sábado, 14 de diciembre de 2013

Ali's Pretty Little Lies - Capítulo 9: Todo se cae



Traducido por: Guadalupe
Corregido por: Daniela


- ¡Te ves bien, Alison!  -Mark Hadley, un estudiante de octavo grado, le dijo a Ali en la pista esa misma tarde.

- ¿Puedo correr contigo? - Brian Díaz gritó luego.

Ali les dirigió una brillante sonrisa por encima del hombro, pero no se detuvo. Las líneas rojas de la pista se veían borrosas. Ella bombeaba sus brazos con fuerza, movía sus piernas, y pasaba junto a las gradas, tratando de aclarar sus pensamientos. Esta era su quinta vuelta, y ella había decidido correr el tiempo que se tardara en borrar el recuerdo de lo que acababa de suceder en el hospital de su mente. Sólo había un problema: La imagen de la cara burlona de su hermana seguía estancada en su mente.

Había pensado en decirle a sus padres lo que su hermana le había dicho en el baño, pero decidió no hacerlo. La Sra. DiLaurentis iría con la verdadera Ali para preguntarle la verdad. A pesar de que la verdadera Ali había afirmado que soy Alison, soy Alison una y otra vez, ¿Y si La Reserva tenía cámaras de seguridad? Ali había dicho descaradamente Por favor, no me encierres de nuevo. ¿Había sellado su perdición? ¿Y si su hermana iba a observarla cuando saliera del campus? ¿Realmente tenía un chaperón? ¿Qué tan estricta era La Reserva, de todos modos?

Sólo había estado en una otra ocasión a solas con su hermana desde que se había convertido en Ali. Había sido a principios de sexto grado, no mucho tiempo después de ocurrido cambiosu hermana había vuelto a casa un fin de semana. Al parecer, la chica que todos pensaban era Courtney estaba pasando por un mal rato por la transición a La Reserva; los médicos pensaron que algún tiempo fuera podría hacerle bien.

Ali se había estresado un montón por la visita. Todos estarían presos en la casa mientras su hermana estuviera en casa sus padres todavía la mantenían en secretoy ella no sabía cómo explicarle a sus amigas por qué se iba a alejar de ellas el fin de semana. No podía decir que saldrían de la ciudadSpencer vería su auto en la entrada y las luces encendiéndose y apagándose en la casa. Al final, ella dijo que estaba enferma y era muy contagioso.

Pero el estrés no terminó ahí. Tan pronto como su hermana entró en la casa, Ali la miraba como un halcón. Ella incluso había dormido en el estudio para asegurarse de que su hermana no saliera de noche y había cerrado la puerta de su habitación con llave para asegurarse de que su hermana no entrara y mirara sus cosas. El primer día, el plan funcionó bastante bien: Ali logró mantener a su hermana en el interior y contenida. Pero el segundo día, cuando Ali le había dado la espalda, su hermana desapareció. Para su horror, la encontró de pie en el patio delantero. Una segunda chica levantó la vista al oír el portazo, con los ojos muy abiertos. Era Jenna Cavanaugh. Y fue entonces cuando Ali recordó: Jenna había conocido a las dos gemelas hace años, durante otra visita a casajugaron con Barbies en el patio trasero toda una tarde. Ella era la única chica en Rosewood que sabía que había dos de ellas.

Una sonrisa desagradable se había extendido por el rostro de su hermana. - Estaba hablando con Jenna, Courtney. - Dijo ella. - Le estaba contando todo sobre quién eres realmente.

Los ojos de Jenna habían mirado de una gemela a la otra. Puntos negros aparecieron ante los ojos de Ali. Ella agarró la mano de su hermana y la arrastró de vuelta hacia el interior.

Sus padres estaban en la cocina. Ali les dijo que su hermana estaba hablando con los vecinos. - Yo sólo les estaba diciendo la verdad. – “Courtney" gritó. - ¡Le dije que yo era la verdadera Alison y que estaba como una prisionera!

Una vena de la señora DiLaurentis palpitaba en su frente, y envió a Courtney de vuelta a la Reserva antes de lo planeado. Era obvio que sus padres no le creyeron, pero si tuvieran pruebascomo Ali diciendo Por favor no me encierres otra vezPodrían cambiar de opinión. Ali no podía volver allíella no podía. Trató de imaginar esas frías y desnudas camas antisépticas; esa sala común sin alegría; las enfermeras en sus batas repartiendo pastillas. Un año en el Radley, su familia no la había visitado en Navidad, hicieron un viaje a Colorado en su lugar. La celebración del hospital había involucrado un patético árbol de plástico, villancicos que nadie cantaba junto al piano desafinado, y pavo con salsa grumosa asquerosa. Ali estaba segura de que todas las chicas en el piso se habían ido a dormir llorando en su almohada.

Ahora Ali pasaba corriendo junto a la parte posterior de la pista, que bordeaba los campos de fútbol. En la estrecha franja de césped que separaba los dos campos había pequeños bloques de hormigón contra el suelo. Cada uno estaba marcado con un año y las palabras Cápsula del Tiempo.

Eran del juego que Rosewood Day jugaba cada año. Ali pensó en el trozo de la Cápsula del Tiempo que había quitado a su hermana gemela. Después de que descubrió lo que ella hizo, Jason se escapó con el trozo y nunca lo devolvióAli no tenía idea de qué pasó con ella. Pero eso a penas importabahabía utilizado el trozo perdido para ganarse la compasión de sus amigas.

Se limpió el sudor de la frente. Si no hubiera sido por ese pedazo de bandera, ¿Siquiera estaría aquí en este momento? se preguntó. Tal vez su destino era una coincidencia, tan precario como eso. Tal vez podría cambiar en un segundo una vez más.

Lágrimas inesperadas brotaron de sus ojos. Se sentía como si todas las bolas del delicado acto de malabarismo que estaba desempeñando habían estrellado contra el suelo. No sólo por lo que había pasado con su hermana, sino que todo lo que pasaba con sus amigas también. ¿Por qué estaban ocultándole tantos secretos? ¿Es que ella no les agradaba más? ¿Es que ya no querían ser parte de su grupo? ¿Se habían olvidado de lo mucho que había hecho por ellas? ¿Y a qué se había referido su hermana con Sé lo que has estado haciendo? ¿Y si ella podía ver a sus amigas desafiándola, ver lo mucho que lo había arruinado?

Ali pasó las gradas una vez más, sin siquiera darse cuenta de que había hecho una vuelta más y luego, de repente, sintió que el suelo se salió de debajo de ella. En un segundo, estaba tirada en la pista, con la mejilla golpeando duramente el pavimento.

- ¿Estás bien? - Dijo Mark Hadley, de pie sobre ella.

- Estoy bien. – Ali trató de reírse de ello mientras se levantaba.

Una lágrima rodó por su mejilla, pero ella rápidamente la secó y siguió el resto de su camino. Alison DiLaurentis no lloraba. Alison DiLaurentis no se enloquecía por su hermana perdedora, ni ella se estresaba, preocupaba o temía por su popularidad. Era por eso que era la chica más popular de la escuelaporque sabía que se lo merecía. Su hermana estaba sólo socavando, como siempre lo hacía. Y en cuanto a sus amigas, tal vez sólo necesitaba recordarles lo especial e increíble que ella era, lo don nadies que serían sin ella. Ella las mataría de amabilidad, deslumbradoras con la magia chispeante que las unió en primer lugar. Sería fácil, la verdad. Ella ya sabía lo que todas querían. Ella podía chasquear los dedos, y estaría hecho, así como así.

¿Cierto?


Capítulo 8 | Capítulo 10

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