jueves, 25 de julio de 2013

Burned - Capítulo 9: Pequeña Linda Polizona

Traducido por: Daniela
Corregido por: Ximena

La tarde del martes, Emily y Jordan estaban sentadas en la cama del cuarto de Emily. Había paquetes de papas fritas de las máquinas expendedoras tirados alrededor de ellas, y Jordan había preparado daiquiris de banana vírgenes a partir de algunos de los tragos que había encontrado en el mini bar. Una de las mezclas para natación de Emily estaba sonando a través de sus parlantes portables de iPod, y Discovery, el único canal que tenía señal aparte de CNN International—El cual Jordan dijo que odiaba—estaba pasando un show sobre el Parque Yosemite de fondo, a pesar de que ninguna de las chicas lo estaba viendo.

-Bien, necesito un verbo, - Emily dijo, mirando a un libro de Mad Libs[1] que había encontrado al fondo de su bolso, dejado allí desde algún viaje de natación.

- Um, besó,- Jordan dijo luego de un momento, metiendo una papa frita en su boca.

Emily escribió besó en el espacio. - Ahora necesito un sustantivo.

- Pechos - Jordan dijo rápidamente.

Emily dejó su lápiz y miró las otras palabras que Jordan había escogido. Sexymente, lengua, tirar, y masaje sensual. - Tu sabes que es un juego infantil ¿cierto? ¿No uno porno?

- ¿Qué puedo decir? - Jordan se rió - Estoy inspirada por el espíritu de Erin Bang Bang. Incluso he oído rumores sobre con cuántos chicos ha estado.

Emily se encogió de hombros - Cada vez que la veo está con alguien diferente.

Jordan miró a la puerta - ¿Estás segura de que no le importará que me quede aquí?

Emily se encogió de hombros. - Dudo que Erin vaya a volver por el resto del viaje, para ser honesta. Y si vuelve, le diremos que tuviste una pelea con tu compañera de cuarto. Incluso puedes dormir en mi cama si te sientes más cómoda. - Sus mejillas se enrojecieron un poco con esa sugerencia, pero seguro que Jordan sabía que lo decía en modo amistoso, ¿cierto?

Jordan le sonrió con alivio a Emily - Eres una salva vidas ¿Lo sabes?

Emily rodó sus ojos. - Me lo has dicho chorrocientas mil veces. - Luego miró de vuelta al Mad Libs - Está bien, ahora necesito un adverbio.

- Lujuriosamente - Jordan dijo rápidamente, y luego ambas se pusieron a reír.

Luego de que Emily lo escribió, inhaló la repentina esencia a palomitas de maíz de microondas recientemente explotadas. Alguien debe haber hecho en la cocina al final del hall - Ese es uno de mis olores favoritos - ella reflexionó.

- El mío también - Jordan dijo, aferrándose a un cojín - ¿Tienes otros?

Emily pensó por un momento. - El de las pelotas de goma y de la gasolina, supongo. Y el olor del dormitorio de mi antigua mejor amiga.

- ¿El de Alison? - Jordan preguntó.

Emily asintió. Le había contado a Jordan sobre Ali casi inmediatamente. Era una de esas cosas que tenía que sacar del camino cuando hacía nuevos amigos estos días— de todos modos, todos habían visto Pequeña Linda Asesina, el documental sobre lo que Ali les hizo - Solía escabullirme a su dormitorio durante las pijamadas - admitió, sonrojandose - Su dormitorio olía a flores y a talco y simplemente... a ella.

- Realmente la amabas ¿huh?

Emily bajó sus ojos. Eso era algo más que ella le había admitido a Jordan de inmediato: Ya no tenía sentido ocultar su atracción hacia las chicas. Y era fácil contarle cosas a Jordan—ella era tan tolerante ante todo lo que salía de la boca de Emily. Solo sonreía débilmente y decía que estaba bien para ella.

Aclaró su garganta y miró de nuevo a Jordan. - Quería preguntarte algo. ¿Necesitas llamar a tus padres? Tengo una tarjeta de teléfono que puedes tomar. Probablemente se preguntarán dónde estás ¿cierto?

Jordan se encogió de hombros - Dije que iba a quedarme un tiempo en la casa de una amiga. No me llamarán para saber cómo estoy.

- ¿Estás segura? ¿Por toda una semana?

- Probablemente ni siquiera notarán que no estoy - Jordan jugaba con su cintillo de terciopelo. - Mis padres están mucho más preocupados de sus propias vidas. No tienen tiempo para mí realmente. Súmale el hecho de que no soy la hija perfecta que siempre quisieron, y probablemente preferirían que simplemente me vaya por siempre - Ella lo dijo con indiferencia, terminando con una risa sarcástica, pero el dolor en su voz era obvio.

Emily dibujó un garabato en el margen. - A veces creo que mis padres quieren que yo desaparezca también.

Jordan la miró, claramente esperando que Emily dijera más - He hecho algunas cosas que realmente los enoja - Emily dijo vagamente. A pesar de que había compartido mucho, no estaba lista para hablar de eso.
           
Pero de repente, la cara de Jordan se había acercado. El aire olía fuertemente a perfume de jazmín - Yo no sé por qué alguien querría que te desaparecieras - dijo - Sin importar qué hiciste.

Emily mantuvo el aliento, notando por primera vez que los ojos de Jordan eran del color de gemas de turmalina. Luego su celular soltó unos cuantos agudos pitidos. Gruñó, se dio vuelta, y miró la pantalla. Hanna le había enviado un mensaje.

A está en el barco. Encuéntrame cerca del bar tiki ahora.

Emily dio vuelta el celular para que Jordan no pudiera ver el mensaje. - Y-ya vuelvo.- Susurró, y ya estaba al otro lado de la puerta antes de que Jordan pudiera preguntar qué había pasado.

Diez minutos después, Emily estaba en el bar tiki, una constante lluvia caía sobre el toldo sobre su cabeza. Naturalmente, la cubierta estaba vacía. En algún lugar más abajo podía escuchar los acordes de música New Age de una presentación tardía de Cirque du Soleil en el teatro.

Las puertas del elevador se abrieron, y Spencer y Aria salieron. La miraron y se acercaron, protegiendo sus cabezas de la lluvia.

Hanna emergió de una escalera usando un largo vestido, altos tacones, y una incongruente sudadera que se extendía hasta la mitad de sus muslos. Sus ojos estaban como locos, su cara pálida, y sostenía su celular con fuerza en su mano derecha. - La perra de algún modo está a bordo con nosotras - dijo cuándo se acercó.

Les pasó su celular a las chicas. Emily miró el mensaje de texto en la pantalla Ten cuidado con a quién golpeas y luego corres, presidiaria. ¡Nos vemos en la Cubierta Fiesta!

Aria entrecerró los ojos - ¿Golpeas y luego corres? ¿De qué está hablando A?

- ¿No es obvio? - Hanna dijo - ¿El accidente en Reeds Lane? ¿Esa horrible noche con lluvia? A lo sabe.

La boca de Emily se abrió de golpe. La noche del accidente de Hanna se sentía tan aislada—había ocurrido al comienzo del verano, antes de todo lo demás. Supo que estaba embarazada justo luego del receso de primavera en Jamaica, y a pesar de que aún vivía en su casa cuando Hanna había llamado, se mudó con Carolyn la semana siguiente, para el disgusto de su hermana. Cuando Hanna llamó a Emily, ella casi se negó—para ese momento ya tenía una pequeña barriga, ¿Y si las chicas adivinaban lo que ocurría? Ya era suficientemente difícil ocultarlo de sus padres. Su madre incluso había comentado el nuevo estilo de playeras holgadas de Emily.

Pero medio segundo después, se sintió terrible. Hanna la necesitaba. Y luego Aria la llamó, diciendo que iba a pasar a buscarla, y Emily no supo cómo decir que no. Al final, si alguna de ellas notó su barriga, nadie dijo nada. Todas estaban muy preocupadas con el choque del auto.

Emily se apoyó contra el bar. - ¿Cómo supo A sobre eso? Preguntó, mirando a Hanna. Habían estado en un tramo tan desolado del camino, y se habían retirado antes de que la ambulancia llegara. Pero luego, más de esa noche volvió a ella. Probablemente habían herido a la chica. Y habían escapado, como si hubiera sido una broma.

Hanna jugaba con una gran vela tallada en forma de cabeza tiki encima de una de las mesas. - No estoy segura. Pero saben ¿esa chica en el auto, Madison? Resulta que es la prima de Naomi Zeigler. Naomi y yo nos hemos estado llevando bien, y al comienzo pensé que era sospechoso, pero luego me di cuenta de que ella había dado vuelta la página. Hasta que vi su ID falsa—tiene la foto de Madison.

Las cejas de Aria se arrugaron - ¿Entonces crees que Naomi estaba siendo simpática contigo porque es A?

- No estoy segura, - Hanna dijo - Pero si no lo es, A va a contarle sobre el choque. Naomi nos va a entregar de seguro.

- Si, si esque A no nos entrega primero - Spencer apuntó al celular de Hanna. - ¿A te llamó presidiaria?

- Hanna, ¿Naomi dijo algo sobre el accidente? - Aria preguntó

- Algo así - Hanna admitió, mirando a Spencer - Mencionó haber pasado por algo terrible el verano pasado. Y puso una mirada extraña cuando alguien le preguntó quién era la persona de su ID falsa. Fue como, Mi prima ya no necesita su ID

- ¿Como que estaba muerta? - Spencer dijo jadeando.

Los ojos de Emily se expandieron - ¿En el choque?

- No puede haber muerto en el choque - Los ojos de Hanna iban de un lado a otro. -Aún  respiraba cuando ustedes llegaron a escena.

- ¿Estaba? - Aria entrecerró los ojos - ¿Alguien de hecho se fijó en eso?

Emily miró alrededor a las otras. - No recuerdo si lo hicimos o no.

- Ni yo - Aria dijo.

La cara de Spencer estaba verde - ¿Y si la matamos cuando la movimos? - Se desplomó sobre uno de los postes de metal que sostenían el toldo - Yo la dejé caer.

- No adelantes conclusiones aún, Spence - Aria dijo rápidamente, a pesar de que ella se veía igual de enferma.

- ¿Cómo sabes si A sabe sobre eso? Emily preguntó.

Hanna se encogió de hombros - Si A es Naomi, puede haber visto el accidente desde su casa. Está justo arriba de la subida desde el lugar del accidente, no había hecho la conexión antes.

- O quizás Madison sobrevivió, y vio a la chica actuando de ti en Pequeña Linda Asesina y adivinó que fuimos nosotras - Aria dijo.

- No, Madison tendría que haberlo averiguado antes de que se estrenase el documental. - Hanna insistió - Si Naomi es A, ella debe haberlo sabido casi inmediatamente—y decidió acecharnos. Así puede haber sido cómo se enteró sobre Gayle y Kelsey.

Emily asintió, considerándolo. Había pasado tiempo en la casa de Gayle ese verano, y Gayle había ofrecido comprarle el bebé a Emily en un café. Si Naomi la había estado siguiendo, habría sido fácil para ella el averiguar lo que ocurría.

Aria pasó sus dedos por su cara. - Pero no estoy segura de que Naomi tenga sentido como A. ¿Cómo podría saber sobre todos los otros secretos que A sabe? Como Jamaica—Eso pasó antes de lo de Madison.

- Bueno, es fácil explicar cómo supo lo que nos ocurrió en el verano—Naomi vive en Rosewood. - Los ojos de Hanna estaban bien abiertos - Ella es amiga de Kate—ella ha estado en mi casa cientas de veces. Definitivamente pudo haber desenterrado mucha información sobre mí así. - Chasqueó los dedos.

Spencer se mordió el labio - De hecho, Naomi estaba presente cuando A me estaba amenazando a mi sobre Kelsey también. Ella era una de las brujas en Macbeth.

Y ella se pegó a Klaudia—muchos de mis mensajes de A  fueron sobre ella por un tiempo - Aria añadió pensativamente. - Y ella estaba con Noel cuando me llegó un mensaje de A sobre su familia.

Todas miraron a Emily, esperando que ella contribuya con su propia historia de Naomi. Ella solo se encogió de hombros. - Yo no he tenido ninguna interacción con ella.

- Ella estaba en el funeral de Gayle ¿Recuerdas? - Hanna señaló. - ¿No creen que es extraño?

Emily miró la bandera flameando en el poste sobre sus cabezas. No estaba segura de sí era extraño o no. - Mucha gente vive en Rosewood—alguien más podría haber estado mirándonos. Y Jamaica aún no tiene sentido, - susurró - Naomi no estaba allí—la habríamos visto. ¿Cómo podría ella saber sobre eso?

- Tiene que haber una conexión - Hanna dijo. - Quizás estaba allí y no lo sabíamos.

Los dedos de Spencer volaban sobre su teléfono - Nop, Naomi estuvo en St. Bart’s durante el receso de primavera—eso dice en su página de Facebook.

- Muy bien, quizás hay dos As—uno que vio lo que pasó en Jamaica, y luego Naomi, quien se hace cargo de los actos malignos - Hanna sugirió.

Spencer cerró sus ojos. - Dios. Mi cabeza va a explotar. ¿Ahora tenemos que pensar sobre quién podría ser un segundo A?

Emily inhaló - Creo que tengo una idea.

Hanna la miró rápidamente. - Déjame adivinar. ¿La Verdadera Ali?

- Sí, Ali - Emily dijo en voz baja. Si Jordan se había metido al barco tan fácil y sin esfuerzo, ¿Quién decía que la Verdadera Ali no podría haber hecho lo mismo?

Miró sobre su hombro, con miedo de que la Verdadera Ali las estuviera mirando. Un relámpago parpadeó en el mar. Los charcos relucían bajo las luces. La idea de estar cara-a-cara con la Verdadera Ali en un barco la aterrorizaba. Había tan pocos lugares donde podría esconderse.

- La Verdadera Ali está muerta - Spencer dijo despectivamente. - Tiene que ser alguien más.

Aria aclaró su garganta. - Algo raro me pasó hoy también - Tomó aire - ¿Saben que me registré para la búsqueda del tesoro? Me emparejé con este chico que fue transferido recientemente de una escuela en New Jersey. Hablamos por un rato, y supe que él conocía a Tabitha.

- Bromeas - Hanna dijo preocupada

Aria asintió - Pero se pone peor. Era el novio de Tabitha.

- ¿Qué? - Hanna tembló

- ¿Hablas en serio? Spencer exclamó.

- Lo sé. - Aria se veía atormentada - Creo que el universo está tras nosotras.

- O A está tras nosotras, - Spencer dijo - ¿No podría él ser A? Tiene un mejor motivo que Naomi—O que la Verdadera Ali. Quizás más de una conexión también—podría haber estado en Jamaica con Tabitha.

Aria se balanceaba de pie a pie. - No sé sobre Jamaica, lo dudo. Y Graham dijo que estuvo en Chile el verano pasado— ¿Cómo podría haber atestiguado nuestros secretos, o robado ese dinero del buzón de Gayle? Probablemente puedo hacer que lo demuestre de algún modo la próxima vez que lo vea.

Los ojos de Spencer estaban atónitos - ¡No puedes verlo otra vez! ¿Y si sin querer dices algo? - Luego parpadeó con fuerza - ¿Y eso significa que más gente que conocía a Tabitha está en el bote también? Ella podría tener toneladas de amigos aquí—todos podrían ser A ¡Juntos!

Aria negó con la cabeza. - No, no, Graham fue transferido desde la escuela de Tabitha hasta una escuela en Philly. Ninguno de sus amigos está aquí.

- Aun estoy de acuerdo con Spencer - Hanna dijo - Aléjate de ese chico. Suena como una situación que no necesitas ahora.

Aria se veía molesta. - No puedo simplemente abandonarlo. Me sentiría terrible.

- ¿Por qué? - Spencer demandó.

Aria miró sus dedos. - ¿Ustedes realmente creen que nos vamos a salir con la nuestra al final? Esta podría ser la última oportunidad de hacer las cosas bien con alguien que se preocupaba por ella antes de ir a la cárcel.

Spencer la miró con locura - ¿Vas a contarle?

- No. Pero siento que le debo algo. Quiero hacer su vida mejor de algún modo.

- ¡Tú no le debes nada! - Spencer rugió - ¡La única razón por la que te sientes así es porque A está jugando con tu mente!

- Bueno, eso es un buen motivo ¿o no? - Aria se encogió de hombros con impotencia - ¡A nos tiene completamente arrinconadas! ¡No sé qué más hacer!

Todas cerraron los ojos. Una gran avalancha de temor pasó por Emily. A que las tenía arrinconadas. ¿Y si A las delataba por todo? Habían hecho tanto, especialmente si Madison había muerto. Y A parecía saber absolutamente todo.

Spencer aclaró su garganta. - Miren. Si adivinamos quién es A, aún podemos adjudicarle el asesinato de Gayle a él o a ella y protegernos a nosotras - Miró a Hanna. - Tú eres la compañera de cuarto de Naomi. Busca entre sus cosas. Ve si tiene un segundo celular, como Mona. O metete a su e-mail y ve si alguno de los mensajes de A están en su buzón de salida.

Hanna se mordió una uña - ¿Realmente quieres que me ponga tan cerca de las cosas de A? ¿Has olvidado las otras cosas que A ha hecho? ¿Como con Gayle? ¿O que hay sobre cómo le echó LSD a tus brownies?

- Pero - Spencer protestó, luego se congeló. Un paso en un tablón suelto crujió al otro lado de la cubierta. Spencer tomó el brazo de Emily. Emily miró con fuerza entre las sombras, con miedo de lo que podría estar allí. El aroma a perfume frutal se esparció por el aire hasta ella, luego desapareció. Por un momento, todo lo que podía oír era su pulso latiendo en sus oídos.

El celular de Hanna sonó, y todas saltaron. - Solo es Mike - Hanna dijo, mirando la pantalla. - Me va a escabullir a su habitación esta noche.

- ¿Te vas a quedar con Mike? - Aria parecía preocupada - Ambos podrían meterse en problemas.

- Prefiero estar en problemas que estar muerta - Hanna dijo, luego se fue apresurada, mirando de un lugar a otro en las sombras antes de descender las escaleras.

Luego de un momento, Spencer miró a las otras, dejando escapar un gemido de desesperación, luego se fue caminando también. Solo Aria y Emily quedaban. Salieron de debajo del toldo e intercambiaron miradas de miedo.

- Dime que esto no está ocurriendo - Emily susurró.

Aria secó las gotas de la lluvia de sus ojos - No puedo vivir así por mucho más, Em.

- Lo sé. Yo tampoco.

Otro relámpago reventó en el mar. Emily dio un paso adelante y puso sus brazos alrededor de los hombros de Aria. Aria la abrazó de vuelta, y las dos permanecieron así por unos segundos, cubriéndose entre sí de los elementos.

Y quizás también de A.
           




[1] Mad Libs: Un juego de sustitución de palabras que causa efecto humorístico.


domingo, 21 de julio de 2013

Burned - Capítulo 8: Licencia Para Matar

Traducido por: Daniela
Corregido por: Ximena

Más tarde esa noche, Hanna tomó la mano de Mike mientras bajaban del elevador en la cubierta Palmera. –Nueve-cero-siete, es por ese camino– él murmuró, luego dobló a la derecha y caminó por un largo corredor. Hanna lo siguió, dándole una altanera mirada a Phi Templeton, quien se había detenido con ansias en la puerta de su cabina. Hanna y Mike estaban camino a una fiesta top-secret exclusiva en la suite de Mason Byers, pero no todos estaban invitados.

Pasaron por un gran espejo, y Hanna miró su reflejo. Definitivamente estaba lista para la fiesta. Su piel brillaba con un bronceado nuevecito; el vestido de gasa color naranja tostado que había comprado en King James flotaba suavemente lejos de sus caderas y los tacones tipo gladiador que había comprado justo antes del viaje hacían que sus piernas lucieran super largas que no le importaba que le hicieran doler sus pies un poquito.
        
Mike se detuvo en la última puerta al final del pasillo. – Aquí estamos.

Escucharon por un momento. Sonidos bajos retumbaban desde el interior. Una chica chilló y un montón de chicos se rieron. La esencia a tragos y a cigarrillos se escapaba por la puerta.

Hanna se mordió el labio

-¿Y si el chaperón nos escucha? No quiero meterme en problemas.

Las gruesas cejas de Mike se juntaron

-¿Desde cuándo te preocupas por meterte en problemas?

Hanna enrolló un mechón de cabello castaño perfectamente encrespado alrededor de su dedo -No quiero renunciar a más tiempo de bronceado para tener que estar en alguna especie de detención del crucero. Ya es suficientemente malo que tenga que trabajar en la mazmorra -Ella no se molestó en registrarse para un trabajo voluntario antes del crucero, así que fue asignada al azar en un puesto en la oficina de administración del barco. La oficina estaba en las entrañas del barco, y era manejada por una mujer llamada Vera quien usaba un millón de pasadores en su pelo y estaba obsesionada con la música country. Se suponía que Hanna tenía que ingresar datos aturdidores sobre la capacidad del barco toda la mañana —Vera trató de hacer parecer tan interesante que este navío podía soportar casi cien invitados más de los que habían. La mayor parte del tiempo solo googleó cómo podía hacer que una falda de hula parezca sexy para el show de talentos del final del viaje.

-No te preocupes –Mike dijo– Mason le pagó al chaperón de este pasillo para que se quede callado. Estamos bien.
        

Luego golpeó la puerta. Se abrió un poco. -¿Contraseña? –dijo una voz ronca.

-Aleta –Mike susurró.
       
La puerta se abrió, y caminaron a una suite llena de gente. La puerta al patio exterior estaba completamente abierta, dejando entrar el tibio y fragante aire, y un montón de gente estaba inclinada en la baranda o sentada en las sillas de la cubierta. En la encimera de la cocina había un montón de botellas de 50 ml de licor, un jarro medio vacío de ron, vasos plásticos, pretzels, maní, y M&M’s del minibar. Sonaba Rihanna desde un dock de iPod, y unas cuantas personas estaban bailando en una de las camas. La habitación olía densamente a perfume, sudor, y a limpiador de alfombras 100% natural.

-Bienvenidos a nuestra velada –Mason dio un paso adelante y le ofreció a Hanna y a Mike vasos llenos con ron y Coca-Cola Diet. Estaba usando su blazer de Rosewood Day, una corbata a rayas anudada flojamente en su cuello y un par de shorts de lino que se veían sospechosamente como boxers.

Hanna aceptó el trago, luego pasó por la multitud. Un montón de chicos de Rosewood Day estaban allí, al igual que gente de Doringbell Friends, Pritchard, y Tate. Una par de mamacitas de Villa Louisa estaban tomando tragos con James Freed y unos cuantos otros chicos del equipo de Lacrosse. Quizás era algo en el aire húmedo y caliente o quizás era el olor a bloqueador de coco que todos usaban, pero de repente Hanna se acordó de las fiestas a las que fueron en Jamaica —especialmente a esa multitudinaria cena la noche que conocieron a Tabitha. Todos estaban sentados en la mesa, bebiendo y pasándola bien, cuando Emily tomó su mano– Es Ali –dijo, y allí estaba Tabitha en el escalón más alto, se veía espeluznante y familiar con ese vestido amarillo…

Jesús. ¿Por qué estaba pensando en eso otra vez? Tomó el brazo de Mike.

-Vamos a bailar.
        
- Sí, sí, capitana –Mike dijo.
       
Fueron a la pista de baile y comenzaron a moverse al ritmo de una canción de Wiz Khalifa. Hanna movía sus brazos y piernas como una salvaje, tratando de purgar los pensamientos negativos de su mente. Luego vino una canción de Lil Wayne y luego hubo  una mezcla de canciones del último álbum de Madonna. Para cuando alguien puso el vintage Nirvana, ya estaba respirando fuerte por bailar y también mucho más relajada.
        
-Traeré más bebidas –Mike dijo. Hanna asintió atontada y deambuló hacia el balcón, donde había chicos mirando la luna. Una mano tocó el hombro desnudo de Hanna, y se dio vuelta, pensando que Mike estaba de vuelta. Pero era Naomi. Hanna instantáneamente inhaló un intoxicante olor a su perfume frutal de Kate Spade.
        
Hanna se iluminó.

-¿Qué hay?
        
-Hey, chica –Naomi chilló– Qué bueno verte aquí.
        
Hanna sonrió pero no respondió, no quería parecer muy ansiosa. Aún la desconcertaba que Naomi estuviera siendo simpática. Se habían juntado por un rato en la velada de bienvenida y habían desayunado juntas esta mañana, lo cual instantáneamente aumentó su reputación de chica genial —unas cuantas chicas le dijeron hola en los pasillos después de eso. Naomi incluso le preguntó a Hanna si quería broncearse esta tarde, pero Hanna había tenido su clase de confección de joyas. Hanna seguía esperando que Naomi le jugara una broma, la botase o se riera en su cara, pero hasta ahora todo iba bien. Naomi finalmente se había despertado y se había dado cuenta de que Hanna era genial.
        
-No sé cómo bailas con esos zapatos -Naomi apuntó a los altos tacones con tiras tipo gladiador en los pies de Hanna -Son increíbles. ¿Son de Salt and Pepper?
        
Hanna se encogió. De hecho, los zapatos eran de Salt and Pepper, pero la tienda estaba en la sección de tiendas ligeramente de-segunda del Mall King James —definitivamente no genial. La única razón por la que Hanna había comprado allí era porque sus imitaciones eran tan buenas que la gente por lo general no podía notar la diferencia.
        
-Um, mi mamá me las compró -murmuró-. No sé de dónde las sacó.
        
-Vamos, Han -Naomi dijo en una voz de sabiduría-, las vi en la ventana de la tienda -Luego se acercó, con una mirada conspiracional en los ojos-. Casi me las compré, de hecho. Comprar allí es mi pequeño secreto. Es una tienda genial, pero todos se reirían de mí si lo supieran. Mira, yo también estoy usando zapatos de Salt and Pepper.
        
Levantó su pie para mostrarle unos tacones de gatito rosado que Hanna de hecho sí reconoció de las repisas de la tienda. -Sí es una tienda bastante buena.
        
-¿Bromeas? ¡Es la mejor! -Los ojos de Naomi brillaron -Pero no podemos decirle a nadie sobre esto—tiene que ser nuestro pequeño secreto. De otro modo todos irán y no quedará nada bueno.
        
-Definitivamente -Hanna dijo en una voz altanera y molestosa, secretamente emocionada de que ella y Naomi estuvieran juntas en algo.
        
-Ni siquiera Riley, -Naomi continuó -Y definitivamente no a tu hermanastra. ¿Entendido?
        
-Entendido. -Hanna corrió sus dedos por los cordoncillos plásticos de su vaso, sintiéndose triunfante. Naomi y Kate habían sido BFFs desde que Kate entró a Rosewood Day. Hanna y Kate se habían estado llevando bien últimamente, y Kate le había dicho que se había peleado con Naomi. Pero el modo en que Kate lo puso, era que Naomi tenía la culpa.
        
Naomi apoyó sus codos en la baranda y miró de vuelta a la fiesta. -Zelda Millings se ve bastante bien en ese vestido halter, ¿no crees?
        
Hanna estudió a la pálida y rubia chica que la había desairado el día anterior al otro lado de la habitación. -Eh, - dijo, sintiéndose triunfal porque los roles se habían invertido. - Hace que sus pechos se vean realmente chicos.
        
- Cierto - Naomi asintió sabiamente. - Pero al menos ese color no la hace parecer albina.
        
- Va a tener una terrible quemadura de sol al final de la semana - Hanna meditó.
        
Naomi torció su boca. - ¿Sabes quién deseo yo que se queme terriblemente por el sol?
        
- ¿Las chicas de Villa Louisa? - Hanna dijo.
        
- ¡Sí! - Naomi gritó de alegría, luego tocó el brazo de Hanna. - Oh mi dios, ¿no crees que son tan molestas?
        
- Absolutamente - Hanna sintió una avalancha de satisfacción. Se sentía tan bien atacar a las Villa Gorilas. - ¿Sabías que Emily Fields es compañera de cuarto con la chica Erin Bang Bang?
        
Naomi hizo un gesto de dolor - Ella es la peor. Me quedé atrapada trabajando en las oficinas de administración del barco porque me dio mucha flojera registrarme para algo más, y ella trabaja el turno conmigo. Esa perra no me dijo ni una palabra en todo el tiempo.
        
Hanna frunció el ceño. - Espera, ¿Estás trabajando en la oficina de administración? ¡Yo también!
        
- ¿Con Vera? - Naomi preguntó.
        
- Oh dios mío, ¡Vera! - Hanna se rió. - ¿Qué hay de todas esas tontas canciones de amor?
        
- ¿Y esos pasadores? - Naomi añadió, aguantando la risa. - ¡Se ve como un poodle!
        
- ¿No es cierto que esa habitación tiene un olor extraño? - Hanna pretendió sentir náuseas.
        
- Sí, como una mezcla entre pie, perro mojado, y a vieja, - Naomi se quejó.
        
- Pero podría ser peor - Hanna dijo - Escuché que algunas personas que se registraron tarde están en las labores de limpieza. Tienen que fregar los baños de los chicos.
        
- ¡Ew! - Naomi chilló.
        
Hanna sonrió cuando bebió su trago, sintiéndose ligera y libre. Se sentía como si acabara de descubrir un nuevo diseñador cuyos jeans, remeras y vestidos le quedaran perfectos—y su nombre era Naomi. Que Naomi le estuviera dando a Hanna la misma mirada de ¿Dónde has estado toda mi vida? la hacía sentir aún mejor.
        
Luego Naomi cambió su peso. - Siempre he querido hacerte una pregunta. ¿Alguna vez obtuviste ayuda por...tú sabes. El asunto de la comida?
        
Hanna se erizó. Un millón de años atrás, Mona-como-A la forzó a confrontar a Naomi y a Riley el año pasado y admitir que había tenido un desorden alimenticio. Hanna miró la puerta, considerando escaparse.
        
- La única razón por la que pregunto es porque quiero tener una referencia - Naomi añadió cuando Hanna no dijo nada.
        
Hanna frunció el ceño - ¿Para quién?
        
Naomi miró abajo - Para mí misma, - murmuró tranquilamente.
        
Hanna casi se rió en voz alta - ¿comilona? Sí, claro - Naomi era talla 0, Hanna apenas la había visto comer alguna vez.
        
Naomi bajó la vista. - Con ejercicio. Es algo con lo que he luchado de forma intermitente por años. De hecho había querido hablar contigo de esto—eres la única persona que conozco que lo ha sufrido también. No es como que pueda hablar con Riley o Kate sobre esto.
        
- Ya no lo hago, - Hanna dijo con cautela.
        
- Yo tampoco lo hacía - Naomi paso su dedo por el borde del vaso. - Hasta el verano pasado. Algunas cosas raras ocurrieron, así que comencé otra vez.
        
Hanna parpadeó con fuerza. - Lo siento mucho - dijo suavemente, aun no creía lo que estaba oyendo. Pero la expresión de Naomi se veía seria e inocente. Hanna había anhelado hablar sobre ser comilona con alguien que haya pasado por eso también, pero hasta ahora no se había cruzado con nadie que lo admita.
        
- Si alguna vez quieres hablar sobre eso, estoy aquí - se ofreció luego de un momento - Sé lo difícil que es.
        
- Gracias - Naomi murmuró, acercándose y apretando la mano de Hanna.
        
Justo entonces, Mason Byers salió al patio. Su pelo estaba revuelto, y usaba una placa de la policía de Rosewood en su solapa. - Mi nombre es Oficial Byers, señoritas. - Articuló mal - ¿Tienen suficiente edad para beber?
        
- Por supuesto que sí, - Naomi guiñó el ojo.
        
- ¿Puedo ver sus IDs? Mason demandó.
        
Mike asomó su cabeza también. - Estamos haciendo un juego de desnudos con cartas que usa las IDs falsas de todos. ¿Quieren jugar? - Él agitó su propia ID falsa por el aire.
        
- Déjame ver eso - Hanna volvió a entrar en la habitación y se lo quitó. Mike había presumido sobre una nueva ID falsa, pero había sido cerrado en mostrarsela a ella. Hanna explotó de la risa. Quincy Thomas, decía el nombre en la tarjeta, y tenía corte militar rubio y lentes. La descripción decía que medía seis pies con diez, casi un pie más alto de lo que era Mike.
        
Se lo lanzó de vuelta. - ¡Nadie va a creer que ese eres tú!
        
Mike lo puso protectoramente en su pecho, sus mejillas en llamas. - Muy bien, sabelotodo, veamos la tuya.
        
Hanna buscó su cartera y sacó su ID falsa, la cual había comprado el año pasado online y que tenía su propia foto y datos. Mason ofreció su ID también, la cual había obtenido en New York. Otros chicos añadieron las suyas a la pila. Una chica tenía un pasaporte Japonés muy convincente, a pesar de que ella no era Japonesa. Erin Bang Bang usaba su propia foto para su falsificación. La foto era tan impresionante y hermosa-como-modelo que Hanna supuso que ningún gorila o barman alguna vez siquiera se molestaría en ver su fecha de cumpleaños. Perra.
        
- Hey, la tuya es bastante buena - Mike le dijo a Naomi cuando ella puso la suya en la pila. - Incluso se ve como tú.
        
- Es porque es la de mi prima - Naomi explicó. Una mirada rara se puso en su cara. - No es como que la vaya a necesitar más.
        
Hanna miró la foto, luego la volvió a mirar. A pesar de que había visto a la chica solo una noche, la cara era inolvidable. Era como un fantasma mirándola.
        
Madison.
        
Retrocedió, tropezando con una maleta volcada y casi cayendo sobre su trasero. Cuando se estabilizó, sus manos de repente estaban temblando tanto que tuvo que ponerlas en los dobleces de su vestido. La habitación se sentía caliente y cerrada, y mucha gente la estaba mirando, incluyendo a Naomi.
        
- Um, tengo que... - Hanna pasó torpemente por el lado de todos hacia la puerta.
        
Corrió al final del pasillo, desesperada para recuperar su aliento. Luego notó una puerta Francesa que llevaba a un pequeño patio al aire libre. La abrió y se tambaleó hasta una pista del juego de tejo, arrodillándose.
        
Madison era la prima de Naomi. ¿Y a qué se refería Naomi cuando dijo que ya no necesitaba la ID? ¿Estaba muerta?
        
Beep.
        
Era el celular de Hanna. Lo sacó de su cartera, imaginándose que era Mike. Pero luego miró la pantalla. Un nuevo mensaje de texto de Anónimo.
        
- No. - susurró, escaneando el oscuro patio. Luego miró abajo a la pantalla. Con los dedos temblando, presionó LEER.
        
Ten cuidado con a quién golpeas y luego corres, presidiaria. ¡Nos vemos en la Cubierta Fiesta!—A


sábado, 20 de julio de 2013

Burned - Capítulo 7: Un Compañero de Crímen


Traducido por: Daniela
Corregido por: Ximena



Esa mañana, Aria y otros treinta chicos estaban de pie bajo la sombra de un tobogán de agua rosado gigante en la cubierta superior del crucero, ansiosos esperando el inicio de la Eco Búsqueda del Tesoro. El aire olía a limpiador de piso de madera, desodorante muy aromático, y gasolina de barco que el capitán insistía que era eco-amigable, a pesar de que Aria tenía sus dudas. Todos se abanicaban sus caras, se ponían protector solar de gran potencia para protegerse del hostigante sol caribeño, y hablaban emocionados sobre lo que iba a conllevar la actividad.

            Finalmente, la líder de actividad se alejó de su celular y giró hacia el grupo. - ¡Bienvenidos! - gritó, su cara pecosa se volvió en una sonrisa. - Mi nombre es Gretchen Vine, y ustedes se llevarán una agradable sorpresa. Piensen en esta búsqueda como en The Amazing Race—les damos pistas y dinero para llegar a su destino, y el primer grupo que adivine todos los acertijos gana.

            - ¿Qué gana? - Una chica morena cuyos tirantes del bikini se asomaban por debajo de su polera, preguntó.

            Gretchen sonrió y reveló dos certificados de regalo para la Apple Store y todos dijeron ooh. - Cada uno es por mil dólares.

            Gretchen entregó pequeños sobres que decían ECO BÚSQUEDA DEL TESORO. - Lleven sus pistas - instruyó - Tendrán que mostrarme lo que encontraron al final de cada día.

            - ¿Acamparemos? ¿Realizaremos caminatas extremas? ¿Actuaremos? - Un chico preguntó.

            Gretchen frunció el ceño, jugando con su collar - Bueno, necesitamos que vuelvan al barco cada noche—de otro modo tendremos que enviar a alguien a buscarlos. Las caminatas son por grandes terrenos, pero yo no las llamaría extremas. Y no estoy segura de a qué te refieres con actuar— ¿Quizás puedas explicarte mejor?

            El que hablaba, un chico con cabello castaño un poco largo, y gruesas cejas, movió la mano despectivamente. - Olvídelo.

           Gretchen les dijo que tendrían que recorrer las cabeceras de las playas, deambular por dunas, abrirse camino por bosques tropicales, y navegar por ajetreadas calles de ciudad para extraer información que los guiará, finalmente, al premio. Aria intercambió miradas de emoción con chicos junto a ella. Había unas cuantas parejas de la mano en el grupo, y sintió una punzada de anhelo. Quizás Noel habría escogido la búsqueda del tesoro si hubiera sabido cual era el premio.

            - Está bien, lo primero que necesito es que se dividan en grupos de a dos - Gretchen dijo luego de pasar la lista.

            Las parejas se emparejaron. Otros chicos se volvieron hacia personas que conocían. Aria se dio una vuelta, pero todos de Rosewood Day ya tenían parejas. Incluso su compañera de cuarto, una dulce y tranquila niña llamada Sasha quien también se había inscrito para la búsqueda del tesoro, se había emparejado con otra chica que parecía estudiosa de su escuela. Mientras más y más gente se agrupaba, sintió una punzada de cohibición. Años atrás, cuando los chicos en Rosewood Day se juntaban en grupos en el receso, se asociaban en la clase de arte, o escogían grupos para un proyecto de Inglés, la boba y sin-amigos Aria comúnmente era la última en ser escogida. ¿Es porque tengo un mechón rosado en mi cabello? se preguntaba ¿O es por algún atributo innato de perdedora que ni yo sé que tengo?

            - Aquellos que no tengan pareja, levanten la mano. Gretchen anunció.

            Gretchen unió a los que no tenían pareja unos con otros. Cuando llegó a Aria, la apuntó hacia el chico que acababa de preguntar por acampar y por las actuaciones. - ¿Está bien que trabajen juntos?

            El chico miró a Aria y se encogió de hombros - Está bien - Extendió una mano a Aria. - Soy Graham Pratt.

            - Aria Montgomery - le sonrió. Tenía lindos ojos color avellana y usaba zapatos Toms color gris, shorts gastados de Army-surplus, y una polera en degradé con lo que parecía un escudo en el frente y un pequeño agujero en el hombro.

            - ¿Te conozco de algún lugar? - ella preguntó. Le parecía familiar, pero no podía recordar de dónde. - ¿Vas a alguna escuela en Main Line[1]?

            La ceja de Graham se arrugó - No, voy a la escuela en Philly - Luego se iluminó. - Espera. ¿Estás en SAC?

            - ¿Qué es eso?

            - ¡Sociedad de Anacronismo Creativo! - Graham sonrió.

            Aria ocultó una sonrisa. Su primo Stewart estaba en SAC, y hablaba de ello sin parar. Era como una feria renacentista que duraba todo el año, donde la gente actuaba escenas en una sociedad medieval. Él había conocido a su esposa allí, de hecho—ella había sido una sirvienta de la cocina, y el actuaba del chico que recolectaba las víctimas muertas de una plaga en un carro de madera.

            - Uh, no, - Aria respondió luego de un momento. Pero luego, en un intento de diplomacia, añadió. - Pero siempre me ha parecido genial.

            - ¡Deberías unirte! - Graham parecía emocionado. - Hay una junta en Camden el próximo mes.

            - Luego te respondo a eso, - Aria dijo - Pero aun creo que te conozco de algún lugar. ¿Pasaste tiempo en el extranjero? Yo viví en Islandia por unos años, pero viajé a Francia, Alemania, Austria, Holanda...

            Graham negó con la cabeza. - La última vez que fui a Europa fue con mis padres cuando tenía seis. Pero el verano pasado fui de excursión a Chile.

            - ¡Debe haber sido increíble!

            - Lo fue - Graham se veía nostálgico. - Fue para una conferencia de la SAC—consagramos a un nuevo rey - Luego la miró con curiosidad. - ¿Cómo fue Islandia?

            - Mágico. - Aria dijo suavemente, aunque cuando abrió la boca para hablar maravillas sobre Islandia, lo único en lo que pudo pensar fue en su último viaje al país, el que fue con Noel, Mike, y Hanna—en el que no quería volver a pensar nunca más.

            Fijó su mirada en algo al otro lado del barco. Muchos chicos estaban dando vueltas en la piscina. Emily, que había voluntariado para salvavidas, estaba sentada en el stand, dando vueltas un silbato alrededor de su dedo. Aria consideró saludar, pero Emily parecía como que sus pensamientos estaban a un millón de millas de distancia.

            Se volvió de vuelta a Graham. - Como sea, estoy muy emocionada por la búsqueda del tesoro, - dijo, decidiendo cambiar el tema.

            - Yo también - Graham dijo - Un amigo mío se suponía que iba a venir conmigo, pero cambió de opinión a último minuto.

            - Sí, yo traté de meter a mi novio en esto, pero él prefirió surfear - Aria dijo - Pero está bien. Él parecía realmente emocionado por el surf.

            Graham asintió. - No estoy seguro de que mi novia hubiera querido hacer esto tampoco. Ella era más del tipo de broncearse.

            - ¿Ella está en el crucero?

            Graham se rascó la nariz, parecía incómodo. - No. Y, uh, bueno, de hecho ya no estamos juntos, así que... - su voz se desvaneció y se sentó en una de las bancas que bordeaban la piscina. - Así que tú eres de Main Line, ¿huh? ¿Eso te convierte en una esnob?

            - ¡Lejos de eso! - Aria se mofó. - La mayor parte del tiempo, me siento bastante fuera de lugar allí. Como que no es realmente donde debo estar.

            - Solía sentirme así en mi vieja ciudad—era un suburbio muy soso también - Graham dijo. - Me emocioné mucho cuando mi familia se mudó a Philly el año pasado

            - ¿Dónde viviste antes de eso? - Aria preguntó.

            - Maplewood, New Jersey - Graham dijo.

            - ¿Maplewood? - Aria soltó. De acuerdo al sitio web Memorial de Tabitha Clark, Tabitha había ido a la secundaria en Maplewood.

            Graham suspiró resignado. - Déjame adivinar—has estado siguiendo el caso de Tabitha Clark.

            El estómago de Aria se sintió como si hubiera estado lleno de algo caliente, explosivo, y efervescente. - ¿La conociste?

            Graham miró a media distancia, sus ojos azules estaban húmedos. Y entonces, antes de que él dijera otra palabra, Aria supo por qué le parecía tan familiar. Recordó un video que había visto en el sitio web de Tabitha Clark de un lindo chico bailando con Tabitha en el baile formal. Vio su nombre junto a posts sobre fiestas de pizza para recaudar fondos en honor a Tabitha, unos pocos meses luego de que murió.

            Todo esto pasó por su mente en cuestión de segundos. Y entonces Graham levantó sus ojos llorosos hacia Aria, diciendo exactamente lo que ella temía. - Sí. Tabitha era mi novia.




[1] Main Line: Lugar en Philadelphia donde hay muchas escuelas privadas y costosas