viernes, 1 de febrero de 2013

Stunning - Capítulo 2: El nuevo Reto de Spencer


Esa noche, una delgada mujer en jeans negros ajustados, proponía a Spencer Hastings y a su familia cuatro trozos de torta en una bandeja plateada. “Bueno, tenemos chocolate con cubierta de café, esponja de vainilla con crema de limón, torta de chocolate con Frangelico liqueur, y zanahoria.” Las puso en la mesa.

“Se ve delicioso.” La madre de Spencer tomó su tenedor.

“Estás tratando de poner gorda a mi futura esposa, ¿cierto?” El Sr. Pennythistle, el nuevo prometido de la Sra. Hastings, bromeó.

Dio como resultado una risa educada. Spencer agarró fuertemente su propio tenedor de plata, tratando de mantener una sonrisa en su cara a pesar de que ella pensaba que el chiste fue bastante patético. Ella estaba con su mamá, su hermana, Melissa, el novio de Melissa, Darren Wilden, el Sr. Pennythistle, y la hija del Sr. Pennythistle, Amelia, en Chanticleer House. La Sra. Hastings y el Sr. Pennythistle habían escogido la mansión de piedra con sus enormes jardines privados para su futura boda en verano.

Amelia, quien era dos años menor que Spencer, e iba a St. Agnes, la altiva escuela de la Avenida Principal, tentativamente tocó la torta de zanahoria con su tenedor. “Las tortas de la Pastelería Sassafras son más bonitas,” dijo, arrugando su nariz.

Melissa tomó un bocado y se emocionó. “Podrán ser más bonitas, pero la cubierta de crema de limón es como el paraíso. Como dama de honor, voto por que vayamos por esta.”

“No eres la única dama de honor,” La Sra. Hastings apuntó con su tenedor hacia Spencer. “Spencer y Amelia también pueden votar.”

Todas las miradas se dirigieron a Spencer. Ella no estaba realmente segura de por qué su madre estaba pasando por todo lo de las campanas nupciales y silbidos, incluyendo el comprar un vestido de Vera Wang con una cola de diez pies de largo, armando una lista de invitados de más de trescientas personas, y cargando a Spencer, Amelia, y Melissa con los deberes de las damas de honor, los cuales hasta ahora habían incluido el entrevistar organizadores de bodas, hacer borradores de los anuncios para el New York Times y el Philadelphia Sentinel, y escoger las bolsas de regalos perfectas para la recepción. Había días en que Spencer pensaba que su mamá se iba a despertar y notar que el divorciarse del padre de Spencer habría sido un error. Está bien bien, así que su papá había tenido una aventura con Jessica DiLaurentis y secretamente sido padre de gemelas, Courtney y Alison. Pero de todos modos— ¿Todo esto para una segunda boda?

Spencer cortó un perfecto rectángulo de la torta de chocolate Frangelico, cuidadosa de no dejar ninguna migaja en su nuevo vestido de Joie. “Esta está muy bien,” dijo.

“Las grandes mentes piensan igual. Esa es mi favorita también.” El Sr. Pennythistle limpió su boca. “He querido decírtelo, Spencer. Estuve en contacto con mi amigo Mark, quien es un productor de grandes obras no-de-Broadway. Él estaba muy impresionado con tu papel de Lady Macbeth y le gustaría que audiciones para una de sus próximas obras.”

“Oh,” Spencer suspiró, sorprendida. “Gracias.” Le sonrió. En una familia de gente destacada, era lindo ser notada.

Amelia arrugó su nariz. “¿Es el mismo Mark que produce teatro dinner[1]? ¿No son sus obras usualmente sobre batallas medievales?” se rio rencorosamente.

Spencer entrecerró los ojos. ¿Celosa? A pesar de que Amelia había vivido en la casa de los Hastings por unas cuantas semanas ya, sus interacciones consistían mayoritariamente en ataques de perra, gruñidos de una-palabra, o miradas furiosas desde el frente de la mesa en la cena. Spencer una vez tuvo una relación entre hermanas como esa con Melissa. Ella y Melissa finalmente hicieron las paces; ella no necesitaba otro adversario familiar que tome su lugar.

Amelia aun estaba mirando a Spencer. “Por cierto, ¿Has oído sobre Kelsey últimamente? Ella, como que, se esfumó de la faz de la tierra. Mi grupo de orquesta tiene un violinista menos.”

Spencer puso otro bocado de torta en su boca para evitar responder. La vieja amiga de Spencer del programa de verano de la UPenn ahora estaba en La Reserva en el Hospital mental y centro de rehabilitación de Addison-Steven para superar su abuso de drogas—y era en parte por culpa de Spencer. Spencer había inculpado a Kelsey el verano pasado por posesión de drogas e hizo que la envíen al centro de detención juvenil. Cuando ella resurgió recientemente en la vida de Spencer, Spencer había pensado que Kelsey era la nueva A, exigiendo venganza.

Ahora ella sabía que Kelsey no era A—ella y sus amigas recibieron un mensaje de A mientras Kelsey estaba en La Reserva, en donde no permitían teléfonos. Pero ¿Quién mas podría saber tanto sobre todas ellas?

“No he oído nada de Kelsey,” Spencer dijo, lo cual era cierto. Miró disimuladamente a Darren Wilden, quien estaba sumergiéndose en un trozo de torta de chocolate. A pesar de que él había sido el investigador jefe del caso del asesinato de Alison DiLaurentis, él ya no era un policía. Pero Spencer se sentía ligeramente incómoda en su presencia. Especialmente ahora que ella estaba guardando nuevos y peligrosos secretos.

La mesera reapareció y sonreía esperanzadamente. “¿Están bien las tortas?”

La Sra. Hastings asintió. Melissa movió su tenedor en el aire, su boca estaba llena de comida. Mientras la mesera se alejaba, Spencer miró a su alrededor el gran comedor. Las paredes estaban recubiertas de piedra y el piso era de mármol. Enormes buqués florales estaban en pequeños nichos junto a las ventanas del-piso-a-la-pared. Afuera, un enorme laberinto de setos se estiraba hasta tan lejos como el ojo podía ver. Había unas cuantas otras personas comiendo en el comedor, la mayoría eran viejos hombres conservadores, probablemente haciendo tratos de negocios. Entonces, fijó su mirada en una alta mujer, de cuarenta-y-algo con cabello rubio-ceniza, ojos gris metal y una frente de botox. Cuando vio a Spencer mirándola, rápidamente centró su atención en el menú en sus manos.

Spencer miró a otro lado también, sintiéndose nerviosa. Desde que A reapareció, no podía quitarse la sensación de que estaba siendo observada donde quiera que fuera.

De repente, el iPhone de Spencer soltó un bloop. Lo sacó e inspeccionó la pantalla. ¡Recordatorio de la Cena de Princeton! decía la línea del asunto. Spencer presionó ABRIR. ¡No lo olvides! ¡Estás cordialmente invitada a la cena de honor de todos los admitidos en las postulaciones adelantadas de Princeton en Pennsylvania y New Jersey! La cena era el Lunes por la noche.

Spencer sonrió. Ella amaba la correspondencia de Princeton, especialmente ya que su futuro allí había parecido tan incierto la semana pasada—A le envió una carta diciendo que Spencer no había sido admitida después de todo, y Spencer se había quemado las pestañas tratando de probar que ella valía la pena hasta que se dio cuenta de que la carta era falsa. No podía esperar hasta Septiembre, cuando podría comenzar todo de nuevo en algún lugar nuevo. Ahora que había un nuevo A, Rosewood se sentía más que nunca como una prisión.

La Sra. Hastings miró a Spencer con curiosidad, y Spencer le mostró la pantalla de su teléfono. El Sr. Pennythistle la miró también, y luego tomó un trago del café que la mesera acababa de servirle. “Realmente disfrutarás Princeton—Harás unos contactos geniales. ¿Planeas unirte a un Eating club[2]?

“¡Por supuesto que lo planea!” Spencer respondió obviamente. “Apuesto que ya tienes tus tres favoritos elegidos, ¿Cierto, Spence? Déjame adivinar. ¿Club Cottage? ¿de honor? ¿Qué más?”

Spencer jugueteaba con el servilletero de madera junto a su plato, sin responder inmediatamente. Había oído de los Eating clubs, pero no había averiguado cuidadosamente—había estado demasiado ocupada estudiando palabras de vocabulario, voluntariando para un zillón de actividades de servicio comunitario, y siendo la presidenta de varias organizaciones de su escuela solo para entrar a Princeton. Quizás eran como el club de comida de Rosewood Day, un grupo de chicos que iban a restaurantes elegantes, tenían fiestas de revisión de Mejor Chef, y usaban los hornos de la clase de economía del hogar para cocinar boeuf bourguignon y coq au vin.

Wilden entrelazó sus dedos sobre su estomago. “¿Alguien se molestaría en aclararme lo que es un Eating Club?”

Melissa se veía un poco avergonzada por su novio—la fresa, estudiante de honor, Melissa y el trabajador Wilden venían de mundos muy diferentes. “Los Eating Clubs son como sociedades secretas,” le explicó en una voz ligeramente de patrocinadora (la cual Spencer no hubiera soportado si ella fuera el novio de Melissa). “Tienes que competir para entrar en el proceso, que se llama bicker. Pero una vez que entras, es como popularidad instantánea, amigos instantáneos, y toneladas de beneficios.”

“¿Cómo una frate?” Darren preguntó.

“Oh, no.” Melissa parecía apaleada. “Primero, los Eating Club son mixtos. Segundo, tienen mucha más clase.”

“Puedes llegar muy lejos si eres miembro de un Eating Club,” El Sr. Pennythistle añadió. “Yo tuve un amigo que estaba en el Club Cottage, y a un antiguo alumno que fue del Club Cotagge quien trabajaba en el senado le dio un trabajo, sin hacerle pruebas.”

Melissa asintió emocionada. “Lo mismo pasó con mi amiga Kerri Randolph. Ella pertenecía al Gorro y Túnica, e hizo una práctica con el equipo de diseño de Diane Von Furstenverg solo por contactos del Eating Club. Miró a Spencer. “Tienes que hacerles saber que estás interesada desde antes. Conozco gente que comenzó a engatusar los Eating Club cuando estaba en primer año de secundaria.”

“Oh.” Spencer de repente se sintió nerviosa. Quizás era un grave error el que ella no se haya metido a la moda de los Eating Club desde antes. ¿Y si cada estudiante de admisión adelantada ya había engatusado al Eating Club de su elección, y, como en un elaborado juego de sillitas musicales, ella se quedaba sin asiento cuando la música se detenga? Se suponía que se sienta agradecida por ir a Princeton, punto, pero así no era como ella funcionaba. Ella no podía simplemente ser una antigua estudiante común. Tenía que ser la mejor.

“Sería un estúpido Eating Club el que no me invite,” dijo, haciendo un mechón de largo rubio cabello hacia detrás de sus hombros.

“Absolutamente.” La Sra. Hastings palmeó el brazo de Spencer. El Sr. Pennythistle dijo un “Mm-hmm” de apoyo.

Cuando Spencer se sentó otra vez, una aguda, y afilada risa hizo eco en las murallas. Se puso tensa y miró a su alrededor, el vello de sus brazos estaba de punta. “¿Oyeron eso?”

Wilden dejó de tomar café y miró alrededor de la sala. Las cejas del Sr. Pennythistle se arrugaron, luego chasqueó la lengua.”Malas ventanas. Solo es una corriente de aire.”

Luego todos volvieron a comer como si nada estuviera mal. Pero Spencer sabía que ese sonido no era de una corriente de aire. Era la misma risa que había estado oyendo por meses. Era A.



[1] “Dinner Theater” es un tipo de teatro donde sirven la cena y luego se representa una obra. No existe termino en español.
[2] Un Eating Club es una fundación Estadounidense (S.XIX) de las universidades americanas que permiten a los estudiantes disfrutar comidas y discursos. Ultimamente el sistema se ha reemplazado por las fraternidades, pero hoy en día los eating club se mantienen en unas cuantas: Princeton, Davidson, Mount Olive y Reed College (entre otras) 

2 comentarios:

  1. Hola, haces un excelente trabajo pero quisiera saber cuando vas a subirlo recopilado, es que lo quiero descargar porfa

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