domingo, 28 de febrero de 2016

Cross My Heart, Hope to Die - Capítulo 29 - Hora de artes y manualidades

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            Cuando Emma despertó al día siguiente, el sol del final de la mañana pasaba a través de las delgadas cortinas del cuarto de Sutton. Parpadeó a la luz, estirándose a lo ancho de la cama. Había tenido una feliz noche sin pesadillas por primera vez en semanas.

            Sus recuerdos de la noche anterior regresaron a ella como una inundación, y se sonrojó de placer, torciendo sus dedos de los pies bajo las sábanas. Ethan había sido increíble—tierno y considerado, dulcemente tímido al comienzo, y luego apasionado a medida que sus inhibiciones se esfumaban una por una. Fue perfecto. Se quedó recostada en la cama, sonriendo por un rato, aún no estaba lista para deshacer el encanto del recuerdo.

            Intenté recordar mi primera vez. ¿La había tenido? Garrett parecía pensar que íbamos a perder nuestras virginidades juntas, pero esperaba haber estado con Thayer antes de morir. Esperaba que hayamos tenido un momento perfecto juntos, en algún sitio en medio de nuestra tumultuosa relación.

            Una fuerte carcajada en la habitación de Laurel sacó a Emma de su ensueño. Sonaba como Madeline. Ladeó su cabeza y escuchó. Luego se acordó—las chicas del Juego de las Mentiras estaban allí para trabajar en la broma.

            Emma se bajó de la cama y se puso unos pantalones de yoga, luego caminó lentamente hacia el baño y abrió la puerta de Laurel.

            Todas las chicas estaban esparcidas en el cuarto de Laurel en remeras y jeans. Lili y Gabby estaban tumbadas en la cama de Laurel, ambas escribiendo rápidamente en sus iPhones. Laurel estaba sentada en su escritorio, aplicándose máscara en un espejo con aumento, mientras Madeline y Charlotte organizaban materiales de arte en el piso. Nisha también estaba allí, preparando un micrófono y un grabador de sonido estilo antiguo. Emma estaba feliz de ver que las otras chicas parecían haber aceptado a Nisha tan fácilmente.

            - Buenos días, Cenicienta, - dijo Charlotte. – Te traje tu zapatilla de cristal. Y sustento. – Apuntó hacia el escritorio, donde estaban los tacones dorados de Emma—los que había abandonado en la entrada de Charlotte para correr descalza tras Ethan—junto a un café humeando. Emma tomó la taza agradecida, soplando el vapor. Se sentó en el suelo y abrazó a Charlotte.

            - Char, lo siento mucho por lo de anoche, - dijo. – Espero que la pelea no arruinara tu fiesta.

            - ¿Estás bromeado? Todos están hablando de eso en twitter, - dijo Lili sin dejar de mirar su teléfono. – Entre la pelea y mi conquista totalmente relevante de Danny Catalano, esta es la fiesta del año.

            Madeline bufó. – Nadie está hablando de Danny Catalano excepto tú. Él es intocable desde que se hizo ese horrible corte.

            - Está creciendo, - protestó Lili. – Además, es un besador excelente.

            Char se volteó hacia Emma. – Todo está bien, Sutton. Sé que esa locura no fue culpa tuya. Pero la Tonta-Twitter  esta en lo cierto—Sí que animó las cosas. Antes de que Ethan se convirtiera en el Increíble Hulk apaleando a Thayer, lo más emocionante que había ocurrido era una pelea de queso en spray que hicieron unos idiotas del equipo de lucha libre en el patio trasero.

            Antes de que Emma pudiera decir algo más, Madeline la señaló de forma acusadora. - ¿Y qué ocurre entre tú y mi hermano, a todo esto? Pensé que dijiste que habías terminado con él.

            - Terminé con él, lo prometo. – Emma levantó sus manos a la defensiva. – Estábamos hablando, me besó, no me alejé lo suficientemente rápido, e Ethan lo vio. Fin de la historia. Fue un accidente.

            Madeline resopló. – Tú sí que eres un riesgo para la seguridad. Thayer parece tener muchos accidentes cuando estás cerca.

            - ¿Está bien? – Emma preguntó. Se sentía un poco culpable de haber corrido tras Ethan la noche anterior sin haber visto cómo estaba Thayer, pero parecía que no habían tenido suficiente tiempo para hacerse algún daño serio. Además, Ethan era su novio, no Thayer.

            - Está bien, - dijo Laurel sin levantar la vista de su maquillaje. Un ojo estaba pintado con una sombra con glitter en un tono brillante de verde azulado, y el otro seguía natural, dándole un aspecto extraño de La Naranja Mecánica. – Lo conduje a casa justo después de la pelea y lo ayudé a limpiarse. Como siempre, - añadió enfáticamente.

            Eso le dolió a Emma. – No tenía la intención de que nadie salga herido, - dijo suavemente. Tomó un zorro de peluche de la cama de Laurel y lo abrazó.

            - No puedes evitarlo. Básicamente eres hierba gatera para los chicos, - dijo Charlotte quitándole importancia. – Hablando de chicos, ¿te arreglaste con Ethan?

            - Um, sí. – Emma ocultó su cara tras su taza de café, sus mejillas ardían. Charlotte entrecerró los ojos.

            - Sutton, ¿Hay algo que quieras contarnos? – preguntó, con una sonrisa maliciosa lentamente formándose en su cara. Madeline levantó curiosamente la mirada de la revista que estaba mirando. Incluso las Gemelas Twitter dejaron abajo sus teléfonos.

            - ¿Está como, brillando? – Charlotte le preguntó a las otras.

            - Yo diría que definitivamente se arregló bien con Ethan. – Madeline sonrió.

            Emma abrazó sus rodillas y sus mejillas seguían brillando sonrojadas. Laurel le dio un toque. - ¡Habla, mujer!

            - ¡Bueno, bueno! – Emma dijo. – Ethan y yo… anoche, nosotros… ya saben…

            El final de su oración se desvaneció, pero no importaba. La habitación se agitó con alaridos y risas. Sólo Nisha estaba mirando a Emma con preocupación. Emma se avergonzó, recordando que le había contado toda la historia del archivo de Ethan la noche anterior.

            Emma intentó evadir las peticiones de más detalles de las chicas. – Usen su imaginación, chicas, - dijo.

            Madeline sonrió con superioridad. – No quieres que hagamos eso, - Y se puso inexpresiva.

            Después de eso, todo estuvo perdonado, y las Gemelas Twitter comenzaron a escribir en sus teléfonos, alertando a sus seguidores para que “sigan sintonizados” para un gran evento esa noche.

            - No lo revelen todo, - gruñó Madeline. – Si Celeste sospecha algo, todo está arruinado.

            - No creo que reciba el feed de Twitter en Marte, - dijo Gabby

            Laurel puso el nuevo álbum de Rihanna, y pronto estaban todas en el suelo, haciendo variadas propuestas y hablando sobre cómo sería la sesión espiritista.

            Emma bajó a buscar un paquete de pretzels y algunas Coca Cola dietéticas de la cocina. Se detuvo en el living, donde Drake estaba enroscado alegremente sobre un sofá al que definitivamente no tenía permitido subir. Su cola rebotó flojamente contra los cojines cuando ella acarició su cuello. Por primera vez en años, sentía como si estaba donde pertenecía.

            - Oye. – la voz de Nisha interrumpió sus pensamientos. Se acercó y puso una mano en la oreja de Drake. – Amo este perro, - dijo, rascándolo. – Mi papá es alérgico, así que nunca hemos podido tener uno. Aunque probablemente yo tendría uno chico al cual le pudiera poner ropa.

            - Podrían usar atuendos de tenis que combinen y llevarlo en tu bolso deportivo. – Emma dijo. Ambas se rieron al imaginarlo.

            - ¿Entonces, Ethan y tu hablaron sobre… ya sabes? – Nisha preguntó.

            Emma se sonrojó y dobló el cuello para mirar a ambos lados del pasillo. La Sra. Mercer estaba jardineando en el patio trasero, y el Sr. Mercer había salido a jugar golf. Sacó la tarjeta de su bolsillo y se la devolvió a Nisha.

            - Sí, me lo explicó todo. No es una buena historia—las cosas no han sido fáciles para él. – Parpadeó incómoda. – Lo siento por haberme descargado contigo, y realmente apreciaría si pudieras, tú sabes, guardarlo en secreto. – Bajó la mirada. – Pero gracias por preocuparte por mí, - añadió. – Has sido una muy buena amiga.

            Nisha abrió la boca como si fuera a decir algo, pero luego la cerró. Se quedaron allí mirándose, con los secretos flotando en el aire. Luego otra carcajada sonó en el cuarto de Laurel.

            - Supongo que mejor volvemos a trabajar, - dijo Emma.

            Nisha bajó la vista, repentinamente tímida. - Sutton—gracias por permitirme hacer esto con ustedes. Estoy muy emocionada.

            Emma pasó su brazo por el de su amiga y juntó sus hombros. – No, gracias a ti. Por la idea, y por toda tu ayuda con mi mamá. Ahora, vamos a armar el show.

            - Vamos a engañar a esta perra, - dijo Nisha. Y brazo con brazo, mi hermana gemela y mi antigua archirrival subieron las escaleras.



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