jueves, 15 de agosto de 2013

Burned - Capítulo 12: Duetos


Traducido por: Daniela
Corregido por: Frío, Ximena

            Más tarde ese día, luego de su curso de confección de joyas Caribeñas, Hanna se dejó caer en una mesa en el bistró con Mike y estudió minuciosamente el gran menú de cuero que la camarera acababa de entregarles. Mike olió el aire e hizo una mueca. - Ugh. Algo huele a popó de cabra. Creo que soy yo.

            Hanna se rio - Eso es lo que ganas por trabajar en una granja orgánica a bordo - Naturalmente, el crucero tenía sus propios gallineros, corrales de alpacas, y un invernadero, y Mike se había anotado para labores voluntarias. - ¿Qué te picó para trabajar allí, de todos modos? - ella preguntó. - Deberías haber pedido estar en el staff del gimnasio o algo.

            Mike negó con su cabeza tristemente. - Cuando vi hidropónico e invernadero en la descripción, pensé que era una granja de marihuana. No sabía que tendría que pasar dos horas ordeñando cabras. ¿Sabes lo mal que apestan esas cosas?

            Hanna le dio un golpecito. - Bueno, mejor tomas otra ducha, apestoso. De otro modo dormirás en el piso esta noche.

            Mike se levantó. - ¿Entonces eso significa que dormirás en mi habitación otra vez?

            Hanna miró ausentemente a las marcas de cinta del juego de tejo en el la cubierta. - ¿Está bien eso?

            - Por supuesto que sí - Mike dijo enfáticamente. - Pero vamos, Hanna. Acurrucarse en una cama de una plaza no es lo tuyo. ¿Tú y Naomi se pelearon?

            Hanna pretendió estar fascinada con los cubos de hielo en su vaso, no queriendo mirar a Mike a los ojos. A pesar de que era muy confortante acurrucarse en la cama con Mike, ella era del tipo de durmiente que se revolcaba toda la noche, necesitaba mucho espacio. Se despertó muchas veces la noche anterior al borde de caerse de la cama. Además de eso, la habitación de Mike olía como alguna clase de perro húmedo, y su compañero de habitación, un chico de Tate, se tiraba pedos dormido.

            - Parecía que se llevaban bien en la fiesta de Mason - Mike añadió.

            Hanna se dobló de dolor al revivir el momento cuando clavó sus ojos en la ID falsa de Naomi. - No importa.

            Mike enmantequilló un pan. - No entiendo a ustedes las chicas y sus estúpidas peleas. ¿Sabes lo que creo que tú y Naomi deberían hacer? desvestirse, ¡tener una lucha de barro a la antigua, y pronto arreglarán todos sus problemas!

            - Y luego  nos besamos, ¿No? - Hanna dijo sin expresión

            Los ojos de Mike se iluminaron - ¡Solo si quieren!

            Hanna le dio una bofetada, luego le dio su orden a la camarera. Ella sabía que Mike quería una mejor explicación, pero ¿Qué podía decir? Tengo miedo de estar cerca de Naomi porque choqué el auto de su prima y di a la chica por muerta, y ahora estoy preocupada de que Naomi o se haya enterado o que siempre lo haya sabido y me esté torturando como A. ¡Lo siento por no decirte nada acerca de esto antes!

            Ella de verdad, de verdad no quería que Naomi fuera la Nueva A, especialmente por cómo se habían unido en la fiesta. Las cosas se habían sentido tan naturales entre ellas, como si fueran amigas perdidas de hace mucho tiempo. ¿Y qué hay de todo eso que Naomi había dicho sobre el trastorno por atracón[1]? ¿Simplemente lo había inventado para ganarse la confianza de Hanna, para llevar a cabo sus diabólicos planes?

            Sin embargo, tenía sentido que Naomi fuera A—al menos uno de los As. Ella podría haber escuchado a escondidas sin mucho esfuerzo tantos secretos, debido a su rápida amistad con Kate. Y podría haberla arrastrado a la sesión de fotos con el asqueroso Patrick, quien había querido postear sus fotos ligeramente inapropiadas en internet. Naomi había estado en el flashmob cuando Hanna conoció a Liam Wilkinson, el hijo del rival de su padre —ella podría haberlos visto besándose en el callejón. Reuniendo mugre en la pequeña misión de acechando-a-Colleen habría sido un juego de niños también.

            Y tenía muchos motivos. ¿Cuántas miradas malvadas habían lanzado Naomi y Riley a Hanna y a las otras chicas luego de que Ali las invitó a ser su nuevo grupo? ¿Cuántas veces había Naomi tratado de hundir a Hanna—y había fallado? Está bien, entonces Jamaica no tenía mucho sentido—pero quizás ella estaba trabajando con alguien más alguien que la habría reclutado en el Equipo A una vez que Madison murió. Si Naomi sabía que Hanna había sido la conductora, y que potencialmente había herido a Madison mientras la movió, y que luego la abandonó—bueno, eso podría empujar a cualquiera a buscar venganza.

            No obstante, no era que Hanna haya querido chocar el auto. De hecho había pensado que estaba siendo una buena Samaritana por llevar a Madison a casa. Al final de la noche, estaba claro que Madison no estaba en estado para conducir—había estado mascullando las palabras y prácticamente se quedó dormida en el bar. Hanna miró a Jackson, el barman. - ¿Tienes algún número de taxi?

            Jackson apoyó sus codos en el mostrador y se rio, como si fuera una fiesta de fraternidad. - Sí, está bastante borracha, ¿huh?

            - ¡Nada de taxis! - Madison gritó - ¡Estoy bien! - Giraba el llavero alrededor de su dedo, pero salió volando y patinó hasta debajo de una máquina de póker. Cuando se agachó en sus manos y rodillas para recuperarlas, todo el bar obtuvo una vista de su tanga rosada.

            - Es todo - Hanna había dicho, dejando uno de veinte para cubrir la cuenta de Madison. Tomó la cartera de Madison de abajo del taburete y levantó a la chica. - Te conduciré a casa ¿Está bien? ¿Dónde vives?

            - Yo puedo conducir, Olivia - Madison se quejó, usando el nombre falso que Hanna le había dado. - ¡Estoy serfectamente pobria! digo, ¡perfectamente bobria! Digo...

            Y allí es cuando se puso verde, se agachó, y vomitó en sus zapatos bajos marca Coach. Los clientes se alejaron, parecían disgustados. Jackson arrugó su nariz. - Vamos - Hanna dijo, arrastrando a Madison por la puerta antes de que pueda vomitar otra vez. Sintió una pequeña espiral de preocupación cuando tomó las llaves de Madison—ella había tomado un trago también. Pero fue horas atrás, y se había curado. Conduciría unas cuantas millas bajo el límite de velocidad para asegurarse de que los policías no la detengan.

            Ahora un grupo de chicas corrieron al costado del barco, alejando a Hanna de sus recuerdos - ¿Son delfines? - Alguien gritó.

            Mike se levantó para ver, pero Hanna permaneció en su asiento, sus pensamientos aún se agitaban. Parecía tan improbable que Naomi pudiera haberse enterado de que ella conducía esa noche—a menos que Madison se haya despertado y recordado, lo cual habría sido imposible si es que murió. ¿Había visto ocurrir el choque desde su nueva casa, viendo todo a través de los árboles? Pero eso tampoco tenía sentido—si había mirado, seguramente había visto al auto salir de la nada y empujado a Hanna fuera del camino.

            - ¡Allí estás!

            Hanna miró. Naomi estaba de pie frente a ella, vestida en un vestido verde de Diane von Furstenberg y sandalias de rafia. Sostenía un vaso de jugo de uvas en su mano y olía, como siempre, a Twirl de Kate Spade.

            - Acabo de oír el mejor chisme sobre esa chica Erin Bang Bang - Naomi dijo conspirativamente.

            Hanna parpadeó, desconcertada por el acercamiento de Naomi - ¿Qué dice?

            Naomi se sentó en el lugar de Mike. - Aparentemente, alguien la escuchó hablando al teléfono con su mamá. Y escucha—pretendía como que era un angelito, diciendo que estaba rezando cada mañana, pasando mucho tiempo con sus compañeros, y evitando las fiestas y los chicos. ¿Puedes creerlo?

            Hanna miró cuidadosamente a Naomi. Sus ojos centelleantes, y tenía una dulce sonrisa en la cara. Parecía tan inofensiva, no como una maliciosa asesina. Pero probablemente esto era parte de su plan como A. Aun, Hanna pensaba en la estrategia que Spencer había sugerido de ganar la confianza de Naomi y averiguar si ella era A. Podría ser su amiga de mentira. De repente, parecía tan factible. Quizás Hana incluso podría averiguar si Naomi realmente sabía sobre el accidente con Madison también.

            Sonrió débilmente - Tan solo si pudiéramos postear los deslices de Erin en un lugar donde Mama Bang Bang pudiera verlos.

            - En serio - Naomi se rio entre dientes, mordiendo el anzuelo.

            Hanna dejó su servilleta - Vi un letrero de que ésta noche es la Noche de Karaoke. ¿Quieres ir?

            Naomi levantó una ceja. - Solo si cantas un dueto conmigo. Odio hacer karaoke yo sola.

            - ¡Lo tienes!

            - Vamos ahora - Naomi sugirió - Tengo la canción perfecta para nosotras.

            Hanna se levantó justo cuando Mike volvió de ver delfines. La miró confundido, lo cual ella ignoró dándole un beso en la mejilla. - Nos vemos después. - Dijo con frescura, luego se alejó. Con suerte él no notó lo mucho que temblaban sus manos cuando siguió a Naomi a los ascensores.

            El lounge del karaoke era dos niveles más abajo, y podían oír los maullidos desde el elevador. Había un pequeño y débilmente iluminado escenario en el frente de la habitación, y las pequeñas y redondas mesas de la habitación estaban llenas de chicos. Hanna notó a un lindo chico de cabello oscuro sentado solo cerca de los baños. Era Graham, el chico con quien Aria era pareja para la búsqueda del tesoro. Aria le había mostrado fotos de él en el sitio web memorial de Tabitha Clark.

            Como si sintiera su mirada, Graham se dio vuelta y miró a Hanna también. No parpadeó. Hanna se encogió y miró a otro lado. Siguió a Naomi a examinar detalladamente el libro de canciones, su corazón latía con fuerza todo el tiempo. Podría estar parada junto a A ahora mismo, seguía pensando. Ésta chica podría saber todas las cosas horribles que he hecho.

            Miró “California Gurls” de Katy Perry y consideró sugerirla, pero luego decidió que era muy cursi. Pero de repente, Naomi apuntó esa también - Creo que mataríamos con esta, ¿no crees?

            - Hagámoslo - Hanna la escribió junto a sus nombres. No había modo de que fuera a discutir cosas sin importancia con A.

            Se sentaron en una mesa y esperaron su turno. Aunque Hanna tuvo que mantener su pierna moviéndose para calmar los nervios, pretendió estar completamente en calma mirando como un grupo de chicos de Ulster aullaban algo de una banda de metal y tres chicas con el mismo corte de cabello rubio pretendieron ser Britney Spears. Naomi sacó su celular, a pesar de que Hanna moría por ver lo que estaba escribiendo, mantuvo la mirada en su bebida, su corazón latía con fuerza.

            Naomi dejó su celular de vuelta en su cartera. - Me gustaría que nos sirvieran - suspiró. - Necesito tanto un coctel. Estoy teniendo problemas mayores de chicos, y quiero ahogar mi dolor.

            - ¿Qué sucede? - Hanna preguntó, temblorosamente apoyando su mentón en su palma. Regla #1 de ser Amiga Falsa: Siempre pretender que te importan los problemas de hombres de tu amiga falsa.

            Naomi suspiró - Al chico que me gusta, le gusta Spencer.

            Hanna tomó un trago del agua que estaba frente a ella, sorprendida de que Spencer no haya comentado eso cuando hablaron sobre A la noche anterior - Que jodido - dijo balbuceando.

            - que jode - Los ojos de Naomi se abrieron - Hey, ¿sabes algo sucio de ella? Ya sabes, ¿algo que haga que él se vaya corriendo y gritando?

            Hanna tosió. - En realidad no sé nada tan bueno. - Excepto que es una asesina, una voz rugió en su cabeza.  O que tomó drogas el verano pasado e inculpó a alguien más por posesión. O que me ayudó a mover a tu prima al asiento del conductor en el auto que yo conducía.

            Pensándolo bien, si Naomi era A, ella ya sabía todo eso.

            - Aw, solo bromeo - Naomi le dio un codazo juguetonamente luego de un momento, probablemente registrando la expresión incómoda de Hanna. Apretó la mano de Hanna. - Eres tan afortunada de tener a Mike, sabes.

            - Sí - Hanna dijo, sintiéndose relajada, sonriendo cuando pensó en él.

            - Él es mejor que Sean Ackard. - Naomi agregó - Sabes que salí con él también, ¿cierto?

            Hanna asintió - En noveno grado.

            Naomi parecía sorprendida. - ¿Cómo recuerdas eso?

            Hanna se rio - estuve pegada con Sean por años—Sé todos con quien salió. Pero, sabes, cuando lo conseguí, fue una gran decepción. Él era tan...bueno.

            - ¿Te refieres al asunto del no-sexo? - Naomi giró sus ojos - Siempre ha sido así. Una vez yo estaba en una fiesta con él, y todas las parejas estaban quitándose capa por capa para hacerlo. Pero Sean y yo estábamos sentados en el sofá, mirando una estúpida película en la TV como si nosotros fuéramos los padres. Fue tan patético.

            - ¿Qué ve Kate en él? - Hanna se rio.

            - Quizás le gustan los vírgenes - Naomi se rio- Escuché que está yendo al Club V con él ahora.

            - De hecho, yo— -  Hanna estuvo a punto de decir que había visto a Sean salir de un encuentro del Club V hace unas semanas, pero se detuvo justo a tiempo. Estaba con Liam cuando pilló a Kate y a Sean en el encuentro del Club V.

            Pensándolo bien, si Naomi era A, ella sabría eso también.

            Hanna se enderezó, sintiéndose nerviosa. - Sabes, si realmente quieres un coctel, podemos escabullirnos del barco cuando lleguemos a Puerto Rico e ir a un bar o algo. Tengo una ID falsa. Y tú tienes la de tu, um, prima, ¿cierto?

            Una expresión extraña pasó por la cara de Naomi - Sí.

            - ¿Son cercanas? - Su corazón latía con fuerza. Se sentía ridículamente transparente.

            Naomi se picaba sus uñas. - Como hermanas. Su nombre era Madison. Iba a St. Agnes. Ahora va a Penn State. O, bueno, iba a Penn State hasta el accidente.

            El estómago de Hanna se dio vuelta. - ¿Ella....murió? - Se preparó a sí misma para la respuesta. O para que Naomi comience a gritar que ella sabía todo y quería a Hanna muerta.

            Naomi miró a Hanna por largo rato, casi como si la estuviera evaluando. Pero antes de que responda, comenzaron las notas de “California Gurls” en el aire, y la letra apareció en la pantalla tras el escenario.

            Naomi se levantó. - ¡Dios. Soy toda una aguafiestas! Vamos. Olvidémonos de esto y divirtámonos.

            Y se apresuraron hasta el frente y tomaron los micrófonos. Pero cuando Hanna abrió su boca para cantar, su voz sonaba dispareja y aguda. Seguía imaginándose a Madison en una cama de hospital, post-choque, una de esas horribles máscaras en su cara respirando por ella. Se imaginó a Naomi, la prima favorita de Madison, sentada a su lado, destrozada. Enterándose de que alguien más tenía la culpa conduciría a cualquiera a la venganza. ¿Pero cómo podía Naomi actuar tan relajada ahora?

            Miró a Naomi ahora. Sus ojos estaban claros, sus lágrimas desaparecidas, y estaba cantando animadamente en el micrófono como si hubiera puesto el dolor a un lado. Cuando el animado coro comenzó, un grupo de chicos en la audiencia corearon. La voz de Naomi se levantó. Se dio vuelta y le dio una palmada a su trasero. Hanna no pudo evitar reírse.

            Luego Hanna hizo hacia atrás su cabeza y cantó más fuerte también. Su voz sonaba bien mezclada con la de Naomi. Cuando abrió los ojos, Naomi le tomó las manos y la hizo girar. Se dio vuelta la falda, y Hanna tomó dos pulseras luminosas de una mesa cercana, pretendiendo que hubiera petardos explotando de sus pechos. La multitud se animó. Cuando Hanna miró sus caras, incluso Graham estaba sonriendo.

            Cuando la canción terminó, un grupo de chicos sentados junto al muro gritaba - ¡Otra! ¡Otra!

            - ¡El público nos ama! - Hanna rio cuando se bajaron del escenario.

            - ¡Eso es porque somos geniales! - Naomi rodeó con su brazo el codo de Hanna. - Deberíamos hacer un show en el show de talentos ¿no crees?

            - Um, claro - Hanna dijo, recordando su promesa a Spencer y las otras de bailar hula con ellas. Pero no era como si pudiera decir que no—no a la chica que potencialmente era A.

            Y luego, como si fuera a propósito, cuando volvió a su asiento, la luz de su celular parpadeaba. Había un nuevo mensaje de texto.

            La cabeza de Naomi se había dado vuelta y estaba hablando con Ursula Tippington, no prestaba atención. Hanna echó un vistazo al teléfono de Naomi en la mesa junto a ella. Todo lo que tenía que hacer era acercarse y tomarlo, pero sus extremidades se sentían como si estuvieran llenas de arena. Tragando saliva, abrió el mensaje.

            Hanna Marin se estrelló
            Para salvarse, a una chica movió
            Hanna Marin de la escena huyó
            Pero alguien todo lo vio —yo
            —A







[1] TRASTORNO POR ATRACÓN: Es un trastorno de la conducta alimentaria que se presenta cuando una persona siente periódicos deseos de ingerir alimentos de forma descontrolada, pero, a diferencia de la bulimia, no busca contrarrestar el atracón provocándose el vómito. En la mayoría de los casos provoca aumento de peso e, incluso, obesidad


4 comentarios:

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