viernes, 7 de junio de 2013

Stunning - Capítulo 30: La chica en la foto

Veinticinco minutos y tres vueltas equivocadas más tarde, las chicas llegaron a la avenida Mockingbird, una carretera retorcida al otro lado del monte Kale. "Whoa," Hanna murmuró, mirando a través de la niebla, que había caído en gran medida. Cada finca estaba en una parcela enorme de terreno. Calzadas sinuosas llevaban a imitaciones de castillos, fincas Francesas, mansiones Tudor, y edificios que parecían un cruce entre el Capitolio y una obra maestra de Frank Gehry. Ferraris se veían en las calzadas. Pistas de tenis brillaban en los patios traseros. Hanna estaba acostumbrada a casas de lujo como la de Noel, Spencer, y hasta el nuevo lugar de su padre, pero la gente que vivía en este barrio tenía más dinero del que ellos sabían qué hacer con él, y no les importaba hacer alarde de ello.

El siguiente buzón llevaba el número 56 en letras góticas, y Aria condujo lentamente por la larga entrada. Altos, imponentes árboles hacían un dosel sobre la calle, creando un tenebroso túnel. Pasaron junto a un enorme garaje de seis coches y un establo de caballos, y luego llegaron a la casa, una imponente mansión con columnas y grandes ventanas arqueadas. Estaba posicionada de una forma extravagante en el lote, probablemente en ángulo de modo que consiga el mejor sol de la mañana. Ni una sola luz encendida en las ventanas.

"Um, ¿y ahora qué?" Hanna susurró mientras Aria apagó el motor.

"Vamos." Emily abrió la puerta del coche y corrió por el camino principal. Hanna y Aria siguieron tras ella. Cuando Hanna escuchó un sonido susurrante, su corazón empezó a latir con fuerza. ¿Y si A las había guiado directo a una trampa?

"¿Dónde creen que esté Spencer?" Dijo Emily por encima de su hombro. "Ella no ha respondido a mis textos." Ellas habían enviado mensajes a Spencer sobre lo que estaba pasando y le dijeron que se encontraran allí.

"Tal vez le tomó tiempo salir del hospital," susurró Hanna.

"O tal vez se perdió como nosotras lo hicimos." Aria subió al porche y se quedó mirando la puerta. "¿Qué se supone que debemos hacer? ¿Tocar el timbre? '¡Hey, A, estamos aquí!'" Miró a Hanna. "Hazlo tu."

Los ojos de Hanna se hincharon. "¡De ninguna manera!"

"Yo lo haré." Emily tocó la puerta, y se abrió con un crujido que sonaba exactamente igual que la entrada de una casa embrujada. Hanna se estremeció. ¿Qué tipo de persona deja su puerta abierta en el medio de la noche?

Emily se abrió paso entre ellas y entró en el vestíbulo. "¿Hola?" Gritó.

Hanna la siguió. El vestíbulo olía raro, a removedor de esmalte de uñas. Una sola lámpara sobre una mesa estaba encendida, mostrando una escalera doble, un impresionante candelabro de cristal, y una pared llena de cuadros en blanco y negro de ondulantes dunas de arena, cráneos de animales, y buitres que parecían poseídos. Pesadas cortinas colgaban de las ventanas de la habitación de la derecha; alfombras de lana gruesa decoraban el suelo. La puerta del ropero estaba semi-abierta, y varias chaquetas colgaban en las perchas. El lugar tenía una quietud como de museo, como si se tratara de un escenario de película, no la casa real de alguien.

"¿Hola?", Dijo Emily de nuevo.

No hubo respuesta. Emily miró escaleras arriba. Aria vagó hacia la cocina. Hanna tomó un conejo de piedra de la mesa junto a la puerta y lo dejó de nuevo. Estaba tan tranquilo, que empezó a oír ruidos que podrían no haber estado allí. Un trago nervioso. Un ligero roce. Una grieta conjunta.

"Algo no se siente bien," Emily susurró repentinamente, empujando un mechón de su pelo detrás de la oreja. "¿Dónde está Violet?"

"Les dije que era una mala idea," susurró Hanna.

"Chicas." la Voz de Aria era tan delgada como un alambre apretado. Estaba de pie junto a una mesa en la sala de estar, un sobre en su mano. "Miren esto".

Hanna miró las palabras. En la esquina superior izquierda había un logotipo de Energía Eléctrica Pennsylvania. En el centro estaba la dirección, 56, carretera Mockingbird. Entonces su mirada cayó en el nombre del destinatario.

"Oh Dios mío", susurró Hanna. Gayle Riggs.

Aria dejó el sobre abajo, con los ojos muy abiertos. "Chicas, esta es la casa de Gayle. Se los dije.”

Emily parpadeó rápidamente. "¿Qué significa esto?"

"Esto significa que deberíamos largarnos de aquí,” espetó Hanna. "Gayle no tiene a tu bebé. Ella solo utilizó eso para traernos aquí porque quiere hacernos daño.”

Caminó de vuelta hacia la puerta, mirando cada sombra, cada grieta oscura. Una escultura de un árbol de sauce parecía peligrosa y viva. El perchero le recordaba a un anciano encorvado y loco. Una serie de fotografías estaba alineada en el cobertor como dientes torcidos en una boca hambrienta. En la penumbra, pudo distinguir una foto de la boda de Gayle y su marido. Al lado había una foto de los dos de vacaciones, y después un retrato familiar de Gayle y su esposo y una niña rubia sonriente. Tal vez se trataba de la hija de la que Gayle había hablado con Emily, la que dijo que había perdido. Hanna entrecerró los ojos, tratando de ver qué aspecto tenía, pero la imagen era demasiado pequeña, las características muy difíciles de distinguir.

Hasta que miró la foto junto a esa, un marco de madera de 8 x 10. Fue una toma de fotografías escolares de una linda adolescente rubia. Tan pronto como Hanna vio sus maliciosos ojos azules y taimados ojos, un sabor metálico llenó su boca. Reconocería esa sonrisa en cualquier lugar.

Hanna se detuvo en seco. "Oh Dios mío". Señaló con un dedo tembloroso hacia la imagen. Emily se acercó y siguió su mirada, y luego se dejó caer, con las rodillas débiles.

"¿Ella es…?" Susurró Emily.

Aria sólo dejó escapar un grito de terror.

Hanna tomó la foto de la repisa. Esto explicaba todocómo Gayle sabía todo y por qué Gayle no sólo quería que sufrieran... sino que mueran.

"¿Tabitha es su hija?" La voz de Emily temblaba incontrolablemente.

"¿Cómo no sabías?" Exigió Hanna. "¿Nunca conociste al marido? ¿No le preguntaste por el nombre de su hija? ¿No averiguaste lo que le pasó?”

Emily negó con la cabeza aturdida. "Nunca conocí al maridoy no habría importado de todos modos, ya que no sabíamos cómo él se veía hasta que el cuerpo de Tabitha fue encontrado. Además Gayle usa el apellido Riggs, no Clark. Ella nunca me dijo los detalles de lo que le sucedió a su hija, solo que desapareció. ¡Y nada de esto apareció cuando buscamos en Google!"

Hanna pasó las manos a lo largo de su cara. "¿Por qué no nos entregó?" Ella apenas podía pronunciar las palabras porque respiraba con mucha fuerza.

Emily se mordió el labio. "Tal vez ella no lo sabe por seguro. Tal vez esta es su manera de acercarse a nosotras y hacernos confesar. Ella está tratando de volvernos locas, hacernos decir la verdad.”

"¿Así que aun crees que Ali es A, Em?" Aria dijo.

Emily se veía aterrorizada. "Supongo que no."

Todas se volvieron y miraron la fotografía de nuevo. Por una fracción de segundo, parecía que Tabitha les estaba guiñando el ojo. ¡Te tengo! Era la misma expresión que Ali solía tener cuando presionaba a las chicas para que hagan algo que no querían hacer.

Y luego, claro como el día, llegó un lamento, un lamento desesperado. Las chicas se voltearon. Hanna agarró la mano de Aria y Aria tomó la de Emily. El llanto persistía, cada vez más fuerte y más urgente.

"Un bebé", susurró Hanna.

"¡Violet!" gritó Emily.

Se lanzó por el pasillo, corriendo a ciegas hacia el sonido. Aria corrió tras ella y Hanna cerraba la marcha, con el corazón palpitante. Pasaron una oficina, un tocador, y una enorme, inmaculada cocina de mármol limpia que olía a limones frescos. El sonido parecía venir de más allá de un conjunto de puertas francesas del otro lado de la isla. Emily giró la cerradura y abrió una de las puertas.

Caminaron hacia un gran patio de ladrillo. La niebla se había vuelto aún más densa desde que habían estado en el interior. Los gritos hicieron eco a través del aire, pero no había señales de un bebé en ningún lugar.

"¿Violet?" Emily se giró, con lágrimas en los ojos.

De repente, el ruido cesó. El silencio era ensordecedor. Hanna miró a sus amigas, la niebla se encrespaba alrededor de sus caras. Pensó lo peor: ¿El bebé estaba muerto?

Snap.

Hanna se irguió, mirando el garaje y los árboles a través de la niebla. A pesar de que ella no podía ver nada, sintió una presencia. Entonces la oyó: pasos.

"Chicas". Tembló su voz

"Tal vez sólo es Spencer", dijo Emily con valentía. La pantalla de su teléfono brillaba en la oscuridad. "Ella me acaba de enviar un mensaje de que ella está aquí."

"Entonces, ¿dónde está su coche?" Aria hizo un gesto hacia el camino de entrada. Además del Subaru de Aria, no había ningún otro vehículo allí.

Emily se mordió el labio. "Tal vez ella lo aparcó en la parte inferior de la colina y está subiendo."

Hanna cruzó el patio hacia el camino de entrada. "Alguien está aquí, y no se trata sólo de Spencer. Tenemos que advertirle. "

Estaba a medio camino pasado el garaje cuando escuchó un sonido de algo metálico—llaves del auto, quizás—cayendo en el asfalto. Se quedó inmóvil y miró a su alrededor, pero lo único que podía ver era la niebla. Siguieron los pasos, y luego susurros tensos, una conversación de ida y vuelta que no podía oír. Por último, hubo un boom tan fuerte que hizo que los dientes de Hanna dolieran.

Ella se dio la vuelta y miró a sus amigas. Ellas estaban paralizadas en el patio. Luego se dio la vuelta y miró al camino de entrada otra vez. Cuando vio una figura borrosa extendida en el suelo cerca de una de las camas de flores, ella gritó. Quienquiera que fuera llevaba un abrigo pesado con una capucha que cubría su rostro, la única parte que Hanna podía ver era una mano pequeña y delicada.

"¿Es Spencer?" Aria chilló.

Hanna pasó a tientas a través de la niebla hacia la figura. Las lágrimas corrían por sus mejillas sin control. ¿No tenía Spencer una chaqueta tal como esa? ¿No tenía ella botas de cuero puntiagudas? De repente, Hanna se detuvo. ¿El asesino estaba cerca? ¿Eran ellas las que seguían?

"¿Spencer?" Emily venía detrás de Hanna. "¿Spencer?" Ella miró a Hanna con horror. "¿Crees que ella está...?"

Hanna se inclinó para tocar la capucha, pero luego retiró la mano. Estaba aterrorizada de lo que iba a ver. ¿El rostro de Spencer, congelada en un grito? ¿La mitad del cerebro de Spencer recogió dentro del gorro?

Pasó un coche en la carretera, los faros iluminaron momentáneamente sus cuerpos. Cuando los rayos rebotaron en la figura del sueño, Hanna notó que algo no estaba bien. Los pocos mechones de pelo asomado por debajo de la capucha eran más claros que los de Spencer. La mano parecía venosa y más vieja. Había un enorme anillo de diamantes en el dedo anular.

"¿Quién es?" Susurró Aria.

Inhalando aire, Hanna retiró la capucha de la figura. Aria gritó. Emily se cubrió los ojos. Y así como el sonido de las sirenas llenó el aire, Hanna miró hacia abajo. Los dos ojos estaban cerrados, los labios apenas entreabiertos. Parecía como si la persona estuviera durmiendo, salvo por la horrible herida justo por encima de la parte derecha de la sien. Miró toda la cara, y luego se dio cuenta. Se dejó caer de rodillas, sintiéndose aliviada, horrorizada y confundida a la vez.


La figura en la tierra no era Spencer. Era Gayle.



Traducido por: Eve
Corregido por: Daniela

Capítulo 29 | Capítulo 31

2 comentarios:

  1. Miiiil gracias por traducir!! Hace unos días encontré el blog y ya me leí todos los caps. Ya había pensado en uno de los capítulos anteriores que Tabitha podía ser hija de Gayle (cuando dice que no le darían el bebe por lo que le pasó a su hija), pero ahora creo que -A puso esa foto a propósito para que las chicas crean que Gayle es la madre de Tabitha cuando en realidad no lo es. Bueno, es mi teoría por ahora (? Mil gracias enserio!!

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    1. no sé, nunca se sabe qué esperar despues, casi siempre termina siendo mentira todo lo que las chicas creían... eso es lo divertido! :) Gracias a ti por comentar!

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