba que tenía un nuevo
mensaje de texto de Nick.
¿Cuál es tu materia favorita en la
escuela? Era el último. Ali, quien estaba sentada en la hamaca del pórtico
esperando a Aria, escribió su respuesta. Solía ser inglés, escribió, pero
ahora que tenemos que leer tantos libros aburridos supongo que es período de
estudio. LOL. No quería mencionar su verdadera clase
favorita—ciencias—por miedo a quedar como una nerd.
La mía también, Nick respondió, y
Ali sonrió.
Su teléfono volvió a sonar. Oye,
¿recuerdas ese monitor en el campamento que fue picado por esas abejas?
Nick escribió. ¿Cuál era su nombre?
Ali se mordió el interior de la mejilla. Sé
a quién te refieres, escribió luego de un momento. Pero no lo recuerdo.
Un familiar Subaru llegó, y Aria se bajó de
la parte de atrás, llevando a Pigtunia bajo el brazo. Hablamos luego,
Ali escribió. Estaré aquí, Nick respondió.
Miró al padre de Aria tras el manubrio.
Usaba una remera a rayas con un estampado tan desteñido en el frente que ya no
era legible. El delgado cabello de él estaba parado por todas partes, y tenía
esa descuidada media barba que algunas chicas pensaban que era sexy pero Ali
solo pensaba que se veía sucia. Ni siquiera pudo mirarlo a los ojos.
Byron también miraba a otro lado, como si
supiera que Ali sabía. Lo cual significaba que Aria tenía que saberlo también,
¿cierto? Si Aria admitía algo, entonces quizás Ali podría decirle que sabía
cómo se sentía. Que había visto a su mamá y ese tipo cualquiera en el mall. El
secreto se sentía como una lata de Coca Cola agitada en su interior, su
contenido burbujeando y presionando sus lados. Se sentiría bien decírselo a
alguien, especialmente alguien quién pudiera compadecerse.
Aria caminó por los escalones del pórtico y
se sentó en la hamaca junto a Ali. - ¿Qué hay?
- No mucho – Ali dijo. - ¿Qué hay de ti?
Aria empujó la reja del pórtico para darle
más vuelo a la hamaca. – Entonces, tengo que hablarte de algo.
El corazón de Ali saltó. - ¿Qué? – preguntó
inocentemente.
Aria giraba el brazalete con mostacillas
alrededor de su muñeca. - ¿Recuerdas la clase de teatro que estoy tomando
después de la escuela? – Aria preguntó. – Bueno, tuvimos un nuevo estudiante
hoy. Toby Cavanaugh.
Instintivamente, Ali miró al otro lado del
terreno, medio esperando que Toby siga parado allí, como había estado la noche
anterior. – Está de vuelta, - dijo, no como pregunta exactamente.
- Sí. – Aria se mordió su dedo índice. – Él
no dejaba de mirarme. Y entonces tuvimos que hacer un ejercicio de discurso, y
nos emparejaron. Tuve que decir una frase, y él tenía que repetírmela hasta que
la frase cambiara. Yo escogí. Nunca nieva cuando es verano. Y la
repetimos una y otra vez, hasta que Toby comenzó a decir Sé lo que hiciste
el último verano – Amplió sus ojos dramáticamente. - ¿Crees que Toby sabe
algo?
Ali tocó un punto oxidado en la cadena de
la hamaca. Solo Spencer había estado presente en su enfrentamiento con Toby, y
Ali le había hecho prometer que no les cuente a las otras. Parecía más seguro
mantenerlo entre ellas.
- Toby no sabe lo que hicimos, - dijo
definitivamente. – Y, de todos modos, Lo de Jenna ocurrió la primavera pasada,
no verano. Él solo es un loco. – Luego miró a Aria. - ¿Eso es lo que
tenías que contarme?
- Bueno, sí. – Aria frunció el ceño. - ¿No
crees que es algo importante? Toby es raro.
Ali se encogió de hombros. – Sí, pero esas
no es una novedad exactamente.
Descansó su cabeza en el hombro de Aria,
pensando por un momento cómo podía hacer que Aria hable. Decidió usar su plan desesperado.
Se aclaró la garganta. – Algo me pasó a mí también, y realmente necesito
hablarlo con alguien. – miró al terreno. – Creo que mis padres se van a
separar. – Solo decir las palabras hizo que se forme un nudo en su garganta.
Aria se dio vuelta para mirarla de frente.
- ¿Por qué dices eso?
- Han estado discutiendo un montón. – Ali
miró sus palmas. – Y han dicho que tienen que decirnos algo a mí y a Jason—Sé
que es eso. – No había modo que fuera a contarle sobre si mamá. No aun.
- Lo siento.
Aria parecía genuinamente compasiva. Se
sintió bien por un momento, peor luego Ali pensó que no era suficiente. – No sé
qué haría si mis padres no estuvieran juntos, - dijo. – Sería aún más raro si
estuvieran con alguien más. ¿Has pensado en eso alguna vez?
Aria se acomodó en sus hombros. – No
realmente.
- Pero tu mamá es bella—y se la pasa cerca
de todos esos compradores de arte. Tu papá está rodeado por estudiantes
veinticuatro/siete. Es posible. ¿No crees?
Muchas expresiones—incomodidad,
humillación, vergüenza—pasaron por la cara de Aria de una vez. – Todo es
posible, supongo.
Sus labios se separaron, quizás para
soltarlo. Pero luego su mirada cayó en algo detrás de Ali, y se levantó de la
hamaca tan rápido que Ali se fue hacia atrás. - ¡Oh! ¡Jason!
Jason subió por los escalones, su mochila
colgaba de uno de sus hombros. – Hey, - dijo gruñonamente.
- ¿Cómo estás? – La voz de Aria estaba
aguda y rara. - ¿Estás emocionado por graduarte?
- No en realidad, - Jason dijo, abriendo la
puerta y cerrándola otra vez.
Aria se volvió a sentar en la hamaca,
parecía decepcionada. Ali presionó sus uñas en la parte más carnosa de su
palma, sintiéndose humillada. ¿Aria acababa de cambiar el tema a propósito?
¿Ella sabía… y no quería decirle? Ali acababa de decirle a Aria algo
verdadero y tenebroso y terrible. ¿No tenía Aria la decencia de reciprocar? ¿No
era eso lo que los amigos hacían?
Maldad se instaló en ella como un pesado y oscuro
manto, y le dio un toque a Aria. - ¿Aun te gusta Noel?
Los ojos de Aria se iluminaron. - ¡Por
supuesto! ¿Le hablaste de mí?
- De hecho, lo hice, - Ali mintió.
- ¿Y?
Ali dejó una pequeña pausa, luego dejó su
mano sobre la rodilla de Aria y la apretó. – Bueno, fui a su casa. Pero algo
medio…raro ocurrió. Le dije sobre ti, y me dijo que le gustas como
amiga.
Las esquinas de la boca de Aria se fueron
hacia abajo. – Oh.
- Y entonces me dijo que le gusto yo. Y
creo que a mí me gusta.
Aria se apoyó atrás. - ¡Oh! – su voz estaba
extrañamente brillante. – Está bien. Wow.
- Pero no saldré con él si tú no quieres.
El dolor era obvio en la cara de Aria. –
Um, está bien, - dijo luego de un momento.
Por un segundo, Ali casi se arrepintió de
la mentira. Noel probablemente habría ido por Aria si Ali le hubiera
pedido. Y ella realmente había planeado hablar con él sobre ella. Pero
¿Por qué debería ponerse para una amiga que ni siquiera le contaría lo que
estaba ocurriendo en su vida? Las amistades eran ojo por ojo— ¿Qué ganaba ella
de todo esto?
Las esquinas de la boca de Aria temblaron.
Miró la pantalla de su teléfono con urgencia, a pesar de que no había sonado. –
Um, tengo que irme, - dijo. – Mi mamá me necesita.
- ¿Problemas en casa? – Ali preguntó como
último intento. Si lo admite ahora, le diré que lo inventé todo,
decidió. Le diré que hablaré con Noel de verdad.
Pero Aria simplemente bajó por las
escaleras. – No, - dijo, partiéndole el corazón a Ali solo un poco. Y entonces
se apresuró y se dirigió al patio trasero. Ali la miró desaparecer hacia el
bosque camino a su vecindario. Su cabeza estaba baja, sus hombros encorvados,
sollozos incontrolados emanando de los pinos.
Ali juntó sus labios y trató de tragarse su
arrepentimiento. No era triste. Era bueno.
Capítulo 16 | Capítulo 18
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