Aria condujo por la entrada al Museo Gemológico, se
arregló el pelo, y comprobó su maquillaje en el espejo retrovisor. Había hecho
un buen trabajo al limpiar el desorden de lágrimas que había tenido después de
su discusión con Noel, pero aún parecía estresada y cansada. Por otra parte, no
tenía a nadie a quien impresionar en esta fiesta.
Después de que ella estaciono su auto, sacó su
teléfono y escribió un texto a Noel. Por
favor, déjame explicarte, escribió. Todo
lo que sucedió... Estaba fuera de mi control. Alguien me obligó a romper
contigo. Alguien me está amenazando y controla mi vida.
Luego pulso SUPRIMIR rápidamente. El texto decía
demasiado. Ella no podía decirle a Noel acerca de A.
Tragando un sollozo, ella cerró la puerta y se dirigió
hacia la entrada, que estaba iluminada a cada lado por lámparas Japonesas. Una
ráfaga de viento arreció, haciendo rodar una lata vacía de Coca-Cola en la
acera. Aria escuchó un susurro y se dio la vuelta, mirando la hilera de coches
aparcados.
Después de unos segundos de mirar en la nada,
sintiendo ningún movimiento, ella siguió adelante. Unos agrupados junto a los
setos frontales, estaban mirando algo en sus teléfonos celulares. "Muy desesperada", rió Riley.
"Ella es perdedora, ¿no?" Klaudia se
estremeció, en su vestido strapless negro apenas-existente.
Aria miró a la pantalla del teléfono celular encima
del hombro de Riley. Había una foto de Hanna, llevaba uniforme militar y estaba
escondiéndose en los arbustos de plástico en el vestíbulo del centro comercial.
Aria no tenía idea de lo que se trataba, pero antes de que pudiera hacer
cualquier pregunta, Emily paso por las puertas dobles, le agarró el hombro y
tiró de ella hacia el otro lado de la acera.
"Gracias a Dios te encontré", dijo Emily, su
voz llena de miedo. "Necesito tu coche."
"¿Qué pasó?" Preguntó Aria. "¿conseguiste
el teléfono de Gayle ya?"
"No, pero esto es mucho más importante."
Emily puso su teléfono frente a la cara de Aria. Tengo tu bebé, decía la pantalla. Aria
puso una mano sobre su boca. "¿Crees que es cierto?"
"No voy a esperar para averiguarlo." Emily
se dirigió hacia el estacionamiento, y luego se dio cuenta, Hanna estaba
caminando por la puerta con una mirada de vergüenza en su rostro. Ella le hizo
señas. "Tienes que ver esto."
Hanna se veía dolida, como si ella no tuviera ganas de
lidiar con nada en ese momento, pero se acercó e inspeccionó el texto. El Color
desapareció de su rostro. "Mierda.
¿Cómo pudo suceder esto?”
“No lo sé. Pero tengo que salvarla. "Los ojos de
Emily se movían hacia atrás y adelante. "Si Ali la tiene, ¿quién sabe lo
que va a hacerle?"
"Em, no es Ali quien tiene a Violet,"
susurró Aria. "¿No lo ves? Es Gayle. La vi entrar en Babies "R"
Us anoche con una enorme y extraña sonrisa en su rostro. Ella se está
preparando para cuando encontrara a tu bebé".
Emily frunció el ceño, luego miró al corpulento museo detrás
de ellas. "¿Pero no está Gayle aquí? Pensé que la vi hablando con tu
padre, Hanna.”
Hanna se mordió el labio. "En realidad, yo no la
he visto en toda la noche."
"Por supuesto que ella no está aquí", dijo
Aria. "Ella está en esa casa en Avenida Mockingbird" Ella miró a
Hanna. "Estás conmigo, ¿verdad? ¿Crees que es Gayle? "
Una mirada confusa cruzó la cara de Hanna. "Yo creo que sí. Pero ¿por qué Gayle nos diría
que tiene a Violet si quiere mantenerla para sí misma? Suena como una trampa.”
"¡No me importa!" Emily agarró las llaves
del coche de Aria de sus manos. "¡Es la vida de mi hija de la que estamos
hablando! Lo siento, Aria, pero voy a ir a la casa, ¡incluso si tengo que ir
sola! "
Aria apretó la mandíbula. "No vamos a dejarte ir
sola."
"¿No?" Chilló Hanna.
Aria dio a Hanna un vistazo. "Por supuesto que no."
Ella cogió de vuelta las llaves del coche, cruzó el estacionamiento, y se
deslizó en el asiento del conductor. "Ven, Em. Vamos. Tú también, Hanna.”
Las chicas subieron al coche y cerraron las puertas.
Aria se quitó los zapatos de tacón alto, aceleró el motor, y prendió el
calefactor. Mientras ella se retiró del estacionamiento, ella miró hacia atrás
y vio una luna perfectamente redonda, extrañamente amarilla reflejaba en las
ventanas del museo. Y allí, junto al reflejo de la luna, había una silueta de
una persona. Mirando. Tal vez incluso riéndose de lo tontas que eran.
Aria respiró fuertemente, el pelo de la nuca se le
erizó. Pero cuando miró a la ventana de nuevo, sólo la luna estaba allí, llena
y brillante, llenando la extensión del vidrio.
Traducido por: Eve
Corregido por: Daniela
Capítulo 28 | Capítulo 30
graciiias dani x los capiis, quedo en lo mejor la historiiia!
ResponderBorrarDe nada :)
BorrarNo puedo creerlo, estoy tan asustada como ellas! Gracias por las traducciones! Adoro el Blog! :)
ResponderBorrarGracias a ti, por comentar. Saludos :)
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