Traducido por: Guadalupe
Corregido por: Daniela
La tarde siguiente, Ali estaba en la puerta de Rive Gauche. Los
camareros con camisas blancas almidonadas revoloteaban por el lugar sirviendo
bebidas y limpiando vasos. Una camarera pasó con una fuente sopera de fondue
con rico olor. Unas niñas de la escuela estaban sentadas en una mesa,
incluyendo a Melissa Hastings, que ya había notado a Ali y la miró
amenazadoramente. Ali estiró el cuello, buscando a Nick—él estaba trabajando
hoy y le había preguntado si quería venir con él a pasar el rato durante su
descanso—pero ella no lo veía por ninguna parte.
Ella estaba tan feliz de que él le mandara un mensaje. En cierto
modo, ella necesitaba verlo, necesitaba
confirmarle al mundo que a ella le gustaba un chico. Encontrar ese corazón en el cuaderno de Emily la había
sacudido hasta la médula—ella dejó caer el cuaderno y salió corriendo del
cuarto de baño lo más rápido que pudo, murmurando una excusa poco convincente
para Spencer y las demás y rogándole a Jason para que fuera a buscarla de
inmediato. ¿Cómo no había percibido los sentimientos de Emily? Todas esas veces
que Emily la había defendido, todos esos elogios que ella le daba. Incluso
ayer, Emily se había contentado con solo sentarse en el sofá del área de
probadores viendo a Ali modelar jeans frente al espejo de tres cuerpos. Ali se
había cambiado delante de ella un millón de veces, sin pensar nada al respecto.
Esto explicaba totalmente por qué Emily la había mirado con tanta atención
cuando Ali hizo ese baile sexy con el álbum de Justin Timberlake hace algunos
fines de semana. Y había largado un pequeño suspiro de satisfacción cuando Ali
terminó, como si fuera a soñar con Ali esa noche....
Ali no estaba segura de cómo se suponía que debía manejar la
situación. Estaba claro que Emily estaba aterrorizada de decirle a Ali sus
sentimientos. Probablemente sabía que Ali le diría que no se sentía de la misma
manera y que su amistad se desmoronaría. Sin embargo, Emily era demasiado
valiosa como amiga—era tan fácil hablar con ella y, más que eso, tan controlable. Ella hacía todo lo que Ali
le pidiera—Ali nunca encontraría una compañera así de nuevo.
- ¿Tierra a Alison?
Ali miró hacia arriba y vio a Nick en la puerta, vestido con una
camisa blanca de Rive Gauche y un pantalón negro. - Hey - Dijo con una gran
sonrisa. Sólo estar con él otra vez hizo que de repente se sintiera tan
relajada, como si se hubiera metido en un baño caliente.
Un pitido sonó, y Nick echó un vistazo a su teléfono. Después de
mirar fijamente la pantalla durante un momento, lo dejó caer en el bolsillo del
pantalón.
- Entonces - Dijo,
sonriéndole, sus ojos azules brillantes y claros. - ¿Quieres subirte al
carrusel conmigo?
Ali casi se echó a reír. - ¿Hablas en serio? ¿El que está en el
Playland de niños por el pasillo?
Nick sonrió. - ¿Por qué? ¿Eres demasiado cool para ir en un
carrusel?
Normalmente, Ali habría dicho que sí, pero algo acerca de montar
un carrusel con Nick parecía divertido.- Voy a ir si tú vas. - Lo desafió.
- Acepto.
- Un hormigueo se disparó en la columna de Ali
mientras él agarraba su mano. Juntos, salieron del restaurante y caminaron por
el largo pasillo, pasando por un conjunto de tiendas, incluyendo a Woof, la
tienda de mascotas de lujo. Cuando ella recién había tomado el lugar de su
hermana en Rosewood, había pasado horas allí, admirando las mantas de cachemira,
ropa para mascotas de cuero y golosinas orgánicas a pesar de que su familia no
tenía una mascota. Este es un lugar donde hasta los perros tienen que llevar
la ropa adecuada, ella había pensado.
Nick miró a la tienda. - ¿Eres una persona de perros o de gatos?
- Una persona de jerbos, ¿recuerdas? - Ali bromeó. - Pero creo que
prefiero más a los gatos que a los perros.
- Eso significa que eres distante y misteriosa. - Dijo Nick.
- O que no me gusta la baba de perro. - Señaló Ali.
- O que no te gusta ver a los perros follar todo lo que se mueve.
Ali se echó a reír.
Pasaron Chanel, Bloomingdale’s, y una tienda para niños de lujo,
charlando acerca de la escuela, tareas, y sobre el nuevo trabajo de Nick—él ya
había tenido una mujer que podría haber sido su madre coqueteando con él. - Fue
totalmente extraño. - Admitió. Entonces él la miró. - ¿Alguna vez has salido
con alguien mayor?
Ali pensó en Ian, luego en el juego entre ella y Spencer de besar
a la mayor cantidad de chicos mayores que pudieran. Ella había besado a unos
cuantos estudiantes de octavo grado, y una vez incluso un estudiante de noveno
grado, pero sólo eran besos simples, nada más. - No
realmente. - Admitió. - ¿Y tú?
Nick agachó la cabeza. - Para ser honesto, no he salido con muchas
personas. Sólo he tenido una novia, y ella... - Su voz se desvaneció. - No funcionó.
- Es una broma. - Ali soltó. - Pensé que las chicas estarían locas
por ti.
- No he encontrado a la chica adecuada, supongo. - Volvió sus ojos
azules hacia Ali y parecía que iba a decir algo más, pero luego cerró la boca.
- ¿Qué? - Preguntó Ali, su corazón latía con fuerza.
Un rubor subió desde el cuello de Nick. Ali esperó, una sensación
efervescente mezclada con emoción se arremolinaba en su estómago. Pero entonces
alguien le chocó el bolso, y algunas de sus Polaroids, las cuales ella guardaba
en el bolsillo delantero, revolotearon hacia el piso. Ali miró hacia arriba y
vio a una chica con el pelo corto y rubio alejándose. Era la hermana de
Spencer. Ali la miró. ¿Se había topado con Ali a propósito?
- Wow, genial. -Dijo Nick cuando se inclinó para ayudarla a
recogerlos. - ¿Qué es esto?
Levantó una de Ali y Aria en clase de arte. Habían puesto sus
grandes pinceles debajo de sus narices para que parezcan bigotes. Luego una de
Jason descansando en el sofá, con un hilo de queso colgándole de la boca. Ella
la había sacado a escondidas ayer y planeaba usarla como chantaje después.
- Oh, sólo es algo que hago. - Dijo Ali. Hurgó en las fotos. -
Tengo una tuya del día que nos re-encontramos. - Ella la encontró y la sostuvo
en alto.
- ¿Llevas contigo una foto mía? - Nick parecía tocado. - Quiero
una foto tuya, también.
Ali hojeó las fotos y encontró una que Spencer había tomado de
ella fuera de Rosewood Day. Su cabello rubio brillaba a la luz del sol. Su
sonrisa era amplia y socarrona, como si tuviera un secreto que no le estaba
diciendo. - Aquí tienes. - Dijo ella con timidez, pasándosela.
Se sentía importante intercambiar fotografías con un
chico. Casi tan importante como cuando los amigos se intercambian collares con
medio corazón o anillos de amistad.
Doblaron la esquina y el carrusel apareció, su organillo tocando
una canción de circo. Los caballos de madera, pintados alegremente se
balanceaban de arriba a abajo. Un niño montó un pequeño trineo detrás de los
caballos, y un padre estaba de pie junto a un niño joven en un león rugiente.
Nick la tomó de la mano. - ¿Quieres ir?
- Claro - Dijo Ali, sin molestarse siquiera en mirar alrededor
para ver quién podría estar mirando. Normalmente, una chica como ella nunca andaría
en el carrusel. Pero con Nick, este tipo de cosas eran cool.
Pagaron entradas, y cuando el carrusel se detuvo, el asistente
levantó la cadena y dejó que seleccionaran caballos. Eligieron dos ponis
blancos juntos y se subieron. Cuando Ali puso sus pies en las correas,
repentinamente se inundó de nostalgia y tristeza. Un recuerdo destelló en su
mente de la última vez que había estado en un carrusel. Fue cuando ella y su
hermana eran amigas, antes de que cualquier cosa terrible sucediera. Las dos
estaban vestidas con faldas de color rosa idénticas y remeras blancas; las dos habían
pedido globos de color rosa del carrito de globos. Los caballos eran tan altos
que su padre tuvo que ayudarlas a subirse en ellos, y se habían ubicado una al
lado de la otra, igual que ahora con Nick. A medida que la música comenzó, las
dos chillaron y se agarraron las manos a través del pasillo.
¿Qué había hecho cambiar a su hermana? ¿Por qué, de repente,
estaba tan celosa, tan desesperada por ser la única chica en la casa?
Probablemente era una respuesta que Ali nunca obtendría.
A medida que pasó los dedos por la melena moldeada del caballo, un
pensamiento sorprendente le ocurrió: Echaba
de menos a su hermana. No a la persona loca en la que se había convertido,
no a la presencia amenazante en el baño, sino a esa pequeña chica que una vez
fue, su antigua mejor amiga. A veces, en
medio de la noche en el Radley e incluso ahora b, se encontraba a sí misma buscando
algo en la oscuridad. Se había preguntado más de una vez si era la mano de su
hermana.
La música comenzó, y el carrusel empezó a girar. Ali le sonrió a
Nick, limpiando los pensamientos de su mente. Nick agarró al poste con una mano
y tomó su mano con la otra. Él no le quitó los ojos de encima en ningún
momento. El corazón de Ali latía junto al ritmo del bombo que acompañaba la
canción de época antigua del carrusel.
El carrusel giró varias vueltas completas antes de que alguno de
ellos mirara a otro lado. Cuando el viaje se desaceleró, el teléfono de Nick
sonó, y lo sacó de su bolsillo y comenzó a enviar mensajes.
- ¿A quién le escribes? - Ali soltó, entonces quiso poner una mano
sobre su boca.
No se suponía
que le importe a quién le estaba
enviando mensajes. Se suponía que debía actuar de manera relajada y distante.
Los chicos no soportaban las chicas que querían saber cada detalle de sus
vidas.
Pero Nick giró la pantalla del teléfono para que Ali pudiera ver. -
Mi amigo Jeff. -Mostró el hilo de mensajes de texto. Un tipo
llamado Jeff G. le preguntó qué
estaba haciendo, y él había respondido, Estoy saliendo con mi nuevo amor,
Alison.
La boca de Ali cayó abierta. - Soy tu nuevo amor, ¿eh? - Dijo
tratando de parecer intocable y apática. Pero su voz
estaba demasiado llena de alegría como para
eso. Sus dedos temblaban. Había una voz dentro de ella gritando ¡Sí!
- Espero que lo seas. - Dijo Nick, ayudándola a bajar del caballo
y caminando hacia afuera de la pequeña valla que rodeaba el carrusel. - Quiero
saber todo de ti, Ali. - Él entrelazó sus dedos con los de ella. - Me gustas
mucho.
- T-tú también me gustas mucho. - Ali se oyó decir, su voz sonaba
un poco baja y nerviosa—y emocionada.
- Bien. - Dijo Nick, acercándose. Y allí, al
lado del órgano de tubos y niños gritando esperando en la cola del quiosco de
algodón de azúcar, que olía dulcemente nauseabundo, él se acercó y tocó sus
labios con los de Ali. Se acabó en un instante, pero Ali sabía que recordaría
la sensación del beso por un largo, largo tiempo.
Se sonrieron vertiginosamente durante unos segundos, pero de
repente algo detrás de Nick captó la atención de Ali. Una figura familiar estaba
parada justo dentro de uno de los pequeños pasillos del centro comercial que
llevaba a los baños y las oficinas del personal. ¿Era su madre?
Entrecerró los ojos, al principio le molestó que su mamá estuviera
espiando. Pero entonces vio una segunda figura de pie junto a ella. Un hombre
en la sombra puso su mano sobre el brazo de la Sra. DiLaurentis, hablando con
urgencia sobre algo. No era el padre de Ali.
Su estómago se sentía ácido. Aspiró bruscamente y se alejó de
Nick. Frunció el ceño. - ¿Qué pasa?
- Yo... -La mirada de Ali se mantuvo en su madre y el hombre. Él
giró y tocó el costado de su cara en un gesto tan tierno que hizo que Ali se
acurrucara por dentro.
- ¿Ali? - La voz de Nick era relajada, pero parecía tan lejana. -
¿Estás bien?
- No. - Susurró Ali, retrocediendo. Una parte de ella quería ver
quién era el hombre, pero otra parte de ella estaba aterrorizada de
averiguarlo. Entonces, ella se dio vuelta y se echó a correr hacia la
salida, corrió más y más rápido hasta que sus piernas le dolían y sus pulmones
ardían.
Capítulo 14 | Capítulo 16
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